domingo, 12 de octubre de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 54 años que consulta por artralgias generalizadas y placas eritematovioláceas generalizadas

La Dra. Génesis Carolina Seijas, de Cañuelas. Buenos Aires Argentina envía estas imágenes con el siguiente texto.

 

Fecha  de 1ra consulta: 22/08/25

Apellido y Nombre: FE

Edad: 54  años

Fecha de nacimiento:  Nació en Misiones, en BsAs desde los 21 años.

 

Motivo de consulta:  Artralgias Generalizadas + placas violáceas en extremidades, dorso y torso.

 

Antecedentes Personales:

         Patológicos: Niega

         quirúrgicos: Colecistectomizada y apendicectomizada.

         Vacunas: Covid x3 dosis no recuerda última dosis, niega otras.

         Alergias: B12 inyectable?

         Traumáticos: niega

         Hábitos tóxicos:

         Tabaquismo: ex tabaquista, hace 1 mes. medio paquete. inicio a los 15 años.

         Alcohol: Social.

         Drogas ilícitas: NO.

         Actividad física: No.

         Ocupación: Oficios del hogar. Limpieza.

         Nivel educativo: primaria completo. 

         Convivientes:  esposo,  3 hijos.

Mascotas:  3 perros, 2 gatos ( 1 perro vacunado, resto no)-

         Hogar: material, cuenta con electricidad, agua no potable, consume agua potable, pozo. gas envasado.

 

Medicación Habitual:

 

         Ibuprofeno en las últimas 3 semanas, hasta 3 comprimidos por día.

         pantoprazol 20 mg día

         metilprednisolona 7.5 mg día

         Diclofenac potásico 50 mg; Paracetamol 500 mg

         Loteprednol Etabonato 0.5% gotas oculares

         Medicación que toma desde el 11/08/25

 

Antecedentes sexuales y reproductivos:

única pareja, no utiliza método de barreras. niega its.

4 embarazos, 4 partos, Niega complicaciones durante el embarazo. amenorrea desde hace 2 meses, último control  hace 5 años, refiere estudios como mamografía, pap y colpo normal.

 

Antecedentes Familiares:

         Padre: Diabetes tipo 2. vivo

         Madre: HTA, ACV, Cardiopatía dilatada. ( vive en misiones). 

         Hermanos: 6  hermanos, 01 fallecida al nacer. 2 hermanos con meningitis, 1 hermana quedó con secuelas. 1 hna hta.

 

Enfermedad actual:

 

Paciente Refiere inicio de enfermedad  el 21/07 con eritema conjuntival, oftalmodinia más  secreción ocular amarilla  y gonalgia leve.  El  22/07/25 Refiere  gonalgia bilateral  de fuerte intensidad, más dolor en articulación del codo bilateral, con limitación para la actividades cotidianas (peinarse, cepillarse y asistencia de otras personas para la deambulación). Asimismo refiere Cefalea holocraneana, punzante, 8 /10 En escala de EVA  más cervicalgia,  sudoración nocturna. Una semana después presenta artralgias generalizadas  aparición de lesiones en manos , antebrazos, dorso, torso, rodillas  tipo placas eritemato-violáceas, no pruriginosas, ni dolorosos, también refiere  edema en manos y pies y empeoramiento  de artralgias en manos con la exposición al  agua caliente, alzas térmicas no cuantificadas con equivalentes febriles, tinnitus en oído  izquierdo desde hace 4 dias, permanente, con disminución de la audición e  hiporexia.

 

También refiere que cuando toma infusiones calientes, siente ardor al ingerirlo.

 

Catarsis negativa 5 dias. Diuresis diaria, coluria? 

 

Examen físico:

         Peso habitual: 75 kg ( último hace 3 meses).  

         Peso actual: 74.800

         Talla:  1.51 cm

         CSV:  - TA: 100/60 mmhg  FC: 120 x min  - FR: 18 xmin  - T°: 38.1 °C            - SatO2: 98%  al 0,21

         Estado general: regular estado general, moderadamente afectada y comprometida-

         Ojos: simétricos, pupilas isocóricas normorreactivas, eritema conjuntival y periorbitario.

 

         Neurológico: Consciente orientada, auto y alopsíquicamente, sin compromiso motor ni sensitivo. 

         Cardiovascular: R1R2 Unicos, taquicárdicos, no soplos.

         Piel y mucosas: Lesiones tipo placa eritemato violáceas en manos, antebrazos, brazos, rodillas, pies, no dolorosas, ni pruriginosas, algunas descamativas, algunas habonosas y centro purpúrico (dianas típicas) , alguna lesiones habonosas con pseudovesiculas ilusorias

         Respiratorio:  Buena mecánica ventilatoria sin agregados, murmullo vesicular conservado.

         Abdomen:  Blando depresible, RHA(+), timpánico, sin megalias.

         Adenopatías: no se palpan.

         Extremidades inferiores simétricas sin edemas.

 



























 

Impresión diagnóstica:

 

1.         Eritema multiforme Vs  Síndrome sweet

 

Conducta:

         Se solicita laboratorio con serologías, pcr vsg, fan c3, c4 anca. sedimento urinario

         Rx de tórax

         Ecografía abdominal

         Hemox2

         Evaluacion por dermatologia ( ve a paciente en la fecha e indican Meprednisona 20 mg día e toman Biopsia cutanea de placa en antebrazo y dorso.

 

 



 

 

Dra. Génesis Carolina Seijas.

Cañuelas. Buenos Aires Argentina.




