martes, 30 de septiembre de 2025

Un trabajo fructífero...

En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina

 

Una mujer de 37 años acudió a urgencias con un historial de 4 días de dolor agudo, inflamación y hematomas en la parte superior de la rodilla izquierda tras usar una pistola de masaje electrónica. Sus síntomas remitieron ligeramente tras suspender el uso de la pistola. Recibía anticoagulación de por vida con rivaroxabán debido a una embolia pulmonar no provocada y un ictus embólico paradójico ocurridos 6 años antes, relacionados con una mutación heterocigótica subyacente del factor V de Leiden y un foramen oval permeable. No refería otros hematomas ni hemorragias recientes, salvo menorragia crónica.

 

Ponente

El hematoma localizado en esta paciente sugiere un uso excesivo de su pistola de masaje. Estos dispositivos pueden dañar la piel, los músculos, los nervios y la vasculatura, causando dolor y hematomas si se aplica una presión excesiva. El uso de anticoagulantes también aumenta el riesgo de hematomas. Alternativamente, podría presentar sangrado por hemartrosis o rotura de quiste de Baker. A pesar del uso de rivaroxabán, el dolor y la inflamación también podrían indicar una trombosis intermenstrual. Dada la reducción de sus síntomas y el riesgo de trombosis, yo preferiría continuar con la anticoagulación, suponiendo que no haya sangrado clínicamente significativo.

 

Evolución

Los antecedentes médicos adicionales de la paciente incluían asma, migrañas, seropositividad al factor reumatoide sin artritis clínica y cinco embarazos a término sin abortos espontáneos. Sus medicamentos incluían un inhalador de albuterol, cetirizina estacional y ácido tranexámico según fuera necesario para la menorragia. Tenía una jeringa de epinefrina debido a reacciones anafilácticas previas a frutos secos, plátanos y aguacates. Nunca había fumado ni bebido alcohol. No tenía antecedentes familiares de trombosis, enfermedades autoinmunes o trastornos sanguíneos. El examen físico fue notable por equimosis no palpables de su muslo posteromedial, rodilla posterior y pantorrilla posterior. Su articulación de la rodilla estaba hinchada y dolorosa a la palpación posterior, pero no estaba eritematosa y tenía un rango completo de movimiento. No tenía palidez conjuntival ni dolor con la flexión de la pantorrilla, y no se encontraron estructuras similares a cordones debajo de la piel a la palpación. Sus signos vitales eran normales.

 

Ponente

Dada la hinchazón y el hematoma alrededor de la rodilla de la paciente, solicitaría una imagen de la rodilla y del tejido blando de la pierna izquierda para evaluar la presencia de un hematoma, hemorragia articular o un coágulo. La ausencia de eritema o una disminución de la amplitud de movimiento reducen la probabilidad de hemartrosis, mientras que la ausencia de dolor en la flexión de la pantorrilla o de cordón palpable reduce la probabilidad de trombosis venosa profunda. También evaluaría signos de hemostasia alterada.

 

Evolución

El nivel de hemoglobina de la paciente era de 12,4 g por decilitro, el recuento de plaquetas era de 198.000 por milímetro cúbico y el recuento de glóbulos blancos era de 7.600 por milímetro cúbico. La razón internacional normalizada era de 1,1 (rango de referencia: 0,8 a 1,1) y el tiempo parcial de tromboplastina era de 29,9 segundos (rango de referencia: 25,1 a 36,5). La ecografía y la tomografía computarizada (TC) de la pierna izquierda mostraron venas permeables, edema subcutáneo difuso y ausencia de acumulación de líquido intraarticular. Se le dio de alta a su domicilio con instrucciones de no usar la pistola de masaje. Reanudó la anticoagulación y programó una visita de seguimiento para una evaluación hematológica.

La paciente regresó al servicio de urgencias varias semanas después con disnea de esfuerzo y mareos. No refirió heces oscuras ni sanguinolentas, diarrea, dolor abdominal, gases ni náuseas. La hinchazón de la pierna izquierda se redujo ligeramente con el uso de medias de compresión y la elevación de la pierna, pero los hematomas persistieron. Tenía ruidos cardíacos, ruidos respiratorios y esfuerzo pulmonar normales en reposo. Su presión arterial era de 113/74 mmHg, frecuencia cardíaca de 111 latidos por minuto, frecuencia respiratoria de 23 respiraciones por minuto y saturación de oxígeno del 100% mientras respiraba aire ambiente. No se evaluaron los cambios ortostáticos. El nivel de hemoglobina había disminuido a 7,7 g por decilitro, con un volumen corpuscular medio de 84,1 fl; la amplitud de distribución de los glóbulos rojos era del 15,4% (rango de referencia, 11,5 a 14,5) y el recuento de plaquetas era de 261.000 por milímetro cúbico. La razón internacional normalizada fue de 1,26 y el tiempo de tromboplastina parcial fue de 29 segundos. La resonancia magnética de la pierna izquierda mostró un edema subcutáneo moderado y un posible hematoma intramuscular pequeño ( Figura 1 ).

 


Figura 1. Resonancia magnética de fémur izquierdo sin contraste.

En el Panel A, una imagen axial ponderada en T2, obtenida con supresión grasa, muestra un edema severo en los músculos aductor mayor (AM), semimembranoso (SM), semitendinoso (ST) y bíceps femoral (BF). En el Panel B, una imagen axial ponderada en T1, obtenida con supresión grasa, muestra un pequeño foco hiperintenso (0,5 cm x 0,4 cm) (flecha) en el margen anteromedial del músculo SM, hallazgo sugestivo de un pequeño hematoma intramuscular. AL denota aductor largo, G gracilis, RF recto femoral, S sartorio, VI vasto intermedio y VL vasto lateral.

 

Ponente

La anemia aguda de la paciente justifica una evaluación inmediata. En mujeres en edad reproductiva con anemia aguda y un volumen corpuscular medio normal-bajo, especialmente aquellas con antecedentes conocidos de menorragia, la deficiencia de hierro es una posible explicación. El elevado ancho de distribución de glóbulos rojos de la paciente respalda aún más el diagnóstico de deficiencia de hierro (y posiblemente deficiencia de multinutrientes). Le realizaría estudios de hierro y una evaluación diagnóstica completa para la anemia, además de derivarla a un ginecólogo para su menorragia. También recomendaría una evaluación endoscópica para descartar una hemorragia gastrointestinal oculta.

 

Evolución

El nivel de hierro sérico del paciente era de 12 μg por decilitro ( rango de referencia, 50 a 170 μg por decilitro), capacidad de unión al hierro de 250 μg por decilitro ( rango de referencia, 250 a 425 μg por decilitro), saturación de transferrina del 4,6% (rango de referencia, 15 a 50) y nivel de ferritina de 55 ng por mililitro (rango de referencia, 16 a 154). Su nivel de vitamina B 12 fue de 291 pg por mililitro (215 pmol por litro; rango de referencia, 211 a 911 pg por mililitro [156 a 672 pmol por litro]), y el nivel de folato fue de 13,45 ng por mililitro (30 nmol por litro; rango de referencia, >5,38 ng por mililitro [>12 nmol por litro]). Los niveles de haptoglobina, lactato deshidrogenasa y bilirrubina indirecta fueron normales, y una prueba de Coombs fue negativa. Su recuento de reticulocitos fue de 210.000 por milímetro cúbico (7,9% de glóbulos rojos; índice de producción de reticulocitos, 2,1), con un contenido de hemoglobina reticulocitaria de 21,6 pg (rango de referencia, 28,2 a 36,6).

Durante su hospitalización, un ginecólogo reevaluó su menorragia crónica. Describió muchos años de ciclos regulares, pero con sangrado menstrual abundante con coágulos del tamaño de una moneda de 25 centavos; su sangrado solía durar de 3 a 4 días y requería cambios de compresas cada 2 a 3 horas. No reportó cambios recientes en la frecuencia, duración ni magnitud de su sangrado menstrual. Los resultados de la prueba de sangre oculta en heces, la esofagogastroduodenoscopia y la colonoscopia fueron normales.

