viernes, 25 de julio de 2025

Casos Clínicos: Varón de 55 años en hemitórax izquierdo y una imagen en la radiografía de toráx

 

La Dra. Fiza Shaikh Medical Resident (General Civil Hospital KMCRI Bharuch) India,  envió estas imágenes con el siguiente texto:

 

55 years old male admitted with complaints of Left sided chest pain, fever, cough and weakness since around 1 week. p/h/o alcoholism & smoking ECG- NAD Trop I negative CXR- Left sided abscess/mass/tumor USG thorax - NAD CBC- WBC count raised Sputum AFB negative

 

Then what is the consolidation seen on the Left side in CXR?




TRADUCCIÓN:

Varón de 55 años ingresado con quejas de dolor en el lado izquierdo del pecho, fiebre, tos y debilidad desde hace aproximadamente 1 semana. p/h/o alcoholismo y tabaquismo ECG: NAD Trop I negativo Rx de tórax: absceso/masa/tumor del lado izquierdo USG de tórax: NAD CSC: recuento de leucocitos elevado Esputo AFB negativo

 

Entonces, ¿qué es la consolidación que se observa en el lado izquierdo en la radiografía de tórax?



Dr. Fiza Shaikh Medical Resident

(General Civil Hospital KMCRI Bharuch). India.

 

Opinión: Hay una imagen de gran tamaño y de alta densidad proyectada sobre la zona periférica del hemitórax izquierdo a nivel de su campo medio. La imagen de más de 15 cm medido en su diámetro mayor que es el vertical no tiene distribución segmentaria y no se puede asegurar con esta única incidencia, en qué localización se encuentra en el sentido anteroposterior, es decir si es anterior, posterior o bien se encuentra en la zona del campo pulmonar. Por otro lado, la imagen, no genera signos de colapso pulmonar y solo es visible una leve elevación del    hemidiafragma izquierdo. Creo que una radiografía lateral podría dar respuestas más fundamentadas a las dudas planteadas, y creo que el informe de la ultrasonografía es muy pobre y que debiera haber informado algo sobre la imagen, localización exacta, características, eco-respuesta, densidad, contenido etcétera, teniendo en cuenta que se trata de una lesión periférica. Obviamente una TC sería de gran ayuda. Los diagnósticos diferenciales de la imagen son muchos pero creo que antes de proponer hipótesis diagnósticas debiera hacerse un diagnóstico anatómico de la imagen con la localización exacta de la misma.

Diagnósticos diferenciales:

Masa pulmonar

Infarto pulmonar

Neumonía redonda

Derrame intercisural (sobre todo teniento en cuenta la imagen “en cometa” que nace en la masa y se proyecta por debajo del hilio pulmonar izquierdo)

Mesotelioma pleural

Masa en relación con costillas, músculos o nervios intercostales

 

 

 

jueves, 24 de julio de 2025

Casos Clínicos: Varón de 66 años con rash cutáneo vesicular generalizado


 

El Dr. Santiago Velasco, de Xalapa-Enriquez, México envía estas imágenes con el siguiente texto:

Masculino de 66 años sin ningún antecedente que refiere haber comido pescado y presentó un cuadro leve de urticaria y al día siguiente comió lo mismo y presentó este tipo de lesiones con escozor y sin sintomatologia general. No afectó mucosas y al examen físico presenta estas lesiones en ambas regiones lumbares con predominio derecho y leve erupción cara posterior de brazos y piernas sin un fondo inflamatorio y dichas lesiones son superficiales y de fácil ruptura. En tórax anterior leve hiperemia difusa. Cara, palmas, mucosas normales. Me podrían ayudar al diagnóstico? Las lesiones ya no continuaron y en días se fueron secando y solo le indique loratadina con betametasona.

 

Dr. Santiago Velasco.

Xalapa-Enriquez. México.

 

Opinión: El cuadro se podría describir como enfermedad ampollosa o bullosa aguda de distribución generalizada, consistente en miríadas de lesiones vesiculares puntiformes en el brazo (que recuerdan a la miliaria cristalina), hasta lesiones mayores de 1 cm en abdomen En las imágenes mostradas parece además existir agrupamiento de las lesiones, especialmente en la cara lateral del abdomen. A la observación (lamentablemente no podemos palpar las lesiones), impresionan de carácter tenso y contenido claro. La historia describe ausencia de lesiones inflamatorias, aunque se acota asimismo que existe hiperemia difusa en tórax.