Opinión: Esta paciente de 58 años comienza en forma abrupta su enfermedad hace 1 mes con un cuadro de inyección conjuntival dolorosa con secreción ocular bilateral, y dolor en la articulación de la rodilla, seguidos al cabo de 24 horas de poliartralgias generalizadas severas (/poliartritis?), que afecta inicialmente grandes  articulaciones, cefalea holocraneana de gran intensidad, en un “contexto febril” (no constan registros térmicos pero refiere sudoración nocturna). Al cabo  de una semana, agrega un cuadro dermatológico caracterizado por la aparición de  placas eritematovioláceas  generalizadas, no dolorosas ni pruriginosas. En el curso de la enfermedad existe un compromiso general moderado con hiporexia. Actualmente fiebre documentada. En las imágenes mostradas se ven placas y pápulas de diferente tamaño, las más importantes de las cuales afectan brazos, superficie extensora de antebrazos, codo, superficie extensora de rodillas, dorso de manos, cara palmar de muñecas y algunas lesiones papulares de menor tamaño en tronco y región distal de las piernas. Las lesiones más significativas que se observan en brazos y piernas son placas eritematovioláceas elevadas de aspecto infiltrativo, algunas de las cuales presentan leve depresión central, sin vesiculación, erosiones, ni lesiones en diana. Las lesiones del dorso de  manos, dedos tienen  cierto aspecto de perniosis. Se observa asimismo inyección conjuntival bilateral.

En resumen la paciente presenta:

1)    Síndrome reumatológico caracterizado por poliartrialgias/poliartritis? Artromialgias

2)    Síndrome febril asociado a sudoración nocturna

3)    Síndrome oftalmológico caracterizado por inyección conjuntival dolorosa (conjuntivitis?  epiescleritis? escleritis? queratitis?

4)    Síndrome dermatológico caracterizado por placas infiltrativas eritematovioláceas generalizadas.

5)    Síndrome de cefalea holocraneana severa (meningitis aséptica?)

6)    Síndrome de repercusión general

 

 

Los diagnósticos diferenciales que se pueden plantear teniendo en cuenta la presentación, pero sobre  todo considerando el cuadro dermatológico que es el único síndrome que aporta alguna especificidad  al cuadro y aun sin contar con un laboratorio básico son:

1)    SÍNDROME DE SWEET (CLÁSICO, ASOCIADO A ENFERMEDAD MALIGNA, INDUCIDO POR FÁRMACOS.

2)    ERUPCIÓN POR DROGAS ASOCIADA A ENFERMEDAD DEL SUERO/ENF DEL SUERO LIKE

3)    SARCOIDOSIS CUTÁNEA/SUBCUTÁNEA

4)    LUPUS ERITEMATOSO CUTANEO SUBAGUDO

 

Es muy importante contar con los resultados de laboratorio, VSG, PCR, valor de leucocitos (si existe o no neutrofilia). Solicitar laboratorio básico, con función renal, hepática, FAN, FR, proteinograma electroforético, examen de sedimento de orina. Va a ser también muy importante la respuesta a los corticoides ya instituidos por dermatología, ya que se utiliza como criterio diagnóstico de Sweet, además de algunos datos de laboratorio-

La biopsia de piel (ya realizada), va a ser fundamental para discriminar entre las posibilidades diagnósticas mencionadas. Obviamente una radiografía de tórax y una ecografía abdómino pélvica son estudios iniciales de rutina frente a estos cuadros, y después se verá (muy probablemente esté indicada una TC tóraco-abdómino-pélvica, con intención de descartar enfermedad malignaoculta como causa de síndrome de Sweet. Investigaciones adicionales para un trastorno subyacente se incluyen la búsqueda de evidencia de infección estreptocócica reciente o una neoplasia maligna oculta, exposición a fármacos, infección reciente, enfermedad inflamatoria intestinal, artritis reumatoide. Descartar enfermedades neoplásicas en una mujer de 58 años implica descartar linfoma, neoplasias de tiroides, mama, cáncer ginecológico etc. Por último, si bien  creo que el diagnóstico de Sweet es el primero en la lista, me llama la atención que las lesiones de piel no sean ni dolorosas ni pruriginosas, ya que,sibien el prurito no es prevalente, el dolor sobre suele ser muy frecuente enesta entidad. Por otro lado, la ausencia de dolor y prurito, también descarta la vasculitis urticariana,que no fue puesta entre los diferenciales justamente por la ausencia de estos síntomas.

 

 

 

30/08/2025

La Dra Génesis Carolina Seijas envió novedades de la evolución de la paciente:

Hola Dr. Buen día!! Siii, la ví esté jueves porque no pudo ir el lunes. Las lesiones están más apagadas y se siente mejor.

 

Del laboratorio inmune aún está pendiente. Críoglobulinas también. Lo único es que tiene transaminasas elevadas x3 y fal también en 277

Está semana va a volver a ir porque tiene pendiente hacerse la ecografia abdominal y le pedimos eco mamario y tv porque estuve leyendo que hay 3 tipos de sx de sweet y uno de ellos está relacionado con neoplasias.

Ya termine mi rotación y no veré más a la paciente. Pero mi compañera la seguirá así que ella me mantendrá al tanto de las novedades

 

10/09/2025.

La  Dra Génesis Carolina Seijas envió el resultado de anatomía patológica, con el siguiente texto:

Dr. Buen día! Con la biopsia se confirma su Dx de Sweet.

 



 Con la  anatomía patológica quedó  firme el diagnóstico de Síndrome de Sweet.

Sabemos que la paciente respondió muy bien al tratamiento y la evolución dirá si se trata de un Síndrome de Sweet clásico, primario o bien es secundario a alguna enfermedad aun no diagnosticada. El Síndrome de Sweet por fármacos fue descartado. 

 

sábado, 11 de octubre de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 27 años con dolor en dedo gordo del pie.

Una colega de Chile envió estas imágenes con el siguiente texto:

Paciente femenina de 27 años, que consulta debido a una infección en el dedo gordo del pie izquierdo. Todo el pie izquierdo está muy caliente al tacto y presenta un dolor intenso al caminar. Actualmente recibe tratamiento de 7 días con flucloxacilina.