 

Ponente

A pesar de un recuento absoluto de reticulocitos aparentemente adecuado, su índice de producción de reticulocitos limítrofe-bajo (para el cual un valor de <2 indica hipoproliferación y >3 indica una respuesta apropiada a la pérdida aguda de sangre) y el bajo contenido de hemoglobina reticulocitaria sugieren una producción alterada de hemoglobina. Este hallazgo, combinado con pruebas negativas para marcadores de hemólisis, un nivel de ferritina bajo-normal y una baja saturación de transferrina, es más consistente con la anemia ferropénica, que generalmente se explica por el sangrado. Sin embargo, no informó cambios en su sangrado menstrual y un estudio exhaustivo para sangrado gastrointestinal fue negativo. La deficiencia de hierro también puede ser causada por malabsorción de hierro; sin embargo, no tiene síntomas sugestivos de enfermedad celíaca o enfermedad inflamatoria intestinal, y no informó el uso de medicamentos, como un inhibidor de la bomba de protones, que pudieran interferir con la absorción de hierro.

 

Evolución

La paciente fue dada de alta a su domicilio con prescripciones de hierro oral diario (650 mg) y vitamina B 12 (1000 μg) y un plan para infusiones intravenosas semanales de hierro sacarosa (200 mg). A pesar de las infusiones intravenosas de hierro, permaneció severamente anémica y recibió transfusiones de glóbulos rojos. El ginecólogo colocó un dispositivo intrauterino de levonorgestrel, lo que resultó en el cese del sangrado menstrual. Dada la disminución continua en su nivel de hemoglobina, se suspendió la anticoagulación. En el transcurso de 6 semanas, recibió cinco infusiones de hierro y cuatro unidades de glóbulos rojos, pero su nivel de hemoglobina se mantuvo por debajo de 7,5 g por decilitro. Después de cada transfusión, su nivel de hemoglobina aumentaría aproximadamente 1 g por decilitro por unidad, pero en una semana, el nivel volvería a disminuir a los valores previos a la transfusión.

 

Ponente

Su anemia dependiente de transfusiones, a pesar de recibir infusiones de hierro, justifica una evaluación adicional. Su sangrado menstrual ha cesado y presenta un sangrado intramuscular mínimo y sin sangrado gastrointestinal aparente. Estos hallazgos indican una hemorragia oculta no identificada o una alteración persistente de la eritropoyesis no explicada por una deficiencia de hierro (p. ej., alteración de la eritropoyesis debido a una deficiencia nutricional no identificada o un trastorno de la médula ósea), o ambos. Consideraría una biopsia de médula ósea.

 

Evolución

Antes de realizar más estudios, la paciente regresó al servicio de urgencias (6 semanas después de su hospitalización previa), con empeoramiento de la disnea y un nuevo dolor torácico. También refirió sudores nocturnos y una pérdida de peso de 15 lb (6,8 kg). Su frecuencia cardíaca era de 122 latidos por minuto, la frecuencia respiratoria de 28 respiraciones por minuto y la saturación de oxígeno del 88% mientras respiraba aire ambiente. Estaba afebril. Las mediciones de gases en sangre venosa mostraron un pH de 7,44 y una presión parcial de dióxido de carbono de 21 mmHg. El nivel de hemoglobina era de 7,2 g por decilitro, con un volumen corpuscular medio de 77,9 fl. Mientras esperaba una evaluación adicional, recibió una transfusión de glóbulos rojos y el nivel de hemoglobina aumentó a 8,4 g por decilitro. El examen posterior reveló distensión venosa yugular y un nuevo soplo sistólico. Su nivel de propéptido natriurético tipo B N-terminal fue de 4303 pg por mililitro (en comparación con los 57,2 pg por mililitro medidos durante su hospitalización previa). La electrocardiografía reveló taquicardia sinusal, desviación del eje a la derecha e inversiones leves de la onda T precordial. La angiografía por TC del tórax no mostró embolia pulmonar aguda y parénquima pulmonar claro, pero reveló una arteria pulmonar principal dilatada a 32 mm (valor de referencia, <27 mm en mujeres) ( Figura 2 ). También se mostraron insuficiencia tricuspídea grave, dilatación ventricular derecha, disfunción sistólica ventricular derecha y un nuevo derrame pericárdico en la ecocardiografía.

 


Figura 2. Angiografía tomográfica computarizada con contraste del tórax.

Se muestra una arteria pulmonar principal dilatada, hallazgo compatible con hipertensión arterial pulmonar. La aorta ascendente medía 24 mm de diámetro, la arteria pulmonar principal derecha 23 mm y la arteria pulmonar principal 32 mm.

 

Ponente

La hipoxemia del paciente y los hallazgos ecocardiográficos podrían indicar hipertensión pulmonar con insuficiencia cardíaca derecha. El diagnóstico diferencial de la hipertensión pulmonar es amplio e incluye hipertensión arterial pulmonar (hipertensión pulmonar grupo 1 en la clasificación de la Organización Mundial de la Salud [OMS]), cardiopatía izquierda (grupo 2 de la OMS), enfermedad pulmonar o hipoxemia, o ambas (grupo 3 de la OMS), trombosis recurrente (grupo 4 de la OMS) o una combinación de causas (grupo 5 de la OMS).

Realizaría un cateterismo cardíaco derecho para evaluar la hipertensión pulmonar precapilar y descartar enfermedad poscapilar. Un ecocardiograma previo mostró un foramen oval permeable, pero realizaría una oximetría seriada para descartar un cortocircuito izquierda-derecha sustancial (síndrome de Eisenmenger [grupo 1 de la OMS]). También evaluaría las enfermedades del tejido conectivo y las causas de la hipertensión portopulmonar (grupo 1 de la OMS). La paciente no tiene antecedentes ni hallazgos que indiquen enfermedad cardíaca o pulmonar crónica del corazón izquierdo como posibles causas. Debido a su historial de coagulación, realizaría una TC de emisión monofotónica de ventilación-perfusión, que tiene mayor sensibilidad que la angiografía por TC en la evaluación de la enfermedad tromboembólica crónica (grupo 4 de la OMS). Dada su anemia, también reevaluaría la hemólisis y consideraría la hemoglobinopatía o un trastorno mieloproliferativo (grupo 5 de la OMS). Su anemia sigue sin explicación y presumiblemente está aumentando su carga de trabajo cardíaca (es decir, el corazón bombea más rápido y con más fuerza) para suministrar suficiente oxígeno a sus tejidos, y su insuficiencia cardíaca sensible al volumen puede complicar futuras transfusiones.

 

Evolución

El nivel de bilirrubina indirecta del paciente fue de 1,7 mg por decilitro; los resultados de las pruebas hepáticas fueron normales. Las pruebas de anticuerpos contra el factor reumatoide, el péptido citrulinado cíclico, Scl-70, los complementos C3 y C4, los anticuerpos antinucleares y los antígenos citoplasmáticos de los neutrófilos fueron negativos. Los resultados de una prueba de proteína monoclonal, las pruebas serológicas para el virus de la inmunodeficiencia humana y la hepatitis, y la electroforesis de hemoglobina fueron normales. El recuento de reticulocitos fue de 206.700 por milímetro cúbico (5,8% de los glóbulos rojos; índice de producción, 2,6), el nivel de eritropoyetina fue de 37 mUI por mililitro (rango de referencia, 3 a 19), la saturación de transferrina fue del 15,6% (rango de referencia, 15 a 50) y el nivel de ferritina fue de 111 ng por mililitro (rango de referencia, 11 a 307). Los niveles de lactato deshidrogenasa, haptoglobina, vitamina B12 , folato, cobre y zinc fueron normales. Un frotis de sangre periférica mostró eritrocitos microcíticos, policromasia, esquistocitos raros y ausencia de leucocitos inmaduros.