De la historia también se desprende que el cuadro inició con “urticaria leve” posterior a la ingesta de pescado. Sin embargo, en las imágenes mostradas no se observan placas compatibles con urticaria. Por otro lado, no tengo conocimiento de que la urticaria aguda pueda evolucionar a ampollas, excepto en algunas situaciones donde la radiación solar puede tener algún rol, como por ejemplo en la erupción lumínica polimorfa. Se hace referencia a la ingesta de pescado antes de la aparición del cuadro. El pescado es una de los alimentos con mayor capacidad alergénica, causantes de cuadros dermatológicos, ya sea por una predisposición individual frente a dicho alimento (alergia al pescado), que puede manifestarse por urticaria, o bien por consumo de pescado en mal estado, como se ve en la intoxicación por escombroides, en la que la histidina presente en los músculos de algunos pescados, se transforma en histamina por descomposición. En ninguna de las dos situaciones (alergia al pescado e intoxicación por escombroides), se describen la presencia de ampollas. Por lo tanto, yo tomaría con precaución la aparente relación causa efecto entre consumo de pescado y la aparición del cuadro en este paciente. La ausencia de manifestaciones sistémicas como compromiso del estado general, fiebre, o involucramiento de las mucosas no descarta la posibilidad de pénfigo, y sobre todo de penfigoide bulloso. Hay un punto, que creo hay que analizar y es que el paciente fue tratado con betametasona, no sabemos la dosis, pero sí sabemos que se trata de un corticosteroide de alta potencia, por lo tanto, creo que habría que considerar que las lesiones que presenta el paciente correspondan a una entidad que responde a los corticoides, y, por lo tanto, hay que estar atentos, al comportamiento del cuadro, una vez suspendidos los mismos. Entidades como penfigoide ampollar, epidermólisis bullosa adquirida, dermatitis herpetiforme, dermatosis lineal por IgA, porfirias cutáneas, deben ser descartadas si el cuadro se reactiva.

 

miércoles, 23 de julio de 2025

Casos Clínicos: Varón de 62 años con radiografía de tórax de control de tratamiento anti tuberculoso

 


El Dr. Patricio Veliz de Machala Ecuador, envía esta imagen con el siguiente texto:

Paciente con masculino de 62 años con antecedente de TB con cumplimiento de tratamiento se le envía radiografía de control favor ayuda en la interpretación de la placa

 

 




Dr. Patricio Veliz

Machala. Ecuador


 

Opinión: En la imagen se observa un proceso fibro-retráctil que disminuye el volumen del lóbulo superior derecho en el ápice. Dicho vértice está ocupado por un heterogéneo aumento de la densidad radiológica, alternando zonas densas que se concentran por encima de la  cisura menor a la que traccionan hacia arriba, con zonas de oquedades redondeadas que probablemente correspondan a pequeñas cavitaciones. El vértice izquierdo también es anormal así como ambos parénquimas pulmonares donde coexisten procesos antiguos cicatrizales, como un nódulo calcificado en lóbulo inferior derecho con otras zonas más algodonosas, sobre todo en la región subclavicular y campo medio del lóbulo superior izquierdo, las es difícil radiológicamente descartar actividad tuberculosa actual. Existe algún proceso retráctil en el hemitórax izquierdo, o expansivo derecho que producen una desviación de las estructuras mediastinales hacia la izquierda, que generan un signo del raquis desnudo. Una tomografía computada podría brindar mayor información en este punto. 

Sería importante saber cómo es la clínica actual del paciente, si existe tos, expectoración, hemoptisis, o síntomas sistémicos como fiebre o compromiso del estado general. También es importante saber cuánto tiempo antes terminó el tratamiento anti-tuberculoso, y si existieron evidencias o criterios clínico bacteriológicos de curación (como por ejemplo tres baciloscopías negativas en esputo). Debiera igualmente pesquisar con baciloscopías en esputo seriadas, asegurándose de enviar buenas muestras de esputo, la actividad tuberculosa actual.

martes, 22 de julio de 2025

Casos Clínicos: Paciente con coloboma de iris.

La Dra. Verónica Cobo de Quito Ecuador envía esta imagen con el siguiente texto:



Buenos días Doctor. Envío esta foto de un coloboma de iris para que los colegas puedan verla

Gracias por sus aportes.