 




Opinión: Lo que se aprecia es ONICOCRIPTOSIS LATERAL EXTERNA (uña encarnada), asociada a PARONIQUIA en el dedo gordo del pie izquierdo que justifican la clínica de la paciente (dolor al caminar y aumento de la temperatura local. Se observa en el pliegue ungueal lateral, la presencia proliferación de un tejido francamente vascularizado que corresponde a GRANULOMA.  Este es un fenómeno altamente prevalente en jóvenes, que se debe a que una espícula afilada de la placa ungueal penetra y lesiona los tejidos blandos del pliegue ungueal lateral, causando una REACCIÓN INFLAMATORIA GRANULOMATOSA DE CUERPO EXTRAÑO. Las causas del problema son varias, como recorte inadecuado de la uña, uso de calzado inadecuado, hiperhidrosis, traumatismos menores y repetidos (por ejemplo, por prácticas deportivas), deformidades congénitas o adquiridas del pie etc. En cuanto al manejo de esta situación hay enfoques no quirúrgicos (conservadores), y quirúrgicos. Estos últimos son más efectivos y previenen la recurrencia. En este caso, que se puede categorizar como estadio 3 de onicocriptosis ya que hay paroniquia y formación de granuloma, el tratamiento de elección debe ser el quirúrgico, y consiste en la AVULSIÓN PARCIAL DE LA UÑA CON MATRICECTOMÍA QUÍMICA. Se debe realizar anestesia local con bloqueo digital y la avulsión mecánica de la porción lateral de la placa ungueal (de 3 a 5 mm de ancho), para lo que se utiliza una punta de algodón para aplicar fenol al 88 % durante dos o tres minutos. Dado que la sangre neutraliza el fenol, es importante aplicar un torniquete en el dedo para evitar el sangrado. El fenol posee propiedades antisépticas, anestésicas y coagulantes proteicos, lo que reduce el dolor posoperatorio y el riesgo de infecciones. La electrocauterización y el láser son también alternativas eficaces y seguras.

Se debe educar a los pacientes sobre cómo cortar la uña de forma recta, sin redondear las esquinas distales, para prevenir recidivas o la afectación de otras uñas. Se recomienda usar calzado con puntera ancha o abierto.

Respecto al calor que presenta la paciente es muy probable que obedezcan más a  un componente inflamatorio que infeccioso y muy probablemente el reposo con el miembro inferior elevado y eventual frío local, la situación revierta. De acuerdo al criterio médico, si se decide utilizer antibióticos, estos deben brindar cobertura para S aureus teniendo en cuenta el índice de meticilino resistencia de la comunidad.

 

 

viernes, 10 de octubre de 2025

Casos Clínicos: Varón de 24 años con hinchazón palpebral unilateral.

 

El Dr. Jose Ángel Menendez, de Ciudad de Guatemala, Guatemala, envía estas imágenes con el siguiente texto:

 Buenos días Dr Macaluso le saludo desde Guatemala

Quería presentarle un caso para discusión para ver si podría verlo







Masculino de 24 años de edad quien consulta  por dolor en hemicara izquierda de 3 días de evolución, según el paciente refiere que cuando se estaba bañando sintió como un pinchazo en la región parietofrontal por lo que no presta atención consulta el día lunes en donde se evidencia asimetría en la región maxilar superior izquierda, no se evidencia ningún golpe, piquete, oído membrana timpánica permeable no eritema ni exudado purulento, le dejan Dexketoprofeno y antihistamínico, pero ya el día martes paciente vuelve a consultar con edema palpebral izquierdo.

Niega alergia a medicamento

Antecedente traumático hace 7 años estuvo en UCI por accidente en motocicleta  le hicieron laparatomia exploradora.

Médicos interrogados y negados

Se le realiza laboratorios Leu 9 HB 15, HCT 44, PL 388, crea 0.9, Bun 7 Pcr 1.64. Se ingresa para tratamiento el cual mejora edema a los dos días post ingresado.

 


 




Dr. José Ángel Menendez.

Ciudad de Guatemala, Guatemala

 

Opinión: La tumefacción palpebral unilateral así como de la mitad izquierda de la cara que, se comporta como remitente y recidivante, sin utilización de antibióticos y sí en cambio con uso de antihistamínicos es sugerente de ANGIOEDEMA. Probablemente el pinchazo que percibió mientras se bañaba puede haberse tratado de una picadura de insecto y que esto haya desencadenado el angioedema que en tal caso sería mediado por mastocitos.  En la  región frontal presenta una pequeña lesión de aspecto vesicopustular que podría corresponder a la probable picadura.

 

 

 

jueves, 9 de octubre de 2025

Casos Clínicos: Varón de 27 años con rash vesicular en cara y cuello

 

Un colega de Ambato, Ecuador envía estas imágenes con el siguiente texto:

Buenas tardes doctor cómo está

Qué gusto saludarle desde Ecuador, me gustaría que me ayude subiendo el caso en anónimo por favor

Paciente de 27 años de edad, sin antecedentes de importancia, acude a consulta por cuadro clínico de 6 dias de evolución caracterizado por vesículas que confluyen bajo una base eritematosa sobreelevada de aparición progresivas en hemicara y cuello lado izquierdo, acompañado de dolor ocasional intenso, pruriginosas, con ganglios en la región aumentados de tamaño, no alza térmica






 






