miércoles, 16 de julio de 2025

Varón de 69 años con cefalea y ataxia

Un hombre de 69 años fue ingresado en este hospital debido a dolor de cabeza y ataxia.

El paciente tenía antecedentes de linfoma difuso de células B grandes sistémico (LDCBG), que se había diagnosticado 3 años antes de la presentación actual y se había tratado con bendamustina y rituximab. Un año después del diagnóstico inicial, desarrolló debilidad en la mano derecha. La resonancia magnética (RM) de la cabeza mostró una lesión que realzaba en el centro semioval izquierdo; una biopsia de la lesión cerebral que realzaba reveló que el paciente tenía una recaída de LDCBG del sistema nervioso central (SNC) que era positiva para el virus de Epstein-Barr (VEB). No hubo respuesta radiológica al tratamiento con metotrexato en dosis altas; posteriormente se inició tratamiento con tisagenlecleucel (terapia de células T con receptor de antígeno quimérico [CAR]), seguido de tratamiento con ibrutinib. Diecinueve meses antes de la presentación actual, se interrumpió el tratamiento con ibrutinib después de que se desarrollara neumonía criptocócica. Se pensó que el LDCBG estaba en remisión. Después del tratamiento, la fuerza en el brazo derecho era de 4/5 y los reflejos eran de 3+ en el braquiorradial, bíceps y tríceps derechos.

El paciente se encontraba en su estado de salud habitual, activo y practicando varios deportes acuáticos, hasta dos semanas antes de la presentación actual, cuando se cayó y se golpeó la espalda mientras navegaba. Tras la caída, desarrolló dolor en la parte media de la espalda y sobre las costillas inferiores derechas en la parte posterior. Durante las dos semanas siguientes, el paciente notó debilidad progresiva y dificultad para coordinar el uso de las manos, hasta el punto de no poder alimentarse por sí mismo. También presentaba dolor de cabeza similar a migrañas previas. Su esposa lo llevó al servicio de urgencias de este hospital para una evaluación.

Otros antecedentes médicos incluían hipertensión, dislipidemia, miocardiopatía dilatada no isquémica, retención urinaria, trombosis de la vena mesentérica superior, hipogammaglobulinemia, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno del estado de ánimo. La linfopenia persistió después de la terapia con células T CAR. Los medicamentos incluían profilaxis con aciclovir, apixabán, atorvastatina, dextroanfetamina-anfetamina, empagliflozina, fluconazol, succinato de metoprolol, sacubitrilo-valsartán, profilaxis con sulfametoxazol-trimetoprima, tamsulosina y venlafaxina. El paciente también recibía infusiones intravenosas periódicas de inmunoglobulina para la prevención de infecciones. No se conocían reacciones adversas a los medicamentos. Estaba jubilado de su trabajo en el sector inmobiliario. Vivía con su esposa y su perro cerca de un lago en una zona suburbana de Nueva Inglaterra y pasaba tiempo al aire libre nadando, practicando paddleboarding y trabajando en el jardín. Había tenido varias picaduras de garrapatas recientes, pero no se conocían picaduras de mosquitos. El paciente informó no haber consumido recientemente embutidos ni productos lácteos no pasteurizados. Había sido no fumador toda su vida, había dejado de beber alcohol tres años antes de la consulta actual y no consumía drogas ilegales.

En la evaluación, la temperatura temporal fue de 36.3 °C, la presión arterial de 107/65 mm Hg, el pulso de 86 latidos por minuto, la frecuencia respiratoria de 18 respiraciones por minuto y la saturación de oxígeno del 96% mientras el paciente respiraba aire ambiente. El índice de masa corporal (el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros) fue de 23.1. El paciente estaba despierto y alerta. Estaba atento a la conversación, orientado y capaz de seguir órdenes de dos pasos. Su habla era lenta y ligeramente hipofónica. El cuello estaba flexible. Había nistagmo de mirada final en la mirada lateral en ambos ojos. Había fasciculaciones en los músculos de las piernas y se observó un aumento del tono en el brazo derecho y la pierna derecha. La debilidad estaba presente en la abducción de los dedos de ambas manos, y la prueba dedo-nariz-dedo reveló ataxia en ambas manos. Tenía debilidad e hiperreflexia en el brazo derecho que era similar a los hallazgos de exámenes anteriores; Por lo demás, la fuerza y ​​los reflejos eran normales. Las pruebas de sensibilidad también lo fueron.

Los niveles sanguíneos de electrolitos, glucosa, alanina aminotransferasa, aspartato aminotransferasa, fosfatasa alcalina, bilirrubina, albúmina, proteínas totales, cobalamina, tirotropina, zinc y cobre fueron normales, al igual que los resultados de las pruebas de función renal. Las pruebas de detección de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tipos 1 y 2, sífilis y enfermedad de Lyme resultaron negativas. El recuento de glóbulos blancos fue de 4.860 por microlitro (rango de referencia, 4.500 a 11.000), con un recuento de neutrófilos de 3.750 por microlitro (rango de referencia, 1.800 a 7.700), un recuento de linfocitos de 260 por microlitro (rango de referencia, 1.000 a 4.800), un recuento de monocitos de 810 por mililitro (rango de referencia, 200 a 1.200) y un recuento de eosinófilos de 40 por mililitro (rango de referencia, 0 a 900); el resto del hemograma completo fue normal.

La tomografía computarizada (TC) de cráneo, realizada sin administración de contraste intravenoso, mostró cambios posquirúrgicos relacionados con una craneotomía frontal izquierda previa y una lesión calcificada hiperdensa (de 6 mm de diámetro) en el centro semioval izquierdo, similar a la observada en estudios previos ( Figura 1A ). La angiografía por TC de tórax, abdomen y pelvis, realizada tras la administración de contraste intravenoso, reveló fracturas agudas de las costillas 11.ª y 12.ª posteriores derechas. La TC de columna cervical mostró cambios degenerativos moderados en la placa terminal que afectaban de la cuarta a la séptima vértebra cervical, pero sin fractura aguda ni desalineación facetaria.

 

 


Figura 1. Estudios de imagen obtenidos el segundo día de hospitalización.

Una imagen axial de TC craneal (Panel A), obtenida sin administración de contraste intravenoso, muestra un área focal de alta densidad (flecha) que probablemente corresponde a calcificación, un hallazgo típico en pacientes con radioterapia previa. Una imagen axial FLAIR (inversión-recuperación atenuada por líquido) craneal ponderada en T2 (Panel B), obtenida a nivel de la fosa posterior, muestra un leve aumento de la intensidad de señal en el hemisferio cerebeloso izquierdo (flecha).

 

El paciente ingresó en este hospital. Se suspendió el tratamiento con empagliflozina y el tratamiento con apixabán para facilitar la punción lumbar y la evaluación del líquido cefalorraquídeo (LCR). Se continuó el tratamiento con otros medicamentos de administración domiciliaria.

El segundo día de hospitalización, la resonancia magnética de la cabeza mostró que la lesión calcificada en el lóbulo frontal izquierdo no presentaba cambios, un hallazgo que probablemente reflejaba un linfoma tratado ( Figura 1B ).

Al tercer día de hospitalización, la electromiografía y los estudios de conducción nerviosa mostraron evidencia electrodiagnóstica de un proceso neurogénico subagudo que afectaba múltiples raíces nerviosas a nivel craneal y cervical. Estos hallazgos a veces se observan en el contexto de una polirradiculopatía crónica temprana.

Al cuarto día de hospitalización, la hipofonía empeoró y se desarrolló letargo. La prueba dedo-nariz-dedo mostró un empeoramiento de la ataxia en las manos y se observó una nueva ataxia troncal.

