martes, 5 de mayo de 2015

UN CAMBIO DE CORAZÓN...


En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina.


Una maestra de escuela 57 años de edad, con antecedentes de hipertensión consultó a un centro de urgencias por opresión precordial y mareos. La presión en el pecho había comenzado poco después de que llegó al trabajo por la mañana, cuando fue amenazada físicamente por uno de los padres de uno de sus alumnos de quinto grado. Sus síntomas mejoraron con el descanso inmediatamente después de los hechos, pero luego se agravaron hacia el final del día. Cuando regresó a casa, su marido le tomó la presión arterial y observó valores sistólicos entre 80 y 90 mm Hg, con una frecuencia cardíaca de aproximadamente 110 latidos por minuto. Sus síntomas y la presión arterial no mejoraron después de beber líquidos por lo que consultó a un centro de emergencias.


Opresión precordial puede sugerir cualquiera de los diversos procesos de la enfermedad, que van desde condiciones benignas hasta emergencias que amenazan la vida. En presencia de hipotensión, la evaluación inicial debe centrarse en  descartar estas  últimas condiciones que incluyen  síndrome coronario agudo, la disección aórtica, embolia pulmonar, ruptura esofágica, y neumotórax a tensión. Trastornos cardíacos adicionales como la miocarditis o pericarditis también son consistentes con la presentación de este paciente. Trastornos no cardíacos que pueden causar opresión en el pecho incluyen la enfermedad por reflujo gastroesofágico, enfermedad ulcerosa péptica, la costocondritis, infección por herpes zoster, pleuritis, y ataques de pánico; sin embargo, sería de esperar que ninguno de estos últimos pueda causar hipotensión.


La paciente tenía antecedentes de hipertensión arterial bien controlada, pero no había otros problemas médicos. Su única medicación era lisinopril 5 mg al día. No había antecedentes familiares de enfermedad coronaria precoz o muerte cardiaca repentina. Había fumado unos cinco cigarrillos al día durante 30 años, rara vez bebía alcohol, y no informó sobre uso ilícito de drogas.
En la evaluación inicial, la paciente dijo tener  opresión en el pecho leve pero no estar con un cuadro agudo de angustia. Estaba afebril. Su presión arterial era de 83/50 mm Hg, su frecuencia cardíaca fue de 110 latidos por minuto, y la frecuencia respiratoria de 14 respiraciones por minuto. La oximetría de pulso reveló una saturación de oxígeno de 99% mientras respiraba 2 litros de oxígeno a través de una cánula nasal. Su cuello era flexible, y no estaba elevada la presión venosa yugular. La auscultación del tórax reveló un soplo sistólico in crescendo fuerte, que se oía mejor en el borde esternal superior derecho, pero sus pulmones estaban claros. El examen abdominal fue normal. Sus extremidades inferiores tenían temperatura normal, con pulsos distales simétricos, y sin edema. El resto del examen físico fue normal.


La hipotensión y taquicardia de esta paciente son preocupantes. Ellos pueden estar sugiriendo la etapa temprana del shock, lo cual justifica  pruebas  diagnósticas y manejo urgente, en particular en una paciente con opresión en el pecho. Su hipertensión y antecedentes de tabaquismo aumentan la probabilidad de un síndrome coronario agudo o disección aórtica. El fuerte soplo sistólico in crescendo puede estar relacionada con una enfermedad crónica, tal como una válvula aórtica bicúspide con estenosis, miocardiopatía hipertrófica obstructiva, o estenosis de válvula pulmonar. Un soplo nuevo puede anunciar una complicación mecánica del infarto de miocardio, como la ruptura del septum ventricular o rotura papilar-muscular, causando regurgitación mitral aguda.
Uno puede descartar rápidamente algunas de estas condiciones mediante la obtención de un electrocardiograma. Estudios adicionales que deben realizarse son radiografía de tórax, mediciones de biomarcadores cardíacos, y  ecocardiografía transtorácica, aunque esta última opción puede no estar disponible en un centro de atención de urgencia.


Un electrocardiograma de 12 derivaciones, obtenido aproximadamente 12 horas después de la aparición de la opresión en el pecho reveló ritmo sinusal normal; elevación del segmento ST de 1 a 2 mm en las derivaciones V2 a V4, con una onda T bifásica en V3; y profunda, inversión de la onda T simétricas de V4 a V6 (Figura 1). Los estudios de laboratorio, incluyendo la medición de biomarcadores cardíacos fueron solicitados. La radiografía de tórax mostró un mediastino normal, pequeños derrames pleurales bilaterales, y líneas B de Kerley, hallazgos que eran compatibles con edema pulmonar intersticial leve (Figura 2).





Figura 1. Electrocardiograma de Presentación, 12 horas después del inicio del dolor torácico.
Elevaciones del segmento ST que podría indicar  infarto de miocardio o algún otro trastorno menos grave.





Figura 2. Radiografía de tórax al ingreso.
La Rx muestra pequeños derrames bilaterales y líneas B de Kerley.


Los hallazgos electrocardiográficos son consistentes con un infarto agudo de miocardio, pero otras condiciones que se asocian con elevación del segmento ST y pueden por lo tanto imitar a un infarto de miocardio  deben ser consideradas. La hipertrofia ventricular izquierda con una anomalía repolarización, la más común de estas condiciones, no se manifiesta típicamente como inversión de la onda T simétricas en las derivaciones precordiales, y las elevaciones del segmento ST son generalmente de menos de 1 mm en las mujeres y son cóncavas en lugar de convexas. En la pericarditis aguda, las elevaciones del segmento ST son difusas, no localizadas. El síndrome de discinesia apical, una miocardiopatía aguda con disfunción ventricular izquierda reversible, también puede causar elevación del segmento ST e inversión de la onda T en forma difusa. El síndrome es precipitado con frecuencia por un evento estresante, que en este caso es coherente con la presentación de esta paciente.