Opinión: Efectivamente, las lesiones son así como las describes, vesiculares, agrupadas sobre una base eritematosa. El aspecto, y la clínica se corresponden con HERPES ZÓSTER que involucra varias raíces cervicales, al menos desde C2 a C4, además del territorio el V par craneal en su rama inferior V3, y puede estar afectado el nervio facial  (VII), cerca del pabellón auricular por lo que habría que examinar la región del pabellón auricular, así como explorar la presencia de parálisis facial, pérdida de audición homolateral, e interrogar sobre vértigos, ya que en tal caso  podríamos estar frente a un HERPES ZÓSTER ÓTICO o SÍNDROME DE RAMSAY HUNT. Es decir que este paciente presenta varios dermatomas afectados (al menos 3), lo que podría clasificar el cuadro como HERPES ZÓSTER MULTIMETAMÉRICO. Siempre que existe compromiso más allá de un dermatoma debe considerase inmunocompromiso. Por lo tanto además de una historia dirigida a investigar antecedentes como medicación inmunosupresora, antecedentes de trasplantes de órganos, enfermedades neoplásicas tanto sea hematológicas como neoplasias de órganos sólidos que reciben quimioterapia y especialmente descartar infección avanzada por VIH con recuentos celulares de CD4 menores de 200 células/μl. En cuanto al tratamiento en este caso, más allá de la terapia analgésica sintomática, el tratamiento antiviral no estaría indicado (si es que no se ha comenzado ya más precozmente), porque lleva 6 días de evolución, y está probado que después de 72 horas de evolución, los antivirales no modifican la evolución, excepto que se trate de un paciente con inmunocompromiso (aquí todavía no lo sabemos), y no se hayan formado costras todavía. La presencia de costras en las lesiones es un elemento que asegura que ningún tratamiento antiviral tendrá efecto beneficioso, independientemente de la condición de base del paciente.

miércoles, 8 de octubre de 2025

Una mujer de 93 años con disnea y fatiga...

Una mujer de 93 años fue evaluada por su médico de atención primaria debido a disnea.

La paciente se encontraba en su estado de salud habitual, que incluía ser independiente con respecto a las actividades de la vida diaria y participar en ejercicio ligero diariamente, hasta 1 mes antes de la presentación actual, cuando desarrolló disnea.

Siete años antes de la presentación actual, se realizó una ecocardiografía para evaluar un soplo sistólico que irradiaba a las arterias carótidas, y se diagnosticó estenosis aórtica. Cinco años antes, una artrosis refractaria al tratamiento resultó en un reemplazo total de rodilla; mientras el paciente estaba hospitalizado, se detectó una arritmia mediante telemetría y se diagnosticó fibrilación auricular. Durante dicha hospitalización, se repitió la ecocardiografía.

La ecocardiografía transtorácica mostró una estenosis aórtica estable, con un gradiente valvular aórtico medio de 18 mmHg (<20 es leve), una velocidad aórtica máxima de 2,8 m por segundo (<3,0 es leve) y un área valvular aórtica de 1,5 cm 2 (>1,5 es leve).

 


Figura 1. Ecocardiograma transtorácico obtenido 5 años antes de la presentación actual.

Una proyección paraesternal de eje corto de la válvula aórtica muestra una estenosis aórtica leve. El gradiente medio entre la válvula aórtica y la aorta es de 18 mmHg (<20 es leve), la velocidad aórtica máxima es de 2,8 m/s (<3,0 es leve) y el área de la válvula aórtica es de 1,5 cm² ( >1,5 es leve).

 

No se inició tratamiento anticoagulante en ese momento. Sin embargo, 15 meses antes de la presentación actual, se desarrolló aleteo auricular y se inició tratamiento con apixabán y metoprolol. Se realizó una ecocardiografía.

La ecocardiografía transtorácica mostró progresión de la estenosis aórtica, con un gradiente medio de 23 mmHg, una velocidad máxima de 3,0 m por segundo y un área de la válvula aórtica de 0,9 cm 2 .

En la consulta actual, la paciente informó que la disnea había comenzado de forma gradual y había progresado de forma constante durante el último mes. Declaró que anteriormente mantenía un horario regular de actividad física que incluía baile y caminatas diarias, pero que la disnea ahora le impedía participar en estas actividades. No presentaba dolor torácico, palpitaciones, aumento de peso, hinchazón de piernas ni ortopnea, y no se despertaba por la noche con disnea. No reportó melena ni sangre en las heces.

Antecedentes médicos adicionales incluyeron enfermedad renal crónica en estadio 3a, diabetes mellitus tipo 2, pérdida auditiva neurosensorial en ambos oídos (para la cual usaba audífonos), tiroiditis de Hashimoto, deficiencia de vitamina B12 , apnea obstructiva del sueño y depresión. Se le diagnosticó granulomatosis con poliangeítis 17 años antes de la presentación actual y se había tratado con ciclofosfamida, seguida de azatioprina y prednisona en dosis bajas, lo que había llevado a la remisión; el tratamiento con azatioprina se interrumpió 9 años antes de la presentación actual y se continuó con la terapia con prednisona en dosis bajas. La colonoscopia de detección más reciente se realizó cuando la paciente tenía 78 años de edad (15 años antes de la presentación actual) y no se observaron pólipos. Otros antecedentes quirúrgicos incluyeron histerectomía y reemplazo total de una rodilla a los 85 años de edad y la otra a los 88 años de edad.

Otros medicamentos incluían aspirina, carbonato de calcio, vitamina D, vitamina B12 , citalopram, glipizida y levotiroxina. La paciente no presentaba reacciones adversas conocidas a los medicamentos. Aproximadamente dos años y medio antes de la presentación actual, se había mudado a una residencia de ancianos tras el fallecimiento de su esposo. No fumó durante toda su vida y no consumía alcohol ni drogas.

En el examen, la temperatura temporal fue de 36,2 °C, la presión arterial de 123/62 mm Hg, el pulso de 61 latidos por minuto, la frecuencia respiratoria de 12 respiraciones por minuto y la saturación de oxígeno del 100% mientras la paciente respiraba aire ambiente. El índice de masa corporal (el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros) fue de 23,2. Parecía ligeramente fatigada, pero estaba de buen humor. La presión venosa yugular se estimó en 5 cm de agua. El ritmo cardíaco era regular, con ruidos cardíacos normales, y S2 era normal. Se observó un soplo sistólico de grado 4/6 que no oscurecía el segundo ruido cardíaco. Los pulmones estaban claros en la auscultación. La piel no estaba pálida. No tenía edema en las piernas. Un electrocardiograma (ECG) mostró ritmo sinusal. Se obtuvieron estudios de imagen.