 

Dra. Verónica Cobo.

Quito.Ecuador.

 

Enfermedad

Coloboma deriva del griego koloboma , que significa mutilado, recortado o con defecto. El término se utiliza para describir defectos oculares de los párpados, el iris, el cristalino, el cuerpo ciliar, la zónula, la coroides, la retina o el nervio óptico. Se localiza típicamente en el cuadrante inferonasal de la estructura afectada y suele asociarse con microftalmia. Puede afectar un ojo (unilateral) o ambos ojos (bilateral).

Es importante diferenciar los colobomas que afectan el globo ocular de los que afectan los párpados. En ambos casos, pueden afectar un ojo (unilateral) o ambos (bilateral).

 

Etiología



Figura 1. Nótese la invaginación excéntrica de la vesícula óptica que forma la fisura embrionaria. Foto cortesía de la AAO. [1]

 

Los colobomas del iris, cuerpo ciliar, coroides, retina o nervio óptico se derivan del cierre fallido o incompleto de la fisura embrionaria (también conocida como fisura coroidea u óptica) durante el desarrollo. Los colobomas oculares se localizan en el cuadrante nasal inferior. La fisura embrionaria se desarrolla a partir de la invaginación excéntrica de la vesícula óptica, dejando una abertura inferonasal. Esta abertura permite el acceso de la arteria hialoidea al interior del ojo y es crucial para el desarrollo ocular continuo. La vitamina A (retinol), que previamente ha demostrado ser crucial para el desarrollo ocular normal [2] , también se considera esencial para este proceso [3] [4] . En un modelo animal de coloboma ocular en ausencia de retinol deshidrogenasa, la suplementación con ácido retinoico permite el desarrollo ocular normal [5] .

El cierre de la fisura embrionaria ocurre durante el segundo mes de desarrollo embrionario. El cierre de la fisura comienza el día 33 de gestación y permite la presurización del globo ocular. El proceso comienza en el ecuador y continúa anterior y posteriormente. Un amplio espectro de enfermedades puede resultar de defectos de cierre, desde leves y asintomáticos hasta microftalmia o incluso anoftalmia. Los defectos de cierre en cada polo tienen diferentes resultados. Los colobomas del iris o del cuerpo ciliar son resultado de fallos del cierre anterior completo, mientras que los colobomas de la coroides, la retina o el nervio óptico son resultado de fallos del cierre posterior. [6]

El coloboma del cristalino se debe a un desarrollo defectuoso o ausente de las zónulas en cualquier segmento. Se produce un aplanamiento correspondiente del ecuador del cristalino debido a la falta de tensión en la cápsula, lo que puede provocar una contracción y una muesca posterior en esa región. Por lo tanto, el término «coloboma del cristalino» es inapropiado, ya que el tejido perdido en este defecto pertenece a las zónulas y no al cristalino. [7] [8]

El coloboma palpebral tiene un origen embriológico diferente al del coloboma del globo ocular. Los colobomas palpebrales se localizan típicamente en la porción medial superior del párpado superior. El coloboma palpebral surge de un desarrollo palpebral defectuoso, ya sea durante la fusión, que ocurre durante el tercer y cuarto mes de desarrollo embriológico, o durante la reseparación, que ocurre en el sexto o séptimo mes. [9] [10] Aunque la secuencia del desarrollo palpebral en sí misma es inducida por el globo ocular en desarrollo, no existe evidencia clara de que el coloboma palpebral sea resultado de anomalías del globo ocular. [11] El coloboma palpebral se encuentra dentro del espectro de las hendiduras craneofaciales y puede presentarse como una malformación aislada o asociada a anomalías oculares o sistémicas. [12] [13]

 

Incidencia

El coloboma ocular debido al cierre fallido de la fisura embrionaria ocurre en 0,5 a 2,2 casos por cada 10.000 nacidos vivos. [12] [13] Puede ser esporádico o hereditario y se asocia con trastornos sistémicos en algunos casos. [14]

Se estima que el coloboma palpebral ocurre en 0,2 a 0,8 casos por cada 10.000 nacidos vivos, y también puede surgir de novo o ser hereditario. [15] Los colobomas palpebrales también pueden presentarse como defectos aislados o como parte de una condición sindrómica. [9]

 

Asociaciones

Asociación con otras anomalías sistémicas:

