domingo, 1 de mayo de 2022

Varón de 56 años con mialgias, fiebre y bradicardia...

Un hombre de 56 años de edad se presentó en este hospital a principios de otoño con un historial de 1 mes de mialgias y fiebre.

 

Aproximadamente 4 semanas antes de la presentación actual, el paciente comenzó a tener mialgias y artralgias generalizadas, que empeoraron en los hombros, la parte proximal de los brazos y la parte superior de la espalda. Tenía fiebre con temperaturas de hasta 38,2°C, además de escalofríos y diaforesis. Tomó naproxeno y al día siguiente se presentó en una clínica de urgencias afiliada a este hospital. La temperatura era de 37,2°C, la frecuencia cardíaca de 72 latidos por minuto, la presión arterial de 175/95 mm Hg y la saturación de oxígeno del 100% mientras respiraba aire ambiente; el resto del examen físico fue normal. Una prueba para el ARN del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) fue negativa. Los síntomas remitieron después de 3 días, pero luego reapareció la fiebre con temperaturas de hasta 38,3°C y fatiga. El paciente dejó de consumir alcohol.

 

Tres semanas después, el paciente presentó episodios de disnea leve con “ataques de tos” y acudió a una segunda clínica de urgencias afiliada a este hospital. La temperatura era de 37,2°C, la frecuencia cardíaca de 59 latidos por minuto, la presión arterial de 138/75 mm Hg y la saturación de oxígeno del 98% mientras respiraba aire ambiente. Parecía fatigado, pero el resto del examen físico era normal. Otra prueba para el ARN del SARS-CoV-2 fue negativa y los resultados del análisis de orina y la radiografía de tórax fueron normales.

 

Al día siguiente, el paciente fue evaluado por su médico de atención primaria en otro hospital. Informó un historial de 1 mes de dolor de espalda "punzante" entre los hombros, que empeoraba al final del día y no se aliviaba con el uso de naproxeno o una almohadilla térmica. La temperatura era de 36,7°C, la frecuencia cardíaca de 48 latidos por minuto, la presión arterial de 122/72 mm Hg y la saturación de oxígeno del 100% mientras respiraba aire ambiente. Había dolor a la palpación del área paraespinal torácica izquierda, pero el resto del examen físico era normal. Según los informes, las imágenes radiográficas de la columna torácica fueron normales. Los resultados de las pruebas de laboratorio obtenidos en ese momento se muestran en la Tabla 1, junto con los resultados de las pruebas de rutina obtenidos 6 meses antes. El paciente fue remitido al servicio de urgencias de este hospital.

 


Tabla 1. Datos de laboratorio.

 

En la revisión de sistemas, el paciente informó que recientemente había medido frecuencias cardíacas de 40 a 50 latidos por minuto en su pulsioxímetro de casa; su frecuencia cardíaca inicial era de 80 a 90 latidos por minuto. También refiere antecedentes de disuria atribuida a prostatitis crónica, así como dolor en muñeca y rodilla izquierda atribuido a gota. No informó pérdida de peso, sudores, palpitaciones, disnea, mareos, aturdimiento, molestias en el pecho, hinchazón o enrojecimiento de las articulaciones, erupción cutánea, dolor de cabeza, síntomas neurológicos focales, náuseas, vómitos, diarrea o sangrado rectal.

 

El historial médico del paciente destacaba por rasgo drepanocítico, hipertensión con hipertrofia ventricular izquierda leve, palpitaciones, embolia pulmonar no provocada, apnea obstructiva del sueño, hiperuricemia, tuberculosis latente, paludismo, infección crónica por el virus de la hepatitis B, infección por Helicobacter pylori , esquistosomiasis colónica, prostatismo, y trombocitopenia. Su último procedimiento dental había tenido lugar más de 2 años antes. Los medicamentos incluían aspirina, metoprolol y losartán, así como sildenafilo según fuera necesario. Había recibido dos vacunas para la enfermedad por coronavirus 2019 (Covid-19), y la segunda vacuna se administró 7 meses antes de la evaluación actual. No hubo reacciones adversas conocidas a la medicación.

 

El paciente había nacido y crecido en el África central ecuatorial. Había emigrado a los Estados Unidos 20 años antes y no había regresado a África en más de 5 años. Estaba empleado en una universidad local y ocasionalmente tenía contacto con estudiantes universitarios. Vivía con su familia en un suburbio de Boston. Durante los meses de verano, visitó islas en Massachusetts y áreas boscosas costeras para caminar, acampar y nadar. El paciente informó que se había encontrado con muchas garrapatas pero que no había recibido una picadura de garrapata. Los gatos lo habían arañado; no hubo otras exposiciones a animales. En el pasado, había consumido dos o tres cervezas al día, pero había dejado de tomar alcohol durante el mes anterior. Nunca había consumido tabaco ni sustancias ilícitas. Entre sus antecedentes familiares destacaba enfermedad coronaria aterosclerótica.

 

En el examen, la temperatura era de 36,5°C, la frecuencia cardíaca de 46 latidos por minuto, la presión arterial de 141/65 mm Hg y la saturación de oxígeno del 100% mientras el paciente respiraba aire ambiente. El índice de masa corporal  fue de 34,4. Parecía cómodo. La auscultación del tórax reveló una frecuencia cardíaca bradicárdica. Había dolor a la palpación del área infraescapular izquierda. Un examen de próstata reveló una hemorroide no dolorosa. No hubo exantema ni adenopatías, y el resto del examen fue normal.

 

Los niveles sanguíneos de calcio, proteínas totales y tirotropina eran normales, al igual que los resultados de las pruebas de función hepática. En la Tabla 1 se muestran otros resultados de pruebas de laboratorio . Se obtuvieron hemocultivos. Los electrocardiogramas destacaron por ritmo sinusal con bloqueo auriculoventricular de primer y segundo grado (2:1) con bloqueo intermitente de rama derecha ( Figura 1A ), alternando con ritmo sinusal con bloqueo auriculoventricular de tercer grado (completo) y ritmo de escape de la unión con retraso de la conducción intraventricular ( Figura 1B ). La tomografía computarizada (TC) de tórax, abdomen y pelvis, realizada después de la administración de material de contraste intravenoso, fue negativa para embolia pulmonar.

 

 


Figura 1. Estudios iniciales de imágenes cardiacas.

Un electrocardiograma de 12 derivaciones obtenido poco después de la presentación a este hospital (Panel A) muestra ritmo sinusal normal  con bloqueo auriculoventricular de segundo grado (2:1). Las ondas P se indican con asteriscos. Los complejos QRS muestran variación; el cuarto, quinto y octavo complejos se conducen con aberrancia con imagen de bloqueo de rama derecha en un patrón rSR′ típico en la derivación V1, el cuál es indicado por flechas. Un electrocardiograma de 12 derivaciones obtenido aproximadamente 20 minutos antes (Panel B) muestra ritmo sinusal normal con bloqueo auriculoventricular de tercer grado (completo).  Hay disociación auriculoventricular, que es definida como la ausencia de una relación aparente entre las ondas P (asteriscos), y los complejos QRS. La frecuencia sinusal es de aproximadamente 80 por minuto, más rápida que la frecuencia ventricular. Un ritmo de escape ventricular de la unión AV, evidenciado por un relativamente estrecho complejo QRS y una frecuencia de escape de 50 por minuto.  Un ecocardiograma transtorácico en eje largo paraesternal con Doppler color muestra una regurgitación mitral leve, hallazgo consistente con el bloqueo auriculoventricular. 

 

 

Se administraron ceftriaxona, naproxeno, paracetamol y oxicodona por vía intravenosa. El paciente fue evaluado por un electrofisiólogo e ingresado en la unidad de cardiología de este hospital. Al día siguiente, la frecuencia cardíaca se mantuvo en aproximadamente 40 latidos por minuto y la temperatura máxima fue de 37,8 °C. Se administró oxicodona y lidocaína tópica.

 

La ecocardiografía transtorácica (ETT) reveló una función sistólica biventricular normal, sin anomalías regionales en el movimiento de la pared del ventrículo izquierdo. Había insuficiencia mitral y tricuspídea diastólica leve ( Figura 1C ), hallazgo compatible con bloqueo auriculoventricular. 1 No había evidencia de vegetaciones valvulares.

 

El nivel sanguíneo de troponina de alta sensibilidad fue de 63 ng por litro. El análisis de orina fue negativo, al igual que los análisis de sangre para anticuerpos contra la enfermedad de Lyme, IgM anti-rickettsia, ADN de ehrlichia y anaplasma, virus de inmunodeficiencia humana tipos 1 y 2 y babesia.

 

Al tercer día de hospitalización, las pruebas de anticuerpos contra SARS-CoV-2, Bartonella henselae y B. quintana , y anticuerpos antitreponémicos fueron negativas. Un ensayo de liberación de interferón-γ para Mycobacterium tuberculosis fue positivo.

