Una colega de Libertad Perú, la Dra. Monica Paredes Pretell envió hace un tiempo
esta imagen con el siguiente texto:
Buenos días, me gustaría compartir este caso desde la
Libertad - Perú.
Paciente varón de 83 años procedente de Paijan, afebril, quien refiere que desde hace 5 días presenta tumoración en cara interna de muslo izquierdo, que ha ido progresando de tamaño hasta alcanzar aproximadamente 6 cm, además presenta varices y lesiones equimoticas alrededor de tumoración. Exámenes de laboratorio: leucocitos 7940, hb: 10.9, htc: 33, Ab:0
Libertad. Perú.
Opinión: Existe en la imagen una zona elevada en la cara interna superior del muslo izquierdo que se parece a un hematoma postraumático que se está organizando y zonas equimóticas alejadas del sitio central de la tumoración con zonas intermedias de color amarillento como suele verse con sangre acumulada extravascular en distintos estadios. Es muy común la presencia de equimosis alejadas de la zona del hematoma, generalmente en el sentido gravitacional, por escurrimiento de la sangre por distintos planos miofasciales y subcutáneos hacia zonas más declives. A veces los pacientes ancianos no recuerdan el episodio traumático de días o semanas anteriores. Hay que tener en cuenta que la fragilidad capilar y vascular en general a esta edad favorece el sangrado, especialmente en pacientes que están tomando medicación antiagregante plaquetaria, y obviamente los pacientes anticoagulados. Por eso es muy importante una detallada historia clínica que incluya medicamentos recetados o incluso autoprescriptos, y antecedentes de traumas recientes. Muchas veces los pacientes son “manipulados” por personal a cargo, cuidadores y aun enfermeros y esas mínimas intervenciones son suficientes para generar en hematoma intramuscular, subcutáneo y aun fracturas !!! (costales por ejemplo). Un ultrasonido está indicado para la confirmación del hematoma, cuantificación del volumen del mismo, localización exacta etcétera. En general la tendencia es a la reabsorción espontánea del hematoma, sobre todo con medidas de apoyo como reposo, hielo, compresión de la zona con vendaje apropiado, elevación del miembro afectado y eventualmente con fisioterapia. Sin embargo, y dependiendo del volumen del mismo, y de condiciones propias de cada paciente pueden verse complicaciones algunas de ellas serias como lo es el síndrome compartimental en el que puede verse afectada la circulación arterial de un miembro con la isquemia consiguiente. La infección, y la calcificación del hematoma también están descriptos. En algunos casos se produce un seroma que es la acumulación de líquido seroso postraumático que se conoce como Síndrome de Morel-Lavallée, con formación de una cavidad entre la piel y el tejido subcutáneo ocupado por líquido seroso.
Si no hay antecedentes de trauma descartaría
coagulopatía porque además de la zona de tumoración hay equimosis alejadas de
la misma. En tal caso estaría indicado un estudio completo de la hemostasia del
paciente.
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