 

Ponente

Con la reposición de hierro, los resultados de los estudios de hierro en esta paciente se normalizaron y su índice de producción de reticulocitos aumentó. Estos hallazgos indican una mejora de la eritropoyesis. Sin embargo, el índice de producción de reticulocitos permanece en el límite para la gravedad de su anemia y sugiere una eritropoyesis deteriorada y persistente, no explicada por la deficiencia de hierro. Esta evaluación no identificó otra deficiencia nutricional ni enfermedad sistémica que explique la mielosupresión inflamatoria. A pesar de los hallazgos benignos en su frotis de sangre periférica, se justifica una biopsia de médula ósea. Su nivel de bilirrubina indirecta probablemente se deba a una causa benigna, como la reabsorción de un hematoma.

 

Evolución

Mientras esperaba una evaluación diagnóstica para la hipertensión pulmonar, la paciente recibió tratamiento con furosemida y oxígeno suplementario, administrado por cánula nasal a un ritmo de 2 litros por minuto. Durante la noche, presentó hipotensión y un empeoramiento de la hipoxemia, lo que la obligó a ser trasladada a la unidad de cuidados intensivos.

El cateterismo cardíaco derecho mostró una presión auricular derecha de 7 mmHg (rango de referencia, 2 a 6); una presión de la arteria pulmonar de 67/26 mmHg (rango de referencia, 15 a 25/8 a 15), con una presión media de 41 mmHg (rango de referencia, 9 a 18); una presión de enclavamiento capilar pulmonar de 2 mmHg (rango de referencia, 6 a 12); un gasto cardíaco de 3,13 litros por minuto (rango de referencia, 4 a 8); un índice cardíaco de 2,12 litros por minuto por metro cuadrado de superficie corporal (rango de referencia, 2,5 a 4,0); y una resistencia vascular pulmonar de 11,9 unidades Woods (valor de referencia, <2). Su saturación arterial de oxígeno fue del 88% mientras recibía oxígeno suplementario a través de una cánula nasal a una velocidad de 5 litros por minuto, y la oximetría en serie descartó un cortocircuito de izquierda a derecha (es decir, no se detectaron aumentos abruptos en la saturación de oxígeno en sangre dentro de las cámaras cardíacas derechas). Debido a su enfermedad crítica, no se realizó un desafío de vasorreactividad para evaluar la elegibilidad para la farmacoterapia con bloqueadores de los canales de calcio. La ecocardiografía repetida con solución salina agitada confirmó un cortocircuito de derecha a izquierda a través de su foramen oval permeable. La TC de emisión monofotónica de ventilación-perfusión mostró una distribución del trazador radiactivo ligeramente heterogénea sin defectos de perfusión, lo que descartó enfermedad tromboembólica crónica. Se inició terapia con sildenafil y macitentan.

 

Ponente

Estos hallazgos son consistentes con hipertensión pulmonar precapilar debida a hipertensión arterial pulmonar idiopática, síndrome de Eisenmenger con inversión de derivación o un proceso patológico sistémico no identificado.

 

Evolución

Un examen más detallado de las piernas de la paciente mostró máculas perifoliculares difusas, rojas y que no desaparecían ( Figura 3 ). En la dermatoscopia, los pelos dentro de estos folículos estaban enrollados. El examen oral reveló nódulos blandos de color rojo violáceo en la encía, un hallazgo compatible con hiperplasia gingival.

 


Figura 3. Hallazgos en el examen físico dermatológico.

Se muestran máculas perifoliculares que no desaparecen en las espinillas de la paciente con hematomas e hinchazón en la rodilla y pierna izquierdas (Panel A); pelos en espiral y hemorragias perifoliculares, como se visualizan en la dermatoscopia (Panel B); y nódulos blandos de color rojo púrpura en la encía superior (Panel C, flecha).

 

Ponente

La constelación de hemorragias perifoliculares, pelos en espiral, hipertrofia gingival y equimosis que no cicatrizan son patognomónicas de la deficiencia de vitamina C. Mediría su nivel de vitamina C y luego iniciaría la reposición oral empírica de inmediato.

 

Evolución

Tras más preguntas, la paciente refirió haber evitado todos los productos cítricos durante años tras desarrollar urticaria con la ingesta de cítricos. La paciente inició una suplementación oral empírica con vitamina C (ácido ascórbico) a una dosis de 1000 mg al día; su nivel de vitamina C antes de comenzar la suplementación era indetectable. Tras 48 horas de reposición oral, abandonó la unidad de cuidados intensivos. La paciente fue dada de alta a su domicilio con recetas de vitamina C, un multivitamínico con hierro, y sildenafil y macitentan para su hipertensión pulmonar. En 2 semanas, su nivel de hemoglobina aumentó de 7,3 a 9,9 g por decilitro; después de 1 mes, su nivel de hemoglobina era de 12,0 g por decilitro, sin más transfusiones parenterales de hierro ni de glóbulos rojos. Además, sus hallazgos cutáneos se resolvieron y se reinició la terapia con rivaroxabán. Tras varios meses, su disnea se resolvió por completo, lo que le permitió volver a hacer ejercicio con regularidad. Se le retiró el sildenafil y el macitentan en un plazo de 6 meses. La ecocardiografía de seguimiento mostró la resolución de todas las anomalías previas.

 

Ponente

La resolución de sus anomalías hematológicas, pulmonares y cutáneas después de la suplementación con vitamina C confirma que estas fueron secundarias a la deficiencia de vitamina C. Remitiría a la paciente a un alergólogo para evaluar su aparente alergia a las frutas cítricas y si está justificada la suplementación continua o si se puede obtener de forma segura una cantidad suficiente de vitamina C a través de su dieta.

 

Comentario

Los seres humanos no pueden sintetizar vitamina C y tienen reservas corporales limitadas, por lo que una ingesta dietética inadecuada puede provocar manifestaciones clínicas después de 1 a 3 meses. 1 Las causas comunes de una ingesta inadecuada de vitamina C incluyen trastornos de malabsorción y afecciones que predisponen a una ingesta deficiente, como una dieta restrictiva, abuso de sustancias, enfermedades psiquiátricas, bajo nivel socioeconómico y aislamiento social. 2 A pesar de la amplia disponibilidad de productos agrícolas y alimentos fortificados, la deficiencia sérica de vitamina C aún se presenta en Estados Unidos, con una prevalencia estimada del 5,9 % 3 ; sin embargo, las estimaciones actuales para el escorbuto clínico siguen siendo imprecisas. 4

El escorbuto presenta diversas manifestaciones clínicas atribuibles principalmente a la función de la vitamina C como cofactor de la prolil y la lisil hidroxilasa, que añaden grupos hidroxilo a los residuos de procolágeno durante la síntesis de colágeno. Los signos distintivos del escorbuto incluyen hemorragia perifolicular, pelos en espiral, equimosis, dolor musculoesquelético y enfermedad periodontal. 5 Aunque estos hallazgos son patognomónicos del escorbuto, la enfermedad suele pasarse por alto en su fase inicial, cuando las manifestaciones clínicas son inespecíficas (p. ej., fatiga y letargo), y debido a su presunta rareza en países desarrollados.

La anemia se presenta en hasta el 80% de los pacientes con escorbuto, pero suele ser leve. 6 Los mecanismos propuestos de anemia en el escorbuto incluyen hemorragia debido a la síntesis defectuosa de colágeno e integridad de la pared de los vasos sanguíneos; eritropoyesis alterada, porque la vitamina C promueve la diferenciación eritroide; hemólisis, porque la vitamina C puede prevenir la lesión de las membranas de los glóbulos rojos; y deficiencia de nutrientes debido a la ingesta deficiente concurrente de otros nutrientes esenciales o debido a una pérdida del aumento mediado por la vitamina C del metabolismo de la vitamina B12 , el metabolismo del folato o la absorción de hierro. 5-7 Debido a estos diferentes mecanismos, el escorbuto puede manifestarse con un volumen corpuscular medio variable. El escorbuto probablemente contribuyó a la deficiencia de hierro y la microcitosis de este paciente, que inicialmente se atribuyeron únicamente a la menorragia.