Existen numerosas anomalías sindrómicas y cromosómicas asociadas con el coloboma uveal, incluidas trisomías, duplicaciones, deleciones e inversiones pericéntricas. [8]

 

Los trastornos específicos incluyen: 

    • síndrome de deleción 13q
    • Síndrome de Aicardi
    • Síndrome del nevo de células basales (carcinoma)
    • Síndrome de Catel-Manzke
    • Síndrome del ojo de gato
    • Síndrome de CHARGE
    • Aracnodactilia contractural congénita
    • Sinostosis humeroradial
    • Síndrome de Kabuki
    • Síndrome de microftalmia de Lenz
    • Síndrome del nevo sebáceo lineal
    • Síndrome de Meckel-Gruber
    • Síndrome de MIDAS
    • Síndrome orofacial-digital (tipo VIII)
    • Síndrome de Rubinstein-Taybi
    • Síndrome de Sjögren-Larsson
    • Trisomía 13 (síndrome de Patau)
    • Trisomía 18 (síndrome de Edwards)
    • Síndrome de Walker-Warburg



Asociación con otras anomalías o características oculares:

    • Catarata
    • Diferencia de color de ojos entre ambos ojos (heterocromía)
    • Glaucoma
    • Aumenta el riesgo de desprendimiento de retina
    • Aumento del grosor de la córnea
    • Movimientos oculares involuntarios (nistagmo)
    • Miopía o hipermetropía
    • Mala visión o defecto del campo visual
    • Estafiloma posterior
    • Malformación de la retina (displasia retiniana)
    • Ojo pequeño (microftalmia)


El coloboma palpebral suele localizarse en el párpado superior y suele ser aislado, salvo en casos asociados con el síndrome de Goldenhar. Por el contrario, el coloboma palpebral inferior suele asociarse con el síndrome de Treacher-Collins. [7]

El coloboma palpebral suele localizarse en el párpado superior y suele ser aislado, salvo en casos asociados con el síndrome de Goldenhar. Por el contrario, el coloboma palpebral inferior suele asociarse con el síndrome de Treacher-Collins. [16]

 

Examen físico

El examen físico de las superficies externa e interna de los párpados puede revelar defectos evidentes que suelen observarse al nacer o poco después. Sin embargo, el coloboma palpebral puede ser mínimo y no detectarse hasta etapas posteriores de la vida. (Figura 2)

El coloboma de localización anterior suele presentarse como un defecto en el tejido del iris, en forma de ojo de cerradura. Se clasifica como "típico" si se encuentra en el cuadrante inferonasal de la estructura afectada y "atípico" si se encuentra en otra parte. La córnea, el cuerpo ciliar y la zónula también pueden estar afectados. (Figura 4)

El coloboma del cristalino se observa como un aplanamiento del ecuador del cristalino en una zona donde no hay fibras zonulares. Se visualiza mejor con el ojo dilatado y puede diagnosticarse incidentalmente, ya que casi siempre es asintomático. (Figura 3)

 


Figura 2. Coloboma  del párpado.

 

 


Figura 3. Coloboma del cristalino.

 

 


Figura 4. Coloboma típico del iris.

 

El coloboma de localización posterior puede afectar el nervio óptico, la retina y la coroides. Si la retina está afectada, se reduce a tejido glial sin epitelio pigmentario retroperitoneal (EPR) ni coroides subyacentes. Esto se manifiesta como una zona blanqueada, a menudo con depósito de pigmento en la unión del coloboma con la retina normal. Si el nervio óptico está afectado, su aspecto puede variar desde una excavación fisiológica hasta una afectación retiniana extensa (como se muestra en la figura a continuación). El examinador debe ser precavido durante la exploración inicial para evaluar la posibilidad de desprendimiento de retina, ya que los pacientes con coloboma tienen un mayor riesgo de que esto ocurra.

 

 


Figura 5. Coloboma que afecta el nervio óptico y la coroides en los cuadrantes inferonasales típicos.

 

 


Figura 6. Coloboma del disco óptico.