A la paciente se le administró  aspirina, 325 mg por vía oral, y un bolo de 4,000 unidades de heparina por vía intravenosa, seguida de infusión continua. Se hicieron los preparativos para la transferencia de emergencia a un hospital, donde una intervención coronaria percutánea pudiera ser llevada a cabo.


Dado la hipotensión, taquicardia e insuficiencia cardíaca congestiva, la intervención coronaria percutánea primaria sería preferible a la terapia fibrinolítica. Por lo tanto, la preparación para el traslado a un hospital con esta capacidad sería lo ideal, pero  alguna forma de terapia de reperfusión se necesitan con urgencia. La administración agresiva de líquidos debe evitarse  dada la evidencia de edema pulmonar en la radiografía de tórax. La dopamina podría ser considerada para la hipotensión. Yo no recomendaría betabloqueantes o nitroglicerina en este momento, debido a la hipotensión.


A la llegada del paciente al hospital, su opresión en el pecho había mejorado, pero no estaba completamente resuelta. Su presión arterial era 82/61 mm Hg, con una frecuencia cardíaca de 97 latidos por minuto. Los resultados de laboratorio eran los siguientes:  hemoglobina 11,1 g por decilitro, recuento de plaquetas era de 190.000 por milímetro cúbico,  recuento de glóbulos blancos era de 10.300 por milímetro cúbico, el nivel de creatinina sérica fue de 0,7 mg por decilitro,  nivel de nitrógeno ureico en sangre fue de 17 mg por decilitro, nivel de glucosa en sangre fue de 106 mg por decilitro, nivel de creatina quinasa era 135 UI por litro, el nivel de creatina quinasa isoenzima MB fue de 14,1 ng por mililitro (rango normal, de 0 a 4.9), y la troponina I nivel en suero fue 4,23 ng por ml (normal,  menos de 0,30). Una repetición electrocardiograma mostró elevación del segmento STy persistencia de la inversión de  la onda T.


El ligero aumento de los biomarcadores cardíacos  confirma la lesión miocárdica, pero son incompatibles con 12 horas de la oclusión completa de una arteria coronaria. Estos niveles son algo inesperados y sugieren ya sea reperfusión coronaria espontánea, intermitente a lo largo del día o de otras condiciones cardiovasculares, como la miocarditis, pericarditis, o embolia pulmonar. Aunque es posible que los biomarcadores cardíacos ya hayan tocado techo y ahora estén bajando, la evolución en el tiempo y los hallazgos electrocardiográficos no son consistentes con esta explicación. Un ecocardiograma puede identificar anomalías regionales de la motilidad, enfermedad  valvular, derrame pericárdico, complicaciones mecánicas del infarto agudo de miocardio (como se señaló anteriormente), o incluso la enfermedad de la aorta proximal. Sin embargo, la causa más probable de la elevación del segmento ST y biomarcadores cardíacos elevados en esta configuración sigue siendo un infarto agudo de miocardio. Una cateterización cardíaca izquierda con  angiografía coronaria está indicada  sin más demora.


Cuál es el diagnóstico?

La angiografía coronaria, realizado con carácter de emergencia, reveló irregularidades luminales mínimas sin evidencia de ruptura de la placa o trombo (Figura 3). El cateterismo izquierdo del corazón reveló una presión de fin de diástole ventricular izquierda de 30 mm Hg (rango normal, de 5 a 15) y una presión sistólica ventricular izquierda de 123 mm Hg. Sin embargo, se observó un gradiente de 49 mm Hg entre las presiones sistólica ventricular izquierda y la aorta (Figura 4). Una evaluación más profunda de este gradiente reveló su ubicación  subvalvular. La ventriculografía izquierda mostró severa discinesia anterolateral distal, apical y diafragmática con segmentos basales hipercontráctiles. Se vio también insuficiencia mitral moderada, y la fracción de eyección global estimada fue del 35% (Figura 5).









Figura 3. Angiografìa coronaria.
La arteria coronaria izquierda (Panel A) y la arteria coronaria derecha (Panel B) no muestran evidencia de ruptura de  placa o trombo.





Figura 4. Cateterismo Cardíaco Izquierdo.
El trazado muestra un gradiente de 49 mm Hg entre la presión sistólica del ventrículo izquierdo y la presión aórtica.













Figura 5. Ventrículograma en oblicua anterior derecha.
Los hallazgos ventriculográfico en diástole (Panel A) y sístole (Panel B) muestran severa discinesia anterolateral distal, apical y diafragmática.




En conjunto, estos resultados son consistentes con síndrome de discinesia apical, una condición que a menudo precipitada por estrés emocional y que se caracteriza por cambios repentinos en el movimiento sistólico ventricular izquierdo sistólica de la pared en  ausencia de enfermedad coronaria significativa angiográficamente. La ventriculografía izquierda muestra las anomalías de la motilidad características, con acinesia de los segmentos medio y apical y preservación de la función basal. Estas anomalías se extienden más allá de la distribución de cualquier arteria coronaria única, lo que es menos probable que un trombo oclusivo se haya lisado en forma espontánea o que  se haya producido por un vasoespasmo intermitente. Esta es una observación crítica, dado que el síndrome de discinesia apical es un diagnóstico de exclusión.
Aunque es poco común, la obstrucción dinámica en el tracto de salida del ventrículo izquierdo, como se ha señalado en este paciente, es posible con síndrome de discinesia apical y se cree que es causada por la hipercinesia compensadora de los segmentos basales. Como en la miocardiopatía hipertrófica, la obstrucción del tracto de salida dinámica se puede empeorar por bajas presiones de llenado o disminución de la poscarga. El grado de regurgitación mitral en este paciente también es impresionante. Esto es consecuencia de la aceleración de la sangre a través de la obstrucción dinámica, lo que lleva a un efecto Venturi, con el velo anterior mitral siendo absorbido por el tracto de salida del ventrículo. La aparición de la válvula aórtica en la ventriculografía y la evaluación cuidadosa de los trazados de presión intraventricular descarta la estenosis de la válvula aórtica.
Ahora tenemos una explicación para la hipotensión. Es debido a la mala función sistólica del ventrículo izquierdo, así como obstrucción dinámica del tracto de salida del ventrículo. Teniendo en cuenta estos resultados, sería importante evitar vasodilatadores sistémicos y estimulación inotrópica, que pueden empeorar el gradiente del tracto de salida. Los líquidos deben utilizarse con precaución en esta situación, ya que el paciente ha elevado las presiones de llenado del lado izquierdo y la evidencia de edema pulmonar. Si ella es sintomático, vasopresores como fenilefrina podría darse con cuidado para aumentar la presión arterial y disminuir el gradiente del tracto de salida. Dada su presión arterial baja, el uso de bloqueadores beta en esta configuración es controvertido. Sin embargo, beta-bloqueo puede disminuir la hipercontractilidad de la base del ventrículo izquierdo, disminuyendo de ese modo el gradiente del tracto de salida, lo que aumenta el llenado diastólico, y la mejora de la presión arterial sistémica.


