jueves, 13 de noviembre de 2025

Casos Clínicos: Varón de 25 años con rash cutáneo pruriginoso de dos meses de evolución.

 

El Dr. Rodolfo Defaz de Quevedo Ecuador, envía estas imágenes con el siguiente texto:








Masculino de 25 años sin antecedentes de relevancia presenta cuadro clínico de +\- 2 meses de evolución caracterizado por presentar eritema generalizado en todo el cuerpo con mayor predominio en tórax y miembro superior, paciente refiere que antes lo trataba como reacción alérgica y tomaba antihistamínicos y el eritema cedía, sin embargo en la actualidad ha realizado cambio de cama, ropa, productos de limpieza personal sin embargo aún presenta dichas manifestaciones y pese al uso de antihistamínicos y el cambio de posibles fuentes de contaminación.

Paciente se suele realizar exámenes de laboratorio los cuales resultan normales.

Favor ayudar con posibles Dx o qué otra medida se podría tomar



  


Dr. Rodolfo Defaz

Quevedo. Ecuador

 

 

 

Opinión: Las lesiones que presenta este paciente son placas urticarianas distribuidas en forma amplia en tórax, abdomen y miembros. Las mismas son eritematosas, elevadas y de diferente tamaño que van de 1 a varios centímetros. El cuadro comenzó hace alrededor de 2 meses y por lo tanto podemos clasificarla como URTICARIA CRÓNICA ESPONTÁNEA (más de 6 semanas de evolución). En este caso no está presente (al menos no lo describe la historia), angioedema, que suele acompañar a la urticaria en un tercio de los casos. La urticaria está mediada por mastocitos y basófilos cutáneos en la dermis superficial. La urticaria crónica espontánea (UCE) es un trastorno autolimitado en la mayoría de los pacientes, con una duración promedio de la enfermedad de dos a cinco años, de carácter benigno pero que puede alterar la calidad de vida. Las lesiones urticarianas (también llamadas ronchas o habones) tienen tres características típicas, la hinchazón central, prurito y un curso fugaz que va de 30 minutos a 24 horas, no dejando secuelas, equimosis etc. Las lesiones que duran más de 24 horas y las que son dolorosas, urentes más que prurito o dejan hematomas residuales sugieren un proceso vasculítico. La UCE se asocia con diversos trastornos atópicos y autoinmunes. Por ejemplo es  común que estos pacientes tengan otros trastornos atópicos como alergia alimentaria, rinitis alérgica, rinosinusitis crónica, dermatitis atópica y asma. Estas asociaciones no se observaron en la población adulta cuando fueron estudiadas por los mismos investigadores. Otros pueden tener trastornos autoinmunes como trastornos tiroideos, enfermedad celíaca, enfermedad de Sjögren, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide y diabetes mellitus tipo 1. Frente a un paciente con UCE hay que interrogar sobre cualquier medicamento recién administrado, incluyendo antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y terapias hormonales,  viajes recientes, infecciones, cambios en el estado de salud, otras afecciones atópicas, antecedentes sexuales y una revisión completa de los sistemas. Interrogar asimismo sobre signos y síntomas de enfermedades sistémicas, como fiebre, pérdida de peso, artralgias, artritis, sensibilidad al frío o al calor, dolor abdominal y dolor óseo. Hay ciertos factores que agravan la urticaria aunque no sean directamente la causa como por ejemplo, el calor (duchas calientes, humedad extrema), la ropa o los tirantes ajustados también pueden agravar los síntomas, los antiinflamatorios (AINE) que empeoran los síntomas en el 25 al 50 por ciento de los pacientes con UCE, el estrés, las variaciones en los hábitos alimentarios y consumo de alcohol. El laboratorio generalmente es normal en estos pacientes. En cuanto al manejo de la UCE en primer lugar hay que transmitir tranquilidad a los pacientes, los cuales suelen sentirse frustrados y temerosos, y la tranquilidad es un componente importante para un manejo exitoso. Hay que explicar que la UCE rara vez es permanente y casi nunca es síntoma de una enferedad seria subyacente. Casi el 50 % de los pacientes experimentan remisión en un año. Explicar a los pacientes que deben evitar los factores exacerbantes mencionados antes. En cuanto a los medicamentos útiles en UCE los antihistamínicos H1 no sedantes como cetirizina 10 mg una vez al día, o levocetirizina 5 mg una vez al día, o fexofenadina 180 mg una vez al día, o loratadina 10 mg una vez al día, o desloratadina 5 mg una vez al día. Si el cuadro no remite así, se puede agregar un antihistamínico H2, como uno de los siguientes, como Famotidina 20 mg dos veces al día o cimetidina 400 mg dos veces al día. La hidroxicina 10 a 25 mg antes de acostarse suele tener un efecto excelente por su efecto sedante agregado. Se puede agregar el antagonista del receptor de leucotrienos montelukast (dosis para adultos: 10 mg una vez al día por la noche). Pueden requerirse glucocorticoides sistémicos periódicamente para lograr un control temporal de los síntomas durante las exacerbaciones graves de la urticaria que afectan significativamente la calidad de vida, por ej prednisona en dosis de 40 mg al día (por la mañana, con las comidas) durante dos o tres días. Una vez controlados los síntomas, la dosis debe reducirse gradualmente a 10 mg al día o menos, lo que generalmente puede hacerse en incrementos de 10 mg.

 

 

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