 

 

 

Complicaciones

El desprendimiento de retina y las cataratas son las complicaciones más comunes asociadas con el coloboma retinocoroideo. El coloboma del polo posterior se asocia con un mayor riesgo de desprendimiento de retina, presentándose en el 23-42 % de los pacientes. [22]

 

El coloboma se asocia con múltiples tipos de cataratas, incluyendo depósitos de pigmento, subcapsulares, corticales, polares anteriores y posteriores, y opacificación total. También se ha reportado subluxación del cristalino en casos que afectan la zónula o el cuerpo ciliar. Esto también es un factor a considerar en pacientes sometidos a cirugía de cataratas. [7] [8]

Las complicaciones del coloboma del párpado se deben principalmente a la exposición corneal por grandes defectos en el párpado superior, lo que produce queratopatía por exposición y ulceración corneal si no se trata. [23] [24]

 

Diagnóstico diferencial

Párpados

  • Síndrome de banda amniótica congénita
  • Traumatismo palpebral
  • Entropión

 

Iris

  • Aniridia
  • Iris de heterocromía
  • Nevos del iris
  • Trauma del iris
  • Atrofia del iris
  • Síndrome de Rieger

 

Nervio óptico

  • Disco de gloria de la mañana
  • Fosas ópticas congénitas
  • estafilomatas del nervio óptico


Los colobomas retinocoroideos suelen ser fáciles de distinguir de las lesiones inflamatorias y otras causas de leucocoria.

 

Gestión

Coloboma del párpado

Se debe administrar lubricación si existe evidencia de compromiso del cierre palpebral y de la protección corneal. Se recomienda una evaluación oculoplástica para determinar si se debe realizar la reconstrucción palpebral y cómo hacerlo.


Coloboma del cristalino

El error refractivo debe tratarse con lentes correctivas. Si es grave y no se puede corregir con refracción manifiesta, considere la extracción del cristalino con colocación de una LIO para prevenir la ambliopía. Sin embargo, se debe tener cuidado, ya que existen anomalías zonulares que pueden complicar la cirugía.


Coloboma coriorretiniano

El predictor más importante del resultado visual es la identificación de la anatomía foveal normal. [25] [26]

Los pacientes con coloboma uveal bilateral o coloboma unilateral más otra anomalía sistémica deben ser remitidos a un especialista en genética para evaluar la presencia de trastornos sistémicos. [7]

Se deben considerar seriamente las precauciones monoculares para cualquier paciente con coloboma unilateral y la consiguiente disminución de la agudeza visual en el lado afectado.

El monitoreo periódico del desprendimiento de retina debe realizarse con un examen de fondo de ojo con dilatación de pupila aproximadamente cada 6 a 12 meses o antes si está indicado en pacientes con coloboma posterior. El riesgo de desprendimiento de retina puede alcanzar hasta el 40 %. El láser profiláctico en estos ojos puede reducir la incidencia de desprendimiento de retina [27] , aunque aún no se dispone de ensayos aleatorizados al respecto.

Se deben tomar medidas como la colocación de un parche para maximizar el potencial visual del lado afectado, ya que a menudo hay una retina normal presente y un error refractivo que pone a los pacientes en riesgo de sufrir ambliopía. [26]

Recursos adicionales


 