Se han reportado casos previos de anemia grave dependiente de transfusiones, causada por escorbuto. 7-9 La paciente actual no presentó evidencia de sangrado activo, hemólisis 8 ni aplasia de médula ósea 9 , como se describió previamente. Sin embargo, sí presentó deficiencias nutricionales concurrentes y alteración de la eritropoyesis 7 , con un índice de producción de reticulocitos limítrofe y un nivel bajo de eritropoyetina para su grado de anemia.

La hipertensión pulmonar es una complicación poco común asociada con el escorbuto. La vitamina C puede afectar la presión pulmonar a través de sus efectos sobre la óxido nítrico sintasa endotelial. 10,11 El óxido nítrico se difunde desde las células endoteliales hacia las células del músculo liso, uniéndose a la guanilato ciclasa para aumentar la síntesis de guanosina monofosfato cíclico e inducir la relajación y vasodilatación del músculo liso. La suplementación con vitamina C puede mejorar la vasodilatación mediada por el endotelio. 12 Además, la vitamina C facilita la hidroxilación y degradación del factor inducible por hipoxia 1α (HIF-1α). Este proceso previene la remodelación vascular mediada por HIF-1α que conduce a la hipertensión pulmonar en respuesta a la hipoxia crónica. 13 La vitamina C también aumenta la supervivencia y el crecimiento de las células endoteliales en condiciones inflamatorias y puede afectar aún más la función endotelial al facilitar la eliminación de radicales libres dañinos, el mantenimiento de la barrera de permeabilidad endotelial y la regulación epigenética. 10,14

En una serie de casos de 32 pacientes con hipertensión pulmonar atribuida al escorbuto, los síntomas de manifestación comunes incluyeron disnea, mialgias, edema y hematomas. 15 Entre los pacientes con un beneficio reportado de la suplementación con vitamina C, más de la mitad tuvo una reducción de los síntomas dentro de los 4 días posteriores al inicio, seguida de una mejoría más gradual en la función cardíaca derecha. 15 Aunque muchos pacientes comenzaron la farmacoterapia vasodilatadora, ninguno mostró una mejoría clínicamente significativa sin la suplementación concurrente con vitamina C. A todos los pacientes se les retiró gradualmente los vasodilatadores y continuaron recibiendo vitamina C suplementaria, y un tercio de estos pacientes mostró una mejoría con la suplementación con vitamina C sola. No está claro si los vasodilatadores proporcionan un beneficio sustancial más allá del de la suplementación con vitamina C en pacientes con síntomas graves. El shunt derecha-izquierda concomitante de la paciente actual probablemente contribuyó a la gravedad única de sus síntomas.

El presente caso sirve como recordatorio de que el escorbuto sigue presentándose en Estados Unidos y destaca su posible gravedad y características clínicas, incluyendo anemia ferropénica refractaria a la infusión parenteral de hierro (en este caso, sin hemólisis ni hemorragia persistente) y, en casos excepcionales, hipertensión pulmonar. También subraya la importancia de la revisión de la historia clínica, especialmente cuando el diagnóstico es difícil de alcanzar. En esta paciente, tras una evolución complicada, el reconocimiento de los signos físicos del escorbuto por parte de los médicos tratantes condujo a las pruebas y al tratamiento adecuados, lo que condujo a una rápida mejoría de sus manifestaciones hematológicas, pulmonares y cutáneas.

 

 

Traducido de:

A Fruitful Workup

Authors: Naveen Jain, M.D., Ph.D. https://orcid.org/0000-0001-9681-6618, Ronald Berna, M.D., Emily Z. Hejazi, M.D., Steven C. Pugliese, M.D., and Mia Djulbegovic, M.D., M.H.S.Author Info & Affiliations

Published September 3, 2025. N Engl J Med 2025;393:907-914

DOI: 10.1056/NEJMcps2500075 VOL. 393 NO. 9

 

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcps2500075

 

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lunes, 29 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 22 años con odinofagia y síndrome gripal.

El doctor Néstor D. Castro, de San Luis Potosí México envía esta inquietud al grupo

 Buen dia doctor, para comentar un caso que relativamente es sencillo, pero me está sacando "canas verdes".



Paciente femenina de 22 años, asma de larga evolución en tratamiento con salbutamol. 24 horas de evolución por odinofagia 8/10, escalofríos, artromilagias, 1 vómito, ausencia de tos, ausencia de exudados, ausencia de adenopatías, leucocitosis 15mil, neutrofilia 13 (93), PCR 2.1.

Alguna opinión?

Es una vil infeccion respiratoria, pero nunca me había tocado valorar una infección de vías aéreas superiores con resultados de laboratorios. Estoy en una zona gris entre viral y bacteriana.

Si se pudiera compartir en el rincón lo agradecería

Saludos doctor

 

 






Dr. Néstor D. Castro.

San Luis Potosí México

 



Opinión: Lo primero que hay que decir respecto de este caso, es la importancia de saber “qué tipo de infecciones respiratorias está circulando” en la comunidad. Por ejemplo, recordemos que hace 3 años atrás lo primero que se nos ocurriría pensar es en Covid frente a esta situación.

Ahora bien,  la sintomatología se enfoca en las fauces ya que refiere odinofagia significativa en un contexto de “síndrome gripal”. En estos casos es muy útil la escala de Centor para determinar las probabilidades de que exista infección por estreptococo beta hemolítico del grupo A (GAS). Suponiendo que la paciente presente >38,5ºC de temperatura, y teniendo en cuenta la ausencia de tos, la probabilidad de infección por GAS es baja dado que el puntaje arroja menos de 3 en la escala, por lo cual no se requeriría hisopado de fauces ni tratamiento antibiótico. En conclusión, creo como tú, que se trata muy probablemente de infección viral de VAS. La presencia de leucocitosis con neutrofilia no es un criterio de demasiado peso para discriminar entre infección viral o bacteriana como podría ser por ejemplo la procalcitonina. Lo que sucede es que habitualmente no solicitamos análisis de laboratorio en estos casos, porque si lo hiciéramos, podríamos ver que la leucocitosis con neutrofilia no es tan infrecuente como pensamos en los cuadros virales. Por otro lado, su condición de asmática muchas veces cursa durante sus crisis con leucocitosis (que, aunque generalmente sea expensas de eosinófilos), también se ven elevados los granulocitos neutrófilos. Otra cosa importante es saber si no ha recibido corticosteroides por cualquier vía recientemente como parte del tratamiento de su asma, ya que estas drogas son una causa prevalente de leucocitosis con neutrofilia en contextos ambulatorios.

Creo que observaría a la paciente en su evolución y de acuerdo a un contexto epidemiológico de la zona se podría realizar hisopado para virus influenza, COVID 19, adenovirus, virus sincitial respiratorio etc, y eventualmente si hay dudas, un hisopado para test directo para GAS en fauces y ante su negatividad continuar con un cultivo.

domingo, 28 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 20 años diabética insulinodependiente con placa oscura en el abdomen

 

Un colega envió esta imagen con el siguiente texto:

Doctor, qué le parece esto

 Paciente joven insulinodependiente desde los 20 años que se observó una zona decolorada en el abdomen durante el tratamiento de insulina de rutina. No presentaba traumatismo reciente, ni se queja de ningún síntoma

 


 

Opinión: Se observa una mácula oval de gran tamaño que ocupa una zona correspondiente al cuadrante inferior derecho del abdomen y que aunque la tonalidad o el color no se discriminan correctamente, en parte por la piel oscura de la paciente y en parte por mala iluminación, la primera consideración diagnóstica es EQUIMOSIS COMO CONSECUENCIA DE SANGRADO LOCAL POR LA INYECCIÓN DE INSULINA. La periferia más oscura, con un aclaramiento central sugieren este origen de este hallazgo.  Hay que decir que estas complicaciones, generalmente irrelevantes, son muy comunes en la práctica médica, sobre todo con las inyecciones subcutáneas de heparina, aunque también se ven con las aplicaciones de insulina, y ello obedece la mayoría de las veces a mala técnica de aplicación, como por ejemplo la aplicación en el músculo en lugar del tejido celular subcutáneo. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la rotación del sitio de aplicación es muy importante para evitar la inflamación local con neoformación vascular y mayor riesgo de sangrado en aplicaciones posteriores. La velocidad de la inyección (cuando se administra demasiado rápidamente), contribuye a esta complicación. Cambiar el sitio de inyección, evitar la aplicación en plano muscular, rotar continuamente el sitio de aplicación, presionar el émbolo lentamente, esperar 10 segundos al menos antes de retirar la aguja, y comprimir el sitio de aplicación, son medidas que disminuyen la incidencia de esta complicación.

