Un colega de Perú envió esta imagen con el siguiente
texto:
Doctor, por
favor anónimo. Me llegó esta imagen de un compañero de residencia, pero no tiene
más datos de la historia, sólo que es una mujer, de 89 años, con diabetes
mellitus tipo 2, hipertensión arterial y Alzheimer. ¿Es candidiasis?
Opinión: La superficie dorsal de la lengua está cubierta por una
capa blanca que involucra el extremo de las
papilas foliadas y fungiformes principalmente en los bordes, respetando, aunque
no del todo la región central. Se observa, además, queilitis angular en la comisura
oral. No puedo asegurar que se trate de candidiasis aunque es probable. Habría
que interrogara a la paciente o sus cuidadores si recientemente ha tomado algún
medicamento o ingerido alguna sustancia de contraste, por ejemplo baritada etc, de los que puedan haber quedado restos en la superficie de la lengua. En
adultos, la candidiasis orofaríngea se observa tanto en huéspedes
inmunocompetentes como en inmunodeprimidos. En inmunocompetentes, se suele ver en aquellos que usan dentaduras
postizas, pacientes con xerostomía (boca seca) y aquellos tratados con
antibióticos o corticosteroides inhalados. En pacientes inmunodeprimidos, la
candidiasis orofaríngea se asocia a síndrome de inmunodeficiencia adquirida
(SIDA) o neoplasias hematológicas, así como en quienes han recibido trasplantes.
Sin embargo, también puede presentarse en pacientes que reciben quimioterapia,
corticosteroides o radioterapia en cabeza y cuello. El diagnóstico se puede
realizar simplemente raspando las lesiones con un depresor lingual y realizando
una tinción de Gram o una preparación de hidróxido de potasio sobre las
muestras, lo que revelará levaduras en gemación con o sin hifas. Como
alternativa, se puede obtener un cultivo frotando un hisopo sobre la lesión; sin
embargo hay que tener en cuenta queloscultivos
son de valor relativo porquela mitad de las personas están colonizadas por
Candida, y por lo tanto, el cuadro clínico debe ser compatible con candidiasis
para que el cultivo sea útil. Un dato
útil desde la clínica, es que los pacientes inmunodeprimidos con candidiasis
orofaríngea suelen presentar esofagitis por Candida concurrente u,
ocasionalmente, candidiasis laríngea. Se puede sospechar candidiasis laríngea
en un paciente con evidencia de infección orofaríngea que presenta ronquera. En
la práctica clínica es muy habitual que cualquier lesión oral como la que nos
ocupa, sea tratada empíricamente como candidiasis sin más consideraciones
clínicas ni diagnósticas de confirmación, a las que solo apelamos si el
tratamiento fracasa. En ese sentido, el tratamiento de la candidiasis
orofaríngea leve es con terapia tópica durante 7 a 14 días (una pastilla de
clotrimazol disuelta en la boca 5 veces por día, o solución de nistatina,
enjuagues y tragar 4 veces por día) . Sin embargo, el fluconazol oral puede ser
preferible para ciertos pacientes, como aquellos que no pueden usar suspensiones debido al riesgo de aspiración o
la incapacidad de seguir instrucciones y ciertos pacientes inmunocomprometidos
con riesgo de enfermedad diseminada debido a una degradación grave de la mucosa
(p. ej., pacientes con neoplasias hematológicas). Otros expertos también
prefieren la terapia inicial con fluconazol para todos los pacientes con VIH,
independientemente del recuento de CD4 o la gravedad de la enfermedad. En los
pacientes con enfermedad moderada a grave, siempre se usa terapia sistémica con
fluconazol (dosis de carga de 200 mg, seguida de 100 a 200 mg diarios durante 7
a 14 días), u otros azoles (itraconazol, voriconazol)