La  paciente fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos cardíacos. La terapia con aspirina se continuó y se inició tratamiento con una estatina. El dolor en el pecho se resolvió  durante la noche, y los niveles de biomarcadores cardíacos disminuyeron respecto de los valores en la admisión. Su presión arterial y la frecuencia cardíaca se mantuvieron estables. El tratamiento con metoprolol y lisinopril se inició en el tercer día de hospital en dosis bajas. Un ecocardiograma transtorácico reveló una fracción de eyección del 35%; insuficiencia mitral moderada con movimiento sistólico anterior de la valva; y disfunción sistólica ventricular leve con acinesia del ápex. Fue dada de alta en el hospital el día 4 con un tratamiento con aspirina (81 mg diarios), lisinopril (5 mg al día), simvastatina (40 mg diarios), y metoprolol de liberación prolongada (25 mg al día).


Los pacientes con síndrome de discinesia apical generalmente tienen un pronóstico excelente, con recuperación completa de la función ventricular izquierda se espera dentro de 4 a 6 semanas. La prescripción de estatinas al alta puede ser razonable, teniendo en cuenta los otros factores de riesgo en este paciente, pero no existen datos que apoyen su uso específicamente en el síndrome de discinesia apical. Asimismo, no está claro si un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina  proporciona un beneficio en los casos de remodelación aguda, ya que se cree que la disfunción sistólica ventricular izquierda que es debido a aturdimiento miocárdico en lugar de la lesión.
En teoría, la terapia con betabloqueantes a largo plazo para la hipertensión del paciente puede ser útil para la supresión de las catecolaminas durante el estrés, aunque algunos médicos han expresado su preocupación de que los beta-bloqueadores como resultado concentraciones locales sin oposición y altos de catecolaminas en los receptores alfa-adrenérgicos. Algunos expertos recomiendan que todos los pacientes con síndrome de discinesia apical hacerse la prueba de feocromocitoma oculto. Por último, el paciente debe dejar de fumar, por lo que sería animarla a participar en un programa para dejar de fumar.


La paciente fue atendida en la clínica 1 mes después del alta. Había regresado a trabajar sin limitaciones. No tenía dolor de pecho recurrente o disnea. Una repetición  del ecocardiograma mostró hipertrofia ventricular izquierda con función ventricular izquierda normal, una fracción de eyección estimada en un 75%, y la resolución de la regurgitación mitral. Dada su completa recuperación, se confirmó el diagnóstico de síndrome de discinesia apical. Seis meses más tarde, el paciente continuó haciendo bien, sin alteraciones electrocardiográficas y no presentan síntomas.

COMENTARIO
El síndrome de discinesia apical es una condición cada vez más reconocida que puede imitar perectamente un infarto agudo de miocardio. Su incidencia se estima en 1 a 2% de los pacientes que presentan un presunto infarto agudo de miocardio, y que afecta clásicamente las mujeres posmenopáusicas en el quinto y el séptimo decenio. Como es el caso de muchos pacientes con síndrome de discinesia apical, el diagnóstico de esta paciente fue confirmado en el laboratorio de cateterismo cardíaco. El médico que discutió consideró   este diagnóstico tempranamente en la evaluación, en vista de la presentación del paciente después de un evento estresante, junto con los hallazgos en el electrocardiograma y los biomarcadores cardíacos elevados.
Las principales características de síndrome de discinesia apical son la ausencia de enfermedad coronaria obstructiva con la configuración de la característica "globo" del ventrículo izquierdo por  acinesia anteroapical severa e hipercontractilidad de los segmentos basales. (1) Descrita por primera vez en 1991, es conocido por varios nombres, incluyendo miocardiopatía tako-tsubo, 2 cardiomiopatía inducida por el estrés y el síndrome del corazón roto.1,3 La fisiopatología del síndrome de discinesia apical no ha sido claramente dilucidado. Las hipótesis principales incluyen toxicidad transitoria por catecolaminas, 4 infarto de miocardio con elevación del ST abortado por lisis espontánea del trombo, vasoespasmo coronario, y disfunción de la  microcirculación  similares a los que se han visto en otros estados de exceso de catecolaminas, como hemorragia subaracnoidea  y feocromocitoma.7,8
Aunque es crucial diferenciar rápidamente el síndrome de discinesia apical del infarto agudo de miocardio, puede ser un reto para hacerlo. No hay hallazgos electrocardiográficos que distingan claramente síndrome de discinesia apical del infarto agudo de miocardio. En el síndrome de discinesia apical, las elevaciones de troponina son típicamente mucho menores de lo que cabría esperar sobre la base de las alteraciones de la motilidad parietal.
Aunque un disparador emocional está clásicamente presentes en pacientes con síndrome de discinesia apical, otros trastornos agudos asociados con dolor en el pecho, como el infarto de miocardio agudo o disección aórtica, también pueden ir precedidos de eventos  emocionales.  Por lo tanto, el diagnóstico se hace con frecuencia evidente sólo en el laboratorio de cateterización cardíaca cuando no se encuentra enfermedad arterial coronaria significativa .11 Generalmente no es aconsejable suspender tratamientos antitrombóticos tales como la heparina y aspirina, mientras el diagnóstico sigue siendo incierto, ya que el infarto agudo de miocardio es mucho más común que este diagnòstico. Las decisiones sobre el tratamiento fibrinolítico son más complicadas, dada su riesgo asociado de hemorragia intracerebral. Siempre que sea posible, la angiografía coronaria de emergencia debe ser llevada a cabo, como se hizo en este paciente, para ayudar a la toma de decisiones clínicas.
La insuficiencia cardíaca está presente en aproximadamente el 50% de los pacientes con síndrome de discinesia apical y el shock cardiogénico ocurre hasta en el 15% .12 Aproximadamente el 20% de estos pacientes también tienen un soplo sistólico transitorio asociado con gradientes de presión subvalvular que pueden imitar la miocardiopatía hipertrófica obstructiva. 13
En este caso, se observó un gradiente de presión de 49 mm Hg entre las presiones sistólica ventricular izquierda y la aorta. El tratamiento debe centrarse en garantizar un volumen intravascular adecuado para minimizar la obstrucción del tracto de salida. Los betabloqueantes también pueden ser considerados en un intento de disminuir la frecuencia cardíaca y aumentar la tiempo de llenado diastólico.  Aunque los datos de los ensayos clínicos son escasos, algunos expertos sugieren el tratamiento de pacientes con beta-bloqueantes y los inhibidores de la angiotensina-la enzima convertidora  hasta que se normalice la función ventricular izquierda; también se ha planteado la hipótesis de que el tratamiento con beta-bloqueantes pueden reducir el riesgo de recurrencia1 (que se informó en una serie de casos para ser aproximadamente 10% 14). Los agentes inotrópicos deben evitarse, ya que pueden agravar el gradiente del tracto de salida. Debería considerarse la aspirina para pacientes que presenten coexistencia con enfermedad arterial coronaria. Algunos médicos recomiendan la anticoagulación con warfarina durante varias semanas en pacientes con disfunción sistólica severa con el fin de prevenir la formación de trombos ventriculares izquierdos.15
Como en la mayoría de los pacientes con síndrome de discinesia apical, la condición de este paciente mejoró rápidamente con medidas de soporte. La recuperación completa de la función sistólica se observa típicamente dentro de 4 a 6 semanas, y el pronóstico en general tiende a ser excelente.