 

El paciente se sometió a una TC cardíaca con sincronización electrocardiográfica, incluida una angiografía por TC con contraste e imágenes tardías. La grasa epicárdica y un tabique interauricular engrosado que linda con el seno no coronario de la válvula aórtica mostraron una mayor radiodensidad en las imágenes tardías ( Figura 2A y 2B ); estos hallazgos sugieren cambios inflamatorios y pueden indicar un absceso en evolución. La válvula aórtica tricúspide tenía valvas levemente engrosadas, pero no había evidencia de vegetaciones valvulares focales, trombos o calcificaciones.

 


Figura 2. Estudios Avanzados de Imágenes Cardíacas.

Una imagen de TC cardiaca en la fase arterial (Panel A) muestra un tabique interauricular engrosado que linda con el seno no coronario de la válvula aórtica (flecha), y una imagen tardía de tomografía computarizada cardíaca  (Panel B), muestra una radiodensidad aumentada en el septum interauricular engrosado (flecha), comparado con el tejido epicárdico normal (asterisco); estos hallazgos son sugestivos de cambios inflamatorios y pueden indicar absceso en evolución.  Un ecocardiograma transesofágico en una vista de cuatro cámaras a nivel de esófago medio, (panel C), y en esófago medio eje corto (panel D), muestra engrosamiento del septum interauricular lindando con el seno no coronario de la válvula aórtica (flechas), sin evidencia de vegetaciones valvulares o absceso de la raíz aórtica. Una RMN ecocardíaca en T2 dual, muestra una hiperintensidad del cuerpo fibroso central (flecha), hallazgo sugestivo de edema. Un PET/TC con  18F‑fluorodeoxyglucose  (Panel F), muestra intensa captación en el área engrosada del septum interauricular (flecha), hallazgo sugestivo de  un proceso infeccioso tal como endocarditis o un trastorno inflamatorio o infiltrativo.

 

 

Se administró doxiciclina oral. En el cuarto día de hospitalización, la frecuencia ventricular midió entre 30 y 40 latidos por minuto, y la temperatura máxima fue de 37,9°C.

 

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Este hombre de 56 años presentó fiebre subaguda, dolor de espalda y bloqueo auriculoventricular completo. Recibió tratamiento empírico con un curso de 3 días de ceftriaxona por una posible carditis de Lyme, pero sus síntomas no disminuyeron y las pruebas de anticuerpos contra la enfermedad de Lyme fueron negativas.

 

BLOQUEO AURICULOVENTRICULAR

El bloqueo auriculoventricular se define como un retraso o interrupción patológica en la conducción de los impulsos eléctricos que viajan desde el nódulo sinusal hasta los ventrículos. El bloqueo auriculoventricular completo ocurre cuando hay una ausencia completa de conducción desde el nódulo sinusal a los ventrículos ( Figura 3 ). Hay varias causas de bloqueo auriculoventricular; la fibrosis y la cardiopatía isquémica son las más frecuentes. 2 Cuando consideramos otras características de la presentación de este paciente, específicamente la fiebre subaguda, los principales diagnósticos en este caso son miocarditis y endocarditis infecciosa.

 


Figura 3. Sistema de conducción cardiaca.

Se muestra un diagrama del sistema de conducción cardíaca. Normalmente, el impulso comienza en el nódulo sinoauricular, avanza hacia el nódulo auriculoventricular, se mueve a través del haz común de His hacia la rama derecha del haz y la rama izquierda del haz, y finalmente activa el miocardio a través de fibras de Purkinje distales. La ubicación probable de la lesión de este paciente, que se indica con una X, se encuentra a lo largo de la porción distal del nódulo auriculoventricular y la porción proximal del haz de His, cerca de las fibras del haz de la rama derecha. Una lesión en esta ubicación da como resultado la interrupción de la vía de conducción auriculoventricular y un ritmo de escape de la unión (flecha discontinua) con bloqueo de rama derecha intermitente

 

MIOCARDITIS

La miocarditis es la inflamación del miocardio que puede afectar el sistema de conducción y provocar arritmias, incluido el bloqueo auriculoventricular completo. 3-6 La miocarditis se puede categorizar como aguda (síntomas durante ≤3 meses) o subaguda o crónica (síntomas durante >3 meses). La presentación es variable, desde fatiga inespecífica y dolor torácico hasta insuficiencia cardíaca, arritmia o muerte súbita. Existen causas de miocarditis infecciosas, inmunomediadas y mediadas por toxinas. 3-6 Las pruebas diagnósticas iniciales suelen incluir un hemograma completo, la medición de los reactivos de fase aguda y biomarcadores cardíacos, radiografía de tórax, electrocardiografía y ecocardiografía. 4

 

Este paciente refirió antecedentes de dolor en la parte superior de la espalda, y es importante considerar si este dolor era un dolor cardíaco referido. Cabe destacar que presentaba un recuento leucocitario normal sin eosinofilia periférica, niveles elevados de proteína C reactiva y troponina, radiografía de tórax normal, bloqueo auriculoventricular en el electrocardiograma y función biventricular normal en la ETT.

 

ENDOCARDITIS INFECCIOSA

La endocarditis infecciosa es una infección del endocardio que a menudo involucra las válvulas cardíacas. Tal como las miocarditis, la endocarditis infecciosa puede ser aguda o subaguda, y la presentación es variable, con posibles manifestaciones que incluyen fiebre, fatiga, síntomas relacionados con la infección en sitios distantes, e insuficiencia cardiaca, así como arritmia cuando la infección se extiende al sistema de conducción (en cuyo caso suele estar causado por un absceso).7,8 La evaluación inicial estándar para la endocarditis infecciosa incluye muchos de las pruebas diagnósticas básicas que también se utilizan para evaluar la miocarditis, junto con hemocultivos. Varios patógenos, principalmente bacterianos pero también fúngicos, pueden causar endocarditis infecciosa.

En este paciente, los hemocultivos obtenidos en el momento de la admisión, antes de la administración de agentes antibióticos, fueron negativos. En vista de este hallazgo, es importante considerar los factores de riesgo epidemiológicos derivados de la historia y examen físico para ayudar a guiar la evaluación adicional y el tratamiento empírico de la endocarditis infecciosa con cultivo negativo.7 El paciente se sometió a un ecocardiograma transtorácico (ETT), que  es una prueba inicial estándar  de estudio de imagen cardíaca no invasivo. El ETT  es moderadamente sensible para la detección de vegetaciones pero tiene sensibilidad limitada para el diagnóstico de absceso aórtico, que es motivo de preocupación en presencia de bloqueo auriculoventricular o de rama del haz de His. Por lo tanto, la ecocardiografía transesofágica (ETE) sería un estudio siguiente apropiado a considerar.7,8 Otros estudios avanzados de imágenes cardíacas, como la TC cardíaca y la tomografía por emisión de positrones (PET), también podrían considerarse (Tabla 2).4,9,

 


Tabla 2. Estudios de imágenes cardíacas para evaluar endocarditis o miocarditis.

 

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS Y POSTERIOR CURSO HOSPITALARIO

Se realizó ETE para evaluar la sospecha de endocarditis infecciosa. No se identificó evidencia de vegetaciones valvulares o absceso de la raíz aórtica. Sin embargo, había engrosamiento del tabique interauricular que linda con el seno no coronario de la válvula aórtica ( Figura 2C y 2D); este hallazgo fue similar al observado en la TC cardiaca. El aspecto general y la distribución de este engrosamiento son sugestivos de hipertrofia lipomatosa, aunque no se pueden descartar causas inflamatorias e infecciosas. En las imágenes Doppler color, se observaron regurgitación mitral de leve a moderada y trazas de regurgitación tricuspídea.

 

En el quinto día de hospitalización, una prueba de anticuerpos contra el virus de la hepatitis B dio positivo, pero las pruebas para el antígeno de superficie y el ADN del virus de la hepatitis B dieron negativo. Un análisis de sangre para el ADN de Tropheryma whipplei también fue negativo. El nivel en sangre de proteína C reactiva fue de 189,5 mg por litro. Más tarde ese día, el paciente tuvo una serie de ocho latidos de taquicardia ventricular no sostenida.

 

La resonancia magnética nuclear (RMN) cardíaca reveló hiperintensidad del cuerpo fibroso central en imágenes de eco dual potenciadas en T2 ( Figura 2E ), un hallazgo que sugiere edema. No hubo evidencia de realce tardío de gadolinio en el miocardio.

 

En el sexto día de hospitalización, el ritmo cardíaco se convirtió en un ritmo de unión acelerado, con una frecuencia ventricular que oscilaba entre 70 y 80 latidos por minuto. Exámenes de sangre para anticuerpos antinucleares, anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos, péptido anticíclico citrulinado, anticuerpos β 2 -glucoproteína 1, anticuerpos anticardiolipina, factor reumatoide, anticoagulante lúpico y anticuerpos anti-Ro, anti-La, anti-RNP y anti-Smith fueron negativos, al igual que la prueba de una muestra nasofaríngea para el ARN del SARS-CoV-2.

