viernes, 3 de febrero de 2023

Un descubrimiento que quita el aire

En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina

 

 

Un hombre de 76 años se presentó durante el verano de 2021 con un historial de 1 mes de empeoramiento progresivo de disnea de esfuerzo y fatiga. Anteriormente había podido caminar por un campo de golf sin molestias, pero ahora necesitaba un carrito de golf y se quedaba sin aliento durante actividades ligeras como vestirse. No informó fiebre, escalofríos, sudores nocturnos, tos, malestar torácico, ortopnea, hinchazón de brazos o piernas, aumento de peso o sangre en las heces. También tuvo una nueva aparición de dolores de cabeza al despertar que empeoraron cuando estaba en posición supina y remitieron con el uso de aspirina, paracetamol y cafeína.

 

 

PONENTE

La disnea de esfuerzo subaguda puede ser causada por enfermedades cardiovasculares y pulmonares, así como por trastornos neuromusculares, anemia, alteraciones metabólicas y deterioro físico. Caracterizar la calidad, los desencadenantes y el ritmo de la disnea puede ayudar a determinar su causa. Es poco probable que el inicio subagudo de la falta de aire represente una nueva enfermedad pulmonar obstructiva, pero podría ser un síntoma de una amplia variedad de enfermedades cardiovasculares, como aterosclerosis coronaria, arritmia, valvulopatía, insuficiencia cardíaca y derrame pericárdico, así como enfermedades de los alvéolos, parénquima pulmonar y vasculatura pulmonar. Las cefaleas matutinas de reciente aparición en un paciente mayor de 50 años que empeoran en decúbito supino ameritan neuroimagen para descartar una lesión ocupante de espacio; sin embargo, cefalea asociada a disnea, puede reflejar una infección multifocal o hipoxia en el contexto de enfermedad cardíaca o pulmonar.

 

 

EVOLUCIÓN

Entre los antecedentes médicos del paciente se encontraba un carcinoma anal de células escamosas tratado 12 años antes con fluorouracilo y mitomicina C, radioterapia y resección abdominoperineal. Posteriormente tuvo tres episodios de celulitis genital e inició terapia supresora con amoxicilina diaria, la cual tomaba desde hacía 10 años sin recurrencias. También padecía hipertensión, hiperlipidemia y apnea obstructiva del sueño, para lo cual utilizaba regularmente un dispositivo de presión positiva continua en las vías respiratorias. Además de amoxicilina, sus medicamentos incluían aspirina diaria, fexofenadina, gabapentina, losartán, simvastatina y tamsulosina, así como un multivitamínico diario. Era un abogado jubilado que vivía en el área metropolitana de Boston con su esposa. Nunca había fumado cigarrillos y no tenía mascotas. Había consumido 6 onzas (200 ml), de licor diariamente durante muchos años.

 

 

PONENTE

El cáncer rectal puede hacer metástasis al pulmón y al cerebro, y la fatiga y el dolor de cabeza pueden ser síntomas de un cáncer recurrente o nuevo. La hipertensión y la hiperlipidemia son factores de riesgo para la arteriopatía coronaria, y la isquemia miocárdica se manifiesta con frecuencia como disnea de esfuerzo. El consumo excesivo de alcohol crónico también puede conferir una predisposición a diversas afecciones asociadas con la disnea, como la fibrilación auricular, la miocardiopatía dilatada, la cirrosis y la anemia. El uso a largo plazo de agentes antibióticos también puede haber aumentado el riesgo de infección pulmonar de este paciente por organismos multirresistentes.

 

EVOLUCIÓN

La temperatura oral del paciente era de 37,1°C, la presión arterial de 120/64 mm Hg, la frecuencia cardíaca de 72 latidos por minuto, la frecuencia respiratoria de 15 por minuto y la saturación de oxígeno del 98% mientras respiraba aire ambiente. Respiraba con los labios fruncidos. Las membranas mucosas estaban húmedas y la turgencia de la piel era normal. Había movimiento de aire normal sin uso de músculos accesorios de ventilación. Los ruidos respiratorios y cardíacos eran normales. No había distensión venosa yugular ni edema en las piernas. El abdomen era blando y no doloroso, sin hepatoesplenomegalia palpable. No tenía erupción, dedos en palillo de tambor, hematomas o cianosis. No presentaba rigidez de nuca, disfunción de nervios craneales ni dismetría, y la fuerza muscular era normal. Un electrocardiograma mostró ritmo sinusal normal, un bloqueo de rama derecha incompleto, y no tenía anormalidades del segmento ST u onda T.