Al quinto día de hospitalización, se presentó parálisis del sexto par craneal en ambos ojos, y el paciente presentó dificultad para tragar sólidos. El tratamiento con aciclovir oral, que se le había administrado como profilaxis, se cambió a aciclovir intravenoso. Además, se inició tratamiento con ceftriaxona, vancomicina y ampicilina intravenosas.

En el sexto día de hospitalización, se realizó punción lumbar; la presión de apertura fue de 15 cm de agua. El análisis del LCR mostró 21 células nucleadas por microlitro (rango de referencia, 0 a 5), ​​de las cuales el 77% eran linfocitos (rango de referencia, 0 a 100), el 14% eran monocitos (rango de referencia, 0 a 100) y el 9% eran células no clasificadas (valor de referencia, 0) que se describieron como células linfoides agrandadas con nucléolos prominentes y citoplasma abundante. El nivel de glucosa en el LCR fue de 51 mg por decilitro (2,8 mmol por litro; rango de referencia, 50 a 75 [2,8 a 4,2 mmol por litro]), y el nivel de proteína total fue de 74 mg por decilitro (rango de referencia, 5 a 55). La tinción de Gram del LCR reveló células mononucleares moderadas sin bacterias. El examen citológico del LCR reveló numerosos linfocitos con formas raras y atípicas; La citometría de flujo no mostró evidencia de una población de células B monoclonales.

Al noveno día de hospitalización, las imágenes FLAIR ponderadas en T2 de la resonancia magnética craneal revelaron hiperintensidad de señal en ambos hemisferios de la corteza cerebelosa, en las hojas cerebelosas y en el tronco encefálico; no se observó realce anormal ( Figura 2 ). Estos hallazgos fueron similares a los observados en el estudio previo, realizado una semana antes ( Figura 1B ), pero más notorios que los hallazgos previos. La lesión calcificada en el lóbulo frontal izquierdo no presentó cambios.

 


Figura 2. Resonancia magnética de la cabeza obtenida el noveno día de hospitalización.

Una imagen FLAIR ponderada en T2 axial de la cabeza, obtenida a nivel de la fosa posterior, muestra una mayor intensidad de señal dentro del hemisferio cerebeloso derecho (flecha blanca) y en la protuberancia izquierda (flecha amarilla), hallazgos que muy probablemente representan cerebelitis y rombencefalitis.

 

 

 

Se realizó una prueba diagnóstica.

 

Diagnóstico diferencial

Este hombre de 69 años con linfopenia persistente después del tratamiento para LDCBG sistémico y del sistema nervioso central presentó múltiples déficits neurológicos que evolucionaron en el transcurso de varias semanas después de un accidente de navegación.

 

Localización y ritmo de la enfermedad

El paciente describió dificultad para coordinar las manos y se observó ataxia en ambas manos durante la exploración. Estos hallazgos, junto con el nistagmo de la mirada final, que presumo que se debe a un déficit en la fijación de la mirada, y la ataxia troncal, reflejan una disfunción de las regiones lateral, inferior y media del cerebelo e indican un proceso cerebeloso bilateral generalizado. Si bien muchas afecciones pueden provocar disfunción cerebelosa progresiva, el deterioro marcado a lo largo de días o semanas limita las categorías de enfermedad a cáncer, infección, afecciones inmunomediadas, traumatismos, trastornos metabólicos y exposición a fármacos y toxinas.

Además, el paciente presentó cefalea, parálisis del sexto par craneal y fasciculaciones. La electromiografía y los estudios de conducción nerviosa mostraron evidencia de una polirradiculopatía en evolución. Estos signos y síntomas pueden localizarse en el espacio subaracnoideo, que está rodeado de meninges sensibles al dolor y a través del cual deben pasar los nervios craneales y las raíces nerviosas espinales. La afectación tanto del cerebelo como del espacio subaracnoideo descarta la exposición a fármacos y toxinas, así como afecciones metabólicas. Los resultados de los estudios iniciales de neuroimagen fueron normales, lo que descartó causas traumáticas como hemorragia o fuga traumática de LCR. Por lo tanto, la lista de posibles causas del síndrome clínico de este paciente puede reducirse aún más a afecciones inmunomediadas, cáncer e infección, todas las cuales están respaldadas por el hallazgo de pleocitosis linfocítica en LCR.

 

Enfermedad inmunomediada

Los trastornos autoinmunitarios representan aproximadamente el 6% de todos los casos de ataxia cerebelosa esporádica en adultos, siendo el más común el asociado con la presencia de autoanticuerpos contra la descarboxilasa del ácido glutámico. Además, se han descrito muchos otros anticuerpos antineurales asociados con la ataxia cerebelosa autoinmunitaria. Algunos trastornos autoinmunitarios se presentan en asociación con ciertos cánceres, pero son poco frecuentes en el contexto del LDCBG, la principal consideración en este paciente. La afección paraneoplásica más reconocida que afecta al cerebelo se presenta en el contexto del cáncer de ovario o de mama en mujeres, en asociación con anticuerpos contra el anticuerpo citoplasmático de Purkinje tipo 1 (PCA-1 o anti-Yo). En los hombres, varios síndromes cerebelosos notables incluyen aquellos asociados con anticuerpos contra PCA tipo Tr (PCA-Tr o DNER), presentes en pacientes con linfoma de Hodgkin, y con anticuerpos contra la proteína tipo Kelch 11, presentes en pacientes con seminomas testiculares. 2 Otras afecciones inflamatorias, como la sarcoidosis o los trastornos desmielinizantes (p. ej., encefalomielitis aguda diseminada), también pueden afectar el cerebelo, pero suelen presentarse con lesiones que realzan en la resonancia magnética. En general, es improbable que este paciente presente afecciones inmunomediadas del cerebelo, dados sus antecedentes de deterioro de la inmunidad humoral y celular.

 

Cáncer

Este paciente tiene antecedentes conocidos de LDCBG sistémico con recaída en el SNC. Una recurrencia en el SNC en pacientes con LDCBG es un factor importante a considerar en cualquier paciente con esta enfermedad en quien se desarrollen nuevos signos y síntomas neurológicos. En este paciente, la linfopenia persistente probablemente resultaría en un mayor riesgo de recurrencia de la enfermedad debido a una falla en el control de las células T de la reactivación del VEB, con efectos oncogénicos asociados. La presencia de linfocitos atípicos en el LCR aumenta aún más la posibilidad de linfoma recurrente del SNC. Sin embargo, la resonancia magnética de la cabeza no mostró las típicas lesiones realzadas y ocupantes de espacio que generalmente se observan en pacientes con LDCBG que afectan el SNC. También es importante señalar que el análisis de citometría de flujo del LCR no mostró una población monoclonal de células B.

En pacientes con otros tipos de cáncer, la fosa posterior puede ser el sitio primario de metástasis en el SNC. Sin embargo, no hay evidencia de otro cáncer sistémico en este paciente. Además, la mayoría de los cánceres metastásicos se manifiestan como lesiones ocupantes de espacio, un hallazgo no observado en los estudios de imagen de este paciente. Los tumores gliales primarios pueden manifestarse con infiltración difusa del SNC y características radiológicas similares a las de enfermedades infecciosas o inflamatorias; sin embargo, la afectación simétrica del cerebelo es poco común en los tumores gliales primarios, y no se esperaría la rápida progresión clínica y radiológica observada en este paciente.