 

En el séptimo día de hospitalización, los análisis de sangre para IgM anti-toxoplasma, ADN de Borrelia miyamotoi , anticuerpos contra brucella, anticuerpos contra micoplasma, microfilaria, anticuerpos contra Coxiella burnetii y anticuerpos contra Chlamydia pneumoniae , C. psittaci y C. trachomatis fueron negativos. El título de anticuerpos anti-ADN de doble cadena fue de 1:20 (valor de referencia, negativo a 1:10). El nivel de proteína C reactiva fue de 51,6 mg por litro.

 

Una tomografía PET con 18 F-fluorodesoxiglucosa (FDG) reveló una captación intensa de FDG en el tabique interauricular ( Figura 2F ), así como un ganglio linfático mediastínico anterior.

 

SE REALIZÓ UNA PRUEBA DE DIAGNÓSTICA.

 

CONTINUACIÓN DEL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Hacia el tercer día de hospitalización, la condición del paciente no había mejorado a pesar de la administración de ceftriaxona durante varios días, por lo que se agregó doxiciclina oral para cubrir posibles patógenos que no fueron tratados con ceftriaxona. Las imágenes cardíacas posteriores confirmaron la presencia de un proceso infeccioso o inflamatorio en la región del nódulo auriculoventricular. Sin embargo, no hubo evidencia de vegetaciones valvulares, un hallazgo que hizo poco probable la endocarditis infecciosa. Los síntomas, la anomalía de la conducción cardíaca y la evidencia de lesión miocárdica en las imágenes hicieron que la miocarditis regional fuera el diagnóstico más probable en este paciente.

 

MIOCARDITIS MEDIADA POR TOXINAS

Aparte de la exposición al alcohol, este paciente no tenía indicios epidemiológicos que sugirieran miocarditis mediada por toxinas, y la exposición a una toxina normalmente no causaría fiebre subaguda. Aunque numerosos medicamentos pueden provocar una reacción alérgica que cause miocarditis, el paciente no tenía antecedentes de alergia ni exposición informada a medicamentos. Estos factores reducen el diagnóstico diferencial a la miocarditis causada por un proceso inmunológico o infeccioso.

 

MIOCARDITIS INMUNOMEDIADA

El paciente no reportó antecedentes recientes de enfermedad gastrointestinal o asma y tuvo resultados normales en los exámenes mucocutáneos, cutáneos, musculoesqueléticos, oculares y pulmonares. No tenía eosinofilia y tenía niveles normales de tirotropina y calcio. Además, los resultados del análisis de orina, las pruebas de función renal y la radiografía de tórax fueron normales, y la evaluación serológica para marcadores de vasculitis y artritis inflamatoria fue negativa. Esta constelación de datos hace que la enfermedad inflamatoria intestinal, la tirotoxicosis, la granulomatosis eosinofílica con poliangeítis, la granulomatosis con poliangeítis, la polimiositis, la esclerodermia, el lupus eritematoso sistémico y la sarcoidosis cardíaca sean todas poco probables. 3,4Es de destacar que el paciente no tenía antecedentes de viajes a América Central o América del Sur, lo que hace que la enfermedad de Chagas sea poco probable. Su edad no es consistente con un diagnóstico de la enfermedad de Kawasaki. Aunque había recibido vacunas contra el covid-19, el intervalo de 7 meses es demasiado largo para sugerir miocarditis relacionada con la vacuna. 3,11 La miocarditis de células gigantes sigue siendo un diagnóstico posible en este momento; sin embargo, típicamente involucra taquiarritmias ventriculares clínicamente significativas e insuficiencia cardíaca, que no eran características de la presentación de este paciente. 3,4

 

MIOCARDITIS INFECCIOSA

Aunque la miocarditis infecciosa es más comúnmente causada por una infección viral, es importante tener en cuenta las pistas epidemiológicas derivadas de la historia clínica del paciente. Su historial de prostatitis crónica sugiere la posibilidad de una infección por bacterias gramnegativas o infección por C. trachomatis o M. tuberculosis , especialmente porque tuvo una prueba positiva para M. tuberculosis y no recibió tratamiento para la tuberculosis latente. 3,4

 

El consumo de alcohol aumenta el riesgo de infección por especies de bartonella, especies de aeromonas, Listeria monocytogenes o Streptococcus pneumoniae . 3,4,7 La edad, el sexo y los antecedentes de artralgias del paciente son compatibles con el diagnóstico de la enfermedad de Whipple, que es causada por una infección por T. whipplei . 12 La exposición a gatos sugiere la posibilidad de toxocariasis o infección por B. henselae o Toxoplasmosis gondii . Las exposiciones al aire libre como la natación, la pesca y el senderismo provocan la infección por L. monocytogenes , Borrelia burgdorferi , Rickettsia rickettsii, o especies de blastomices, leptospira o aeromonas parecen plausibles. 3,4,13 Finalmente, el paciente puede haber estado expuesto a patógenos endémicos en África central ecuatorial, como especies de brucella, especies de schistosoma, C. burnetii , Wuchereria bancrofti o Taenia solium , todos los cuales se han asociado con miocarditis. 3,14 Sobre la base de la evaluación infecciosa que habíamos realizado hasta este momento en el curso hospitalario del paciente, las infecciones por M. tuberculosis , L. monocytogenes , S. pneumoniae y especies de blastomices, leptospira y aeromonas permanecieron como posibles causas. de miocarditis en este caso.

 

Tuvimos el beneficio de monitorear la evolución de los síntomas de este paciente durante un período de 1 semana, incluida su respuesta a la terapia antimicrobiana empírica. Hubo una disminución notable de la fiebre y el dolor de espalda, y el nivel de proteína C reactiva también tendió a la baja después de la adición de doxiciclina. Era razonable concluir que tenía miocarditis regional infecciosa subaguda causada por una infección bacteriana que respondía a la doxiciclina pero no a la ceftriaxona, lo que dejaba a L. monocytogenes como el patógeno más probable responsable de la presentación clínica del paciente. 15 Aunque la biopsia endomiocárdica puede confirmar el diagnóstico de miocarditis causada por L. monocytogenes, se pensaba que los riesgos asociados con la biopsia superaban los beneficios, por lo que se recomendó la secuenciación del ADN libre de células microbianas como prueba de diagnóstico alternativa. 16,17

 

DIAGNÓSTICO CLÍNICO PRESUNTIVO

MIOCARDITIS REGIONAL POR INFECCIÓN CON LISTERIA MONOCYTOGENES.

 

PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO ADICIONALES

La prueba de diagnóstico en este caso fue la secuenciación de ADN libre de células microbianas realizada en un laboratorio de referencia. Esta prueba, que es similar a la secuenciación de ADN libre de células utilizada para la detección de anomalías fetales y para el diagnóstico de cáncer, se realiza con el uso de plasma del paciente. Cuando la muestra de plasma se recibe en el laboratorio de referencia, los fragmentos de ADN libres de células se extraen de la muestra y se convierten en bibliotecas de secuenciación de ADN de escopeta. A continuación, se secuencian los fragmentos de ADN y se realiza un análisis para calcular la concentración de moléculas de ADN libres de células de cualquier patógeno potencial. Esta tecnología puede detectar más de 1000 posibles patógenos viables y no viables, incluidas bacterias, hongos, virus de ADN y eucariotas. En este caso, L. monocytogenesse detectó a una concentración de 42 moléculas de ADN libre de células por microlitro (valor de referencia, <10); este hallazgo confirmó el diagnóstico de listeriosis. Los resultados se asociaron con una sensibilidad del 95 % (a 41 moléculas por microlitro) y una especificidad del 98 al 99,99 % para el diagnóstico de listeriosis.

 

DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO

INFECCIÓN POR LISTERIA MONOCYTOGENES .

 

DISCUSIÓN DE MANEJO

A diferencia de otros patógenos transmitidos por los alimentos, L. monocytogenes afortunadamente no ha desarrollado resistencia a los antimicrobianos con el tiempo. Una combinación de ampicilina o penicilina y gentamicina tiene actividad antimicrobiana sinérgica in vitro. Por lo tanto, la combinación comprobada de ampicilina y gentamicina sigue siendo el régimen de elección en pacientes con listeriosis.

 

Debido a que esta infección es rara, tiene una predilección por los huéspedes inmunocomprometidos y las mujeres embarazadas, y se asocia con una alta mortalidad y otras consecuencias graves, los ensayos prospectivos de intervención o controlados con placebo de los regímenes de antibióticos para el tratamiento de la listeriosis han sido limitados. La mayor parte de nuestro conocimiento se obtiene de series retrospectivas, que correlacionan las características de los pacientes y los tratamientos con los resultados. Algunos estudios pequeños más antiguos han sugerido que los beneficios de agregar gentamicina podrían no ser grandes y podrían verse superados por los efectos tóxicos. Sin embargo, un gran estudio prospectivo de cohortes (el estudio MONALISA), 18que examinó 870 casos de listeriosis que ocurrieron entre 2009 y 2013, mostró que la ampicilina o la penicilina, la trimetoprima-sulfametoxazol y la gentamicina se correlacionaron de forma independiente con una mejor supervivencia que la observada con otros agentes antimicrobianos. La terapia combinada, que incluye solo un curso de 3 días de la combinación de amoxicilina (para la cual hay una forma intravenosa disponible en Europa pero no en los Estados Unidos) y gentamicina, se asoció con una mejor supervivencia que la observada con la monoterapia. Este estudio también mostró que la dexametasona no era ventajosa en pacientes que tenían listeriosis con afectación del sistema nervioso central.