 

 

PONENTE

La respiración con los labios fruncidos es un patrón de respiración voluntario que prolonga la espiración y proporciona una pequeña cantidad de presión positiva al final de la espiración. Se observa comúnmente en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, en los que sirve para mitigar la hiperinsuflación dinámica. La ausencia de sibilancias y roncus no descarta la obstrucción de las vías respiratorias, que podría evaluarse mejor con el uso de pruebas de función pulmonar. Un bloqueo de rama derecha incompleto es un hallazgo inespecífico que puede ocurrir en presencia o ausencia de cardiopatía estructural. A pesar de los signos vitales normales del paciente y el examen físico tranquilizador, sería prudente descartar las causas de disnea que amenazan la vida, incluido el infarto de miocardio sin elevación del segmento ST y el tromboembolismo venoso.

 

 

EVOLUCIÓN

El recuento de glóbulos blancos fue de 4660 por milímetro cúbico, el nivel de hemoglobina de 10,9 g por decilitro, el volumen corpuscular medio de 93,6 fl y el recuento de plaquetas de 106.000 por microlitro; todas estas variables habían estado dentro de los límites normales 1 año antes. El nivel de alanina aminotransferasa fue de 46 UI por litro (rango normal, 10 a 50), el nivel de aspartato aminotransferasa de 43 UI por litro (rango normal, 10 a 50) y el nivel de bilirrubina total de 1,2 mg por decilitro (rango normal, 0,0 a 1,0 mg por decilitro); los niveles de fosfatasa alcalina y albúmina eran normales. El nivel de troponina T (según lo evaluado por la prueba de alta sensibilidad) en cada una de las dos muestras de sangre en serie obtenidas con 3 horas de diferencia fue de 25 ng por litro (rango normal, 0 a 14), y el nivel de péptido natriurético tipo B pro N-terminal fue de 76 pg por mililitro (rango normal, 0 a 1800). El índice internacional normalizado fue de 1,2 (rango normal, 0,9 a 1,1), el tiempo de tromboplastina parcial de 40,0 segundos (rango normal, 24,1 a 33,6) y el nivel de dímero d 1693 ng por mililitro (rango normal, 0 a 500). El nivel de ferritina fue de 1485 μg por litro (rango normal, 30 a 400) y la saturación de transferrina del 10% (rango normal, 20 a 40). Los niveles de tirotropina y cobalamina eran normales, al igual que el pH venoso y la presión parcial de dióxido de carbono. Una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para SARS-CoV-2 (síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2) fue negativa.

 

La tomografía computarizada (TC) de cráneo fue normal. La TC del abdomen y la pelvis mostró esplenomegalia leve y anomalías hepáticas, incluido un contorno nodular irregular, ensanchamiento de las fisuras e hipertrofia del caudado ( Figura 1 ). La angiografía por TC de tórax no mostró evidencia de embolia pulmonar ni infiltrados ni masas.

 


Figura 1. TAC de Abdomen y Pelvis.

El hígado (asterisco) muestra un contorno nodular irregular, ensanchamiento de las fisuras e hipertrofia del caudado. El bazo mide 14,2 cm en la dimensión craneocaudal (flecha).

 

 

PONENTE

El nivel de troponina sérica ligeramente elevado y estable indica lesión miocárdica, pero es inconsistente con un infarto de miocardio tipo 1 (aterotrombótico). La anemia causa una disminución en el suministro de oxígeno al corazón y conduce a un aumento compensatorio en el gasto cardíaco, lo que puede causar disnea y provocar un desajuste entre el suministro y la demanda suficiente para causar isquemia miocárdica, especialmente si existe una enfermedad arterial coronaria obstructiva preexistente.

 

Los hallazgos hepáticos en la TC son más consistentes con cirrosis; la esplenomegalia podría ser un signo de hipertensión portal o un proceso infeccioso, maligno o autoinmune separado. Este paciente no tiene evidencia de disfunción sintética hepática o cirrosis descompensada que pueda causar disnea como resultado de hipertensión pulmonar asociada con hipertensión portal o síndrome hepatopulmonar. La cirrosis podría provocar anemia y trombocitopenia a través del secuestro esplénico, pérdida de sangre gastrointestinal, anemia por enfermedad crónica o anemia hemolítica por acantocitos o células en espuelas.

