jueves, 25 de abril de 2024

Casos Clínicos: Varón de 87 años con alteraciones fluctuantes de conciencia, fallo renal y alteraciones cutáneas de la microcirculación.

 

Estimado doctor Macaluso , le escribo nuevamente para solicitarle si es posible subir este caso clínico al Rincón para su discusión y obtener nuevamente su tan preciada opinión. Muchas gracias.

Paciente 87 años con antecedentes de hipertensión arterial, gonartrosis, coxartrosis, usuario de enalapril, con tabaquismo activo y alcohol ocasionalmente, consultó en Servicio de urgencias por cuadro de 48 horas de evolución de alucinaciones auditivas y visuales asociado a delirio de persecución. Previamente autovalente. Al interrogatorio dirigido familiar de paciente refiere caída a nivel en domicilio hace 1 mes con aparente contusión craneal derecha. Niega otros síntomas acompañantes. Ingresó con macro hemodinamia estable, sin conflicto ventilatorio.

Laboratorio de ingreso Servicio de Urgencias destacó: Hcto 47. Hb 16 . Plaq 198.000. Leucocitos 9080. PCR 11. Creatinina 1.45. BUN 23. Medio interno estable.

Se realizó TAC cerebro que evidenció colecciones yuxtadurales en ambas convexidades sugerentes de higromas. Arteriosclerosis de ambos sifones carotídeos y porciones visibles de las arterias vertebrales.

Ingresó a unidad de cuidados intermedios para estudio y eventual resolución quirúrgica de higromas por neurocirugía. Durante hospitalización, equipo de neurocirugía descartó cuadro neuroquirúrgico y sugirió búsqueda de otra causa de compromiso de conciencia. En tanto, evolucionó con elevación de parámetros inflamatorios y caída de función renal (Leucocitos 15000, PCR 300 y crea 2.😎. Se realizan estudios, se tomaron hemocultivos y se inició tratamiento antibiótico empírico con ampicilina/sulbactam.

Al estudio destacó:

-Urocultivo (-)

-Radiografía de tórax 01/04: Hiperinsuflada, sin foco de condensación ni derrame pleural.

-TAC de tórax/abdomen/pelvis destacó signos de colecistitis aguda, sin edema ni colecciones perivesiculares. Además con engrosamiento parietal vesicular que plantea adenomiomatosis versus neoplasia.

Dada sospecha de colecistitis aguda, se solicitó eco abdominal que informó colelitiasis. Evaluado por equipo cirugía descartan resolución quirúrgica actual.

Evolucionó con parámetros inflamatorios a la baja y se manejó función renal con cristaloides, ambos con buena respuesta. Es nuevamente evaluado por equipo de neurocirugía que descartan indicación neuroquirúrgica.

Se decide traslado a sala de medicina interna para continuar manejo y estudio.

Ingresa hemodinámicamente estable, afebril. Al examen físico, destacó sopor superficial, desorientado en tiempo y espacio, confuso, CGS 13 (apertura ocular a la orden verbal; hablando pero desorientado), cooperador.

Durante corta estadía en sala de medicina interna se mantuvo con hemodinamia estable, sin conflicto en lo respiratorio. Afebril. Sin dolor.

En lo neurológico, por persistencia de delirium pese a disminución de parámetros inflamatorios y mejoría de función renal, es evaluado por Neurología 05/04 donde al examen neurológico, destacó hallazgos sugerentes de delirium metabólico y reflejo plantar extensor, sin otra focalidad, que podría estar en contexto de atrofia cerebral y encefalopatía secundaria a proceso infeccioso en estudio, sin signos de foco infeccioso neurológico. Sugieren observar evolución clínica de paciente. Se realizó énfasis en medidas no farmacológicas de manejo de delirium, considerando déficit sensorial del paciente (déficit severo de agudeza visual).

En lo infeccioso, se mantuvo con ampicilina/sulbactam en contexto de parámetros inflamatorios elevados al ingreso. Se buscan focos infecciosos, a la fecha sin microorganismos aislados y en contexto de parámetros inflamatorios a la baja, se decidió suspensión de tratamiento antibiótico, completando 7 días.

Dos días posterior a suspensión de antibiótico, paciente evolucionó con mayor compromiso de conciencia y livido reticularis en miembros inferiores , llamando la atención extensas livideces en ambas extremidades inferiores hasta la ingle, pero piel tibia en muslo y pierna, pero frío a distal,  más frío en pie derecho (asimetría en temperatura) y coloración azulada de 3 dedos de pie derecho. Además destaca que durante este episodio sin hipotensión asociada y en los exámenes cursó con elevación de leucocitos y PCR. Lactacto 1.9 (corte normal: hasta 2 mmol/litro).