 

Se puede usar ampicilina o penicilina, pero generalmente se prefiere la ampicilina. Se debe considerar la desensibilización en pacientes alérgicos a la penicilina. Las terapias alternativas pueden incluir trimetoprima-sulfametoxazol, así como la combinación de trimetoprima-sulfametoxazol y gentamicina. La vancomicina y el meropenem son alternativas posibles, pero se ha informado falla del tratamiento con cada uno de estos agentes. No se preferiría la doxiciclina, pero podría tratar parcialmente la listeriosis, como se sugirió en este caso. La duración de la terapia antimicrobiana suele ser de 2 semanas para la bacteriemia no complicada en una persona por lo demás sana (lo cual es raro pero ocurre), de 3 a 4 semanas en pacientes inmunocomprometidos y de 6 a 8 semanas en pacientes con infección visceral, siembra en sitios profundos, o endocarditis. En los pacientes que reciben ampicilina, la duración del tratamiento con gentamicina añadida no está clara; la mayoría de los expertos recomendaría de 1 a 2 semanas, si es posible, con un control cuidadoso de la función renal.

 

La miocarditis debida a L. monocytogenes es una afección rara que se describió por primera vez en 1979. 19 Se han informado menos de 10 casos de miocarditis debida a listeria, en ausencia de endocarditis, en humanos. Un pródromo de fiebre y taquipnea puede preceder por semanas al compromiso cardíaco manifiesto. 20 Las manifestaciones cardíacas pueden incluir un síndrome similar al infarto agudo de miocardio, bloqueo auriculoventricular, taquicardia ventricular, masas intramiocárdicas e intracavitarias y miocardiopatía con síntomas de insuficiencia cardíaca. 21,22 En pacientes con infección sistémica, la depresión miocárdica mediada por sepsis puede simular una miocarditis, con grados similares de deterioro de la función ventricular izquierda y niveles elevados de troponina.

 

El diagnóstico de miocarditis por listeria debe sospecharse cuando la TC, la RM o la PET cardiacas muestran inflamación focal en presencia de fiebre y características sistémicas de la inflamación. Los hallazgos inespecíficos pueden incluir elevaciones en la velocidad de sedimentación de eritrocitos, el nivel de proteína C reactiva y el recuento de glóbulos blancos, con un cambio en los leucocitos hacia formas inmaduras. La endocarditis por listeria de válvulas cardíacas nativas o protésicas con compromiso miocárdico es más común que la miocarditis por listeria aislada. 23El diagnóstico de miocarditis por listeria puede confirmarse mediante hemocultivo o cultivo tisular o, con menos frecuencia, mediante un examen histológico de tejido que revela bacilos grampositivos en el contexto de miocarditis activa. Después del tratamiento con antibióticos, se pueden formar aneurismas en regiones de absceso miocárdico agudo, con un riesgo asociado de tromboembolismo.

 

SEGUIMIENTO

Después de que los resultados de la secuenciación del ADN libre de células microbianas estuvieron disponibles, el régimen de antibióticos se convirtió en una terapia antilisteria de primera línea con ampicilina y gentamicina. El paciente no tuvo recurrencia de fiebre, artralgias o dolor de espalda mientras estuvo hospitalizado. Aunque la conducción auriculoventricular se restauró en general, presentaba bloqueo auriculoventricular persistente de primer grado y episodios residuales intermitentes de bloqueo auriculoventricular completo, por lo que se le implantó un marcapasos bicameral antes del alta.

 

El paciente finalmente completó un curso de 6 semanas de terapia con antibióticos y los niveles de marcadores inflamatorios permanecieron en el rango normal. Cuatro semanas después de la implantación del marcapasos, la interrogación del dispositivo reveló un requisito de estimulación modesto (aurícula, 1,1 %; ventrículo, 0,2 %). Había palpitaciones que se correlacionaban con episodios cortos de taquicardia auricular con conducción auriculoventricular 1:1 a una frecuencia de 158 latidos por minuto; estos episodios fueron tratados eficazmente con metoprolol. Por lo demás, el paciente estuvo asintomático hasta la visita de seguimiento a los 5 meses.

 

DIAGNOSTICO FINAL

MIOCARDITIS REGIONAL POR INFECCIÓN CON LISTERIA MONOCYTOGENES .

 

 

 

Traducción de:

Case 13-2022: A 56-Year-Old Man with Myalgias, Fever, and Bradycardia

Molly L. Paras, M.D., Shaan Khurshid, M.D., M.P.H., Borek Foldyna, M.D., Alex L. Huang, M.B., Ch.B., Ph.D., Elizabeth L. Hohmann, M.D., Leslie T. Cooper, M.D., and Bianca B. Christensen, M.D.

NEJM

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcpc2201233?query=featured_home

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viernes, 22 de abril de 2022

Mujer de 41 años con ataque isquémico transitorio y masas valvulares en válvula mitral...

 Una mujer de 41 años con disartria transitoria y caída facial fue trasladada a este hospital para evaluación de masas en la válvula mitral.

 

Tres semanas antes de esta presentación, la paciente acudió al departamento de emergencias de otro hospital debido a preocupaciones sobre el sangrado vaginal abundante que se había desarrollado 1 semana antes y se asoció con dolor abdominal tipo cólico, fatiga, disnea y mareos. En el examen se destacó una frecuencia cardíaca de 91 latidos por minuto, una presión arterial de 130/79 mm Hg y una saturación de oxígeno del 100% mientras respiraba aire ambiente; por lo demás, según los informes, el examen fue normal, aunque no se realizó un examen ginecológico. Los resultados de laboratorio fueron notables por un nivel de hemoglobina de 8,2 g por decilitro (rango de referencia, 12,0 a 16,0; nivel previo 1 año antes, 9,1), un volumen corpuscular medio de 71,3 fl (rango de referencia, 80 a 94) y un recuento de plaquetas de 148.000 por microlitro (rango de referencia, 150.000 a 450.000). La gonadotropina coriónica humana en orina fue indetectable. Se administró solución salina normal por vía intravenosa y se prescribió un ciclo de acetato de medroxiprogesterona durante 5 días.

 

Once días después de que la paciente completó la terapia con acetato de medroxiprogesterona (9 días antes de esta presentación), recurrió el sangrado vaginal abundante y la disnea. Se prescribió un curso adicional de 3 días de acetato de medroxiprogesterona. La noche después de que la paciente terminó el segundo curso de tratamiento, dentro de 1 hora después de haberla visto y parecía estar bien, su esposo notó que tenía caída facial en el lado derecho y dificultad para hablar.  Llamó a los servicios médicos de emergencia. Cuando llegó al servicio de urgencias de un segundo hospital, dentro de 1 hora después del inicio de los síntomas, en su examen destacaba una frecuencia cardíaca de 91 latidos por minuto, una presión arterial de 173/83 mm Hg y una saturación de oxígeno de 99% mientras respiraba aire ambiente. Se observó que tenía caída facial en el lado derecho y habla ininteligible.

La tomografía computarizada (TC) de la cabeza ( Figura 1A ) no reveló evidencia de infarto agudo o hemorragia intracraneal. Se observaron pequeños infartos crónicos en el tálamo derecho y el hemisferio cerebeloso derecho. Un angiograma por TC (CTA) de la cabeza y el cuello no mostró estenosis de alto grado ni oclusión de grandes vasos.

 

 


Figura 1. Estudios de Neuroimagen.

Una imagen de tomografía computarizada axial inicial de la cabeza, realizada sin la administración de material de contraste intravenoso (Panel A), no muestra anormalidad intracraneal. No hubo infarto grande ni hemorragia intracraneal. Al día siguiente, se realizó resonancia magnética de la cabeza. Las imágenes axiales ponderadas en T2 muestran infartos crónicos en el tálamo derecho (Panel B, flecha) y el hemisferio cerebeloso derecho (Panel C, flecha). Una imagen ponderada por difusión axial (Panel D) no muestra áreas de difusión restringida que sugieran una enfermedad aguda. Las imágenes de proyección de máxima intensidad se obtuvieron a partir de angiografía por resonancia magnética tridimensional (ARM), en tiempo de vuelo de la circulación intracraneal (Panel E) y ARM del cuello realzada con gadolinio (Panel F). Las imágenes no muestran estenosis de alto grado u oclusión de las principales arterias intracraneales o cervicales.