CONCLUSIONES DEL CASO
He aquí un cuadro a tener en cuenta cuando nos enfrentamos a un dolor precordial típico con alteración del electrocardiograma consistente en supradesnivel ST, alteraciones de la onda T,  y aun con movimientos enzimáticos. Es un diagnóstico  no muy tenido en cuenta entre la lista de los diferenciales. En realidad hay elementos que podrían ayudar a pensar en este cuadro y provienen (cuándo no), de la clínica. En general son mujeres añosas que vienen de atravesar un episodio estresante en su vida, sea este psicológico (pérdida de algún familiar muy sentido, catástrofes naturales), o físico (cirugías inesperadas, fracturas etc). En general se describe que existe una elevación enzimática inesperadamente baja para las extensas lesiones electrocardiográficas lo cual es un dato humoral que puede ayudar al esclarecimiento o sospecha del cuadro, el cual puede cursar con algún grado de insuficiencia cardíaca. Sin embargo estos elementos distan mucho de ser específicos y no es hasta tener alguna imagen como un ecocardiograma o un ventrículograma por cateterismo que se arriba al diagnóstico el cual generalmente hasta ese punto es insospechado. Se cree que esta entidad se está viendo con una frecuencia creciente. No se sabe por qué las mujeres post menopáusicas son el mayor grupo de riesgo, ni tampoco por qué la parte media y la punta del VI se afectan más que otras áreas cardíacas. Sì se sabe que el estrés, probablemente por exceso de catecolaminas tienen que ver con la generación del cuadro aunque también se considera que probablemente pueda existir espasmo coronario o disfunción microvascular asociados. Todos estos factores tendrían una vía final común que es el atontamiento  miocárdico o toxicidad directa por catecolaminas. Un aspecto interesante es que puede existir una obstrucción dinámica en el tracto de salida del VI como sucedió en este caso. El feocromocitoma, tumor catecolaminérgico por excelencia, suele cursar con un tipo reversible de miocardiopatía similar al takotsubo.
En el caso de la paciente comentada hubo un dato que alertó a los médicos que la atendieron e inclusive al médico que analizó el caso y que fue el bajo nivel de biomarcadores cardíacos de necrosis (CK-MB y troponina), a pesar de un electrocardiograma con compromiso extenso y sobre todo con signos de insuficiencia cardíaca anterógrada y retrógrada, sobre todo porque ya llevaba más de 12 horas de comenzado el cuadro. Este cuadro de insuficiencia cardíaca estuvo dado como dijimos en parte por compromiso miocárdico de tipo atontamiento pero por otro lado por un cuadro de obstrucción dinámica del tracto de salida del  VI que por otro lado justificaba  el soplo sistólico auscultado.
En definitiva esta paciente presentó un cuadro típico del síndrome de balonamiento apical, o cardiomiopatía de estrés, o síndrome de discinesia apical o simplemente takotsubo; una mujer post menopáusica con un cuadro de síndrome coronario agudo después de un intenso estrés psicológico que en quien las manifestaciones clìnicas y electrocardiográficas estaban fuera de proporción respecto del aumento del nivel de los biomarcadores cardíacos. Los estudios complementarios confirmaron la sospecha y la excelente evolución clínica como suele suceder en esta entidad terminaron de confirmar el diagnóstico.