Presión arterial cercana a 140/70, sin Drogas vasoactivas, frecuencia cercana a 100x' regular. Llene capilar 2 seg en manos y tibio. Lactato menor a 2.

Se manejó con Ringer lactacto 500 cc en 30 minutos. Paciente “barrió” livideces de ambas extremidades inferiores y recuperó estado de conciencia, sin volver a su basal.

En lo infeccioso: Con sepsis sin foco claro , en imágenes sin hallazgos de relevancia. De momento  Urocultivo (-) , Hemocultivo (-). Completó 7 días de tratamiento Antibiótico con ampicilina / sulbactam. Con quiebre al alza en parámetros inflamatorios. Destacó en eco bedside corazón hiperdinámico. Se decidió iniciar tratamiento con imipenem/vancomicina/amikacina. Se discute caso con infectología, sugieren suspender vancomicina si 48 hrs de cultivos (-) y ajustar terapia de imipenem/vancomicina a Piperacilina/Tazobactam. Por globo vesical, se instala sonda Foley.

Se realizó ecocardiograma bedside:

VI con motilidad conservada, incluso hiperkinético.

VTI TSVI 24

No se observaron valvulopatías significativas.

VD visión parcial, no impresiona dilatado, no se obtiene reflujo tricuspídeo ni observo anillo para hacer mediciones de función sistólica.

VCI en visión lateral 0,8cm.

Pericardio sin derrame.

En suma, pareciera que hay componente hipovolémico, con compensación adrenérgica secundaria.

Se realizó RNM protocolo stroke:

Pequeñas lesiones isquémicas subagudas en centros semiovales, de aspecto algo más reciente laizquierda y otra en el brazo anterior de la cápsula interna izquierda. Se sugiere considerar lesionespor hipoflujo.

Higromas en las convexidades sin significativo efecto de masa.

Cambios microangiopáticos de moderada cuantía, grado 2 en escala de Fazekas.

 

Se realizó Examen Neurológico:

Mental: Vigil espontáneo, desorientado en tiempo. Orientado en espacio, atención fluctuante no logra invertir series simples, colabora con examinador. Nomina repite comprende ordenes simples

PC: Agudeza visual/campo visual conservados, pupilas isocóricas, reflejo fotomotor directo/consensual y OCM conservada, sin hipoestesia, sin asimetría facial, Pares craneales bajos conservados.

Motor: M4 global con limitación extremidad superior derecha por hematoma. Reflejos osteotendíneos apagados. Plantares flexores. Paratonía.

Sensitivo: Impresiona conservado.

Cerebelo: No evaluable.

Meninges: Sin signos meníngeos.

Marcha: No evaluada.

En suma, paciente con deterioro hace 2 días con livideces en Extremidades inferiores sin clara causa neurológica, con hallazgos en RNM que no explican la clínica descrita. Sin quejas de memoria previo al cuadro actual. Hijo refiere sin deterioro cognitivo previo, en hospitalizaciones previas sin delirium. Persiste soporoso, desorientado Temporo/espacial.

Exámenes actuales:

Hcto 35 Hb 11 (13,2) Leucocitos 13110 Plaquetas 363000 VHS 31 PCR 149 (143)

Creatina 1,4 BUN 28 Na 140 K 4 Cl 109

BT 0,85 BD 0,21 FA 57 GOT 54 GOT 31 GPT 32

TP 12,8 INR 1,14

Actualmente vigil espontáneo, desorientado en tiempo. Orientado en espacio, atención fluctuante no logra invertir series simples.

 

Dr. Ignacio Sánchez.

Concepción, Chile.

 

 

 