La radiografía de tórax ( Figura 2 ) mostró una silueta cardiomediastínica normal y ausencia de edema pulmonar, junto con cicatrización pleuroparenquimatosa en los vértices pulmonares con pérdida de volumen pulmonar superior, un hallazgo similar al observado en tomografías computarizadas (TC) realizadas en el pasado remoto. Además, la radiografía mostró calcificaciones coronarias y de la válvula aórtica.

 


Figura 2. Radiografías de tórax.

Una radiografía frontal de tórax (Panel A) muestra una silueta cardíaca normal sin edema pulmonar. Se observa cicatrización pleuroparenquimatosa estable en los vértices pulmonares. En una radiografía lateral se observan calcificaciones coronarias y de la válvula aórtica (Panel B, flechas).

 

Se realizaron pruebas de diagnóstico y se tomaron decisiones de tratamiento.

 

Diagnóstico diferencial

Conozco el diagnóstico final de este caso. Esta mujer de 93 años con estenosis aórtica moderada y fibrilación auricular paroxística y aleteo presentó disnea que había progresado durante un mes. La disnea de progresión lenta es un síntoma frecuente que puede deberse a procesos cardíacos o no cardíacos.

 

Causas cardíacas de la disnea

La angina estable progresiva que se manifiesta como disnea de esfuerzo es un posible diagnóstico en el caso de esta paciente, y los síntomas inespecíficos de isquemia coronaria son comunes en mujeres mayores. Las arritmias auriculares pueden causar disnea progresiva, pero generalmente deben ser persistentes para explicar los síntomas de esta paciente. Es importante destacar que el aleteo auricular con un control adecuado de la frecuencia cardíaca, o incluso la fibrilación auricular, puede pasar desapercibido en la exploración física, especialmente cuando las frecuencias cardíacas son lentas y la irregularidad es más difícil de determinar. Sin embargo, el ECG de esta paciente mostró ritmo sinusal.

En esta mujer mayor, se debe considerar la posibilidad de un síndrome del seno enfermo con insuficiencia cronotrópica que produce una frecuencia cardíaca anormalmente lenta. 1 Las contracciones ventriculares prematuras frecuentes (>15 % de latidos cardíacos totales), incluso con una fracción de eyección normal, también pueden causar intolerancia al esfuerzo, pero serían improbables en esta paciente, quien no presentó evidencia de ectopía en la exploración física ni en el ECG. En pacientes con sospecha de insuficiencia cronotrópica o contracciones ventriculares prematuras frecuentes, la monitorización continua del ritmo a corto plazo puede ser útil.

La insuficiencia cardíaca y la valvulopatía también pueden causar disnea subaguda. La ausencia de signos de hipervolemia en la exploración de esta paciente hace que la insuficiencia cardíaca sea un diagnóstico improbable, aunque un estado de bajo flujo puede causar disnea en ausencia de hipervolemia manifiesta. En pacientes mayores, la miocardiopatía hipertrófica obstructiva relacionada con la edad, la miocardiopatía infiltrativa, la estenosis mitral debida a la calcificación del anillo mitral, la insuficiencia mitral degenerativa, la insuficiencia tricuspídea y la estenosis aórtica son causas relativamente frecuentes de disnea subaguda. En esta paciente con arritmias auriculares, debe considerarse la dilatación auricular y la consiguiente insuficiencia mitral o tricuspídea funcional. Es importante destacar que, en esta paciente, la presencia de un soplo asociado a una insuficiencia tricuspídea grave podría fácilmente quedar oculta por el soplo asociado a su estenosis aórtica. La progresión de la estenosis aórtica es un diagnóstico probable en esta paciente. Sin embargo, la preservación del segundo ruido cardíaco en la auscultación cardíaca hace poco probable la progresión a una estenosis aórtica grave.

 

Causas no cardíacas de disnea

La enfermedad pulmonar intersticial, el derrame pleural o la hernia hiatal pueden causar disnea. La radiografía de tórax normal en este paciente hace improbable estas causas pulmonares de disnea. En pacientes con enfermedad renal crónica, como este paciente, la lesión renal aguda puede causar disnea, ya sea por hipervolemia o acidosis metabólica. La anemia, los trastornos neuromusculares y el hipertiroidismo pueden provocar intolerancia al ejercicio, que los pacientes suelen describir como disnea. Además, estos síntomas sistémicos de estrés pueden provocar que otras afecciones cardíacas se vuelvan sintomáticas. Por ejemplo, la enfermedad coronaria crónica, la miocardiopatía o la valvulopatía pueden ser asintomáticas a menos que el paciente presente un aumento del estrés sistémico debido a otra afección, como sepsis o anemia.

En este punto de la evolución clínica del paciente, mi diagnóstico principal sería la progresión de la estenosis aórtica. Si las pruebas de laboratorio básicas descartaran causas no cardíacas de disnea, solicitaría un ecocardiograma para evaluar el grado de estenosis aórtica.

 

Diagnóstico Presuntivo

Estenosis aórtica.

 

Pruebas de diagnóstico

Se realizó un hemograma completo, y el nivel de hemoglobina fue de 7,7 g por decilitro (rango de referencia, 12,0 a 16,0), que había disminuido desde un nivel de 10,6 g por decilitro obtenido 2 meses antes. El resto del hemograma completo fue normal. Los niveles sanguíneos de hierro y ferritina fueron normales, y el recuento de reticulocitos fue de 1,1% (rango de referencia, 0,5 a 2,0); el recuento de reticulocitos corregido fue de 0,8% (rango de referencia, 0,5 a 2,0), y el índice de producción de reticulocitos fue de 0,4 (valor de referencia, >3,0). Cuando se le preguntó nuevamente a la paciente sobre el color de las heces, ella informó que ocasionalmente sus heces habían sido oscuras. Se suspendió el tratamiento con apixabán y aspirina. Se transfundió una unidad de concentrado de glóbulos rojos. Después de la transfusión, el nivel de hemoglobina en sangre aumentó a 9,0 g por decilitro y la disnea se resolvió.