 

 

EVOLUCIÓN

Un ecocardiograma transtorácico mostró hipertrofia ventricular izquierda concéntrica leve, disfunción diastólica ventricular izquierda leve, agrandamiento auricular izquierdo moderado, agrandamiento auricular derecho leve e insuficiencia mitral leve a moderada sin anomalías regionales en el movimiento de la pared. La presión sistólica arterial pulmonar estimada fue de 28 mm Hg (rango normal, 15 a 30) y la fracción de eyección del ventrículo izquierdo estimada fue del 65%. Una tomografía computarizada de perfusión miocárdica con emisión de fotón único con tetrofosmina marcada con tecnecio-99m no mostró déficit de perfusión regional después de la administración posterior de regadenosón.

 

 

PONENTE

Hay evidencia ecocardiográfica de remodelación estructural que muy probablemente se asocia con hipertensión crónica y consumo de alcohol, pero no hay signos clínicos de insuficiencia cardíaca. Aunque la disfunción diastólica puede estar contribuyendo a la disnea, no se ha identificado ninguna condición patológica cardiopulmonar que explique la fatiga y la disnea de esfuerzo de este paciente. La anemia es la explicación más probable. La anemia normocítica y la trombocitopenia pueden ser causadas por destrucción o consumo de eritrocitos y plaquetas, secuestro esplénico y supresión, infiltración y falla de la médula ósea. Los trastornos autoinmunitarios, la anemia hemolítica, las infecciones y los cánceres hematológicos tienen más probabilidades de manifestarse de forma subaguda.

 

 

EVOLUCIÓN

El recuento de reticulocitos fue del 3,6%, lo que corresponde a un índice de producción de reticulocitos (un valor calculado que corrige el recuento de reticulocitos por el grado de anemia y el correspondiente aumento en el tiempo de maduración de los eritrocitos) de 1,8 (valor normal, >2,0). Un frotis de sangre periférica no mostró blastos ni esquistocitos. El nivel de lactato deshidrogenasa fue de 574 UI por litro (rango normal, 135 a 225), y la haptoglobina fue indetectable. Las pruebas de antiglobulina directa e indirecta fueron negativas. El análisis de orina mostró urobilinógeno 1+ y sin hematuria. La velocidad de sedimentación de eritrocitos fue de 111 mm por hora (valor normal, <15), el nivel de proteína C reactiva de 164 mg por litro (valor normal, <5,0) y el nivel de fibrinógeno de 854 mg por decilitro (rango normal, 227 a 481 ). No se detectaron anticuerpos antinucleares.

 

 

PONENTE

El nivel indetectable de haptoglobina, el nivel elevado de lactato deshidrogenasa y las pruebas de antiglobulina negativas son compatibles con anemia hemolítica no inmunitaria. Las causas de la anemia hemolítica no inmunitaria subaguda incluyen infecciones, cánceres hematológicos, microangiopatías trombóticas, exposición a fármacos oxidantes y hemoglobinuria paroxística nocturna. En ausencia de esquistocitos y hemoglobinuria, una infección es la causa más probable de anemia hemolítica no inmunitaria. Varios organismos pueden causar la lisis de los eritrocitos, incluidos Babesia microti u otras especies de babesia, especies de plasmodium (que causan paludismo) y (raramente) Bartonella bacilliformis . De estos, sólo B. microtise encuentra comúnmente en el noreste de los Estados Unidos. La babesiosis clásicamente se manifiesta con fiebre, pero en pacientes con disfunción inmunitaria asociada a cirrosis, es posible que no se produzca una respuesta febril a las infecciones sistémicas.

 

 

EVOLUCIÓN

El cuarto día de hospitalización, el nivel de hemoglobina había disminuido a 9,0 g por decilitro, el nivel de alanina aminotransferasa había aumentado a 63 UI por litro y el nivel de aspartato aminotransferasa había aumentado a 57 UI por litro. El examen de un frotis de sangre delgado para parásitos reveló trofozoítos en forma de anillo intraeritrocitario, con 2,1% de parasitemia ( Figura 2 ). La prueba de PCR para B. microti fue positiva. Los ensayos de inmunoabsorción ligado a enzimas para Borrelia burgdorferi IgM e IgG fueron negativos, al igual que una prueba de PCR combinada para especies de Anaplasma phagocytophilum y ehrlichia. El paciente no recordaba una picadura de garrapata reciente, pero había una gran cantidad de vegetación en su patio trasero y en el campo de golf que frecuentaba.