Opinión: El inicio del cuadro de este paciente de 87 años parece haber sido un episodio psicótico agudo, caracterizado por la instalación súbita, en aparente estado de salud psicofísica, de alucinaciones auditivas y visuales asociado a delirio de persecución. Sin embargo, la evolución posterior a compromiso del estado general con manifestaciones multisistémicas en el contexto de una probable sepsis, y el estado fluctuante de su estado de consciencia, hacen que se pueda establecer el diagnóstico de SÍNDROME CONFUSIONAL AGUDO (DELIRIUM), a pesar de que no son comunes las manifestaciones iniciales como forma de presentación del mismo. El síndrome confusional agudo es siempre un diagnóstico que presenta condiciones clínico-metabólicas de base, las cuales pueden o no, ser evidentes en el momento de la evaluación inicial. En este caso, un estudio de imágenes de SNC mostró la presencia de higromas bilaterales, probablemente consecuencia de una caída con traumatismo de cráneo treinta días antes, que a los médicos que asitieron al paciente les hizo sospechar que eran la causa de la alteración neuropsiquiátrica del paciente. Sin embargo, las imágenes no fueron consideradas significativas cuando fueron evaluadas por neurocirugía, y menos aún, pasibles de resolución quirúrgica, asumimos porque el paciente no presentaba focalización neurológica, entre otras consideraciones. Posteriormente aparecieron en la evolución un cuadro de colecistitis aguda litiásica con parámetros inflamatorios y deterioro de la función renal, que no requirieron resolución quirúrgica, evolucionando favorablemente con tratamiento médico. En la evolución apareció un cuadro de expresión dermatológica, como es la livedo reticularis y extensas livideces en miembros inferiores con cambios en la temperatura distal de los mismos de localización asimétrica en un contexto hemodinámico estable, no presentando hipotensión documentada en ningún momento de la evolución. Lamentablemente no se hace referencia los pulsos periféricos especialmente en miembros inferiores, ni tampoco tenemos una evaluación con Doppler, evaluación de índice tobillo brazo etcétera, los cuales son datos muy importantes en este contexto. Siempre que se presenta este tipo de cambio de coloración de la piel, en este caso en miembros inferiores, nos indica alteraciones en la perfusión de las zonas comprometidas, sea esto por compromiso de la MACROCIRCULACIÓN, es decir de los troncos arteriales, como consecuencia de trombosis, embolia o hipoperfusión sistémica etcétera, o de la MICROCIRCULACIÓN. Tanto sea la exploración física (con disminución o ausencia de pulsos), como la exploración arterial con Doppler (entre otros procedimientos), permiten discriminar entre ellos.  Si los pulsos están presentes, o el Doppler arterial descartan enfermedad de los grandes troncos arteriales, entonces podemos sospechar alteraciones de la microcirculación como son algunas de las que a continuación se mencionan. La coloración azulada en algunos dedos del pie, en el contexto de livedo reticulris, recuerdan el “BLUE TOE SIGN”, que suele ser expresión de ATEROEMBOLISMO, o EMBOLISMO DE CRISTALES DE COLESTEROL, que de hecho es un diferencial en este paciente ya que explica entre otras cosas el trastorno de consciencia, los parámetros inflamatorios elevados, así como el deterioro de la función renal. Sin embargo, hay un dato epidemiológico que está muy en contra del diagnóstico de ateroembolismo, que es la ausencia de antecedentes de procedimientos invasivos arteriales pprevios a la enfermedad actual, que son generalmente los desencadenantes del cuadro (por ejemplo cualquier forma de caterismos arteriales). Hay que decir, sin embargo, que a veces existe ateroembolismo espontáneo, sin necesidad de que exista el antecedente de procedimiento invasivo previo. Eso se da lógicamente en el contexto de un paciente con severa enfermedad aterosclerótica, como podría ser el caso de este paciente. Otra consideración diagnóstica en las alteraciones de la microcirculación es la SEPSIS, que por otro lado sea la causa más prevalente de cuadros que cursan con livideces, livedo reticularis y otras manifestaciones de hipoperfusión cutánea. Por otro lado, hay otros elementos en este en este paciente, que apoyan el diagnóstico de sepsis como son por ejemplo, la identificación de un foco potencial como causa de sepsis que en este caso fue la colecistitis aguda, las alteraciones del estado mental, el deterioro de la función renal durante el curso de la evolución, y la alteración de los parámetros inflamatorios (PCR, leucocitosis). Sin embargo, hay datos que hacen dudar sobre la posibilidad de sepsis como son la ausencia de rescates microbiológicos durante toda la internación, la ausencia de acidosis láctica, un relleno capilar normal, y sobre todo, la ausencia de compromiso hemodinámico durante todo el curso de la enfermedad, en la cual el paciente estuvo siempre normotenso. Si bien es cierto que durante el comienzo de un cuadro de sepsis, los pacientes cursan con tensiones arteriales normales o aun altas, ese estadio de la sepsis no se corresponde con los hallazgos cutáneos que nos hacen considerar el diagnóstico, en los cuales cabría esperar en estadios más avanzados del proceso (sepsis severa, shock séptico). Por lo tanto, creo que sepsis, a pesar de su alta prevalencia en internación de pacientes añosos como es el que estamos analizando,  y de que hubiese sido importante contar con algunos otros datos, por ejemplo el dosaje de procalcitonina sérica, no es un diagnóstico que explique los síntomas y signos clínicos en este caso. Otra de las causas que pueden ocasionar los síntomas y signos cutáneos que muestra este paciente a nivel cutáneo, son las VASCULITIS. Las vasculitis con manifestaciones cutáneas pueden ser PRIMARIAS y SECUNDARIAS. Generalmente las vasculitis que afectan los vasos sanguíneos de tamaño peqeño o mediano, son los que pueden dar estas manifestaciones, como, livedo reticularis, y livedo racemosa. La livedo reticularis se presenta como una red vascular reticulada, parcheada, localizada o generalizada, con un tono rojo azulado o violáceo, que resulta del compromiso del flujo sanguíneo en vasos de tamaño mediano y puede ocurrir en el contexto de vasculopatía debido a vasoespasmo, estados de hipercoagulabilidad, trombosis, aumento de la viscosidad de la sangre o fenómenos embólicos, así como en asociación con vasculitis. La livedo racemosa se presenta con un patrón vascular más abrupto y roto que livedo reticularis, y está fuertemente asociado con el SÍNDROME DE SNEDDON,  caracterizado por un trastorno no vasculítico con lesiones cutáneas livedoides y accidentes cerebrovasculares, pero también puede ocurrir como una manifestación de vasculitis de vasos medianos y otros trastornos.En el estudio de las vasculitis cutáneas primarias o secundarias, aunque  uno pueda sospechar clínicamente el diagnóstico, la biopsia de piel es un elemento fundamental para la confirmación. Además, desde el punto de vista de laboratorio están indicados estudios como hemograma completo con diferencial y plaquetas, un panel metabólico completo, función hepática y renal, análisis microscópico del sedimento de orina, preferentemente realizado por nefrólogo con experiencia. Otros estudios a realizar en pacientes con sospecha de vasculitis son: serologías de hepatitis B y C, niveles de complemento sérico (complemento hemolítico total [CH50], C3 y C4), anticuerpos antinucleares (FAN) y anticuerpos anti-dsDNA, anti-Ro, anti-La, anti-RNP y anti-Smith, factor reumatoide, crioglobulinas séricas, ANCA, anticuerpo contra el VIH.