 

Se obtuvo una consulta de neurología; Se administró aspirina y atorvastatina. Los niveles sanguíneos de electrolitos, albúmina, colesterol de lipoproteínas de baja densidad y hemoglobina glicosilada eran normales, al igual que el recuento de glóbulos blancos y el recuento diferencial y los resultados de las pruebas de función hepática y renal. La gonadotropina coriónica humana en orina fue indetectable y el análisis de orina mostró sangre 3+, sin proteínas ni cilindros. En la Tabla 1 se muestran resultados de pruebas de laboratorio adicionales . Dentro de los 45 minutos posteriores a la llegada del paciente al departamento de emergencias del segundo hospital, la asimetría facial y la disartria se resolvieron. La paciente fue ingresada en la unidad médica del segundo hospital.

 


Tabla 1. Datos de laboratorio.

 

Al día siguiente, la resonancia magnética nuclear (RMN) y la angiografía de la cabeza y el cuello revelaron nuevamente infartos lacunares antiguos en el tálamo derecho ( Figura 1B ) y el hemisferio cerebeloso derecho ( Figura 1C ). No hubo evidencia de infarto agudo ( Figura 1D ), hemorragia intracraneal u oclusión cerebrovascular ( Figura 1E y 1F ).

 

Se transfundieron dos unidades de concentrados de glóbulos rojos. Los resultados de las pruebas de laboratorio posteriores a la transfusión se muestran en la Tabla 1 . Un ecocardiograma transtorácico ( Figura 2A y 2B ) mostró valvas de la válvula mitral engrosadas e insuficiencia mitral de leve a moderada, con una presión sistólica del ventrículo derecho estimada en 48 mm Hg .

 

En el tercer día de hospitalización, un ecocardiograma transesofágico ( Figura 2C ) mostró ecodensidades múltiples en el lado auricular de las valvas de la válvula mitral en las líneas de cierre que eran consistentes con vegetaciones. Se obtuvieron cultivos de sangre y se administró heparina por vía intravenosa.

 


Figura 2.Ecocardiogramas y TAC de Abdomen y Pelvis.

En la ecocardiografía transtorácica (Panel A), una vista de eje largo paraesternal muestra engrosamiento en las puntas de las valvas de la válvula mitral, un hallazgo sugestivo de vegetaciones (flecha). Una vista apical de tres cámaras en la ecocardiografía transtorácica (Panel B) nuevamente muestra engrosamiento en las puntas de las valvas de la válvula mitral en la superficie auricular. Un ecocardiograma transesofágico (Panel C) muestra las vegetaciones (flecha) en el lado atrial de las valvas de la válvula mitral en las líneas de cierre. Hubo insuficiencia mitral leve a moderada asociada (no se muestra). Las imágenes de TC coronal (Panel D) y sagital (Panel E) del abdomen y la pelvis, obtenidas sin la administración de material de contraste intravenoso, muestran un útero heterogéneo agrandado (Panel E, flecha). Una imagen de TC axial de la pelvis (Panel F) muestra masas uterinas calcificadas (flechas) que eran consistentes con fibromas. LA denota aurícula izquierda, ventrículo izquierdo LV y válvula mitral MV.

 

En el cuarto día de hospitalización, la tasa de infusión de heparina se redujo en intervalos de 6 horas cuando el tiempo de tromboplastina parcial excedía los 150 segundos, hasta que se detuvo la infusión. Los resultados de las pruebas de laboratorio se muestran en la Tabla 1 ; los niveles de complemento (C3 y C4) eran normales. Se obtuvieron cultivos de sangre adicionales.

 

Una nueva tomografía computarizada de la cabeza no reveló anomalías agudas. La TC de tórax mostró nódulos agrupados en los lóbulos inferiores que probablemente estaban relacionados con aspiración, y la TC de abdomen y pelvis ( Figura 2D, 2E y 2F ) reveló un útero heterogéneo agrandado con múltiples fibromas.

 

Al día siguiente, la paciente fue trasladada a este hospital. En una revisión de los sistemas, no informó recurrencia de disartria o caída facial y no notó otros síntomas neurológicos. Informó que había tenido sangrado menstrual abundante y disnea de esfuerzo en las semanas anteriores a esta presentación; erupciones maculares pruriginosas en el tronco, el cuero cabelludo, los brazos y las piernas con fotosensibilidad asociada que había persistido durante muchas semanas; nuevo fenómeno de Raynaud en los últimos 10 meses; y una larga historia de ojos secos y alergias estacionales. El historial médico fue notable por el rasgo de células falciformes, deficiencia de vitamina B 12, deficiencia de hierro que resultó en infusiones de hierro en el pasado, fibromas uterinos, ansiedad e hipertensión. Los antecedentes quirúrgicos incluían múltiples laparoscopias y dos laparotomías, incluida salpingo-ooforectomía por endometriosis. Debido a la infertilidad, se había sometido a una fecundación in vitro; tuvo un aborto espontáneo en el primer trimestre a los 25 años de edad. Durante su segundo embarazo a los 33 años de edad, una prueba de detección de reagina plasmática rápida (RPR) fue positiva en 1:8; sin embargo, una prueba confirmatoria treponémica específica para sífilis fue negativa. Se desarrolló hipertensión inducida por el embarazo, seguida de desprendimiento de la placenta a las 30 semanas, lo que resultó en un parto por cesárea. Los medicamentos incluyeron amlodipina, cianocobalamina, sulfato ferroso y acetato de medroxiprogesterona. No tenía alergias conocidas a medicamentos.

 

La paciente vivía en el este de Massachusetts con su esposo y su hijo. No bebía alcohol ni fumaba tabaco. Su madre tenía artritis reumatoide, hipertensión y antecedentes de aborto espontáneo. Una abuela tenía diabetes y la otra abuela había tenido un stroke. Una tía había tenido leucemia y luego cáncer de mama. Su hijo tiene psoriasis.

La temperatura era de 36,8°C, la frecuencia cardíaca de 74 latidos por minuto, la presión arterial de 155/98 mm Hg y la saturación de oxígeno del 99% mientras el paciente respiraba aire ambiente. La altura era de 175 cm, el peso de 107 kg y el índice de masa corporal 34,9. Tenía varias máculas circulares pequeñas en la espalda ( Figura 3 ). Soplo holosistólico grado 2/6 en borde y ápex esternal izquierdo. No tenía linfadenopatía, petequias, cambios en las uñas o evidencia de artritis. El resto del examen fue normal, al igual que un examen neurológico.

 

 


Figura 3. Fotografía de las Máculas en la Espalda.

En la presentación en este hospital, varios pequeñas máculas circulares hiperpigmentadas, que la paciente describió como pruriginosas y fotosensibles, se observaron en la espalda.

 

Los resultados de las pruebas de laboratorio se muestran en la Tabla 1 . Todos los hemocultivos obtenidos en el segundo hospital no mostraron crecimiento. Un electrocardiograma fue normal.

 

Se recibieron los resultados de las pruebas de diagnóstico y se tomaron las decisiones de manejo.

 

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

El primer paso para desarrollar un diagnóstico diferencial en este caso es determinar si la presentación de este paciente está relacionada con una afección inflamatoria o no inflamatoria. Los trastornos no inflamatorios a considerar incluyen ataque isquémico transitorio (AIT) o accidente cerebrovascular debido a enfermedad aterosclerótica o embolia, endocarditis infecciosa con cultivo negativo, sangrado inducido por fibroma y cáncer. Las posibles causas inflamatorias incluyen endocarditis trombótica no bacteriana, síndrome antifosfolípido (SAF), lupus eritematoso sistémico (LES) y vasculitis. Me concentraré en las características individuales de la presentación de esta paciente y veré si hay alguna pista que apunte a uno o más de estos diagnósticos.

 

TIEMPO PROLONGADO DE TROMBOPLASTINA PARCIAL Y SANGRADO

Una característica notable de la presentación de esta paciente es el sangrado vaginal en el contexto de un tiempo de tromboplastina parcial levemente prolongado. Esto puede deberse a la anticoagulación, a una deficiencia de factor intrínseco (como la que ocurre en pacientes con hemofilia) o a la presencia de un inhibidor de la coagulación. Los inhibidores adquiridos pueden desarrollarse durante el embarazo o en asociación con cáncer o enfermedades del tejido conjuntivo, pero también pueden observarse en personas sanas no embarazadas. Además, la prolongación del tiempo de tromboplastina parcial puede indicar la presencia de anticoagulante lúpico, que generalmente se determina mediante pruebas secuenciales. En primer lugar, se realiza una prueba de detección dependiente de fosfolípidos, como la prueba de tiempo de veneno de víbora de Russell diluido o una prueba de tiempo de tromboplastina parcial activada (aPTT, por sus siglas en inglés) sensible al anticoagulante lúpico. Después, el fracaso de los estudios de mezcla para corregir la prolongación del aPTT indica la presencia de un inhibidor, en lugar de una deficiencia de factor. Finalmente, si la adición de exceso de fosfolípidos corrige la prolongación, se confirma la presencia de anticoagulante lúpico. A pesar del nombre, el anticoagulante lúpico generalmente provoca la coagulación en el sistema venoso o arterial y rara vez provoca sangrado. Por lo tanto, el sangrado vaginal en esta paciente puede ser causado por otro trastorno como los fibromas uterinos.  