Se consideró el diagnóstico de hemorragia gastrointestinal lenta debido al síndrome de Heyde (tríada de estenosis aórtica, hemorragia gastrointestinal y enfermedad de von Willebrand adquirida). Se planteó una evaluación adicional mediante esofagogastroduodenoscopia y colonoscopia, pero la paciente prefirió evitar estos procedimientos a menos que fuera absolutamente necesario. Se reanudó el tratamiento con apixabán, pero no se reinició la aspirina. Se repitió la ecocardiografía.

La ecocardiografía transtorácica reveló una estenosis aórtica de moderada a grave; el gradiente medio había aumentado a 32 mmHg, la velocidad máxima era de 3,6 m por segundo y el área de la válvula aórtica era de 0,6 cm 2 .

El nivel de hemoglobina en sangre se mantuvo estable en los controles mensuales y la disnea no reapareció.

Nueve meses después, la ecocardiografía transtorácica reveló una estenosis aórtica grave; el gradiente medio había aumentado aún más a 39 mmHg, la velocidad máxima era de 4,1 m por segundo y el área de la válvula aórtica era de 0,5 cm 2 ( Figura 3 ).

 


Figura 3. Ecocardiograma transtorácico obtenido 9 meses después de la presentación actual. Una proyección paraesternal de eje corto de la válvula aórtica muestra una estenosis aórtica grave. El gradiente medio ha aumentado a 39 mmHg, la velocidad máxima es de 4,1 m/s y el área de la válvula aórtica es de 0,5 cm².

 

 

El paciente fue remitido a la clínica de cardiología afiliada a este hospital y se tomaron decisiones de manejo.

 

Discusión sobre la gestión

La toma de decisiones compartida respecto al manejo de la estenosis aórtica en este paciente comienza con la comprensión de múltiples factores. Estos incluyen la progresión esperada de la estenosis aórtica con el tiempo, las dificultades para definir la gravedad de la estenosis aórtica, la forma en que el reemplazo valvular aórtico transcatéter (TAVR) ha aumentado las opciones de intervención disponibles, y las preferencias, valores y objetivos de atención de este paciente en particular.

 

Progresión de la estenosis aórtica

La mayoría de las enfermedades cardíacas presentan patrones de progresión variables a lo largo del tiempo. Por ejemplo, un paciente con miocardiopatía dilatada puede presentar una enfermedad estable durante muchos años sin una disminución de la fracción de eyección. En estos pacientes, la gravedad de la insuficiencia mitral puede permanecer moderada o incluso grave sin necesidad de intervención. 2 Por el contrario, la estenosis aórtica progresará de moderada a grave y luego a enfermedad sintomática. En promedio, en pacientes con estenosis aórtica, el gradiente medio aumenta 4,1 mmHg al año (con mayores aumentos observados a medida que progresa la estenosis aórtica) y el área de la válvula aórtica disminuye 0,08 cm² al año. 3 Los datos históricos sugieren que la estenosis aórtica tarda de 2 a 5 años en progresar de enfermedad grave asintomática a enfermedad grave sintomática, 4 pero datos más recientes sugieren que el tiempo real hasta la progresión puede ser más corto. Los resultados de un ensayo reciente con pacientes con estenosis aórtica grave asintomática, asignados aleatoriamente a vigilancia clínica o intervención temprana con TAVR, mostraron que la mediana de tiempo desde la aleatorización hasta la conversión a la intervención fue de tan solo 11,1 meses en el grupo de vigilancia. 5 En los dos años posteriores a la aleatorización, aproximadamente el 70 % de estos pacientes presentaron un empeoramiento progresivo de los síntomas y se sometieron a TAVR. 5

La progresión predecible y relativamente rápida de la estenosis aórtica grave asintomática a la estenosis aórtica grave sintomática podría respaldar una estrategia de tratamiento de los pacientes en etapas más tempranas de la enfermedad. La estenosis aórtica grave puede causar daño cardíaco previo (p. ej., fibrosis ventricular, dilatación auricular, hipertensión pulmonar o disfunción ventricular derecha), y una intervención temprana, antes de que se presenten los efectos secundarios de la estenosis aórtica, podría contribuir a mejorar los resultados clínicos y de salud tras la TAVR. 6,7 Sin embargo, dada la evidencia actual, sigue siendo razonable una estrategia de vigilancia estrecha en pacientes asintomáticos.

 

Desafíos en el diagnóstico de la estenosis aórtica grave

La estenosis aórtica se define como grave cuando la velocidad pico es de 4 m por segundo o mayor, el gradiente medio es de 40 mmHg o mayor, o el área de la válvula aórtica es de 1,0 cm2 o menos (o ≤0,6 cm2 por metro cuadrado de superficie corporal). Sin embargo, es frecuente que un paciente cumpla algunos, pero no todos, los criterios para una clasificación de gravedad, y deben considerarse datos adicionales como el índice de velocidad adimensional, el índice de volumen sistólico y la detección de calcificación de la válvula aórtica en la TC. La ocurrencia de errores en la medición de ciertas variables también es posible y es especialmente común cuando se mide el área del tracto de salida del ventrículo izquierdo. La estenosis aórtica grave paradójica de bajo flujo y bajo gradiente es otro factor a considerar al evaluar la estenosis aórtica grave, en particular en mujeres mayores con cavidades ventriculares izquierdas pequeñas o llenado ventricular restrictivo. Esta condición produce un volumen sistólico bajo a pesar de una fracción de eyección normal, lo que puede afectar la capacidad de generar gradientes altos a través de una válvula aórtica estenótica.