 

 

sábado, 27 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Varón joven con erupción pápulo pustular en tronco de 3 días de evolución.

 

Un colega envía estas imágenes con el siguiente texto:

 

Paciente joven con erupciones de 3 días de evolución, sin fiebre, picazón ni otras molestias. ¿Cuál sería el posible diagnóstico?

 





 

Opinión: El aspecto pápulo-pustular de las lesiones, y la clínica de aparición tan brusca hacen sospechar en primer lugar FOLICULITIS AGUDA. La clínica, la epidemiología, los acontecimientos recientes en la historia del paciente pueden arrojar muchas pistas sobre el caso. Como sabemos, las foliculitis agudas pueden ser infecciosas y no infecciosas. La interpretación del cuadro la haremos a la luz de datos de la clínica y de sus antecedentes. Para dar un ejemplo, es muy común que pacientes jóvenes que concurren a gimnasios recurran a medicamentos anabólicos que son capaces de producir foliculitis aguda. Los corticosteroides utilizados por cualquier motivo, sobre todo cuando se asocian a vitaminas del complejo B, pueden ser causa del llamado ACNÉ CORTICOIDEO, que es una forma de foliculitis aguda y también son capaces de provocar FOLICULITIS POR MALASSEZIA, también llamado ACNÉ FÚNGICO, para lo cual una tinción con OHK del raspado de una lesión puede ser diagnóstico y el tratamiento específico con antifúngicos sistémicos produce la curación del cuadro. Es importante saber si el paciente estuvo haciendo uso baños en jacuzzi, ya que esto puede ser causa de FOLICULITIS POR PSEUDOMONA. Si el paciente estuvo expuesto  recientemente a agua dulce de ríos se debe considerar FOLICULITIS POR AEROMONAS. También es importante saber si el paciente tiene o no inmunocompromiso, ya que por ejemplo los pacientes con SIDA pueden presentar FOLICULITIS EOSINOFÍLICA, que debe confirmarse con biopsia cutánea que muestra infiltración eosinofílica de los folículos pilosos. También la foliculitis eosinofílica se puede ver en pacientes jóvenes, sanos inmunocompetentes y en ese caso se llama ENFERMEDAD DE OFUJI, que son lesiones pustulares eosinofílicas crónicas por lo que no parece ser el caso de este paciente que empieza de forma súbita. Hay que interrogar sobre uso de medicamentos además de los corticoides ya mencionados, como fenitoína, litio, isoniazida, ciclosporina etc, que pueden ser causa de FOLICULITIS POR FÁRMACOS

Como diagnóstico diferencial plantearía, en segundo lugar, MOLUSCO CONTAGIOSO aunque no veo en ninguna de las lesiones, la umbilicación característica si bien eso no descarta con seguridad la entidad.

 

viernes, 26 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Varón de 40 años con calcificaciones hepáticas como hallazgo radiológico incidental

 

El Dr. Luigi Caldas Boggio, de Chimbote, Perú, envía esta imagen con el siguiente texto:




 Buenos días, le saludo desde Chimbote, Perú. Agradecería que me pudieran ayudar con la interpretación de una radiografía de tórax. Trabajo como médico ocupacional en una empresa constructora y el día 30 de agosto hice lectura de su EMO (examen médico ocupacional) a un nuevo trabajador. Es un paciente varón de 40 años, de profesión operario carpintero ningún antecendente personal o familiar de importancia, no alcohólico (bebidas alcoholicas solo a manera social), exámenes de laboratorio (hemograma, examen completo de orina y glucosa dentro de los parámetros normales), electrocardiograma normal.

En radiografía de tórax, se evidencia radiopacidad a nivel hepático con patrón moteado (hallazgo incidental). Estaba pensando en un quiste hidatidico calcificado o un NM calcificado. Me gustaría su opinión respecto a ello.

 



 

 Dr. Luigi Caldas Boggio.

Chimbote, Perú,


 

 

Opinión: Efectivamente, se observa en el cuadrante superior derecho del abdomen, proyectada sobre la densidad hepática, una imagen redonda de alrededor de 15 cm de diámetro, que presenta calcificaciones heterogéneas en su interior. En mi lugar de residencia (Provincia de Buenos AIres. República Argentina), que es una zona altamente endémica de hidatidosis hepática, ver imágenes como esta (cosa muy frecuente de ver), evoca en primer lugar un QUISTE HIDATÍDICO CALCIFICADO. Sin embargo, no se puede asegurar sólo con esta imagen, que ese sea el diagnóstico. Si tuviésemos una radiografía lateral podríamos ubicar la imagen en el diámetro anteroposterior y saber así se pertenece o no al hígado. De todas maneras, hoy existen estudios, que son obligados a partir de este hallazgo, como la ultrasonografía, la TC y/o RMN que van a dar mucha mayor información sobre el caso. Hay una gran cantidad de causas de calcificaciones, y específicamente hablando de calcificaciones hepáticas, la lista es amplia. Como bien dices, las NEOPLASIAS HEPÁTICAS BENIGNAS Y MALIGNAS son causa de calcificaciones, y para eso es muy importante ver si estas se ven en el contexto de una masa sólida o bien de un quiste. Los HEMANGIOMAS HEPÁTICOS, y los ABSCESOS HEPÁTICOS CRÓNICOS no tratados son otro diferencial de este tipo de calcificaciones. A veces los ANEURISMAS CALCIFICADOS DE LA ARTERIA HEPÁTICA, y hasta los ANEURISMAS DE AORTA ABDOMINAL, pueden prestarse al diferencial. Las imágenes mencionadas y la serología creo que bastarán para confirmar o descartar quiste hidatídico. La TC o la RMN pueden ser útiles en circunstancias en las que se requiere mayor detalle anatómico para determinar la ubicación y el número de quistes, la presencia o ausencia de quistes hijos y la presencia de quistes rotos o calcificados, lo cual es importante para orientar el tratamiento. La radiografía simple puede mostrar calcificación dentro de un quiste, como en este caso, pero no puede detectar quistes no calcificados, por lo que no es adecuada para una evaluación diagnóstica definitiva. La ultrasonografía al lado de la cama del paciente tiene una sensibilidad de 95% para quiste hidatídico y permite, cuando hay presencia de quistes hijos, observar una septación interna característica, y al cambiar la posición al paciente durante el estudio, se puede observar la presencia de arena hidatídica, que consiste principalmente en ganchitos y escólex provenientes de los protoescólices. De tratarse de hidatidosis, este caso, correspondería al tipo V de la clasificación de Gharbi (pared calcificada).

 

jueves, 25 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 29 años con eritema, prurito y descamación en ambos labios

 

Un colega de Guayaquil Ecuador envía estas imágenes con el siguiente texto:

Una paciente de 29 años presenta lesiones eritematosas y escamosas en los pliegues nasales y los labios superior e inferior. La paciente refiere picazón sin dolor. Refiere haber usado corticosteroide con hidrocortisona al 0,5 % durante 5 días sin mejoría.