 

Infección

La infección con una variedad de patógenos puede llevar a una disfunción cerebelosa progresiva. Algunas de estas infecciones, como la infección por Mycoplasma pneumoniae , afectan predominantemente a niños y son poco probables en este paciente. Las enfermedades priónicas también son poco probables en este paciente porque progresarían más gradualmente de lo que se vio en este caso, no suelen estar asociadas con pleocitosis del LCR y estarían acompañadas de una difusión restringida en la materia gris cortical y profunda en la RMN. 3 La infección con organismos fúngicos como Cryptococcus neoformans , junto con infecciones micobacterianas como la tuberculosis, debe considerarse dado el estado inmunocomprometido del paciente. Sin embargo, estos serían diagnósticos poco probables en este paciente, ya que estaba recibiendo terapia supresora a largo plazo con fluconazol para una infección criptocócica previa. Además, estas infecciones generalmente se manifiestan en el contexto de meningitis basilar o lesiones ocupantes de espacio en el cerebro, ninguna de las cuales se observó en este paciente.

 

Infección por protozoos

Este paciente participó en varios deportes acuáticos, lo que sugiere la posibilidad de exposición a amebas de vida libre. Aunque las especies de acanthamoeba se encuentran ocasionalmente en Nueva Inglaterra, la infección del SNC se asocia con un curso menos agresivo que el observado en este paciente. Naegleria fowleri , una ameba flagelada que se encuentra en cuerpos de agua dulce, causa una infección fulminante y necrosante del SNC (meningoencefalitis amebiana primaria). 4 La puerta de entrada son las fosas nasales, y se cree que el acceso al cerebro es a través de la lámina cribiforme. En este paciente, los hallazgos de imagen no respaldaron un proceso necrótico; además, la ameba reside en agua con temperaturas más cálidas que las de los cuerpos de agua que se encuentran típicamente en Nueva Inglaterra.

 

Infección bacteriana

La evolución de la enfermedad, el perfil del LCR y la ausencia de manifestaciones sistémicas hacen que la infección bacteriana piógena sea un diagnóstico improbable. Por otro lado, la listeriosis del SNC, que se presenta con mayor frecuencia en adultos mayores y personas inmunodeprimidas, es un factor a considerar. Los pacientes con infección por Listeria monocytogenes pueden presentar síntomas menos agudos y anomalías más sutiles del LCR que las observadas en pacientes con infecciones bacterianas piógenas. La infección por L. monocytogenes suele causar meningitis; sin embargo, puede producirse afectación de la fosa posterior, lo que provoca encefalitis del tronco encefálico (rombencefalitis) y signos acompañantes de pares craneales y cerebelosos. Típicamente, se observarían abscesos del tronco encefálico, uno o más, en la resonancia magnética, lo cual es incompatible con la afectación parenquimatosa difusa observada en este paciente. La rombencefalitis por Listeria, aunque bien conocida, se reporta como menos común de lo que se creía. 5

La exposición del paciente a garrapatas plantea la posibilidad de infección por Borrelia burgdorferi , agente causal de la enfermedad de Lyme. Las manifestaciones neurológicas tempranas incluyen meningitis aséptica, disfunción de pares craneales y radiculitis, aunque se han reportado algunos casos de afectación cerebelosa. La prueba de anticuerpos contra la enfermedad de Lyme, que suele ser positiva en el contexto de una enfermedad del sistema nervioso central, fue negativa en este paciente. Sin embargo, la prueba de anticuerpos puede no ser fiable en un huésped con inmunodepresión profunda.La infección por otra especie de borrelia, B. miyamotoi , se reconoce como una causa emergente de meningoencefalitis en personas inmunodeprimidas, pero se desconoce si este patógeno tiene predilección por el cerebelo. Las infecciones por rickettsias con afectación del SNC, como la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, son poco frecuentes en ausencia de exantema y fiebre. Otras infecciones bacterianas transmitidas por garrapatas, como la anaplasmosis y la ehrlichiosis, rara vez afectan el SNC.

 

Infección viral

Varios aspectos de la presentación de este paciente sugieren fuertemente una infección viral. El análisis del LCR mostró pleocitosis linfocítica, en lugar de pleocitosis neutrofílica, con niveles de proteínas ligeramente elevados y niveles normales de glucosa. La resonancia magnética mostró afectación simétrica sin efecto de masa, hallazgo que también sugiere un proceso viral. Por último, la falta de respuesta a múltiples antimicrobianos es consistente con una infección viral.

Aunque muchas infecciones virales pueden causar encefalitis, relativamente pocas presentan un predominio en el cerebelo. La reactivación del virus JC en el contexto de una inmunidad celular deteriorada provoca la infección de las células gliales y una leucoencefalopatía multifocal progresiva. Este síndrome suele afectar la sustancia blanca subcortical, pero en ocasiones puede desarrollarse primero en la sustancia blanca cerebelosa o en los pedúnculos cerebelosos antes de afectar otras regiones del cerebro. 6 Una mutación viral que desplaza el tropismo hacia las neuronas puede provocar neuropatía de células granulares por virus JC, un síndrome específico que causa una cerebelopatía aislada. 7 En ambos síndromes, los signos neurológicos suelen evolucionar con mayor lentitud que los observados en este paciente.

Es importante tener en cuenta los arbovirus transmitidos por mosquitos debido a la importante exposición del paciente al aire libre y no se puede descartar una infección a partir de una picadura oculta de mosquito.La infección por el virus del Nilo Occidental puede causar cerebelitis, pero en estos casos es más típica la afectación de la materia gris cerebral profunda.

Los virus de la familia del herpesvirus humano establecen una infección latente de por vida tras la primoinfección y pueden reactivarse posteriormente para causar enfermedad, especialmente en el contexto de una inmunidad celular deteriorada. De estos, el virus de la varicela-zóster (VVZ) y el VEB se asocian con cerebelitis aguda y también pueden causar polirradiculitis, ya sea por infección directa o mediante un proceso parainfeccioso de mediación inmunitaria. La reactivación del VVZ puede ocurrir sin exantema y a pesar de la profilaxis con aciclovir.

El paciente había sufrido picaduras recientes de garrapatas, seguidas de un deterioro neurológico rápido y progresivo. En conjunto, estas características son altamente sugestivas de encefalitis por el virus Powassan.El virus Powassan es un flavivirus transmitido por artrópodos que está estrechamente relacionado con el virus de la encefalitis transmitida por garrapatas, una de las principales causas de encefalitis infecciosa en toda Europa central y oriental. En los últimos años, se ha notificado un número creciente de casos de encefalitis por el virus Powassan en Estados Unidos, principalmente en las regiones del Alto Medio Oeste y Nueva Inglaterra, lo que concuerda con la distribución del principal vector, Ixodes scapularis (garrapata del venado). El cerebelo suele estar afectado y pueden producirse parálisis de los nervios craneales. Las imágenes iniciales de la cabeza pueden ser normales o mostrar anomalías sutiles con el posterior desarrollo de anomalías simétricas en las imágenes FLAIR ponderadas en T2. ​​Además, el análisis del LCR suele mostrar una pleocitosis linfocítica moderada. 8 Todas estas características se observaron en este paciente. Se notifican picaduras de garrapatas previas en aproximadamente la mitad de los casos de encefalitis por el virus Powassan. Además, la presencia de linfocitos atípicos en el LCR no es incompatible con este diagnóstico, ya que este hallazgo puede reflejar simplemente una activación linfocítica en el contexto de una infección.

La exposición conocida a garrapatas, el cuadro clínico y los hallazgos en neuroimagen hacen que la encefalitis por el virus Powassan sea el diagnóstico más probable en este paciente. Para establecer el diagnóstico, realizaría una reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en LCR para el virus Powassan, la prueba de elección en un huésped inmunodeprimido.

 

Diagnóstico Presuntivo

Encefalitis por el virus Powassan.