Referencias

  1.  Optic cup and stalk with open embryonic fissure below. at <http://one.aao.org/image/optic-cup-stalk-with-open-embryonic-fissure-below-2>
  2.  Hyatt, G. A. & Dowling, J. E. Retinoic acid. A key molecule for eye and photoreceptor development. Invest. Ophthalmol. Vis. Sci. 38, 1471–1475 (1997).
  3.  Nadauld, L. D. et al. Dual roles for adenomatous polyposis coli in regulating retinoic acid biosynthesis and Wnt during ocular development. Proc. Natl. Acad. Sci. U. S. A. 103, 13409–13414 (2006).
  4.  Hornby, S. J., Ward, S. J. & Gilbert, C. E. Eye birth defects in humans may be caused by a recessively-inherited genetic predisposition to the effects of maternal vitamin A deficiency during pregnancy. Med. Sci. Monit. Int. Med. J. Exp. Clin. Res. 9, HY23–26 (2003).
  5.  Wilson JG, Roth CB, Warkany J. An analysis of the syndrome of malformations induced by maternal vitamin a deficiency. Effects of restoration of vitamin a at various times during gestation. Am J Anatomy. 1953;92(2):189–217.
  6.  Friedman, N. J., & Kaiser, P. K. Essentials of ophthalmology. Elsevier Health Sciences (2007).
  7.  Onwochei, B. C., Simon, J. W., Bateman, J. B., Couture, K. C. & Mir, E. Ocular colobomata. Surv. Ophthalmol. 45, 175–194 (2000).
  8.  Bavbek, T., Ogüt, M. S. & Kazokoglu, H. Congenital lens coloboma and associated pathologies. Doc. Ophthalmol. Adv. Ophthalmol. 83, 313–322 (1993).
  9.  Tawfik, H. A., Abdulhafez, M. H., Fouad, Y. A., & Dutton, J. J. Embryologic and fetal development of the human eyelid. Ophthalmic plastic and reconstructive surgery32(6), 407 (2016).
  10.  Byun, T. H., Kim, J. T., Park, H. W., & Kim, W. K. Timetable for upper eyelid development in staged human embryos and fetuses. The Anatomical Record: Advances in Integrative Anatomy and Evolutionary Biology294(5), 789-796 (2011).
  11.  Meythaler, H. & Koniszewski, G. [Colobomas of the eyelids]. Fortschritte Ophthalmol. Z. Dtsch. Ophthalmol. Ges. 82, 391–392 (1985).
  12.  Warburg, M. Classification of microphthalmos and coloboma. J. Med. Genet. 30, 664–669 (1993).
  13.  Stoll, C., Alembik, Y., Dott, B. & Roth, M. P. Epidemiology of congenital eye malformations in 131,760 consecutive births. Ophthalmic Paediatr. Genet. 13, 179–186 (1992).
  14.  Pagon, R. A. Ocular coloboma. Surv. Ophthalmol. 25, 223–236 (1981).
  15.  Smith, H. B., Verity, D. H., & Collin, J.R. O. The incidence, embryology, and oculofacial abnormalities associated with eyelid colobomas. Eye29(4), 492-498 (2015).
  16.  Trainor PA, Dixon J, Dixon MJ . Treacher Collins syndrome: etiology, pathogenesis and prevention. Eur J Hum Genet 2009; 17 (3): 275–280.
  17.  True coloboma of upper eyelid. at <http://one.aao.org/image/true-coloboma-of-upper-eyelid-2>
  18.  Coloboma of the lens. at <http://one.aao.org/image/coloboma-of-lens-2>
  19.  Typical iris coloboma, right eye. at <http://one.aao.org/image/typical-iris-coloboma-right-eye-2>
  20.  Coloboma. at <http://one.aao.org/image/coloboma-5>
  21.  Optic nerve coloboma, right eye. at <http://one.aao.org/image/optic-nerve-coloboma-right-eye-2>
  22.  Schubert, H. D. Structureal Organization of Choroidal Colobomas of Young and Adult Patients and Mechanism of Retinal Detachment. Trans. Am. Ophthalmol. Soc. 103, 457–472 (2005).
  23.  L. L. Seah, C. T. Choo, and K. S. Fong, “Congenital upper lid colobomas: management and visual outcome,” Ophthalmic Plastic and Reconstructive Surgery, vol. 18, no. 3, pp. 190–195 (2002).
  24.  A. K. Grover, Z. Chaudhuri, S. Malik, S. Bageja, and V. Menon,“Congenital eyelid colobomas in 51 patients,” Journal of Pediatric Ophthalmology and Strabismus, vol. 46, no. 3, pp. 151–159  (2009).
  25.  Olsen, T. W. Visual acuity in children with colobomatous defects. Curr. Opin. Ophthalmol. 8, 63–67 (1997).
  26.  Olsen, T. W., Summers, C. G. & Knobloch, W. H. Predicting visual acuity in children with colobomas involving the optic nerve. J. Pediatr. Ophthalmol. Strabismus 33, 47–51 (1996).
  27.  Tripathy K, Chawla R, Sharma YR, Venkatesh P, et al. Prophylactic laser photocoagulation of fundal coloboma: does it really help? Acta Ophthalmol. 2016;94(8):e809-e810.

 

 

FUENTE: AMERICAN ACADEMY OF OPHTALMOLOGY

https://eyewiki.org/Coloboma

 

lunes, 21 de julio de 2025

Casos Clínicos: Varón de 13 años con erupción en tórax, cuello y cara de 6 días de evolución.

 






El Dr. Carlos Martin Salas Flores, de Huauchinango, México, envía estas imágenes con el siguiente texto:

Buenas tardes maestro, para saludarlo y hacerle saber mi profundo respeto hacia usted.