 



 

Opinión: Aunque el eritema no es evidente en las imágenes, sí se ve descamación en la zona del ala de la nariz, y se ven algunas lesiones pustulosas muy pequeñas en la región izquierda de la barbilla. La paciente parece tener DERMATITIS PERIORAL, en un contexto de DERMATITIS SEBORREICA. El uso de corticoides tópicos (muy frecuente en los atópicos), son una asociación aparentemente causal de la dermatitis peribucal que intervendrían a través de la alteración de la barrera epidérmica. También se dice que las pastas de dientes fluoradas, los humectantes de la piel, los cosméticos y los anticonceptivos orales podrían estar involucrados en el desarrollo de dermatitis peribucal.  Los diagnósticos diferenciales a considerar son el acné vulgar, la rosácea pápulopustulosa,  la dermatitis seborreica, las dermatitis de contacto alérgicas o irritativas (comportamientos como lamerse los labios), el impétigo, las infecciones por dermatofitos y las foliculitis por Demodex, además del herpes simplex pustular mencionado al principio. En cuanto al tratamiento de la dermatitis peribucal, si el paciente se está aplicando corticoides tópicos o inhalados habría que interrumpirlos en la medida de lo posible.  Evitar el uso de cosméticos incluyendo los protectores solares. Si el cuadro es muy florido o recidivante y no mejora con todas las medidas mencionadas  pueden usar inhibidores tópicos de la calcineurina  (pimecrolimus ungüento), eritomicina tópica o metronidazol tópico.  Si el cuadro es más severo se pueden usar tetraciclinas orales (doxiciclina, minociclina).

 

 

 

 

 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Paciente de 28 años con poliquistosis renal complicado por síndrome de Wunderlich y riñón de Page.

 

El Dr. Ilich Pavel Castillo Cabello, de Urubamba, Perú, envía estas imágenes con el siguiente texto:

 Dr. Buenos días, permítame compartir con ud el siguiente caso.






Paciente varón de 28 años, antecedente de  poliquistosis renal, ya en diálisis peritoneal desde hace 5 años,  ingresa por cuadro de dolor abdominal, evidenciando hematoma perirrenal (espontaneo, no traumatico, compatible con síndrome de Wunderlich) cursa con elevacion de presión arterial hasta 240/140 mmHg, que no se controla a pesar de antihipertensivos EV. Se sospecha de riñón de Page, ingresa a sala de operaciones para nefrectomia, 6 horas posteriores a la cirugía PA se controla, evoluciona favorablemente y es dado de alto. Un caso de síndrome de Wunderlich complicado con riñón de Page

 



 

  

Dr. Ilich Pavel Castillo Cabello

Urubamba. Perú.

 

 


Opinión: Muchas gracias doctor Ilich Pavel Castillo Cabello por compartir este caso tan interesante de síndrome de Wunderlich, complicado por un fenómeno de Page. El síndrome de Wunderlich se caracteriza por una instalación aguda y espontánea de hemorragia en los espacios  subcapsular, perirrenal o pararrenal. En este caso, parece haber sido secundario a la enfermedad de base del paciente que es una poliquistosis renal. El riñón de Page, o fenómeno de Page es una hipertensión arterial secundaria a una compresión extrínseca del parénquima renal por el hematoma subcapsular o perirrenal, como consecuencia de isquemia y activación de las células yuxtaglomerulares, aumentando los niveles de renina plasmática. La descompresión quirúrgica del hematoma por drenaje percutáneo, capsulectomía, o nefrectomía parcial o total como en este caso, interrumpe este mecanismo fisiopatológico permitiendo así controlar la hipertensión arterial de otra manera incontrolable. De no mediar el fenómeno de Page que es una urgencia hipertensiva, el sangrado retroperitoneal puede tratarse con embolización por catéter en las ramas de la arteria renal que perfunden a la lesión sangrante y esperar la reabsorción del hematoma.  En este caso, la conservación del riñón o parte de él, no tenía tanta importancia dado que el paciente ya está en un estadio terminal de insuficiencia renal en tratamiento dialítico desde hace tres años. Si bien el sangrado de los quistes es frecuente como complicación de la poliquistosis renal, no es frecuente que se exprese con la triada clásica de Lenk del síndrome de Wunderlich caracterizada por dolor en el flanco, masa en el flanco y shock hipovolémico. Las causas más frecuentes de síndrome de Wunderlich son las neoplasias renales, como los angiomiolipomas y los carcinomas renales de células claras, que muestran una mayor propensión a la hemorragia y la rotura, contribuyen a aproximadamente el 60-65% de todos los casos. Diversas enfermedades vasculares renales (aneurismas o pseudoaneurismas, malformaciones arteriovenosas o fístulas, trombosis de la vena renal y síndromes de vasculitis) representan el 20-30% de los casos de SW. Las causas poco frecuentes incluyen infecciones renales, enfermedades quísticas, cálculos renales, insuficiencia renal y trastornos de la coagulación. Por último, hay que decir que en las imágenes se ve ascitis que seguramente tienen relación con el tratamiento de diálisis peritoneal que recibe el paciente y no se trata de hemoperitoneo relacionado con el sangrado retroperitoneal que sería difícil de explicar.

 

 

 

martes, 23 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 35 años con resistencia a la insulina y rash papular en región anterior del tórax de 4 días de evolución.

Una colega de Cuenca Ecuador envía estas imágenes con el siguiente texto:

Buenas tardes doctor, soy médico general trabajo en Ecuador. Por favor ayúdeme con el siguiente caso para encontrar un diagnóstico, si fuera posible publicar en el grupo para aprender todos y de forma anónima le agradezco muchísimo.

Mujer de 35 años. Con antecedentes de resistencia a la insulina desde aproximadamente 5 años con manejo de metformina de 850 otras veces ha variado a 1000 y actualmente con manejo de: glucophage XR 1000 gramos dosis única en el día, ha cambiado las dosis debido ag gastritis medicamentosa. Neolax en polvo suspensión una vez por día, además consume el myo-inositol como suplemento para el aparato reproductor femenino. Presencia de nódulos tiroides con control ecográfico desde hace dos años, Hipotiroidismo desde mayo de este año con manejo Eutirox 25 MG ingesta en la mañana. Hernia lumbar. Menciona que desde hace 4 dias atrás presenta lesiones violáceas redondeadas con bordes irregulares, a las 24 horas estas se transforman en lesiones color café y en su centro una región redondeada eritematosa, este tipo de lesiones se expande en todo el pecho, sin causar ninguna molestia. Pero refiere ligera quemazón muy muy mínima casi imperceptible en ciertos momentos. A los dos días observa las mismas lesiones a nivel de hombros. Paciente manifiesta que hace una semana estuvo en la playa y refiere que dichas lesiones han aparecido en las zonas de quemadura solar. Destaco que la paciente no se introdujo en el mar, sino que sólo mojó sus pies con agua salada. A los pocos días de haber regresado de la región de la costa presenta un fuerte dolor abdominal y diarrea. Para lo cual le habían prescrito sulfametoxazol más trimetropin, sertal compuesto y suero. Tomó cuatro dosis y suspendió al encontrar mejoría. Además de ello durante la indagación la anamnesis informa haber cambiado en su aseo personal el jabón corporal, el detergente con el que limpia la ropa, además indica el consumo de embutidos y sustancias alérgenas durante esta semana. Menciona además que embutidos y sustancias alérgenas las ha consumido siempre sin presentar ninguna alteración en su sistema tegumentario.