 

Pruebas de diagnóstico

Se envió una muestra de LCR a un laboratorio de referencia donde se realizó una prueba de PCR para el virus Powassan. El diagnóstico de la infección por el virus Powassan requiere un alto grado de sospecha clínica, ya que rara vez, o nunca, se incluye en los ensayos de PCR multiplex. Desafortunadamente, no existe una prueba única para la infección por el virus Powassan que sea sensible en todos los pacientes; por lo tanto, es fundamental determinar el momento de la infección y el estado inmunitario del paciente ( Figura 3 ). 9

 


Figura 3

Opciones de pruebas de laboratorio para el diagnóstico de la infección por el virus Powassan.

Se muestra la cronología de la evolución clínica del paciente y las opciones de pruebas de laboratorio para la infección por el virus Powassan. Las estrategias de pruebas diagnósticas para el virus Powassan deben basarse en los factores de riesgo específicos del paciente y el tiempo estimado de posible infección. La prueba más sensible depende del momento de la infección y del estado inmunitario del paciente. En pacientes inmunocompetentes, la presencia de ARN es transitoria y puede ser indetectable para cuando los pacientes buscan atención. En tales casos, las pruebas serológicas de IgM son la opción más sensible en todas las etapas de la enfermedad, excepto en las más tempranas y tardías. Los pacientes inmunodeprimidos, en particular los que reciben terapia contra células B, pueden no presentar nunca seroconversión, lo que hace que las pruebas serológicas sean un método de prueba insensible para el virus Powassan. Sin embargo, los pacientes inmunodeprimidos a menudo presentan infecciones más graves o aclaramiento viral retardado, características que hacen que las pruebas moleculares, como la PCR, sean opciones altamente sensibles. LCR denota líquido cefalorraquídeo, PCR reacción en cadena de la polimerasa y POWV virus Powassan.

 

En huéspedes inmunocompetentes, la presencia de ARN del virus Powassan es transitoria y, a menudo, indetectable cuando muchos pacientes acuden a consulta. Al igual que con otros arbovirus, la mayoría de los diagnósticos de infección por el virus Powassan se realizan mediante la detección de anticuerpos IgM específicos del virus, con confirmación obtenida mediante pruebas de neutralización por reducción de placa. Sin embargo, los pacientes con inmunodepresión profunda, en particular aquellos con antecedentes de terapia de depleción de linfocitos B (como este paciente), no suelen presentar una respuesta serológica detectable, lo que limita la sensibilidad de las pruebas de IgM. 10 Al mismo tiempo, los pacientes con inmunodepresión suelen presentar infecciones más graves con aclaramiento viral retardado, lo que aumenta considerablemente las probabilidades de detectar ARN específico del virus. Por lo tanto, en esta población de pacientes, la PCR y la secuenciación metagenómica son excelentes pruebas.Al realizar la prueba de PCR, es importante que el laboratorio analice ambos linajes del virus Powassan (I y II). El linaje I del virus Powassan es clínica y serológicamente indistinguible del linaje II (también conocido como virus de la garrapata del venado), pero estos dos virus son genéticamente divergentes y ambos son relevantes para la enfermedad humana. 11 En este paciente, la prueba de PCR para el virus Powassan dio positivo para el linaje II del virus Powassan.

 

Diagnóstico microbiológico

Encefalitis por el virus Powassan.

 

Curso y seguimiento hospitalario

El estado clínico del paciente empeoró durante los primeros 5 días de su hospitalización mientras esperaba la punción lumbar para el análisis del LCR, y recibió tratamiento antimicrobiano empírico. Se inició aciclovir intravenoso para tratar una posible infección por el virus del herpes simple (VHS) o VVZ, y se suspendió tras el resultado negativo de la PCR del LCR. Se inició tratamiento con ampicilina para una posible infección por listeria, y ceftriaxona y vancomicina empíricamente para la meningitis bacteriana; sin embargo, al disminuir la sospecha de esta entidad, se suspendió la vancomicina. Se continuó con ceftriaxona para una posible enfermedad de Lyme.

Dada la preocupación por la posibilidad de recurrencia del LDCBG en el SNC, se administró tratamiento con dexametasona intravenosa tras la primera punción lumbar, seguido de una dosis decreciente de dexametasona oral. El paciente recibió tratamiento con dexametasona tras la punción lumbar para no afectar los resultados del análisis de LCR y la citometría de flujo para linfoma. Además, recibió inmunoglobulina intravenosa para el tratamiento empírico de una causa autoinmune de sus síntomas y porque en ocasiones se utiliza fuera de indicación en pacientes con encefalitis arboviral. Sin embargo, se carece de datos de alta calidad que respalden esta última indicación.

El decimocuarto día de hospitalización, la prueba PCR para el virus Powassan dio positivo, por lo que se suspendió el tratamiento con ampicilina y ceftriaxona y se redujo aún más la dosis de dexametasona. Se continuó la profilaxis con aciclovir oral, fluconazol y trimetoprima-sulfametoxazol.

Con frecuencia, los pacientes con encefalitis por el virus Powassan presentan complicaciones agudas adicionales. Algunos pacientes, por ejemplo, pueden presentar encefalopatía hasta el punto de requerir ventilación mecánica. Se sabe que la infección por el virus Powassan causa cerebelitis, que puede derivar en oclusión del cuarto ventrículo e hidrocefalia obstructiva aguda, una emergencia neuroquirúrgica que requiere la consideración de un drenaje ventricular externo y una craneotomía suboccipital. Los pacientes también pueden presentar convulsiones, para las cuales reciben tratamiento con anticonvulsivos. Este paciente no presentó ninguna de estas complicaciones agudas.

No existen tratamientos específicos para la infección por el virus Powassan; el tratamiento es de apoyo, y la fisioterapia, la terapia ocupacional y la logopedia continuas se consideran esenciales para maximizar la recuperación. Este paciente continuó recibiendo cuidados de apoyo con fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia, lo que en conjunto resultó en una leve mejoría. Fue dado de alta a un hospital de rehabilitación a corto plazo para continuar su recuperación.

En una visita de seguimiento realizada un mes después del alta, el paciente y su esposa informaron una mejoría lenta pero continua con las terapias de rehabilitación. Consideraron que se encontraba cerca de su nivel cognitivo inicial, pero un examen neurológico mostró que aún presentaba diplopía al mirar a la derecha, nistagmo con cambios de dirección, debilidad en el brazo y la pierna derechos, ataxia grave e incapacidad para caminar. Se recomendó continuar con la terapia de rehabilitación. Cinco meses después del alta hospitalaria, la esposa del paciente informó que este había presentado múltiples enfermedades intercurrentes no relacionadas con la infección por el virus Powassan, con un deterioro funcional progresivo. Los objetivos de la atención se reorientaron para centrarse en medidas de confort, y falleció seis meses después de la presentación actual.

 

Diagnóstico final

Encefalitis por el virus Powassan.

 

 

 

Traducido: “A 69-Year-Old Man with Headache and Ataxia”

Authors: Arun Venkatesan, M.D., Ph.D., Javier M. Romero, M.D., G. Kyle Harrold, M.D., and Erik H. Klontz, M.D., Ph.D.Author Info & Affiliations

Published July 9, 2025

N Engl J Med 2025;393:176-184

DOI: 10.1056/NEJMcpc2412528

VOL. 393 NO. 2

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcpc2412528

 

 

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martes, 15 de julio de 2025

Casos Clínicos: Varón de 65 años con lesiones pigmentadas en pies de 1 año de evolución

 

Un colega de Cali Colombia, envía estas imágenes con el siguiente texto

Buenos días doctor, quisiera que subiera al grupo un caso al que me toca atender, en lo posible en forma anónima por favor.