Otros diagnósticos a considerar en pacientes con este tipo de lesiones en el contexto de alteraciones de la microcirculación, son los ESTADOS DE HIPERCOAGULABILIDAD (TROMBOFILIAS), muy especialmente el SÍNDROME ANTIFOSFOLIPÍDICO (SAF), que pueden provocar púrpura retiforme. Otros ejemplos de estados de hipercoagulabilidad que pueden presentarse con púrpura retiforme incluyen DEFICIENCIA DE ANTITROMBINA III, DEFICIENCIA DE PROTEÍNA C/S, MUTACIÓN DE PROTROMBINA III, FACTOR V LEIDEN E HIPERHOMOCISTEINEMIA. Por lo tanto es importante realizar un estudio de hemostasia para descartar todos estos trastornos. Otra entidad que se debe sospechar en pacientes añosos como este, que presentan alteraciones cognitivas fluctuantes de causa no clara, asociado a fallo renal son las MICROANGIOPATÍAS TROMBÓTICAS, y muy especialmente la PÚRPURA TROMBOCITOPÉNICA TROMBÓTICA (PTT). Sin embargo, este paciente no tuvo anemia ni trombocitopenia por lo cual el diagnóstico de microangiopatías trombóticas en general y sobre todo de PTT se aleja mucho. No obstante, hubiese sido importante el análisis de un. frotis de sangre periférica. Las CRIOGLOBULINEMIAS, mencionadas antes en vasculitis, pueden cursar con púrpura retiforme, que en el caso de la crioglobulinemia Tipo I se desarrolla en el contexto de hiperviscosidad sanguínea y oclusión de los vasos sanguíneos debido a la precipitación de inmunoglobulinas en respuesta al frío. A veces la ENFERMEDAD DE WALDENSTROM cursa con crioglobulinemia Tipo I asociado a hiperviscosidad, y sería de gran importancia realizar un fondo de ojo en este paciente buscando signos de hiperviscosidad (vasos en “ristra de ssalchichas), así como un estudio electroforético de las proteínas séricas, para descartar otras PARAPROTEINEMIAS, algunas de las cuales aunque más raramente pueden cursar con púrpura retiforme. El MIXOMA AURICULAR, es una entidad que puede dar embolismos periféricos que cursan con livideces, livedo reticulares, pero en este caso se descartá ya que el ecocardiograma no mostró hallazgos intracavitarios.

 

 

 

 

 

 

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