Soy médico pasante del estado de Hidalgo, México. De paso, comentarle sobre un caso que recibí de un masculino de 13 años, con signos vitales dentro de parámetros de la normalidad, sin antecedentes médicos de importancia, residente de área rural, el cual se encontraba hace 6 días (06/07/25) realizando labores de campo habituales, sin alteraciones durante ese día, 10 horas después amanece con placas eritematosas, pruriginosas en pecho, cede a la digitopresión, por lo que automedican con barmicil, empeorando paulatinamente hasta el día de hoy 12/07/25, encontrándose dichas lesiones también en brazo izquierdo, espalda, agregando lesiones tipo papulares, y lesión perioral. No identifican alguna planta local que pudo realizar la reacción, sin embargo sí menciona que puede estar asociada con la naturaleza de sus labores, que es limpiar la tierra de malezas.

Le comparto las imágenes previo consentimiento informado del paciente.

 

Muchas gracias, maestro. Un saludo y que tenga un excelente día.




 

 



Dr. Carlos Martin Salas Flores.

Huauchinango. México.



Opinión: Las lesiones parecen planas eritematosas y en algunas zonas purpúricas. De predominio en la región anterior del cuellos y parte superior del tórax, es decir en zonas fotoexpuestas y por lo tanto, y teniendo en cuenta su epidemiología relacionada con trabajo al aire libre y expuesto al sol, es muy probable que se pueda clasificar estas lesiones entre las FOTODERMATOSIS, y dentro de ellas, a la que más se parece es a la ERUPCIÓN POLIMORFA LUMÍNICA. La erupción polimorfa lumínica es la fotodermatosis idiopática más común; a veces se la denomina «intoxicación solar» o «alergia solar». Suele presentarse en gente joven, preferentemente de piel pigmentada, como una erupción pruriginosa en las zonas expuestas al sol, horas o días después de la exposición a la luz ultravioleta (UV), y persiste durante varios días antes de remitir. La erupción juvenil primaveral, que es una variante de la EPL, que descartamos por la época del año en que se presenta en este paciente. Suele ser intensamente pruriginosa, y las zonas predilectas de afectación son las expuestas al sol, como la parte superior del tórax, la nuca, la cara en la región perioral, la parte posterior de los brazos y, ocasionalmente, los hombros y la parte inferior de las piernas como placas o pápulas eritematosas que pueden evolucionar a eccema como consecuencia del rascado. Dura de uno a varios días y luego se resuelve si se evita la exposición solar. En ocasiones, persiste durante semanas, pero siempre  cura sin dejar cicatriz. La exposición solar continua puede aumentar la tolerancia a la radiación ultravioleta (UV) e incluso provocar la desaparición de la EPL, un proceso conocido como "endurecimiento" que probablemente se deba al efecto acumulativo de la exposición repetida a pequeñas cantidades de radiación UV, lo que resulta en un aumento de la producción de melanina, un engrosamiento del estrato córneo y, posiblemente, la normalización de la respuesta inmunitaria celular cutánea. Los diagnósticos diferenciales que se pueden plantear son otros trastornos de fotosensibilidad, como las fitofotodermatitis, el prurigo actínico, la dermatitis actínica crónica, la urticaria solar, las porfirias cutáneas. En cuanto al manejo, en general no requiere tratamiento debido a la resolución espontánea del cuadro por lo que solo caben medidas locales sintomáticas como corticosteroides tópicos para el tratamiento sintomático de la inflamación cutánea y el prurito. Se aplican corticosteroides tópicos potentes una o dos veces al día en las zonas afectadas durante cinco a siete días. Las lesiones faciales deben tratarse con corticosteroides tópicos de menor potencia (grupos 6 a 7). Los antihistamínicos orales pueden ser útiles para controlar el prurito. Los pacientes con episodios más severos pueden requerir un tratamiento corto con corticosteroides orales. Se puede administrar prednisolona 25 mg o prednisona 30 mg durante cuatro o cinco días.

 

domingo, 20 de julio de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 23 años con odinofagia y fiebre

 

Un colega envía esta imagen con el siguiente texto:

Buenas tardes doctor. Le tengo un caso por si lo quiere presentar en el rincón.

Es una paciente femenina de 23 años, que acude a la consulta por presentar odinofagia y fiebre de 48 hs de evolucion. No se realizó ningún examen antes de venir, y tampoco consumió ninguna medicación.