Hombre de 65 años con antecedentes de hepatitis C tratada y uso de drogas intravenosas hace 10 años, se queja de estas lesiones en los pies de 1 año de evolución, asociada con picazón. Niega tener otras lesiones o síntomas o hinchazón de las piernas. Le aplicó hidrocortisona al 1% que alivió el picor.

 




 

 

Opinión: Se observan máculas redondas hiperpigmentadas en el dorso de ambos pies. Importante xerosis adoptando en zonas el aspecto de eccema asteatósico. Podría tratarse si efectivamente se encuentran limitadas a esas zonas  en ECCEMA DE CONTACTO (probablemente relacionada con algún calzado). Creo que es muy importante el uso de cremas hidratantes o emolientes para mantener la humedad de la piel. Eliminar cualquier causa desencadenante del proceso  (calzados, calcetines etc), y eventual uso de corticoides tópicos. Otra posibilidad es ERITEMA FIJO POR DROGAS por lo que se debe interrogar al paciente sobre relación de las máculas con el uso de alguna droga determinada.

También se observa pigmentación en la pierna pero podría ser constitucional por lo que es difícil saber sin imágenes más panorámicas o mejor descripción en la historia.

lunes, 14 de julio de 2025

Casos Clínicos: Paciente masculino en edad geriátrica con bradiarritmia y estado presincopal

 

El Dr. Santiago Velazco, de Xalapa-Enriquez, México, envía este trazado electrocardiográfico con el siguiente texto:

Doctor, le envío este trazo de un paciente anciano con cuadros de lipotimia. La frecuencia ventricular media es de 33. No defino bien si es bloqueo AV completo o enfermedad del nodo. Saludos

 


 


 




Dr. Santiago Velasco.

Xalapa-Enriquez. México.

 

 

Opinión: Creo que se trata de una disociación auriculo-ventricular de alto grado sin llegar a ser un bloqueo AV completo. El ritmo ventricular no tiene aberrancia, es decir, no está ensanchado por lo que el origen puede ser supraventricular hasta el haz de His. A su vez el ritmo no es regular (en cuyo caso se trataría de un Bloqueo AV completo), sino que algunas ondas P tienen algún grado de conducción. El ritmo supraventricular es sinusal o un poco más bajo, regular, con una frecuencia de 48 a 50 por minuto. Independientemente del diagnóstico eléctrico, este paciente debiera estar internado en la unidad coronaria marcapaseado con marcapaso transitorio en lo inmediato y muy probablemente con un marcapaso definitivo una vez explicada las causas del trastorno deconducción. Este paciente tiene riesgo de vida (por momentos la frecuencia ventricular es inferior a 20 latidos por minuto). Investigar drogas que disminuyan la conducción, betabloqueantes, bloqueantes cálcicos, digital, amiodarona etcétera, y en tal caso obviamente retirarlas así como corregir todos los trastornos hidroelectrolíticos si los hubiese.

domingo, 13 de julio de 2025

Casos Clínicos: Radiografía de tórax de una mujer de 68 años con tos y disnea de esfuerzo de 2 años de evolución.

 


El Dr. Patricio Veliz de Machala Ecuador envía esta imagen con el siguiente texto:

Buen día Dr. Ayúdeme con la interpretación de esa placa. Se trata de una paciente femenina de 68 años de edad refiere tos con flema blanquecina de 2 años de evolución con remisiones y exacerbaciones con disnea que se presenta al caminar varias cuadras sobre todo al subir cuestas.

 

 


 



Dr. Patricio Veliz.

Machala. Ecuador



Opinión: Lo más notable de esta imagen es la disminución del volumen del pulmón izquierdo como consecuencia de un proceso fibro-retráctil a nivel del vértice, ocupado por varias imágenes nodulillares a nodulares la mayoría de ellas de densidad cálcica. El hilio pulmonar izquierdo está oculto en esta zona apical, que además tracciona el hemidiafragma izquierdo hacia arriba y los grandes vasos mediastinales hacia arriba contribuyendo a la disminución de volumen del hemitórax. Se observa asimismo un engrosamiento pleural en forma de casquete en el ápice izquierdo y menos en el derecho. Es muy probable que se trate de un antiguo proceso granulomatoso (tuberculosis?), por lo que habría que saber si la paciente recibió tratamiento antituberculoso en el pasado, y de todas maneras solicitar baciloscopías seriadas en esputo para determinar si existe actividad tuberculosa actual.

La disnea de esfuerzo que presenta la paciente actualmente puede tener relación con su cuadro restrictivo pulmonar por lo que sería de ayuda un estudio funcional respiratorio entre otros estudios como ecocardiograma para evaluar función cardíaca, una rutina de laboratorio etcétera.

sábado, 12 de julio de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 51 añoscon odinofagia y tos de dos semanasde evolución.

 

Un colega de Colombia envía estas imágen con el siguiente texto:

Hola doctor, buenos días desde Colombia, por favor omita poner mi nombre , quisiera conocer su opinión y la del grupo respecto a este caso mujer de 51 años con antecedente de enfermedad ácido péptica y por reflujo gastroesofágico hernia hiatal en manejo con inhibidor de bomba hace más de veinte años. Cuadro actual dos semanas de evolución odinofagia al inicio malestar y tos , manejada por su médico con azitromicina , corticoide IM dexametasona antialérgico sin mejoría, luego de diez días de tratamiento es la foto que tomo, que sugerencias y enfoque actual convendría con ella, muchas gracias y al grupo doctor





 

 

Opinión: Me impresiona en primer lugar como candidiasis oral. En general, el diagnóstico de candidiasis oral es clínico, pero si existen dudas se puede confirmar con una tinción de Gram o una preparación de hidróxido de potasio de una muestra obtenida por raspado con hisopo de una lesión, para visualización de levaduras en gemación, con o sin hifas. También se puede enviar la muestra para cultivo.

La candidiasis oral en inmunocompetentes se puede ver en pacientes que usen dentaduras postizas, xerostomía, y en pacientes que reciben antibióticos o corticoides inhalados, y en inmunocomprometidos se ve clásicamente en SIDA, en el contexto del cual puede verse asociada a candidiasis faringoesofágica. Habría que preguntarle a la paciente si la odinofagia se acompaña de disfagia dolorosa que es característica de la candidiasis esofágica. También se ve en inmunocompromiso de otra causa que SIDA, como en neoplasias hematológicas, trasplantados, pacientes sometidos a quimioterapia por cualquier causa, radioterapia de cabeza y cuello o quienes reciben corticoides a dosis inmunosupresoras. El tratamiento se puede realizar en forma tópica haciendo buches con nistatina y después tragando la suspensión 4 veces por día durante 1 o 2 semanas de acuerdo a la respuesta. Cuando existe inmunocompromiso, yo uso terapia sistémica con fluconazol oral 100 a 200 mg por día durante 1 o 2 semanas de acuerdo a respuesta.

No se me ocurren diferenciales para plantear, especialmente en una paciente que no respondió a antibióticos ni a corticoides. Una gingivoestomatitis herpética me parece poco probable, como tampoco una faringoamigdalitis pseudomembranosa o difteria.

Creo que llevaría a cabo un minucioso interrogatorio y examen físico buscando pistas orientadoras, y solicitaría una rutina de laboratorio que incluya  serología paraVIH. También solicitaría una radiografía de tórax dado que la paciente tiene también tos desde hace dos semanas. 

 

 

viernes, 11 de julio de 2025

Casos Clínicos: Paciente femenina de 13 años con cambio de coloración ungueal de un año de evolución.

 




Buenas tardes doctor

Le saluda Johnnari Casco médico de El Salvador.