NEJM
From the Denver Veterans Affairs (VA) Medical Center and the Department of Internal Medicine, University of Colorado — both in Denver (T.T.T.); the Health Services Research and Development Center of Excellence, Ann Arbor VA Medical Center (B.K.N., S.S.); and the Department of Internal Medicine, University of Michigan (B.K.N., S.S., E.R.B.) — both in Ann Arbor; and the Division of Cardiovascular Diseases and Department of Internal Medicine, Mayo Clinic and Mayo Foundation, Rochester, MN (A.P.).
Address reprint requests to Dr. Tsai at the University of Colorado Denver, Cardiology Section (111B), 1055 Clermont St., Denver, CO 80220, or at thomas.tsai@va.gov .
References
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RESPIRACIÓN DE KUSSMAUL EN ACIDOSIS DIABÉTICA




Paciente de 50 años con DBT2 y fracaso secundario que presentó acidosis diabética en el contexto de infección urinaria y poca adherencia a la insulinoterapia y dieta.  

miércoles, 29 de abril de 2015

ATENEO HOSPITAL PINTOS 08/04/2015. LINFEDEMA EN SARCOMA DE KAPOSI ASOCIADO A SIDA

MOTIVO DE CONSULTA
Paciente de 40 años sexo masculino .
Hospital "Dr Ángel Pintos" de Azul.

ANTECEDENTE DE ENF. ACTUAL
El paciente refiere comenzar hace 6 meses aproximadamente, con lesiones hiperqueratosicas interdigitales en MID con agrietamiento y sobreinfección. Despidiendo olor fétido sobre todo en las plantas de los pies.




 Asociado a lesiones de aspecto papular,  relativamente duras de color violáceas a marrón oscuras , de forma redondeada y ovales de distintos diámetro con tendencia a la adopción de formas vegetante.

















 Se agregó en este tiempo la presencia de severo linfedema bilateral  que dificulta  la marcha y que altera severamente la calidad de vida.
 Esto coincide que el paciente queda en este tiempo privado  de la libertad.  Actualmente con arresto domiciliario

ANTECEDENTES PATOLÓGICOS
Internación en  el año 2002  por neumopatia donde se hace el  diagnóstico de infección por HIV.
  En el  año 2004 comenzó tratamiento antirretroviral  por disminución del nivel de CD4 (menos de 200/mm3) pero sin haber presentado enfermedad marcadora.
  Internación en el año 2011 por lesión maculo papular en miembro Superior la cual fue biopsiada. Asociada a infección de partes blandas en miembros inferiores  y edema (con eco dopopler negativo para TVP, con buena respuesta al tratamiento instaurado.)
  Actualmente:   Sin  medicación ARTV desde hace 1 año aprox.  Ingesta de AINES  ibuprofeno 400 a 800 mg/día por dolores y antibióticos en forma discontinua sin respuesta adecuada.
 No realizo ninguna consulta posterior a su ultima internación.

EXAMEN FISICO
Paciente vigil , lúcido  adelgazado, en buen estado general , normotenso. No presenta síndrome de impregnación general, y sólo dice haber tenido sensación febril.
 Se palpan algunas adenopatías en región laterocervical  pequeñas menos de 1 cm diámetro, móviles. En paladar duro se observa una lesión mucosa  violácea.






En brazo izquierdo  maculo papula  amarronda similar  característica a la biopsiada. Las mismas se mantuvieron estables y posteriormente con tendencia involutiva mientras realizaba tratamiento antirretrovirales.
En miembros inferiores desde la raíz de los mismos lesiones de aspecto papular,  relativamente duras de color violáceas a marrón oscuras , de forma redondeada a ovales y desde algunos mm hasta algunos centímetros de diámetro.
 Hiperqueratósis en los pies con tendencia a la adopción de formas vegetantes, despidiendo olor fétido sobre todo en las plantas de los pies. Se agregó en este tiempo la presencia de severo linfedema bilateral  que dificulta  la marcha y que altera severamente la calidad de vida.

ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Laboratorio 10/10/14:  GB 2800 . Hto: 37% ,Hb11,5 gr /dl , GR:4270.000,  plaq 257.000 ,urea 52 mg,  creat 1,1 mg ,Na143 , K 4,69, glucemia 97 mg% TGO:17 ,TGP: 22 ,FAL: 177 , coagulograma 100% , Col T: 117 , TG 64mg% , ERS 100 LDH: 76.00 mg%, uricemia 4,9mg%
VDRL :NO RECTIVA .
Laboratorio control 20/11/14: GB 7800  Hto: 33%; Hb 10,9g/dl       hepatograma s/P
 Lab Alta complejidad 7/10/14:   HCV: 0.02, HVBag de sup 0,10; HVB ac anti ag sup: 4,9 anti core Ig G: menor a  0,07;  toxoplasmosis IgM Test Remington: negativo; Chagas (-);  IgG CMV : 39nu/ml;  Ig G  EBV: 2,64
SOMF: Negativa.
 Lab 10/10/14: Carga viral:  245.536;  CD4: 2 CEL/UL 1%; CD3: 528 66%.

  BIOPSIA DE LESION DE PIEL:                 

07/2011 Cortes histológicos muestran epidermis acantósica con hiperpigmentacion de la capa basal . La dermis evidencia lesión proliferativa fibrovascular  con deposito de hemosiderina y celulas fibrosas en intimo contacto con eritrocitos.
 Cuadro histopatológico consistente con sarcoma de Kaposi

EVOLUCION
Con diagnostico por biospia de sarcoma de Kaposi de solicita evaluación por S. Infectologia
  Evaluación el 15/10/14  con infectologa. Se le inicia TARV. Lamivudina 300mgr , Tenofovir  300mgr, Kaletra 2  cada 12hs.
 Se realiza Interconsulta con Oncología y dermatología.
  1/11/14 El paciente comienza tratamiento, con mala adherencia al mismo, con poca conciencia de enfermedad se le solicita Interconsulta con psicología la cual no acepta. Se le explican los riesgos y las posibles reacciones al comenzar el mismo.
Las lesiones evolucionan en forma tórpida, y  en últimos tres meses se sobre infectan , despiden olor fétido por lo que se indican baños con alcohol yodado, curas con borato, asociado a ciprofloxacina y clindamicina mas fluconazol , en dos oportunidades