 


 

Opinion: Yo no veo nada importante en las fauces excepto una faringitis crónica granulomatosa o granulosa que es una inflamación del tejido linfático de las fauces que a veces provoca una sensación de cuerpo extraño en la garganta y necesidad de carraspeo. Pero esa seguramente no es la causa de la fiebre. Casi con seguridad cuando desaparezca el cuadro agudo, seguramente viral, las lesiones seguirán sin modificarse. Descartar COVID 19.

Las faringitis granulosas o granulomatosas se deben generalmente a hiperplasia de los folículos linfoides. En general este hallazgo suele ser asintomático, pero a veces cursa con molestias inespecíficas a nivel de la garganta, odinofagia aunque no suele haber fiebre. La causa  de este tipo de faringitis suele estar relacionada con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), componentes alérgicos, tabaquismo, infecciones respiratorias a repetición, goteo nasal posterior etcétera. Estas faringitis granulomatosas suelen ser periódicamente sintomáticas, y, en general responden a terapia analgésica inespecífica como AINES, paracetamol, siempre recordando que los AINES, pueden empeorar el reflujo gastroesofágico, y, por lo tanto, de acuerdo al criterio del médico, puede caber el uso de un inhibidor de bomba de protones mientras dure el tratamiento.

 

 

sábado, 19 de julio de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 37 años con alteraciones ungueales.

 



La Dra. Gaby Muñoz Vega de Quito Ecuador envió estas imágenes con el siguiente texto:

Buenas noches Dr. soy médica ecuatoriana, quiero enviar un caso para ver si me pueden ayudar.

Mujer 37 años. Antecedentes de hipotiroidismo de 4 años, tto lt4 0.50ug QD.  Uñas Quebradizas, estriadas, muy frágiles desde hace 8 años, se descartó en 3 ocasiones onicomicosis mediante OHK.  No se ha aplicado uñas acrílicas ni gel. Etc etc. En algunas ocasiones tratamiento con urea 40% mejora mientras lo usa.

 





Dra. Gaby Muñoz Vega.

Quito Ecuador

 

Opinión: En las imágenes se pueden apreciar tres alteraciones ungueales muy frecuentes de ver. Las estriaciones longitudinales que recorren la uña desde la base hasta el extremo libre consisten en onicorrexis, la separación del extremo libre de la uña visto en el dedo medio, el índice y el pulgar izquierdo se llama onicosquicia, y las manchas blancas vistas en el lecho ungueal en esa disposición y distribución son consistentes con leuconiquia punctata.

Tanto la onicorrexis como la onicosquicia se conocen en forma amplia como “uñas quebradizas” (brittle nails), que se caracterizan por fragilidad ungueal y descamación. El mecanismo ultraestructural es la estructura proteica y lipídica desorganizada con una orientación no homogénea de los filamentos de queratina. En la onicosquicia hay además alteración de los factores adhesivos intercelulares de la placa de la ungueal por factores externos. Es una situación vista muy frecuentemente que afecta predominantemente a mujeres de edad media o mayores y se debe hacer un interrogatorio exhaustivo tendiente a descubrir las causas como pueden ser multiparidad, dermatosis asociadas (eccema, liquen plano, alopecía areata), trastornos sistémicos (ferropenia, endocrinopatías), trabajo con las manos en ambientes húmedos o con exposición a solventes, álcalis, ácidos, uso de cosméticos quitaesmaltes, esculpido de uñas, aplicación de geles acrílicos, microtraumatismos (ocupacional, onicotilomanía, onicofagia), etc. El tratamiento consiste en la evitación de los factores agresivos o desencadenantes, uso de guantes para trabajo o quehaceres húmedos, evitar manicuras y limados de uñas agresivos, e hidratando las uñas con emolientes. La biotina es frecuentemente utilizada con buenos resultados.

En cuanto a la leuconiquia punctata es el tipo más común de leuconiquia, se ve principalmente en niños y son pequeñas manchas blancas de 1 a 3 mm en la placa ungueal que se mueven distalmente cuando la uña crece. La causa más frecuente son los traumatismos y por eso son tan frecuentes en los niños. Hay que diferenciarlas de las leuconiquias transversales (líneas de Mees) que se ven en infecciones, uso de fármacos o exposición a arsénico o talio, y de las líneas de Muehrcke que son leuconiquias aparentes, también transversales que se ven en la hipoalbuminemia y síndrome nefrótico, hepatopatías, trasplante de órganos, infección por VIH y quimioterapia.