 

RESULTADO FALSO POSITIVO EN LA PRUEBA RÁPIDA DE REAGINA PLASMÁTICA

Los resultados falsos positivos en pruebas serológicas no treponémicas para sífilis generalmente son de títulos bajos. Es importante confirmar cualquier prueba no treponémica reactiva, como la prueba RPR, con una prueba treponémica específica. Dado que la prueba RPR de este paciente no confirmó un diagnóstico de sífilis, es importante comprender las condiciones asociadas con un resultado RPR falso positivo. Puede producirse un resultado falso positivo debido a la detección de anticuerpos anticardiolipina, ya que el antígeno de la prueba RPR contiene cardiolipina. Un resultado RPR falso positivo también puede ocurrir en el contexto del embarazo, enfermedades febriles agudas (p. ej., endocarditis), enfermedad hepática crónica, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, inmunizaciones recientes, uso de drogas por vía intravenosa y enfermedades autoinmunes como SAF y LES.

 

ATAQUE ISQUÉMICO TRANSITORIO E HISTORIAL DE COMPLICACIONES DEL EMBARAZO

La causa más probable de AIT en esta paciente son los fenómenos embólicos de la vegetación valvular. Aunque las mujeres que han tenido un embarazo complicado anterior tienen un mayor riesgo de accidente cerebrovascular que las mujeres con embarazos previos sin complicaciones, 1la combinación de complicaciones del embarazo, aborto espontáneo y fenómenos tromboembólicos en esta paciente despierta la sospecha de SAF. El SAF es un síndrome autoinmune caracterizado por trombosis venosa o arterial, complicaciones del embarazo, o ambas, en el contexto de una prueba de anticuerpos antifosfolípidos positiva. El SAF puede ser un trastorno primario o puede ser una consecuencia del LES u otra enfermedad autoinmune. Los criterios revisados ​​de Sapporo, también conocidos como criterios de Sydney, pueden ser útiles en el diagnóstico de SAF, que requiere que un paciente cumpla con un criterio clínico y un criterio de laboratorio. 2 Los criterios clínicos incluyen trombosis vascular o complicaciones del embarazo, y los criterios de laboratorio requieren la presencia de uno o más anticuerpos antifosfolípidos con pruebas de confirmación. 2Aunque aún no sabemos si esta paciente tiene anticuerpos antifosfolípidos, hubo preocupación por la presencia de dichos anticuerpos, dada la historia de una prueba de RPR positiva y un tiempo de tromboplastina parcial prolongado.

 

ERUPCIÓN FOTOSENSIBLE

La naturaleza fotosensible de la erupción de esta paciente aumenta la sospecha de enfermedad del tejido conjuntivo, en particular lupus eritematoso cutáneo subagudo, quizás la forma papuloescamosa, ya que la apariencia anular típica no es evidente. Una biopsia de la erupción puede ser útil, aunque no siempre es necesaria; una muestra de piel puede mostrar dermatitis de interfase vacuolar, que puede ocurrir con la enfermedad del tejido conectivo. El lupus eritematoso cutáneo subagudo a menudo se asocia con la presencia de anticuerpos anti-Ro (SSA). La erupción que se observa en el cuero cabelludo de esta paciente genera preocupación por el lupus discoide, que generalmente afecta la cara, el cuero cabelludo, las orejas y el cuello y puede estar asociado con taponamiento folicular y cicatrización. Estas erupciones en combinación con el fenómeno de Raynaud de nueva aparición pueden estar asociadas con una enfermedad del tejido conectivo como el LES.

 

ENDOCARDITIS TROMBÓTICA NO BACTERIANA

Las vegetaciones valvulares identificadas en imágenes cardíacas en el contexto de hemocultivos negativos y sin signos claros de infección sugieren endocarditis trombótica no bacteriana. Esta condición se caracteriza por trombos de plaquetas estériles que comúnmente se adhieren a las válvulas mitral y aórtica. Esto es distinto de la endocarditis bacteriana con cultivo negativo, que es causada por microorganismos que son difíciles de cultivar. La endocarditis trombótica no bacteriana a menudo se asocia con cáncer avanzado, pero también puede ocurrir en pacientes con LES o SAF. La endocarditis trombótica no bacteriana se conoce comúnmente como endocarditis de Libman-Sacks en el contexto de LES o SAF, una entidad descrita por primera vez en 1924 por Emanuel Libman y Benjamin Sacks. 3 Hasta el 50% de los pacientes con LES o SAF tienen anomalías valvulares. 4

 

ESTABLECIENDO UN DIAGNÓSTICO

La constelación de AIT de esta paciente, infartos crónicos en las imágenes, complicaciones del embarazo, un tiempo de tromboplastina parcial prolongado y un resultado falso positivo en la prueba RPR es altamente sugestivo de SAF. Dado el informe de una erupción fotosensible y el fenómeno de Raynaud de nueva aparición, hubo preocupación por el diagnóstico de LES. Finalmente, las vegetaciones no bacterianas de la válvula mitral y el engrosamiento de la valva de la válvula mitral en el contexto de todos estos hallazgos son más consistentes con  endocarditis de Libman-Sacks. Juntando todas las características de este caso, lo más probable es que este paciente tenga endocarditis de Libman-Sacks con SAF y LES asociados.

 

IMPRESIÓN CLÍNICA

El examen de esta paciente reveló dos formas morfológicas de erupción. Máculas eritematosas e hiperpigmentadas fotodistribuidas con escamas ligeras estaban presentes en el pecho, la espalda y la parte superior de los brazos y sugerían lupus eritematoso cutáneo subagudo. Se observó alopecia cicatricial en las regiones occipital, nucal, vértice izquierdo y parietal derecho del cuero cabelludo con hiperqueratosis asociada y áreas de hiperpigmentación e hipopigmentación. La paciente informó una erupción anterior similar que involucraba los pabellones auriculares. La alopecia cicatricial y los hallazgos asociados eran indicativos de lupus discoide. Se aplazó una biopsia de piel. La combinación de lupus discoide, lupus eritematoso cutáneo subagudo, endocarditis trombótica no bacteriana y los hallazgos de laboratorio que se describen a continuación sugieren el diagnóstico clínico de LES. Aunque los niveles sanguíneos de C3 y C4 eran normales, otros fenómenos inmunológicos apoyan el diagnóstico de LES.

 

DIAGNOSTICO CLÍNICO PRESUNTIVO

ENDOCARDITIS DE LIBMAN-SACKS CON SÍNDROME ANTIFOSFOLÍPIDO ASOCIADO Y LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO.

 

DISCUSIÓN PATOLÓGICA

Las pruebas de laboratorio iniciales revelaron un tiempo de tromboplastina parcial levemente prolongado con un tiempo de protrombina normal. Las causas comunes de tiempo de tromboplastina parcial prolongado aislado incluyen la administración de heparina, ciertas deficiencias de factores de coagulación y la presencia de anticoagulante lúpico. No se detectó heparina en la muestra de sangre de este paciente, y los resultados de los estudios del factor de coagulación en el tiempo con tromboplastina parcial fueron normales ( Tabla 2). Una prueba de detección de aPTT sensible al anticoagulante lúpico fue positiva y la muestra de sangre no corrigió la prolongación del aPTT cuando se mezcló con plasma normal. La presencia de anticoagulante lúpico se confirmó cuando el tiempo de tromboplastina parcial se acortó después de la adición de un exceso de fosfolípido. Pruebas adicionales revelaron niveles elevados de anticardiolipina IgG y anti-β 2 -glucoproteína 1 IgG. Tomados en conjunto, estos resultados constituyen hallazgos "triplemente positivos" para la presencia de anticoagulante lúpico, la explicación más probable para el tiempo prolongado de tromboplastina parcial de este paciente. Para cumplir con los criterios de laboratorio para SAF, una prueba de anticoagulante lúpico o una prueba para cualquiera de los anticuerpos repetida al menos 12 semanas después debe mostrar un resultado positivo. 6

 


Tabla 2. Datos de laboratorio adicionales.

 

Algunas pruebas de laboratorio que se realizaron en el segundo hospital se repitieron al presentarse en este hospital, lo que resultó en conjuntos duplicados de resultados ( Tabla 2 ). Un ensayo en el que se utilizó sustrato de células HEp-2 para confirmar la presencia de anticuerpos antinucleares en una muestra evaluada en el laboratorio de nuestro hospital resultó positivo a un título de 1:160 con un patrón homogéneo. Una prueba de anticuerpos antinucleares que se había realizado en el segundo hospital 5 días antes fue positiva a un título de 1:320 con un patrón similar ( Tabla 2). Las pruebas de anticuerpos anti-Smith y anti-RNP fueron débilmente positivas cuando se realizaron en el segundo hospital; los resultados fueron normales en nuestro laboratorio. Los anticuerpos anti-Ro (SSA) estuvieron presentes en las muestras evaluadas en ambos laboratorios. Los resultados de las pruebas de anticuerpos anti-La (SSB) y anticuerpos anti-ADN de doble cadena fueron normales en ambos laboratorios.