Mi atrevimiento en escribirle es porque ha llegado un caso extraño a mi clínica que llama mucho mi atención

Ocurre en una jovencita de 13 años que ha acontecido con sus uñas color marrón desde hace un año

Refiere ante de enfermedad de kawasaki en la infancia 3 años sin complicación posterior

Signos vitales normales

Estamos a espera de exámenes de laboratorio

Pero quisiera su ayuda para poderme guiar en un posible diagnóstico

De antemano muchísimas gracias 🙏




 Dra. Johnnari Casco

San Salvador. El Salvador



Opinión: El cambio de coloración de las uñas es un fenómeno frecuente en la práctica médica. Este puede ser un hallazgo localizado a una uña o bien generalizado, pudiendo además involucrar toda la uña o porciones de la misma como por ejemplo se ve en la melanoniquia longitudinal. En este caso el cambio de coloración no queda muy claro, con el inconveniente de que además, las uñas parecieran tener una capa de esmalte o laca dado que dan la impresión de brillar más de lo normal. En tal caso no se puede analizar la coloración hasta haber eliminado cualquier factor confundidor. De hecho, una causa frecuente de cambio de color de las uñas es el uso de esmaltes a largo plazo. Si aceptamos que existe una coloración marrón de las uñas en forma homogénea y universal, creo que habría que plantear algunos diagnósticos diferenciales. Las infecciones, predominantemente micóticas o bacterianas (Pseudomona), pueden  producir cambios de coloración ungueal. Algunos déficits vitamínicos o carencias nutricionales deben ser investigados haciendo una evaluación clínica y de laboratorio ad hoc. Obviamente si existen causas sistémicas de cambios de coloración de los tegumentos como ictericia o hiperpigmentación de cualquier causa, eso puede justificar el cambio de coloración a nivel ungueal. El síndrome de las uñas amarillas es un raro trastorno donde las uñas pueden adquirir en la evolución, una coloración amarillenta o marrón, aunque este síndrome se acompaña de otros trastornos como linfedema y trastornos respiratorios. El uso de medicamentos como tetraciclinas o el suplemento dietético con betacarotenos puede ocasionar uñas amarillas o marrones. El hipotiroidismo, y la diabetes sobre todo a través de hiperocarotinemia pueden ocasionar también cambios de coloración ungueal. Lo mismo sucede con la insuficiencia renal crónica. Por último, algo interesante que mencionó un colega en la discusión en Facebook, el déficit de vitamina B12 puede ocasionar tanto cambio de color de las uñas, como pigmentación cutánea a nivel de los nudillos que esta paciente parece tener.

jueves, 10 de julio de 2025

Casos Clínicos: Mujer de 17 años con estado presincopal durante el ejercicio.

 

Un estudiante de Medicina  nos envió hace un tiempo este ejercicio extraído de su facultad :

Buenos días Master, buenos días rincón

Buenas noches doctor, un gusto saludarlo desde Cartagena Colombia. Me gustaría compartir este caso con todo el Rincón para fines de aprendizaje en el que hagamos un análisis, diagnósticos etc como allí se menciona. Me atreví a enviarle este caso porque es muy común en salas de urgencias y en consulta. Muchísimas gracias

 


 

 

 

Opinión: Creo que el caso plantea una situación relativamente común en la práctica ambulatoria, de que pacientes jóvenes consulten por “desmayos”, estados presincopales o aun sincopales. En general muchos de estos casos son síncopes vagales o secundarios a causas no serias, y muchas veces, después de un cuidadoso examen, y una detallada historia clínica no ameritan estudios. Casos como desmayos en un acto cívico en el colegio después de una hora de bipedestación, estados sincopales en el contexto de una extracción de sangre etc, son frecuentes y un interrogatorio criterioso puede autorizarnos a no estudiarlos. Sin embargo, el caso planteado aquí es diferente. Qué es lo que tiene de diferente y que debe ser motivo de preocupación?, el hecho que aparezca durante el esfuerzo. Un síncope o un estado presincopal de esfuerzo debe siempre ser motivo de preocupación. Hay que tratar de reflexionar sobre el por qué al esfuerzo aparece un trastorno de la consciencia. También es importante que el examen físico haya sido completamente negativo. Lo primero que uno piensa ante un síncope de esfuerzo es en algún fenómeno obstructivo a nivel de la circulación central que en el esfuerzo no permita al corazón bombear la suficiente cantidad de volumen sanguíneo para esa situación de estrés. Este es el caso de las estenosis valvulares, clásicamente la estenosis aórtica, pero también la estenosis mitral, la estenosis tricuspídea, pulmonar etc. También algunas miocardiopatías hipertróficas con un componente obstructivo del tracto de salida pueden hacerse sintomáticas en el esfuerzo en forma análoga a la estenosis aórtica. La hipertensión pulmonar primaria es una causa clásica de síncope de esfuerzo en mujeres jóvenes. Dicho esto, se podría decir que si confiamos en el examen físico que se le practicó a esta paciente podemos descartar todos estos diagnósticos mencionados, porque no existen soplos delatores de valvulopatías, ni de miocardiopatías obstructivas, no existe un segundo ruido fuerte ni se palpan las cavidades derechas dilatadas con la maniobra de Dressler que serían delatores de una hipertensión pulmonar etc. Hay que hacer la salvedad que un buen examen físico especialmente en este tipo de situaciones debe incluir maniobras durante la auscultación como Valsalva, auscultación con handgreep, auscultación sentado, acostado y en bipedestación, a veces auscultación en cuclillas etc. La maniobra de Pachón, auscultando al paciente en decúbito lateral izquierdo y la campana del estetoscopio posicionada en el ápex puede desenmascarar un rolido mitral, expresión de estenosis mitral. Y por supuesto en una mujer joven la palpación del borde derecho esternal a nivel del segundo espacio (arteria pulmonar), tercer espacio(tracto de salida de la AP), y cuarto y quinto (VD), con la punta de los dedos y después con el talón de la mano buscando latido diagonal, son útiles y de ser positivos orientan a crecimiento de cavidades derechas. A continuación debemos pensar en los problemas eléctricos cardíacos muchos de ellos congénitos algunos de los cuales pueden ser sustrato de arritmias a veces graves y que pueden ser desencadenados por la descarga de catecolaminas que implica el esfuerzo físico. Entidades como síndrome de Brugada, síndrome de QT largo o de QT corto congénito, las displasias arritmogénicas de VD, miocardiopatías en general que se comportan como sustratos arritmógenos, hay taquicardias ventriculares catecolaminérgicas o desencadenadas con el esfuerzo etc etc. Síndromes de preexcitación pueden provocar arritmias de esfuerzo. También la FA puede ser desencadenada en algunos pacientes por estímulos de catecolaminas.

Así que yo solicitaría en primer lugar un ECG, test de Holter de 24 horas indicando a la paciente que ese día realiza las actividades que desencadenan sus síntomas y un ecocardiograma bidimensional con Doppler para empezar. También y aunque el cuadro aparece durante el esfuerzo solicitaría un tilt test para descartar un fenómeno disautonómico más que nada basado en la edad de la paciente. De acuerdo a los resultados obtenidos repensaría el caso.

Finalmente haría la prueba de hacer hiperventilar voluntariamente a la paciente para comprobar si durante el curso de la prueba se verifican mareos, estado presincopal o aun pérdida de conocimiento. Existen pacientes susceptibles a la vasoconstricción cerebral por hipocapnia, estado que a veces se produce durante el ejercicio.

miércoles, 9 de julio de 2025

Casos Clínicos: Varónde72años conlesión elevada retroauricular

 

Un colega de Rosario Argentina envía estas imágenes con el siguiente texto:

Buenos días doctor junto a saludar  quería  pedirle si pudiese publicar en el grupo algunas imágenes se trata de un paciente masculino de 72 años de edad de oficio pintor con antecedentes de HTA, ASMA +IGO, Tto habitual LST 50mgb1 comp c/12hrs HCT25mg/día Espironolactona 12,5mg /día MTF 850mg/día, las lesiones que se muestran en las imágenes están situadas en pabellón auricular derecho +- 1 año de evolución, crecimiento rápido y sangrado fácil, además no tienen el tamaño original según refiere el paciente se las '' extirpo con las uñas'', además cabe señalar que el paciente tiene alteraciones en el HMG caracterizadas por  trombocitosis 780000, leucos 11.5 x10*3 VHS 9 demás exámenes dentro de rango normal.