SOBREINFECCION
LESIONES NUEVAS
Se autolimita la infección parcialmente se realiza laboratorio  control para iniciar tratamiento quimioterápico sugerido.
 3/3/15: GB: 5300; HTO DE 30 HB 9,4gr/dl, plaq.249000 , TGO 13 TGP10 FAL 124 BT0,13 BI 0,36 ,BT 069 , UREA 55 cret1,3 NA 141 k 4,18 GGT 15. Proteina totales 6,7 ALBUMINA 3,5  ERS 80.
17/3/15 :CD4 54 3% , CD3 63% 1223
 Se solicita test de resistencia.
 Finalmente se decide comenzar con quimioterapia (doxorrubicina liposomal), asociado a TARGA.
3/3/15 Tomografía de abdomen: no se observan lesiones hepáticas ni esplénicas , glándulas suprarrenales y páncreas S/P. no se reconocen adenomegalias retroperitoneales. vejiga y recto sin alteraciones.
Tomografía de tórax: trazo fibrosos de aspecto secuelar bioapicales y lóbulo medio. granuloma cálcico de 4mm en lingula , no se observan adenomegalias mediastinales , silueta cardiaca y grandes vasos sin alteraciones.

SARCOMA DE KAPOSI EN HIV
El sarcoma de Kaposi (SK) es un tumor vascular que está etiológicamente asociado con el herpes virus humano 8 (HHV-8), que también se conoce como el herpesvirus asociado-SK (VHSK).

EPIDEMIOLOGÍA Y FACTORES DE RIESGO


  • SK ASOCIADO A SIDA
  • SK ENDEMICO O AFRICANO.
  • SK ASOCIADO A TRANSPLANTE.
  • SK CLASICO


SK relacionado con el SIDA tiene un curso clínico variable, desde presentación enfermedad mínima como un hallazgo incidental de una neoplasia de progresión rápida que puede resultar en la morbilidad y mortalidad significativas, dependiendo de los sitios específicos de complicación . Además de los síntomas físicos debido a tumores, la carga psicosocial asociado con sarcoma de Kaposi puede ser profundo e incluye la angustia emocional.


EPIDEMIOLOGIA Y FACT DE RIESGO
SARCOMA DE KAPOSI  RELACIONADO CON EL SIDA:  es el tumor más común que surge en las personas infectadas por el VIH. Se considera una enfermedad marcadora de SIDA (CDC)  pero su incidencia ha disminuido sustancialmente desde la era de la terapia de alta intensidad (TARGA).

EPIDEMIOLOGÍA DE SK RELACIONADO CON EL SIDA
Aunque el SK ha sido reportado en todos los grupos de riesgo para la infección por el VIH, es más común en hombres homosexuales o bisexuales, y  es mucho menos común en los heterosexuales o ADEV, o en receptores de transfusiones, mujeres y niños.
El recuento de CD4 parece ser el factor más importante asociado con el desarrollo de SK. En una serie de 70 pacientes que se presentaron con un nuevo diagnóstico de SK mientras estaban en TARV, las tasas de desarrollo de SK para los pacientes con CD4  menores a 200, de 200 a 349 y de 350 a 499 células / mm 3 fueron:  18.9, 3.6, y 4.1, respectivamente en comparación con aquellos con  más de 500 células /mm3

IMPACTO DE LA TERAPIA ANTIRRETROVIRAL
Desde la introducción de la TARV, la incidencia de SK ha disminuido notablemente en los pacientes  con VIH .
La incidencia de SK es especialmente alto en los primeros seis meses después del inicio de TARV, y luego cae dramáticamente con la continuación del tratamiento . La alta incidencia inmediatamente después del inicio del TARV puede ser atribuible a la inmunosupresión relativamente severa  o a la exacerbación  del SK por el sme inflamatorio de reconstitución inmune.

HERPES VIRUS HUMANO TIPO 8 Existe una fuerte relación entre el desarrollo de SK, la infección por HHV-8  y la infección por el VIH .
En un estudio llevado a cabo en San Francisco,  la seropositividad para HHV-8 se observó en el 38 por ciento de los 593 hombres que tenían sexo con hombres (HSH) en comparación con ninguno de 195 hombres heterosexuales.
 Entre los pacientes infectados por el VIH que se infectaron el HHV-8 al inicio del estudio, la probabilidad a 10 años de padecer SK fue de aproximadamente 50 por ciento. El riesgo a los 10 años fue de aproximadamente 30 % en los hombres infectados por el VIH que no eran seropositivos para HHV-8 al inicio del estudio, mientras que no hubo casos de SK entre los hombres VIH-negativos. Este estudio se llevó a cabo antes del uso generalizado de la terapia antirretroviral de alto impacto (TARGA),  y la frecuencia de la progresión de la infección por HHV-8 a SK parece haber disminuido desde entonces

ESTEROIDES E INFECCIÓN
El tratamiento con corticoides se ha asociado con la inducción de SK y la exacerbación de SK preexistentes en personas infectadas por el VIH, así como en pacientes no-SIDA que reciben corticosteroides por trasplante de órganos, enfermedades autoinmunes o enfermedades linfoproliferativas , es importante debido a la frecuente utilización de estos agentes en pacientes infectados por el VIH con una variedad de trastornos como la trombocitopenia inmune (PTI) y la neumonía por Pneumocystis jirovecii. En estos pacientes, las lesiones de SK pueden retroceder tras la reducción o retirada de esteroides .
Las infecciones oportunistas también se han asociado con la inducción de SK y con la exacerbación de la preexistente SK similar a la descrita con la terapia con corticosteroides. Los altos niveles de citoquinas proinflamatorias, que se ha demostrado en el contexto de las infecciones oportunistas, pueden ser responsables de estos efectos sobre el SK

SARCOMA DE KAPOSI CUTÁNEO
es más común y es la presentación inicial habitual para SK. 
 Las lesiones cutáneas del SK aparecen con mayor frecuencia en las extremidades inferiores, la cara (especialmente la nariz), la mucosa oral, y los genitales .
Las lesiones son a menudo elípticas; pueden estar distribuidas simétricamente.
NO son dolorosas ni pruriginosas y por lo general no producen necrosis de la piel suprayacente o estructuras subyacentes.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:
con púrpura, hematomas, angiomas, dermatofibromas o nevus.
La angiomatosis bacilar (AB)es el diagnóstico diferencial más importante, ésta causada por especies de Bartonella, un BGN de crecimiento lento, y se trata fácilmente con antibióticos. Las lesiones generalmente aparecen como numerosas pequeñas pápulas rojas a púrpura que pueden agrandarse gradualmente y evolucionar a grandes lesiones o nódulos pediculados que pueden ser friables, asociada con síntomas como fiebre, escalofríos, malestar general, dolor de cabeza  y anorexia. La biopsia es especialmente importante para las lesiones atípicas que están asociadas a síntomas sistémicos o aparecen o progresan rápidamente, con el fin de descartar la AB.

