sábado, 6 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 89 años con alteraciones linguales

 

Un colega de Perú envió esta imagen con el siguiente texto:

Doctor,  por favor anónimo. Me llegó esta imagen de un compañero de residencia, pero no tiene más datos de la historia, sólo que es una mujer, de 89 años, con diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial y Alzheimer. ¿Es candidiasis?




 

Opinión: La superficie dorsal de la lengua está cubierta por una capa blanca que involucra el extremo de  las papilas foliadas y fungiformes principalmente en los bordes, respetando, aunque no del todo la región central. Se observa, además, queilitis angular en la comisura oral. No puedo asegurar que se trate de candidiasis aunque es probable. Habría que interrogara a la paciente o sus cuidadores si recientemente ha tomado algún medicamento o ingerido alguna sustancia de contraste, por ejemplo baritada etc, de los que puedan haber quedado restos en la superficie de la lengua. En adultos, la candidiasis orofaríngea se observa tanto en huéspedes inmunocompetentes como en inmunodeprimidos. En inmunocompetentes, se  suele ver en aquellos que usan dentaduras postizas, pacientes con xerostomía (boca seca) y aquellos tratados con antibióticos o corticosteroides inhalados. En pacientes inmunodeprimidos, la candidiasis orofaríngea se asocia a síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) o neoplasias hematológicas, así como en quienes han recibido trasplantes. Sin embargo, también puede presentarse en pacientes que reciben quimioterapia, corticosteroides o radioterapia en cabeza y cuello. El diagnóstico se puede realizar simplemente raspando las lesiones con un depresor lingual y realizando una tinción de Gram o una preparación de hidróxido de potasio sobre las muestras, lo que revelará levaduras en gemación con o sin hifas. Como alternativa, se puede obtener un cultivo frotando un hisopo sobre la lesión; sin embargo hay que tener en cuenta  queloscultivos son de valor relativo porquela mitad de las personas están colonizadas por Candida, y por lo tanto, el cuadro clínico debe ser compatible con candidiasis para que el cultivo sea útil.  Un dato útil desde la clínica, es que los pacientes inmunodeprimidos con candidiasis orofaríngea suelen presentar esofagitis por Candida concurrente u, ocasionalmente, candidiasis laríngea. Se puede sospechar candidiasis laríngea en un paciente con evidencia de infección orofaríngea que presenta ronquera. En la práctica clínica es muy habitual que cualquier lesión oral como la que nos ocupa, sea tratada empíricamente como candidiasis sin más consideraciones clínicas ni diagnósticas de confirmación, a las que solo apelamos si el tratamiento fracasa. En ese sentido, el tratamiento de la candidiasis orofaríngea leve es con terapia tópica durante 7 a 14 días (una pastilla de clotrimazol disuelta en la boca 5 veces por día, o solución de nistatina, enjuagues y tragar 4 veces por día) . Sin embargo, el fluconazol oral puede ser preferible para ciertos pacientes, como aquellos que no pueden usar  suspensiones debido al riesgo de aspiración o la incapacidad de seguir instrucciones y ciertos pacientes inmunocomprometidos con riesgo de enfermedad diseminada debido a una degradación grave de la mucosa (p. ej., pacientes con neoplasias hematológicas). Otros expertos también prefieren la terapia inicial con fluconazol para todos los pacientes con VIH, independientemente del recuento de CD4 o la gravedad de la enfermedad. En los pacientes con enfermedad moderada a grave, siempre se usa terapia sistémica con fluconazol (dosis de carga de 200 mg, seguida de 100 a 200 mg diarios durante 7 a 14 días), u otros azoles (itraconazol, voriconazol)