Que impresión diagnóstica le sugieren las lesiones doc? Un abrazo gracias por su tiempo

Doc por  favor no publique mi nombre





 


 


 

Opinión: Se trata de una lesión elevada en la región retroauricular que tiene el típico aspecto de un CUERNO CUTÁNEO. Se trata de una proyección queratósica cuya cúpula hiperqueratósica se encuentra abierta permitiendo ver su contenido de queratina compactada. El cuerno cutáneo es una complicación frecuente de la QUERATOSIS ACTÍNICA o queratosis solar, a la que este paciente por su oficio de pintor está expuesto. Un diagnóstico diferencial es el QUERATOACANTOMA, que es un tumor cutáneo que se presenta comúnmente como un nódulo en forma de cúpula con un cráter central lleno de queratina. De hecho, el queratoacantoma puede presentarse como cuerno cutáneo, especialmente en la etapa de involución, y también se asocia con la queratosis actínica. Tanto el cuerno cutáneo como el queratoacantoma pueden ser también expresión de un CARCINOMA EPIDERMOIDE, y por lo tanto, creo que la conducta debe ser la exéresis con estudio anatomopatológico de la pieza.

 

 

 

martes, 8 de julio de 2025

Casos Clínicos: Paciente de 11 años sexo femenino con placa facial de 4 días de evolución

 



El Dr. Pablo Orellana Celi  de Cuenca Ecuador envía estas imágenes con el siguiente texto:

Un colega de Ecuador envió hace un tiempo estas imágenes con el siguiente texto:

Buenos días doctor, lo saluda médico rural en la parroquía Guanazan, El Oro, Ecuador. Le quiero consultar acerca de un caso, o si usted desea se podría publicar en el rincón para vista de todos.

Se trata de una paciente de 11 años con cuadro de 4 días de evolución de lesión eritematosa, descamativa, no pruriginosa, levemente edematizada, en rostro, bien delimitada a región malar y periorbitaria derecha. No presenta otra sintomatología acompañante, no hay antecedente de caida, golpe o herida. Paciente realiza actividades rurales de campo en sembrios y en contacto estrecho con plantas y animales. Se manejó al momento con sospecha clínica de micosis superficial con doble esquema antimicótico oral-tópico en base a ketoconazol y clotrimazol, ya que el centro de salud donde me encuentro no cuenta con mayor variedad de medicación. Me gustaría mucho saber la opinión tanto suya como del rincón acerca de estas lesiones tan comúnes en el área rural.

Agradezco de antemano por su atención. Que tenga un buen día doctor. Un abrazo fraterno desde Ecuador.

Muchas gracias doctor, que tenga un buen día.

 

 




Dr. Pablo Orellana Celi 

Cuenca Ecuador



Opinión: Se trata de una lesión circular, de aspecto numular, de bordes elevados. La lesión también impresiona como eritematoescamosa con periferia más activa que el centro de la misma.

Teniendo en cuenta su edad y el contacto con animales la lesión me evoca una TIÑA FACIAL Lo primero que se me ocurre es una tiña facial probablemente por Microsporum canis. Sería útil realizar un raspado de la lesión para una preparación de hidróxido de potasio que confirmaría el diagnóstico en el caso de visualizarse las hifas segmentadas típicas de los dermatofitos. Siempre estas lesiones de aspecto anillado plantean diagnósticos diferenciales con otras entidades como eccema numular, granulma anular, eritema anular centrífugo, lupus eritematoso cutáneo subagudo, pitiriasis rosada, psoriasis etc

lunes, 7 de julio de 2025

Casos Clínicos: Varón de 50 años con deformidad indolora de las manos.

 

Un colega envió a un foro estas imágenes con el siguiente texto:

Varón de 50 años con deformidades progresivas, como se muestra, que no refiere dolor ni antecedentes de traumatismo. Los seromarcadores para artritis inflamatoria son negativos.

 


 


 

Opinión: Lo que se ve en la fotografía de ambas manos es un compromiso articular deformante que afecta desde la articulación radiocarpiana, carpo, metacarpofalángicas, interfalángicas proximales y distales. Se ven además deformidades de Boutonnière en varios dedos predominantemente en el 3º, 4º, y 5º izquierdos, lo que habla de la cronicidad y del involucramiento tendinoso de este proceso. Es notable la tumefacción de las articulaciones MCF de mano derecha y de la IFP del tercer dedo derecho. Existen severas prominencias óseas en interfalángicas distales sobre todo de los 3º y 4º dedos de la mano izquierda, con aspecto de nódulos de Heberden, mucho menos probablemente nódulos de Bouchard como se ven en AR. Por otro lado, llama la atención la pigmentación de la piel con un tinte oscuro sobre todo a nivel de las zonas distales de las manos como a nivel de las articulaciones interfalángicas.

En la radiografía es notable el compromiso articular como era de suponer por la fotografía de manos, con severos pinzamientos articulares, proliferación con esclerosis periarticulares, alteraciones del eje de los dedos y algunas erosiones. El carpo y las articulaciones de ambas muñecas están involucradas en el proceso, que parece afectar más severamente las interfalángicas distales.

Teniendo en cuenta la escueta historia clínica aportada que llamativamente NO REFIERE DOLOR, y los MARCADORES PARA ARTRITIS INFLAMATORIAS NEGATIVOS (asumimos FR, anti CCP, FAN  etc negativos), teniendo en cuenta además el severo compromiso de las articulaciones interfalángicas distales (que se afectan sobre todo en artropatía psoriásica y en osteoartrosis), creo que un diagnóstico fuerte a considerar es OSTEOARTRITIS INFLAMATORIA, es decir, un proceso crónico degenerativo con un componente inflamatorio agregado que explica la severa tumefacción de algunas articulaciones, así como algunas erosiones, sobre todo no habiendo constancia de PSORIASIS en el examen, ni de ONICOPATÍA al menos visibles en la imagen de manos, así como no se ve la conocida “pencil in cup”, o telescopado en las interfalángicas distales.

Teniendo en cuenta  la severa artropatía asociada a pigmentación cutánea creo que es obligado plantear dos diagnósticos presuntivos que podrían ser unificadores, las MANIFESTACIONES ARTICULARES DE LA HEMOCROMATOSIS, y la ARTROPATÍA OCRONÓTICA O ALCAPTONÚRICA.

La hemocromatosis hereditaria (HH), produce afectación articular en la mitad de los pacientes y se manifiesta por artritis el cual es un síntoma frecuente, temprano y grave de la hemocromatosis. Las pequeñas articulaciones de la mano y muñecas, particularmente la segunda y tercera MCF son características, y que tienen la característica de que el dolor no suele ser severo. También grandes articulaciones como la cadera, las rodillas y los hombros pueden afectarse, a veces ocasionando discapacidad grave que requieren reemplazos. Si bien la mayoría de los pacientes con artropatía HH son sintomáticos, algunos pacientes solo tienen artralgia leve durante la noche o al despertar, lo cual podría explicar la disociación clínica en este paciente que no se queja de dolor importante y cuyos hallazgos objetivos son severos. Estos pacientes suelen tener también un cuadro muy evocador de osteoartritis, injertando en la evolución, brotes de sinovitis aguda, que algunos atribuyen al depósito de cristales de pirofosfato de calcio (condrocalcinosis), muy prevalente en la HH. Obviamente una detallada historia clínica, estudios de sobrecarga de hierro, así como el estudio de la mutación del gen HFE son necesarios para confirmar o descartar el diagnóstico de hemocromatosis.