En este paciente, el área de la válvula aórtica cumplió el criterio de 1,0 cm² o menos en un ecocardiograma realizado 15 meses antes de la presentación actual, aunque el gradiente medio y la velocidad máxima se encontraban en el rango moderado. No obstante, dado que la estenosis aórtica era asintomática durante este tiempo, fue apropiado un plan de vigilancia cuidadosa. No obstante, es importante reconocer que categorizar la gravedad de la estenosis aórtica puede ser difícil en pacientes con mediciones inconsistentes. En pacientes mayores con síntomas vagos, es necesario considerar cuidadosamente los datos de apoyo y evaluar los errores de medición para evitar la posibilidad de pasar por alto una estenosis aórtica grave de importancia hemodinámica y pronóstica.


Cambios en las opciones de intervención

Desde la introducción de TAVR, el número total anual de intervenciones de válvula aórtica realizadas en los Estados Unidos se ha duplicado, con una disminución en el volumen quirúrgico anual de aproximadamente el 45%, lo que indica que el uso de TAVR ha llevado a un aumento sustancial en el número de pacientes sometidos a intervención. 8,9 Entre los pacientes mayores de 80 años de edad, el número anual de reemplazos quirúrgicos de válvula aórtica ha disminuido en un 96% de 2012 a 2022 9 porque estos pacientes están eligiendo casi exclusivamente entre TAVR y el tratamiento médico. Aunque los resultados a largo plazo en pacientes mayores son similares con TAVR y reemplazo quirúrgico de válvula aórtica, la diferencia en la recuperación a corto plazo entre estos enfoques ha cambiado notablemente la discusión sobre si una persona mayor desea someterse a una intervención quirúrgica o recibir tratamiento médico.

Cuando se aprobó por primera vez la TAVR en Estados Unidos en 2011, la duración media de la estancia hospitalaria tras el procedimiento era de 7 días y el 50 % de los pacientes tenía un pronóstico desfavorable al año (el 30 % había fallecido y el 20 % tenía una calidad de vida persistentemente mala). 10 Desde la introducción de la TAVR, ha habido una mejora notable, y la duración media de la estancia hospitalaria tras la TAVR ha disminuido a 1 día, aunque se observa variabilidad con la edad avanzada, las enfermedades coexistentes, el sitio de acceso vascular, la urgencia del procedimiento y las complicaciones que afectan la duración de la estancia hospitalaria. 8 La mortalidad a corto plazo y las complicaciones mayores también son relativamente bajas con la TAVR (mortalidad a los 30 días, <4 %; incidencia de accidente cerebrovascular, <2 %; incidencia de hemorragia mayor, <3 %), y la mayoría de los pacientes tienen una mejora clínicamente significativa de su estado de salud en el plazo de un mes tras el procedimiento. 8 Dado el tiempo de recuperación relativamente corto, combinado con el bajo riesgo de complicaciones mayores, pocos pacientes se consideran candidatos inadecuados para la TAVR en función de la edad o las enfermedades coexistentes. Por ello, cada vez es menos frecuente que los pacientes opten por el tratamiento médico en el contexto de la estenosis aórtica grave sintomática. Sin embargo, sigue siendo importante colaborar con el paciente en la toma de decisiones sobre todos los métodos de tratamiento alternativos, incluidos los cuidados paliativos.

Enfoque de la gestión

En pacientes con estenosis aórtica severa sintomática, el reemplazo de la válvula aórtica es una indicación de clase I para prolongar la supervivencia y mejorar el estado de salud, siendo la TAVR el tratamiento preferido para pacientes mayores de 80 años (según las directrices de EE. UU. 4 ) o mayores de 75 años (según las directrices europeas 11 ). Esta paciente presentaba síntomas cuando presentaba estrés hemodinámico por anemia, pero tenía síntomas mínimos tras la transfusión de glóbulos rojos. Dados sus antecedentes de síntomas durante un período de mayor estrés hemodinámico, proceder con la TAVR era una opción posible. Otra opción era esperar hasta que los síntomas reaparecieran en ausencia de factores de estrés adicionales y luego proceder con la TAVR. Una tercera opción era esperar hasta que se desarrollaran los síntomas y luego buscar tratamiento médico con cuidados paliativos y, finalmente, cuidados paliativos. Aunque la TAVR ha ampliado en gran medida el grupo de pacientes que están dispuestos y pueden someterse a una intervención, muchos pacientes siguen optando por controlar los síntomas cuando se desarrollan.

 

Toma de decisiones compartida

Al tomar decisiones compartidas con un paciente sobre la opción de un TAVR en lugar de tratamiento médico, es importante determinar sus objetivos de atención, valores y preferencias. Si bien el TAVR suele prolongar la supervivencia, este resultado puede no ser el objetivo principal del tratamiento, ya que muchos priorizan la mejora de la calidad de vida y la reducción de los síntomas sobre una mayor supervivencia.

También es importante asegurar que el paciente comprenda la progresión esperada de la enfermedad y la trayectoria prevista con cada opción de tratamiento, incluyendo la necesidad de procedimientos diagnósticos adicionales y citas de seguimiento, las posibles complicaciones y el tiempo de recuperación previsto. Si bien la TAVR puede ser una herramienta muy eficaz para mejorar la calidad de vida de un paciente con síntomas debido a la estenosis aórtica, implica procedimientos tanto diagnósticos como terapéuticos que requieren tiempo y conllevan riesgos.

En definitiva, debemos escuchar atentamente a los pacientes, esforzarnos por comprender sus valores y objetivos, ayudarlos a comprender las desventajas y las posibles consecuencias de sus decisiones, y luego apoyarlas en la medida de lo posible. Los pacientes no deben sentirse abandonados si eligen el tratamiento médico en lugar de las intervenciones invasivas. El acceso a servicios de cuidados paliativos eficaces es fundamental, ya que la progresión de los síntomas es previsible, pero puede anticiparse y gestionarse adecuadamente.