Adjunto unas fotografías con autorización de la paciente

 



 




 





 

Opinión: Las lesiones consisten en múltiples pequeñas pápulas redondas de escasos milímetros de diámetro con franco agrupamiento en la región anterior del tórax, de color amarronado. Ampliando la as imágenes, algunas de las lesiones tienen características de pústulas. No son visibles comedones. La definición de la imagen no es lo buena que se requeriría para saber si las lesiones son folículocéntricas, es decir, si un pelo está situado en el centro de la lesión. Aun así, la primera impresión por el aspecto y la distribución de las lesiones, el primer diagnóstico a considerar es FOLICULITIS AGUDA. La foliculitis aguda puede ser infecciosas y no infecciosas. Las infecciosas a su vez pueden ser bacterianas (estafilocócica, pseudomonal, por gramnegtivos, por hongos (Malassezia, dermatofítica por Candida), viral (herpética y por molusco), y parasitaria por demodex. Teniendo en cuenta la historia de la paciente que estuvo de vacaciones en la playa hay dos entidades que pueden relacionarse con la exposición al agua y que son la foliculitis por Pseudomona, y por Aeromonas hydrophila, pero ambas se ven en exposición a agua dulce, y especialmente en jacuzzis, y esta paciente no solo no estuvo en contacto con agua dulce porque fue al mar, sino que tampoco se sumergió allí. La localización predominante de las foliculitis, puede ayudar a orientar la etiología, y en este caso la afectación casi exclusiva del tronco podría orientar a S. aureus o Malassezia. La paciente recibió antibióticos antes de presentar esta erupción, lo que podría sugerir foliculitis por gramnegativos. Sin embargo eso suele verse en la terapia prolongada por antibióticos y esta paciente sólo recibió cuatro días. Existen asimismo foliculitis no infecciosas que deben ser consideradas. El ACNÉ VULGAR, que a veces puede instalarse en forma bastante súbita en el tronco, es poco probable en este caso dada la ausencia de comedones, y el prurito o ardor que siente la paciente aunque este sea escaso. Existen FOLICULITIS INDUCIDAS POR FÁRMACOS, aunque esta paciente no recibió ninguno de los que se describen asociados a esta situación como los corticosteroides sistémicos, fenitoína , litio , isoniazida , ciclosporina etc. La QUERATOSIS PILAR, es aquí fácilmente descartada porque esta entidad que puede parecerse aunque lejanamente a este cuadro, es una entidad crónica y esta apareció súbitamente en los últimos cuatro días. Otra entidad a considerar es la ENFERMEDAD DE GROVER, o DERMATOSIS ACANTOLÍTICA TRANSITORIA, que puede presentarse como pápulas pruriginosas en tronco, especialmente la zona central del tórax y la espalda, y puede tener como desencadenante la exposición solar, dato que cuenta como antecedente en nuestra paciente. Sin embargo, la enfermedad de Grover se ve mucho más frecuentemente en hombre de más de 40 años. Dado el antecedente de exposición solar en la playa, otra entidad a tener en cuenta es la FOLICULITIS ACTÍNICA. La FOLICULITIS EOSINOFÍLICA dentro de las cuales están la forma clásica (ENFERMEDAD DE OFUJI), y la forma asociada al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH),  que se clasifica como una enfermedad definitoria del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), por lo que sería importante solicitar serología para VIH y descartar fácilmente la entidad frente a resultados negativos. Siempre es de buena práctica solicitar dicha serología a serología para lúes (VDRL), aunque estas lesiones no tienen aspecto de secundarismo sifilítico.

Por último, creo que hay que considerar que esta paciente tiene RESISTENCIA A LA INSULINA y esta condición favorece la producción de sebo y andrógenos, lo que puede empeorar las afecciones cutáneas como el acné, y podría explicar su conexión con la foliculitis en algunos casos. Por otro lado, la resistencia a la insulina puede afectar la función del sistema inmunitario, volviéndolo menos eficaz para combatir infecciones, incluidas las infecciones de la piel como las que causan la foliculitis. La insulina elevada además puede estimular la producción de andrógenos, que, como dijimos aumentan la producción de grasa en la piel. El exceso de sebo puede obstruir los folículos pilosos, creando un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano y la foliculitis. Por otro lado, tanto la insulina como el IGF-1, pueden estimular la proliferación de células en la piel, lo que puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de condiciones cutáneas, incluida la foliculitis. De todas maneras, creo que lo que sorprende en este caso, es la instalación brusca del cuadro, como si hubiese habido algún factor desencadenante de foliculitis, además de los mencionados que se nos esté escapando. Por eso es muy importante reinterrogar a la paciente sobre medicamentos u otros factores que pueden haberse escapado en el interrogatorio

Mientras tanto en cuanto al manejo, dado que la paciente no se queja de mayores síntomas, no estaría muy inclinado a hacer demasiado, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de estos cuadros son autolimitados. Por otro lado, el tratamiento de la foliculitis varía según la etiología y por lo tanto no parece lógico sugerir un tratamiento si no sabemos la etiología.

 

 

lunes, 22 de septiembre de 2025

Casos Clínicos: Varón de 68 años con diabetes 2 y deterioro neurológico progresivo con compromiso de múltiples nervios craneales.

 

El Dr. Eliezer Mora de Caracas Venezuela, actualmente trabajando en el Hospital Posadas de Buenos Aires Argentina, envía estas imágenes con el siguiente texto:

                                                                      

Fecha 20/08/2025

Resumen Clínico - Evaluación de paciente de sexo masculino de 68 años. Antecedentes clínicos relevantes:- Diabetes tipo 2- Fumador crónico- Otitis maligna izquierda en agosto de 2024- Pérdida de peso- Deterioro neurológico progresivo con compromiso de los pares craneales V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, y XII, es decir que tiene compromiso de oculomotores, parálisis facial, alteraciones auditivas y deglutorias severas (actualmente alimentación por sonda nasogátrica) - Estudios de RM y biopsia realizados. Hallazgos por imágenes (RM cabeza y cuello):- Infiltración del clivus y engrosamiento de rinofaringe izquierda con realce post-contraste- Asimetría del piso de boca- Engrosamientos mucosos en mastoides izquierda- Sin evidencia clara de tumor primario en estudios iniciales- Posterior reducción de volumen de la imagen en clivus (según control por RM)- RM de encéfalo: signos de involución cerebral difusa + lesiones glióticas isquémicas. Biopsia endoscópica (clivus/rinofaringe):- Muestra no tumoral- Hallazgos compatibles con sialoadenitis crónica (inflamación crónica de glándula salival)- Infiltrado linfoplasmocitario con bajo índice proliferativo (Ki-67)- No se hallaron células de linfoma, carcinoma ni cordoma Diagnósticos diferenciales a considerar:

1. Osteomielitis del clivus (base de cráneo infecciosa) -

Muy compatible con el cuadro: paciente diabético, antecedente de otitis maligna, mastoiditis y compromiso óseo.- RM e infiltrado inflamatorio sin neoplasia apuntan a infección ósea crónica.- Puede generar síntomas neurológicos si progresa.- Tratamiento: antibióticos endovenosos prolongados (6-12 semanas), evaluación por infectología +control glucémico.

2. Tumor óseo primario (cordoma del clivus) - Probabilidad baja, pero no descartada- Tumor raro de crecimiento lento en esa localización.- Infiltración del clivus en RM es compatible.- Biopsia no lo confirma, pero podría no haberse accedido al núcleo tumoral.- Requiere: PET-TC y seguimiento por neurocirugía.

3. Linfoma o carcinoma nasofaríngeo oculto - Baja probabilidad, pero a tener en cuenta- Infiltración de rinofaringe puede corresponder a linfoma no Hodgkin o carcinoma poco diferenciado.- Biopsia no mostró malignidad, pero si persisten síntomas o reaparecen lesiones en imágenes, se recomienda repetir biopsia dirigida.

4. Secuelas inflamatorias o infecciosas crónicas post-otitis - Probabilidad intermedia- Puede explicar parte del engrosamiento y de los síntomas locales.- Compatible con el hallazgo de sialoadenitis crónica.- No explica completamente el compromiso óseo.

Próximos pasos sugeridos:

1. Evaluación multidisciplinaria urgente: infectología, ORL oncológico, neurocirugía2. PET-TC o RM de control para evaluar actividad residual en clivus.