DIAGNÓSTICO
Aunque un diagnóstico presuntivo de SK a menudo se puede hacer basándose en la apariencia característica de las lesiones, esto debe ser confirmado por una biopsia siempre que sea posible.

PATOLOGIA
Hay tres rasgos histológicos característicos de SK tanto en sitios cutáneos como viscerales: angiogénesis, inflamación , proliferación.
 Las lesiones generalmente muestran dos grandes anomalías:  Espirales de células fusiformes con infiltración leucocitaria y *Neovascularización con proliferación aberrante de vasos pequeños.
La extravasación de hematíes y los depósitos de hemosiderina son frecuentes. Estos pequeños vasos carecen de una membrana basal y muestran un comportamiento con fugas y microhemorragias con depósitos de hemosiderina . A medida que la enfermedad progresa, se desarrollan  placas y a continuación evolucionan a la forma nodular.
El patrón histológico característico de SK no difiere entre los 4 grupos epidemiológicos afectados.

ENFERMEDAD VISCERAL
El SK  se ha observado en  ganglioslinfáticos,hígado,páncreas,  corazón,  testículos médula ósea,  hueso y músculo esquelético . 
 Los sitios más frecuentes de  enfermedad no cutánea son la cavidad oral, el tracto gastrointestinal, y el sistema respiratorio. Sin embargo, la afectación visceral como manifestación inicial de SK es relativamente poco común. Además, la enfermedad visceral ahora parece ser mucho menos frecuente, dado el uso de la terapia antirretroviral . 

CAVIDAD ORAL
:La participación de la cavidad oral se presenta en aproximadamente un tercio de los pacientes con SK es el sitio inicial en un 15%. El odontólogo es a menudo el primero en identificar estas lesiones. El diagnóstio debe ser confirmado por biopsia siempre que sea posible.
El sitio intraoral más comúnmente afectada es el paladar, seguido de la encía. Lesiones intraorales pueden ser fácilmente traumatizadas durante la masticación normal, lo cual puede generar dolor, sangrado, ulceración o infección secundaria. Las lesiones avanzadas  pueden interferir con la nutrición y el habla la presencia o ausencia de síntomas de lesiones orales es a menudo un factor importante en las decisiones de tratamiento.

SISTEMA GASTROINTESTINAL
La afectación gastrointestinal puede ocurrir en ausencia de enfermedad cutánea. Las lesiones gastrointestinales pueden ser asintomáticas o pueden causar pérdida de peso, dolor abdominal, náuseas y vómitos, hemorragia digestiva alta o más baja, mala absorción, obstrucción intestinal, y / o diarrea.
Las lesiones son fácilmente reconocidas  por el endoscopista.
Por lo general son nódulos  hemorrágicos  que pueden ser aislados o confluentes y pueden ocurrir en cualquier parte del tracto gastrointestinal . El diagnóstico debe ser confirmado por biopsia siempre que sea posible, las biopsias pueden no demostrar SK  debido a que las lesiones tienden a ser submucosas.
Las lesiones de alto grado son más propensas a  la invasión y diseminación.

SISTEMA RESPIRATORIO
Pueden presentar dificultad para respirar, fiebre, tos, hemoptisis o dolor en el pecho, o bien la afectación pulmonar puede ser un hallazgo asintomático observado por primera vez en una radiografía de tórax.
 Los hallazgos radiológicos son variables y pueden incluir imágenes  nodulares, intersticiales y / o infiltrados alveolares, derrame pleural, hiliares y / o adenopatías mediastinales, o incluso un nódulo aislado.
Las lesiones del SK tienen un aspecto característico de rojo cereza ligeramente levantadas visto en broncoscopia, lo que puede dar lugar a un diagnóstico presuntivo de SK pulmonares.
 Aunque la broncoscopia y las imágenes radiológicas se correlacionan bastante bien, los pacientes documentados con SK pulmonar por broncoscopia, en ocasiones tienen las radiografías de tórax normales

ESTADIFICACIÓN
El sistema de estadificación más comúnmente utilizado para SK relacionado con el SIDA fue desarrollado por el Grupo de Ensayos Clínicos del SIDA (ACTG) del Instituto Nacional de la Salud. Este sistema divide a los pacientes en buenas o malas categorías de riesgo de pronóstico, teniendo en cuenta tanto la infección KS y el VIH.Los pacientes se clasifican en función de tres parámetros (tabla 1):
 Alcance de tumor (T):  un pronóstico favorable (T0) se asocia con enfermedad limitada a la piel o con una mínima participación de la cavidad oral. Las personas con linfedema asociado, más amplia participación de la cavidad oral, u otra enfermedad visceral se considera que tienen un mal pronóstico (T1).

Estado inmunológico (I):  el grado de inmunosupresión de la infección por el VIH es un factor pronóstico importante. Los pacientes con un recuento de CD4 superior a 200 células / microlitrose considera que tienen un pronóstico favorable (I0) mientras que aquellos con un recuento de CD4 inferior han clasificado como pobre pronóstico (I1)
 Severidad de la enfermedad sistémica (S): S1 se considera a los pacientes con infecciones oportunistas, aftas, síntomas B (fiebre, sudoración nocturna, pérdida significativa de peso, diarrea de más de dos semanas). Los que no tienen nada de esto se los considera S0.