 

Los resultados obtenidos en el laboratorio del segundo hospital fueron similares pero no idénticos a los obtenidos en nuestro laboratorio; esto puede explicarse por la variación biológica a lo largo del tiempo, factores preanalíticos como la manipulación de muestras o la variabilidad entre ensayos. Las pruebas de competencia a nivel nacional, en las que se envían muestras idénticas a cientos de laboratorios para su comparación, muestran un grado similar de variabilidad entre plataformas. 7 Esta variabilidad agrava la dificultad de desarrollar criterios de laboratorio estrictos para el LES. 8 Aunque el diagnóstico de LES no depende de un resultado de laboratorio, 9la combinación de pruebas positivas de anticuerpos antinucleares, pruebas positivas de anticoagulante lúpico y la presencia de anticuerpos anti-Smith en este paciente respalda el diagnóstico clínico de LES.

 

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO

COMPATIBLE CON LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO Y SÍNDROME ANTIFOSFOLÍPIDO.

 

DISCUSIÓN DEL MANEJO

La hidroxicloroquina se inició para el tratamiento del LES con lupus cutáneo activo, junto con un énfasis en la protección de la piel contra la luz ultravioleta. Con raras excepciones, la hidroxicloroquina está indicada para uso en todos los pacientes con LES; los estudios de observación han demostrado que el tratamiento con hidroxicloroquina se asocia con una mayor supervivencia, una menor actividad de la enfermedad, la prevención del daño orgánico y la prevención de la trombosis. 10,11 La prevención de la trombosis puede ocurrir debido a las reducciones resultantes en la activación plaquetaria y la disfunción endotelial. 12

 

El tratamiento adicional para el LES depende de las manifestaciones y la actividad específicas de la enfermedad. El diagnóstico de endocarditis trombótica no bacteriana no justifica por sí mismo el tratamiento inmunosupresor. Esta paciente fue evaluada por otras manifestaciones de órganos diana, incluida la enfermedad renal, que no estaba presente. Debido a que no hubo otros signos de compromiso orgánico activo, no fue tratado con glucocorticoides sistémicos o un inmunosupresor ahorrador de glucocorticoides. Sin embargo, requerirá un seguimiento a largo plazo para el desarrollo de otras manifestaciones de lupus.

 

MANEJO DE NEUROLOGÍA

Los síntomas del paciente de debilidad facial en el lado derecho y habla ininteligible se localizaron en la corteza frontal posterior izquierda. La breve duración de los síntomas sugería un AIT como mecanismo, probablemente debido a un émbolo, dada la presencia de múltiples infartos crónicos dispersos observados en las imágenes de la cabeza. La ausencia de lesiones isquémicas agudas en la RM potenciada por difusión no descarta el AIT, ya que las lesiones isquémicas suelen desarrollarse después de una isquemia más prolongada o grave.

 

En adultos jóvenes y de mediana edad, la isquemia cerebral suele deberse a causas relativamente poco comunes de accidente cerebrovascular, como las arteriopatías cerebrales no ateroscleróticas; tumores cardíacos, endocarditis valvular o embolia paradójica a través de un agujero oval permeable; y condiciones hematológicas, infecciosas, reumatológicas y otras. 13 En este paciente, la amplia distribución temporal y espacial de las lesiones isquémicas y la ausencia de anomalías arteriales en la Angio-TC de cabeza y cuello sugerían una embolia cardíaca en curso. 14 De hecho, las imágenes cardíacas revelaron vegetaciones valvulares que eran consistentes con SAF asociado a endocarditis trombótica no bacteriana.

 

La paciente fue evaluada en el segundo hospital dentro de 1 hora después del inicio de los síntomas del accidente cerebrovascular. Las terapias para accidentes cerebrovasculares agudos, como el activador tisular del plasminógeno intravenoso y la trombectomía intraarterial, son efectivas y probablemente seguras en la población de adultos jóvenes y de mediana edad. Sin embargo, estas terapias se suspendieron, ya que los déficits del paciente eran leves y luego se resolvieron por completo y no hubo evidencia de un trombo en la angio-TC. Inicialmente fue tratada con aspirina y atorvastatina para la prevención secundaria del accidente cerebrovascular. Estudios recientes han demostrado un beneficio con la terapia antiplaquetaria dual a corto plazo en pacientes con ictus leve y AIT, 15pero este paciente pasó al tratamiento con heparina intravenosa cuando se hizo evidente el diagnóstico de endocarditis trombótica no bacteriana. Aunque las pautas basadas en la evidencia no respaldan el uso de heparina en el accidente cerebrovascular agudo, creemos que el beneficio supera el riesgo en ciertas afecciones, 16 incluida la endocarditis trombótica no bacteriana, que conlleva un riesgo particularmente alto de accidente cerebrovascular embólico recurrente.

 

Para la prevención a largo plazo del accidente cerebrovascular en esta paciente, recomendamos la anticoagulación oral con un antagonista de la vitamina K (en lugar de un anticoagulante oral directo) por tiempo indefinido si el sangrado vaginal no se vuelve más problemático. Desafortunadamente, los pacientes jóvenes y de mediana edad con accidente cerebrovascular e incluso AIT se enfrentan a importantes desafíos psicosociales y vocacionales de por vida, y se informa que la mortalidad en esta población llega al 25% en un período de 20 años. 13 Por lo tanto, brindamos consejería y seguimiento recomendado con un trabajador social. Finalmente, asesoramos a la paciente sobre el reconocimiento del inicio del accidente cerebrovascular, la eficacia dependiente del tiempo de las terapias para el accidente cerebrovascular agudo y las formas de minimizar el riesgo de accidente cerebrovascular (p. ej., ejercicio regular, evitar fumar y evitar la terapia con estrógenos).

 

MANEJO DE LA ENDOCARDITIS TROMBÓTICA NO BACTERIANA

El primer paso en el tratamiento de la endocarditis trombótica no bacteriana es identificar y tratar la causa subyacente. Faltan datos aleatorios que respalden el uso de terapia antiplaquetaria o anticoagulante en ausencia de embolia. Una guía basada en la evidencia recomienda el uso de anticoagulación sistémica con heparina de bajo peso molecular o heparina no fraccionada si hay evidencia de endocarditis trombótica no bacteriana y embolismo pulmonar o sistémico. 17Sin embargo, sobre la base de datos retrospectivos que muestran altas tasas de embolización, algunos expertos recomiendan el uso de warfarina indefinidamente, independientemente de la evidencia de embolia. Además, faltan ensayos prospectivos que evalúen las indicaciones de la cirugía, así como su efectividad, por lo que la decisión de realizarla es individualizada. La mayoría de los expertos recomendarán la cirugía para indicaciones similares a la endocarditis infecciosa, como insuficiencia cardíaca debida a disfunción valvular, perforación aguda de valvas y prevención de embolización recurrente, con anticoagulación posoperatoria continua con warfarina. 18

 

Establecer pautas para el seguimiento de los pacientes es un desafío, porque no se ha demostrado que la presencia de enfermedad valvular esté temporalmente relacionada con las características clínicas del LES y la actividad de la enfermedad. 19 Aunque no existe una recomendación formal con respecto a las imágenes ecocardiográficas de vigilancia en pacientes en quienes se diagnostica LES, para aquellos en quienes se diagnostica endocarditis trombótica no bacteriana, algunos expertos sugieren repetir las imágenes cada 6 semanas a 3 meses para evaluar la progresión o resolución de las vegetaciones y por la presencia de disfunción valvular. Los pronósticos informados para pacientes con LES y endocarditis trombótica no bacteriana son malos. En un estudio transversal longitudinal de 6 años, el 16 % de los pacientes sufrieron un accidente cerebrovascular nuevo o recurrente, el 14 % presentaron discapacidad cognitiva y el 9 % fallecieron. 20

 

MANEJO DE GINECOLOGÍA

Se consultó al equipo ginecológico para obtener ayuda con el manejo del sangrado menstrual abundante y los fibromas en una paciente que necesitaba anticoagulación a largo plazo en el contexto de LES, SAF y accidentes cerebrovasculares embólicos relacionados con endocarditis trombótica no bacteriana. Las imágenes de ultrasonido pélvico mostraron un útero agrandado, que medía 11 cm por 10 cm por 8 cm, y dos fibromas (uno de 5,0 cm de diámetro y el otro de 5,6 cm de diámetro). Los fibromas probablemente eran de origen intramural, con un componente submucoso, y parecían haber distorsionado el endometrio. Dados los síntomas de AIT de esta paciente, inicialmente se suspendió el tratamiento con acetato de medroxiprogesterona. Afortunadamente, su abundante sangrado se había resuelto espontáneamente, a pesar de que había recibido heparina. Se realizó una evaluación ginecológica adicional;

 

Elegimos colocar un dispositivo intrauterino (DIU) liberador de levonorgestrel, ya que se asocia con una baja absorción sistémica, reduce la pérdida de sangre menstrual en pacientes que reciben anticoagulación, 21 y tiene un nivel de riesgo de categoría 2 (lo que indica que sus ventajas superan sus riesgos) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. Criterios médicos de elegibilidad para la anticoncepción (US MEC) en pacientes con trombosis venosa profunda aguda y embolia pulmonar. En pacientes con LES en las que están presentes anticuerpos antifosfolípidos, los métodos anticonceptivos de progestina sola y el DIU liberador de levonorgestrel tienen cada uno un nivel de riesgo de categoría 3 de MEC de EE. UU. (lo que indica que los riesgos teóricos o comprobados de estos anticonceptivos generalmente superan las ventajas), dada mayor riesgo de tromboembolismo venoso.