3. Marcadores inflamatorios en sangre (PCR, VSG).

4. Considerar antibioticoterapia empírica endovenosa si se confirma osteomielitis por imágenes + contexto clínico.

5. Si hay progresión clínica sin diagnóstico firme, repetir biopsia más profunda guiada por imágenes.

 

Observación final:

El cuadro clínico y los estudios orientan principalmente hacia una osteomielitis crónica del clivus secundaria a otitis maligna, en el contexto de un paciente con factores predisponentes. La evolución neurológica y la afectación ósea requieren un abordaje en centro de alta complejidad, con posibilidad de tratamiento combinado médico y quirúrgico si corresponde.

 

 

Aclaración: las imágenes aportadas pertenecen al mes de abril de 2025, es decir son de hace 4 meses (no disponemos aún de las imágenes actuales), no así los informes que sí son los actuales

 




















Dr. Eliezer Mora

Hospital Posadas.

Buenos Aires. Argentina.

 

 

Opinión: Este paciente de 68 años diabético tipo 2, fumador crónico y con antecedentes de OTITIS MALIGNA IZQUIERDA, presenta un cuadro de adelgazamiento asociado a deterioro neurológico progresivo consistente en un síndrome clival con afectación de los nervios craneales V al XII.  Las imágenes de RMN muestran infiltración del clivus y engrosamiento de rinofaringe izquierda con realce post contraste, engrosamientos mucosos en mastoides y asimetría del piso de la boca. Hay realce paquimeníngeo en base de cráneo. Llama la atención en el informe de la RMN que se habla de que la otitis maligna fue izquierda y los hallazgos en las imágenes son principalmente derechos, incluyendo la destrucción del cóndilo maxilar.

En primer lugar, creo que hay que tratar siempre que sea posible, de utilizar el “Principio de Economía” o la “Navaja de Ockham”, y en lo posible encontrar UNA explicación para todo el cuadro. Este principio establece que si hay una  explicación para el todo, no deben buscarse causas alternativas. En este caso, el paciente que es un diabético, tuvo una otitis maligna que puede explicar la mayor parte de las manifestaciones del cuadro. La otitis externa necrosante (maligna) (OEN; también denominada otitis externa maligna) es una infección invasiva del conducto auditivo externo que, si no se trata rápidamente provoca osteomielitis de la base del cráneo. Esta infección suele presentarse en adultos mayores con diabetes mellitus. Al comienzo de la OEN se afectan LOS TEJIDOS BLANDOS DEL CONDUCTO AUDITIVO EXTERNO, pero a medida que la infección progresa, se hace evidente la afectación del HUESO MASTOIDEO y luego del temporal, seguida de la AFECTACIÓN DE LA ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR O LA NASOFARINGE. Si la infección no se diagnostica y trata a tiempo, puede progresar hasta afectar la base del cráneo y luego EXTENDERSE AL LADO CONTRALATERAL, ASÍ COMO A LAS MENINGES Y AL PARÉNQUIMA CEREBRAL. La causa es la exposición ótica al agua, y Pseudomonas spp el agente causal que se encuentra comúnmente en fuentes de agua y es responsable del 95% de los casos de OEN, y el 5% restante suele ser Apergillus. La irrigación forzada con agua del grifo para eliminar el cerumen por parte de un médico o como método casero, es una causa muy comúnmente documentada. Los diabéticos adultos mayores son la población en mayor riesgo, y la explicación podría ser la microangiopatía en el canal auditivo, el aumento del pH en el cerumen diabético. También se puede ver la OEN en pacientes con SIDA. Los pacientes suelen presentar al inicio otalgia y otorrea intensas, que no responden a las medidas tópicas utilizadas para tratar la otitis externa simple. El dolor suele ser más intenso que el de la otitis externa simple, aunque puede ser difícil distinguirlos en sus etapas iniciales. El dolor en la otitis externa necrosante tiende a ser nocturno y se extiende a la articulación temporomandibular, lo que provoca dolor al masticar. Y en el examen, el conducto auditivo externo se presenta hinchado e inflamado, con secreción purulenta. La visualización de tejido de granulación en la porción inferior del conducto auditivo externo, en la unión hueso-cartílago (en el sitio de las cisuras de Santorini), es un hallazgo clásico. En el laboratorio no suele verse demasiada alteración salvo una VSG y PCR elevadas. De hecho, la VSG es muy útil para el seguimiento evolutivo una vez comenzado el tratamiento. A medida que la infección avanza, se puede desarrollar osteomielitis de la base del cráneo y osteomielitis de la articulación temporomandibular. La progresión de la osteomielitis puede dar parálisis de los nervios craneales VI, VII, IX, X, XI, XII. Puede producir meningitis, absceso cerebral, trombosis del seno dural o pseudoaneurisma de la arteria carótida interna intrapetrosa. En cuanto a la confirmación diagnóstica, no nos detendremos porque este paciente ya tiene diagnóstico previo de OEN, pero obviamente los estudios bacteriológicos en un paciente diabético que presenta otorrea (especialmente por la noche) y otalgia que no ha respondido a antibióticos tópicos. Hisopado del CAE para estudios para tinción de Gram, cultivo bacteriano, tinción de hongos y cultivo de hongos, además de hemocultivos. La recuperación de P. aeruginosa o un moho indica la presencia de un patógeno, ya que estos organismos no son componentes normales de la flora del canal auditivo incluso en pacientes diabéticos. En el laboratorio es importante la VSG ya que la mayoría de pacientes con OEN tienen VSG mayor a 60 mm/h y, en muchos casos, la VSG es mayor 100 mm/h. Las imágenes (TC o RMN), sirven para determinar la extensión de la infección y la presencia de erosión ósea. Es mejor la TC con y sin contraste del hueso temporal para ver erosión ósea, la cual es necesaria para establecer el diagnóstico de otitis externa necrosante avanzada. La RMN con contrataste se indica cuando la TC no es diagnóstica o está contraindicada. La RMN es superior para tejidos blandos, determinar la extensión de la infección y monitorear la respuesta a la terapia. La gammagrafía con galio (Ga-67), es más específica que la gammagrafía ósea, ya que el radioisótopo se incorpora a los granulocitos y las bacterias. Hay muchos otros métodos diagnósticos que se deben aplicar a cada caso en particular. Como siempre en medicina, hay que plantear diagnósticos diferenciales para no quedarse con una única posibilidad y en este sentido, otras afecciones que pueden presentarse con otorrea (especialmente por la noche) y otalgia que no ha respondido a los antibióticos tópicos incluyen el COLESTEATOMA y el CARCINOMA DE CÉLULAS ESCAMOSAS DEL HUESO TEMPORAL. En ocasiones, se puede diagnosticar OSTEOMIELITIS DE LA BASE DEL CRÁNEO SIN CAUSA CONOCIDA, NEOPLASIAS MALIGNAS QUE SE EXTIENDEN DESDE LOS SENOS PARANASALES O LA CAVIDAD ORAL.

En este caso se llegó a realizar una biopsia por vía endoscópica que mostró sialoadenitis crónica. Interpreto el hallazgo como no representativo de la enfermedad de base. En cuanto al tratamiento de la OEN, no nos detendremos mucho, pero digamos que si esta es causada por Pseudomonas susceptible a las fluoroquinolonas pueden tratarse ambulatoriamente con ciprofloxacino oral, que tiene la mayor actividad anti- Pseudomonas de todas las fluoroquinolonas, y su absorción oral es excelente, por lo que las concentraciones séricas producidas por el antibiótico oral suelen ser equivalentes a las producidas por la administración intravenosa (IV). Sin embargo, se debe tener un umbral bajo para el ingreso hospitalario para la administración de antibióticos intravenosos de acuerdo a sensibilidad bacteriana. En general la duración de la terapia en pacientes con osteomielitis extensa de base de cráneo como parece el caso, debe ser entre 6 y 8 semanas.



EVOLUCIÓN: 31/08/2025

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Doctor, le envío este video de la internación actual