EVALUACIÓN INICIAL
Examen físico completo con especial atención a las zonas típicamente afectadas por la enfermedad, como las extremidades inferiores, la cara,la mucosa oral, los genitales, el tracto GI y pulmones.
Evaluación de la afectación visceral es guiado por la sintomatología y pruebas básicas de laboratorio.
Prueba de la sangre oculta en heces es la forma más sencilla para detectar afectación gastrointestinal. La endoscopia es generalmente reservado para los pacientes que dan positivo para sangre oculta o tienen síntomas gastrointestinales.
Radiografía de tórax es útil para la detección de lesiones pulmonares. La broncoscopia debe reservarse para aquellos con una radiografía anormal y síntomas respiratorios persistentes en ausencia de otra causa.


La TAC de tórax, abdomen y pelvis normalmente no es necesario.
El recuento de células CD4 y la carga viral del VIH son importantes para la estadificación y el pronóstico e indicacion de tratamiento.

TRATAMIENTO
Se recomienda el tratamiento sistémico con combinaciones potentes de antirretrovirales (ARV) para prácticamente todos los pacientes con SK relacionado con el SIDA. La necesidad de un tratamiento más allá del arte y la elección entre las distintas opciones depende de la extensión de la enfermedad, la rapidez de crecimiento del tumor, el VIH-1 la carga viral, el recuento de células CD4, y la condición médica general del paciente .

La terapia sistémica se utiliza para la enfermedad más extensa pero una lesión a un sistema inmunológico que ya está gravemente comprometida debe evitarse siempre que sea posible.
La quimioterapia sistémica  - La quimioterapia sistémica se utiliza generalmente para pacientes con SK más avanzados  o cuando hay evidencia de progresión rápida de la enfermedad . El tratamiento con doxorubicina liposomal pegilada (20 mg / m 2 cada tres semanas) o daunorrubicina liposomal en general se recomienda como tratamiento de primera línea para KS . Un curso de cuatro a seis ciclos de doxorrubicina liposomal seguido de un período de observación puede ser razonab Otros agentes que se han utilizado incluyen paclitaxel, tratamiento de segunda línebleomicina, vinblastina,
Los efectos secundarios de estos productos de liposomas son en general leves. En particular, alopecia y neuropatías son inusuales con estas preparaciones, en contraste con el perfil de efectos secundarios de los regímenes de quimioterapia de combinación convencionales. La cardiotoxicidad disminuida con antraciclina liposomal permite mayores dosis acumuladas de antraciclina a administrar, el alargamiento de la duración en el que se pueden utilizar estos agentes .
Indicaciones para añadir quimioterapia sistémica  incluyen:
● afectación cutánea generalizada (por ejemplo, más de 25 lesiones)
● KS cutánea extensa que no responde al tratamiento local
● El edema extenso
● afectación visceral sintomática
● síndrome inflamatorio de reconstitución inmune (IRIS)

                                                                                              
Reconstitución inmune síndrome inflamatorio  - El término "síndrome de reconstitución inmune inflamatoria" (IRIS) describe una colección de respuestas del huésped que pueden ocurrir después del inicio de la terapia antirretroviral. Además de empeoramiento de los síntomas de las infecciones preexistentes con IRIS, el inicio de la terapia antirretroviral se ha asociado con la progresión de KS dentro de tres a seis semanas después de comenzar la terapia antirretroviral. La progresión de KS en pacientes con IRIS puede ser grave y se ha asociado con la muerte en algunos casos

Terapia sintomática Local   modalidades de tratamiento son útiles para la cosmética o la gestión de las lesiones de SK voluminosos sintomáticos, pero que no impiden el desarrollo de nuevas lesiones en las zonas no tratadas.
Los enfoques de tratamiento locales más utilizados son:
● quimioterapia intralesional puede inducir la regresión de los tumores inyectados y se prefiere para lesiones pequeñas. La vinblastina es el agente más ampliamente utilizado. Se puede inyectar directamente en la lesión . Lesiones tratadas se

La radioterapia - La función principal de la radioterapia es el tratamiento de la enfermedad sintomática que es demasiado extensa para ser tratada con quimioterapia intralesional .
Hay que tener en cuenta  que en paciente HIV positivo , presenta un risgo mayor de radiotoxicidad  que en la población general sobre todo a nivel de lesiones  de mucosa oral y planta de los pies.
Alitretinoína (ácido 9-cis retinoico) .

● El interferón-alfa - interferón-alfa (IFNa) es un modificador de la respuesta biológica que produce respuestas clínicamente significativas en aproximadamente 20 a 40 por ciento de los pacientes con sarcoma de Kaposi relacionado con el SIDA, especialmente aquellos con enfermedad limitada a la piel y la inmunosupresión relativamente modesto .

Lucha contra el HHV-8 terapia  - Identificación de HHV-8 como el agente etiológico del SK proporciona otro objetivo potencial para el tratamiento. Sin embargo, no hay los anti-HHV-8 terapias específicas disponibles.

 PRONÓSTICO  
El desarrollo de la ART combinación y su aplicación ha dado lugar a una notable disminución en la incidencia de KS y una mejora en el pronóstico de los pacientes con SK relacionado con el VIH, que con frecuencia se habían asociado con la muerte temprana. 
El pronóstico de los pacientes con SK relacionado con el VIH desde la introducción de la terapia antirretroviral se ilustra con una serie consecutiva de 469 casos tratados desde 1998 en un solo centro . De éstos, 303 se presenta con la enfermedad T0 (65 por ciento) y 166 tenían participación T1 (35 por ciento). Las personas con enfermedad T0 generalmente fueron tratados con TAR solo, a menos que hubiera una necesidad para el tratamiento sintomático de las lesiones localizadas, mientras que aquellos con enfermedad T1 fueron manejados con quimioterapia más ART. Para aquellos con enfermedad T0, la supervivencia global a los cinco años fue del 92 por ciento y para aquellos con enfermedad T1 los cinco años de supervivencia del 83 por ciento. 













Presentó:
Dra Gabriela Avellaneda
Servicio de Clínica Médica
Hospital Dr Ángel Pintos de Azul







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