 

Desafortunadamente, después de que la paciente fue dada de alta, dos DIU liberadores de levonorgestrel fueron expulsados ​​espontáneamente durante dos episodios separados de sangrado abundante. Luego eligió recibir acetato de medroxiprogesterona de depósito por vía intramuscular 1 mes y 3 meses después de la presentación actual, con una reducción posterior de la menstruación. Dado su deseo de evitar la intervención quirúrgica con histerectomía debido a preocupaciones sobre la menopausia y la necesidad de extirpación de ovarios, se sometió a una embolización de fibroma uterino 7 meses después de la presentación inicial en este hospital. Con el tiempo, la paciente ha optado por posponer la terapia hormonal adicional debido a los molestos efectos secundarios. Ella tiene la esperanza de una reducción en el sangrado después del procedimiento de embolización.

 

SEGUIMIENTO

Un examen de seguimiento 6 semanas después del alta de este hospital reveló una nueva artritis inflamatoria de codos, rodillas y tobillos, consistente con una manifestación clínica adicional de LES. La paciente continuó el tratamiento con hidroxicloroquina, con una notable disminución de las erupciones y de los síntomas del fenómeno de Raynaud. Un ecocardiograma transtorácico de seguimiento no mostró un aumento en la vegetación mitral y la regurgitación mitral se redujo a leve. Ocho meses después de la presentación en este hospital, el paciente está relativamente bien y continúa recibiendo terapia con hidroxicloroquina para el LES. Las pruebas repetidas para anticuerpos SAF han permanecido como "triple positivas". Ella también continúa recibiendo terapia de anticoagulación con un plan para continuar indefinidamente.

 

DIAGNOSTICO FINAL

LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO CON SÍNDROME ANTIFOSFOLÍPIDO.

 

 

Traducción de:

A 41-Year-Old Woman with Transient Ischemic Attack and Mitral Valve Masses

Mark A. Matza, M.D., Sandra P. Rincon, M.D., Evin Yucel, M.D., April M. Jorge, M.D., Aneesh B. Singhal, M.D., Carrie A. Coleman, M.D., and Sacha N. Uljon, M.D., Ph.D.

 

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcpc2115855?query=featured_home

 

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domingo, 17 de abril de 2022

Angioedema.




Paciente de 23 años masculino, consulta por cuadro clínico que inició hace 1 mes, cuando presentó primer episodio de edema indoloro en párpado superior derecho que resolvió en 1 día con la administración de hidrocortisona 100mg IV. Hace 15 días presenta edema en labio superior que resuelve de forma espontánea en aprox 5 horas. Hace 1 semana presenta edema bipalpebral indoloro sin eritema o prurito que fue tratado con clemastina IV y dexametesona IV, Prednisolona 25 MG VO x 5 días con mejoría parcial, por lo cual el paciente compra gotas para los ojos (no recuerda nombre) con lo que presenta mejoría a la semana de haber iniciado síntomas. El día de ayer presenta edema de labio inferior con 1 día de duración que resolvió de forma espontánea, resto del examen físico normal, niega antecedentes familiares similares, no está consumiendo medicamentos, niega antecedentes familiares de episodios similares.

Antecedentes patológicos: espondilolisis que ha sido manejado con terapia física.

Diagnóstico clínico: Angioedema recurrente idiopático mediado por histamina.

 


 
Presentó

Dra. Karoll Vanessa Ladino.

Tolima Colombia


 

Se trata de angioedema que es un cuadro de hinchazón subcutánea localizada y autolimitado consecuencia de la extravasación de líquido intersticial en diferentes tejidos. Puede ocurrir en forma aislada o acompañado de urticaria o en el contexto de anafilaxia. Típicamente afecta áreas con escaso tejido conectivo como la cara, los labios, la boca, la garganta, úvula, extremidades y genitales. Cuando compromete el intestino puede acompañarse de dolor cólico. Se distingue de otras formas de edema porque se inicia en minutos a horas, a veces pocos días, es de distribución asimátrica, no se localiza en zonas dependientes de la gravedad, y en algunos casos se puede asociar con otros signos de alergia o anafilaxia. Se pueden distinguir dos tipos de angioedema, el mediado por mastocitos o células cebadas, también llamado histaminérgico, y el angioedema mediado por bradiquinina, aunque la mayoría de las veces el mecanismo no es fácil de determinar. En el angioedema mediado por mastocitos, reacciones alérgicas a alimentos, picaduras de insectos, suelen acompañarse de urticaria, flushing, prurito generalizado, broncoespasmo, cerrazón de garganta y/o hipotensión. Algunos pueden evolucionar a anafilaxia y pueden requerir tratamiento inmediato con epinefrina. Usualmente comienza dentro de minutos de la exposición al alérgeno, evoluciona en horas y se resuelve dentro de 24 a 48 horas. Existe asimismo un angioedema mediado por histamina sin evidencia de degranulación de mastocitos que es el llamado angioedema idiopático o espontáneo que puede ser el que se presenta en el paciente en cuestión. Ocurre solo, sin urticaria, sin hipotensión y sin ningún otro síntoma acompañante y a veces es recurrente tal como sucede en este paciente. El angioedema inducido por bradiquinina en cambio, no se asocia a urticaria, broncoespasmo ni ninguna otra manifestación alérgica. Es a veces más prolongado tanto en su instalación que tarda 24 a 36 horas como en su resolución que se toma de dos a cuatro días. El clásico angioedema por bradiquinina es el secundario a la administración de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) en el que el cuadro puede aparecer dentro de la semana del comienzo de su uso y HASTA UN AÑO DESPUÉS DEL MISMO. El angioedema por IECA, clásicamente involucran la lengua, los labios, o la cara. Hay que recordar que también existe el angioedema por deficiencia adquirida del inhibidor de C1, sobre todo en pacientes mayores, muchos de ellos con trastornos linfoproliferativos, y también existe el angioedema hereditario, que debe ser sospechado en adolescentes o adultos sobre todo si existen antecedentes familiares de dolor abdominal recurrente

En la evaluación de un paciente con angioedema, hay que obtener una detallada historia clínica, así como determinar si existen episodios previos de angioedema. Interrogar sobre picaduras de insectos, actividades como ejercicio físico, alimentos u otras ingestas dentro de las 24 horas del inicio de síntomas. Interrogar sobre ingesta de AINES, IECA o inhibidores del receptor de angiotensina, estrógenos que pueden aumentar la frecuencia de ataques en pacientes con angioedema hereditario. Hay que sospechar deficiencia de inhibidor de C1 en pacientes que presentan angioedema después de un procedimiento dental o en pacientes con dolor abdominal episódico inexplicado.

Si bien el cuadro de angioedema en general no presenta problemas en el diagnóstico el cual es eminentemente clínico, hay que considerar algunas otras entidades que pueden ocasionalmente confundirse con él como dermatitis de contacto, celulitis, enfermedades autoinmunes y ocasionalmente el síndrome de vena cava superior, la queilitis granulomatosa de Miescher y el síndrome de Melkersson-Rosenthal,  la triquinosis y el signo de Romaña en la infección chagásica aguda.

En cuanto al tratamiento del angioedema, depende de la severidad del cuadro. Si compromete la vía aérea (lengua, úvula, paladar blando o laringe y la intubación es necesaria, esta debe ser realizada por personal entrenado dado esta puede ser dificultosa por la distorsión de la anatomía. Si no existe compromiso de la vía aérea, y el paciente está estable, se debe proceder a la observaciónhasta que el cuadro comience a remitir asegurándose que el paciente no esté evolucionando a una reacción alérgica generalizada. Si existe anafilaxia, esta debe ser tratada con epinefrina intramuscular, líquidos intravenosos y oxígenoterapia. En los cuadros de angioedema agudo menos severos que la anafilaxia que impresionan como mediados por histamina, el tratamiento consiste en antihistamínicos y corticosteroides, por ejemplo un antihistamínico H1 (cetirizina 20 mg 2 veces por día), y metilprednisona 60 a 80 mg oral durante 5 a 7 días en los adultos.

El caso de este paciente que parece tener un angioedema recurrente idiopático mediado por histamina por su comienzo y desaparición rápidos, la administración de antihistamínicos sin efectos adversos de sedación tales como cetirizina 10 mg dos veces por día o desloratadina 5 mg dos veces por día por 30 días debe ser administrados y el paciente ser referido a un alergista.

Fuente UpToDate 2022