 

Seguimiento

Derivé a la paciente a un cardiólogo y le informé que hablaría sobre las opciones de tratamiento para la estenosis aórtica. Supuse que le ofrecerían un TAVR y esperaba que optara por esa opción. La paciente se reunió con el cardiólogo tres veces a lo largo de un año y analizó detenidamente sus opciones. Finalmente, decidió que no quería someterse a las exhaustivas pruebas necesarias para ser considerada para un reemplazo valvular aórtico. Indicó que, cuando los síntomas de la estenosis aórtica fueran más graves, le gustaría recibir cuidados paliativos y citó la experiencia positiva de su esposo con estos cuidados como una de las razones por las que eligió esta opción. Ha decidido no someterse a más controles de su estenosis aórtica.

Aproximadamente un año y medio después de la presentación actual, la paciente continúa sintiéndose bien y realiza sus actividades habituales, incluyendo bailar, sin disnea ni fatiga significativa. Continúa recibiendo tratamiento con apixabán para la prevención del ictus. Se le ha realizado un hemograma completo cada 2 o 3 meses y la anemia no ha reaparecido.

 

Perspectiva de la paciente

El paciente: Cuando empecé a sentir falta de aire, no esperaba que me diagnosticaran un problema grave en la válvula cardíaca. He tenido fibrilación auricular y un soplo cardíaco durante años, pero aun así me sorprendió descubrir que tenía estenosis aórtica grave.

A los 93 años, mientras consideraba la opción de un reemplazo valvular, que habría tenido riesgos, vi que la elección era entre el tratamiento y una decisión al final de la vida. Sin un reemplazo valvular, mi expectativa de vida proyectada sería de 2 años. Los riesgos del procedimiento, como un derrame cerebral u otras complicaciones, simplemente no valían la pena para mí. Decidí renunciar al tratamiento basándome en mi comprensión de la vida humana como impermanente, mi edad avanzada y la gratitud por la plenitud de la vida: una familia amorosa; amigos cercanos; comunidad; oportunidades en educación, justicia social y trabajo de defensa; alojamiento en una comunidad de cuidados de por vida continuos; y una excelente atención médica. Otros factores que influyeron en mi toma de decisión fueron ser hijo de padres inmigrantes y ayudarlos a navegar por los sistemas médicos; la fuerza, la valentía y el sentido práctico de mi madre; mis estudios en religiones orientales; mi enseñanza y práctica de Hatha yoga durante casi 30 años; mi amorosa comunidad religiosa; y la influencia de la teoría del desarrollo humano de Erik Erikson, de ocho etapas de la vida, incluida la última en la que se promueve la creatividad, la generatividad, la creación de legados y la conexión social.

Mi cardióloga me recomendó un reemplazo valvular y me habló bien de ello, pero siempre se aseguró de recordarme que fue mi decisión. Me sentí respetada y apoyada en todo momento. Sigo haciendo yoga, caminando y yendo a clases de baile. Ya no me siento sin aliento y estoy agradecida por ello. Mirando hacia atrás, no me arrepiento. Esta decisión refleja mis valores y estoy agradecida por la atención que he recibido y por la libertad de tomar la decisión que me pareció correcta.

En la práctica, sugiero prestar atención a la capacidad auditiva del paciente. En ocasiones, durante mis visitas médicas, me costaba entender lo que decían los médicos y no entendía del todo mi diagnóstico hasta que mi hijo me acompañó a una consulta sobre mi afección cardíaca y pudo escuchar mejor la conversación. Para garantizar la comprensión del paciente, sugiero que el médico entregue un resumen escrito del diagnóstico y las recomendaciones al final de la visita. Por último, otra consideración muy práctica es que el médico hable despacio y con calma.

 

Diagnóstico final

Estenosis aórtica.

 

Nota del editor de registros de casos: Lecciones aprendidas

Al reflexionar sobre la atención de esta paciente, pienso en la importancia de dedicar el tiempo necesario a la deliberación cuando las decisiones no son clínicamente urgentes, así como en la importancia de que los médicos estén dispuestos a escuchar las perspectivas de los pacientes sobre los tratamientos más adecuados para ellos. Estaba segura de que esta paciente querría someterse a una TAVR; después de todo, había optado por un reemplazo total de rodilla dos veces, a los 85 y 88 años. Había quedado muy satisfecha con su decisión de someterse a la cirugía. Sin embargo, nuestro deber como médicos iba más allá del diagnóstico de la estenosis aórtica. Para poder recomendar el tratamiento más adecuado, primero debíamos conocer su preferencia. Cuando me dijo que no quería someterse a una TAVR, tuve que ajustar mis expectativas sobre un resultado exitoso en el tratamiento de su valvulopatía aórtica. Llegué a comprender su perspectiva sobre la carga y el riesgo de las pruebas y procedimientos preparatorios necesarios antes de someterse a una TAVR.

El trabajo de unirnos con nuestros pacientes para tomar una decisión compartida requiere capacitación, tiempo y herramientas para apoyar tanto a los médicos como a los pacientes. 12 Espero que la historia de este paciente sirva para promover la toma de decisiones compartidas e individualizadas para los pacientes en todo el espectro de la atención clínica.

 

Traducido de:

“A 93-Year-Old Woman with Dyspnea and Fatigue”

Authors: Suzanne V. Arnold, M.D., M.H.A., Leigh H. Simmons, M.D., Andrea C. Furlani, M.D., and Nathanael Tran, M.D.Author Info & Affiliations

Published September 10, 2025

N Engl J Med 2025;393:1017-1024

DOI: 10.1056/NEJMcpc2412535 VOL. 393 NO. 10

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcpc2412535

 

 

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12.Sepucha KR, Simmons LH, Barry MJ, Edgman-Levitan S, Licurse AM, Chaguturu SK. Ten years, forty decision aids, and thousands of patient uses: shared decision making at Massachusetts General Hospital. Health Aff (Millwood) 2016;35:630-636.