La ocronosis o alcaptonuria es un trastorno autosómico recesivo que resulta de la actividad deficiente de la dioxigenasa del ácido homogentísico. El desarrollo de artritis ocronótica resulta en una limitación progresiva del movimiento y, a menudo, una anquilosis completa, similar a la artritis reumatoide o la osteoartritis, por lo cual debe considerarse el diagnóstico en este paciente. Habría que realizar un examen clínico completo buscando pigmentación en zonas más características de la ocronosis, interrogar sobre cambios de coloración de la orina, así como la búsqueda de ácido homogentísico en sangre, orina y eventuales tejidos obtenidos con fines diagnósticos.

Por supuesto que repetiría todos los marcadores de artritis inflamatorias incluyendo FR y anti-CCP.

 

 

What can be seen in the photograph of both hands is a deforming joint involvement affecting the radiocarpal, carpal, metacarpophalangeal, proximal, and distal interphalangeal joints. Boutonnière deformities are also seen in several fingers, predominantly the left third, fourth, and fifth, which indicates the chronicity and tendon involvement of this process. The swelling of the MCP joints of the right hand and the PIP joint of the right third finger is notable. There are severe bony prominences in the distal interphalangeal joints, especially in the third and fourth fingers of the left hand, with the appearance of Heberden's nodes, much less likely Bouchard's nodes as seen in RA. Furthermore, the dark-tinged skin pigmentation is striking, especially in the distal areas of the hands and at the interphalangeal joints. The X-ray reveals joint involvement, as suggested by the photograph of the hands, with severe joint impingement, periarticular sclerosis and proliferation, changes in the axis of the fingers, and some erosions. The carpus and joints of both wrists are involved in the process, which appears to affect the distal interphalangeal joints most severely. Taking into account the brief clinical history provided, which strikingly DOES NOT REFER ANY PAIN, and the NEGATIVE MARKERS FOR INFLAMMATORY ARTHRITIS (we assume RF, anti CCP, FAN, etc. are negative), also taking into account the severe involvement of the distal interphalangeal joints (which are mainly affected in psoriatic arthropathy and osteoarthritis), I believe that a strong diagnosis to consider is INFLAMMATORY OSTEOARTHRITIS, that is, a chronic degenerative process with an added inflammatory component that explains the severe swelling of some joints, as well as some erosions, especially since there is no evidence of PSORIASIS in the examination, nor of ONYCHOPATHY at least visible in the image of the hands, just as the well-known “pencil in cup” or telescoping in the distal interphalangeal joints is not seen. Considering the severe arthropathy associated with skin pigmentation, I believe it is essential to propose two presumptive diagnoses that could be unifying: JOINT MANIFESTATIONS OF HEMOCHROMATOSIS and OCRONOTIC OR ALKAPTONURIC ARTHROPATHY. Hereditary hemochromatosis (HH) produces joint involvement in half of patients and manifests as arthritis, a common, early, and severe symptom of hemochromatosis. The small joints of the hand and wrist, particularly the second and third MCP, are characteristic, and their pain is usually not severe. Large joints such as the hip, knees, and shoulders can also be affected, sometimes causing severe disability requiring replacement. While most patients with HH arthropathy are symptomatic, some patients only experience mild arthralgia at night or upon awakening, which could explain the clinical dissociation in this patient, who does not complain of significant pain and whose objective findings are severe. These patients often also present with a clinical picture highly suggestive of osteoarthritis, with subsequent flares of acute synovitis, which some attribute to the deposition of calcium pyrophosphate crystals (chondrocalcinosis), which is highly prevalent in HH. Obviously, a detailed clinical history, iron overload studies, and HFE gene mutation testing are necessary to confirm or rule out the diagnosis of hemochromatosis.

Ochronosis or alkaptonuria is an autosomal recessive disorder resulting from deficient homogentisic acid dioxygenase activity. The development of ochronotic arthritis results in progressive limitation of movement and often complete ankylosis, similar to rheumatoid arthritis or osteoarthritis, so the diagnosis should be considered in this patient. A complete clinical examination would be necessary, looking for pigmentation in areas most characteristic of ochronosis, inquiring about changes in urine color, and testing for homogentisic acid in blood, urine, and any tissues obtained for diagnostic purposes.

Of course, I would repeat all the inflammatory arthritis markers, including RF and anti-CCP.

domingo, 6 de julio de 2025

Casos Clínicos: Varón de 83 años con lesiones purpúricas en muslo izquierdo.

 


Una colega de Libertad Perú, la Dra.  Monica Paredes Pretell envió hace un tiempo esta imagen con el siguiente texto:

Buenos días, me gustaría compartir este caso desde la Libertad - Perú.

Paciente varón de 83 años procedente de Paijan, afebril, quien refiere que desde hace 5 días presenta tumoración en cara interna de muslo izquierdo, que ha ido progresando de tamaño hasta alcanzar aproximadamente 6 cm, además presenta varices y lesiones equimoticas alrededor de tumoración. Exámenes de laboratorio: leucocitos 7940, hb: 10.9, htc: 33, Ab:0


Dra.  Monica Paredes Pretell

Libertad. Perú. 


Opinión: Existe en la imagen una zona elevada en la cara interna superior del muslo izquierdo que se parece a un hematoma postraumático que se está organizando y zonas equimóticas alejadas del sitio central de la tumoración con zonas intermedias de color amarillento como suele verse con sangre acumulada extravascular en distintos estadios. Es muy común la presencia de equimosis alejadas de la zona del hematoma, generalmente en el sentido gravitacional, por escurrimiento de la sangre por distintos planos miofasciales y subcutáneos hacia zonas más declives.  A veces los pacientes ancianos no recuerdan el episodio traumático de días o semanas anteriores. Hay que tener en cuenta que la fragilidad capilar y vascular en general a esta edad favorece el sangrado, especialmente en pacientes que están tomando medicación antiagregante plaquetaria, y obviamente los pacientes anticoagulados. Por eso es muy importante una detallada historia clínica que incluya medicamentos recetados o incluso autoprescriptos, y antecedentes de traumas recientes. Muchas veces los pacientes son “manipulados” por personal a cargo, cuidadores y aun enfermeros y esas mínimas intervenciones son suficientes para generar en hematoma intramuscular, subcutáneo y aun fracturas !!! (costales por ejemplo). Un ultrasonido está indicado para la confirmación del hematoma, cuantificación del volumen del mismo, localización exacta etcétera. En general la tendencia es a la reabsorción espontánea del hematoma, sobre todo con medidas de apoyo como reposo, hielo, compresión de la zona con vendaje apropiado, elevación del miembro afectado y eventualmente con fisioterapia. Sin embargo, y dependiendo del volumen del mismo, y de condiciones propias de cada paciente pueden verse complicaciones algunas de ellas serias como lo es el síndrome compartimental en el que puede verse afectada la circulación arterial de un miembro con la isquemia consiguiente. La infección, y la calcificación del hematoma también están descriptos. En algunos casos se produce un seroma que es la acumulación de líquido seroso postraumático que se conoce como Síndrome de Morel-Lavallée, con formación de una cavidad entre la piel y el tejido subcutáneo ocupado por líquido seroso.

Si no hay antecedentes de trauma descartaría coagulopatía porque además de la zona de tumoración hay equimosis alejadas de la misma. En tal caso estaría indicado un estudio completo de la hemostasia del paciente.