jueves, 23 de noviembre de 2023

Casos Clínicos: Varón de 48 años con tumefacción en la pierna después de la administración de inyección intramuscular.

 Buenos días un saludo desde Nicaragua

Quería saber si podía apoyarme con la revisión de un caso



Paciente masculino de 48 años con antecedentes de 10 años de ingesta alcohólica el cual desde hace 2 meses presenta estado de sobriedad, sin otro antecedente patológicos, el cual acude al servicio de emergencias posterior de auto administrarse dexametazona 8mg intramuscular en región glútea derecha y asociado a complejo B12 al igual autoadministrada, acude por dolor en el área de aplicación, no se evidenciaban lesiones ni eritema no tumefacción 48 horas presenta área equimotica de rápida evolución  con aumento de calor local y estado de shock con TA 80/50 el cual mejoró con el uso de vasopersores y líquidos con Hartman 2mil cc, se evidencia rápido extensión de lesiones, a la cual adjunto foto si podría orientar el diagnóstico probable.

 



 

  

Dr. Victor Lagos.

San Juan de Río Coco. Nicaragua.

 

 

Opinión: Indudablemente se trata de una infección necrotizante de partes blandas. La presencia de dolor, edema notable con cambio de coloración con aspecto cianótico/equimótico, en el contexto de shock, en un paciente con antecedentes de alcoholismo, quien se autoadministró una inyección intramuscular en la región glútea homolateral, hacen el diagnóstico de infección necrotizante de partes blandas. Estas pueden incluir afectación de la epidermis, del tejido subcutáneo, la fascia y los músculos. Me ha tocado ver en tres oportunidades (dos episodios de fascitis necrotizante y una gangrena gaseosa), como consecuencia de inyecciones intramusculares. En este caso, sin duda se trata de FASCITIS NECROTIZANTE (infección necrotizante de la fascia muscular y la grasa subcutánea suprayacente), la cual puede ser polimicrobiana (Tipo I), o monomicrobiana (Tipo II), o de MIOSITIS NECROTIZANTE (infección necrotizante muscular por estreptococo beta hemolítico o por anaerobios como es la gangrena gaseosa). Esta diferenciación es difícil clínicamente, y si bien las imágenes pueden ayudar a discriminar entre ellas o mostrar colecciones o aire dentro del músculo (por ejemplo en la mionecrosis por anaerobios), lo que efectivamente hace el diagnóstico del cuadro son los hallazgos quirúrgicos.  Siempre que exista eritema sin márgenes definidos con edema más allá del eritema visible, dolor intenso (al principio desproporcionado respecto de los hallazgos clínicos), fiebre, crepitación, formación de ampollas, necrosis, o equimosis, especialmente en un paciente febril, con signos de enfermedad y toxicidad. Hay que decir que frente a este tipo de situaciones, la única conducta posible es la exploración quirúrgica de los tejidos blandos en el quirófano, para la confirmación del cuadro y para la resección amplia de todos los tejidos involucrados en el proceso,  desbridamiento amplio de los tejidos desvitalizados. El soporte hemodinámico con fluidos, el manejo de la ventilación y la oxigenación adecuados así como la instauración de un régimen antibiótico adecuado, son necesarios obviamente pero nunca confiar en que por sí solos, sin la ayuda de la cirugía, pueden revertir el curso inexorable a la muerte.  Se deben enviar muestras intraoperatorias para tinción de Gram y cultivo (además de histología). El esquema antibiótico empírico inicial (que se modificará o no de acuerdo a la evolución y sobre todo al rescate microbiológico de los cultivos), incluye un carbapenem (imipenem,  meropenem, ertapenem), piperacilina-tazobactam, más un agente con actividad contra S. aureus resistente a meticilina como vancomicina),  más clindamicina , por sus efectos antitoxina y otros efectos contra cepas de estreptococos beta-hemolíticos y S. aureus productoras de toxinas.

 

 

 

 

Para ampliar el tema de infecciones necrotizantes de partes blandas agrego el siguiente link:

 

https://www.elrincondelamedicinainterna.com/2021/06/infecciones-necrotizante-de-partes.html

 

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