Figura 2. Muestra de sangre.

La tinción de Wright-Giemsa de un frotis de sangre fino muestra trofozoítos intraeritrocíticos (flechas).

 

Se administraron azitromicina y atovacuona durante 10 días. El examen de un frotis de sangre fino repetido 2 semanas más tarde no mostró parásitos. Diez semanas después, el nivel de hemoglobina y el recuento de plaquetas se normalizaron y la disnea se resolvió.

 


COMENTARIO

En 2019, se informaron un total de 2420 casos de babesiosis a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el 93,1 % de los cuales ocurrieron en la región noreste de los Estados Unidos, y la mayoría del 6,9 % restante se dispersó por el Atlántico Sur y regiones del medio oeste superior. 1 La mayoría de las infecciones ocurren entre mayo y septiembre y son causadas por el protozoario B. microti , un parásito obligado de los eritrocitos humanos que se transmite a los humanos a través de la picadura de la garrapata Ixodes scapularis , con un período de incubación de 1 a 4 semanas. 2 Como resultado del calentamiento del clima de América del Norte, el área de distribución de I. scapularisse extiende hacia el norte más allá de la frontera con Canadá y se espera que las temperaturas se mantengan adecuadas para la actividad de las garrapatas durante períodos más largos del año; el aumento de la expansión suburbana en áreas rurales también aumenta el hábitat de matorrales y aumenta las poblaciones de garrapatas. 3,4 Un pequeño número de casos de babesiosis han sido causados ​​por transfusión de hemoderivados, trasplante de órganos sólidos y transmisión transplacentaria. Desde 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos ha requerido pruebas de ácido nucleico para B. microti o el uso de tecnología de reducción de patógenos para donaciones de sangre recolectadas en 14 estados y el Distrito de Columbia, lugares en los que la infección por B. microti es endémica.

 

Debe sospecharse babesiosis en cualquier paciente que viva o haya visitado recientemente un área donde la afección es endémica y tiene fiebre, sudores, escalofríos, dolor de cabeza o fatiga con anemia hemolítica, trombocitopenia y niveles elevados de aminotransferasa, o en pacientes en los que se hayan diagnosticado otras infecciones transmitidas por I. scapularis (como la enfermedad de Lyme, la anaplasmosis, la infección por Borrelia miyamotoi y la infección por el virus Powassan). Si no se trata, la babesiosis puede variar en gravedad desde una enfermedad asintomática (observada en aproximadamente el 20 % de los adultos sanos) hasta una enfermedad grave que se complica con el síndrome de dificultad respiratoria aguda y la coagulación intravascular diseminada. 5La enfermedad grave es más común entre pacientes inmunocomprometidos y adultos mayores. Aunque la enfermedad generalmente dura de 1 a 2 semanas, la fatiga puede durar varios meses y la parasitemia asintomática puede persistir durante más de un año sin tratamiento. 6

 

El diagnóstico de enfermedades transmitidas por garrapatas requiere un alto índice de sospecha clínica y familiaridad con los factores epidemiológicos locales porque muchos pacientes no recordarán una picadura de garrapata. Es importante que los médicos conozcan los síntomas y signos de las enfermedades transmitidas por garrapatas, como el eritema migratorio, la erupción asociada con la enfermedad de Lyme; los hallazgos cutáneos distintivos descritos en pacientes con fiebre exantemática de las Montañas Rocosas y enfermedad exantemática asociada con garrapatas del sur; las presentaciones ulceroglandular y neumónica de la tularemia; y la fiebre recurrente asociada con la enfermedad de B. miyamotoi .

 

En el examen microscópico de un frotis de sangre delgado a través de una lente de inmersión en aceite con tinción de Wright-Giemsa, los trofozoítos de B. microti aparecen en forma de anillos redondos, ovalados o en forma de pera dentro de los eritrocitos que, en ocasiones, están dispuestos en tétradas patognomónicas. Se ha informado que la sensibilidad de la microscopía oscila entre el 59 y el 84 %, en comparación con el 95 % de las pruebas de PCR. 7,8 La detección puede mejorarse mediante la educación regular del personal de laboratorio que procesa frotis de sangre en áreas en las que la babesiosis es endémica. Se puede utilizar una prueba de PCR para establecer un diagnóstico en casos de parasitemia de bajo nivel que es indetectable en un frotis de sangre, cuando no se dispone de personal con experiencia en microscopía o cuando se desea una identificación a nivel de especie. Según los informes, entre el 6% y el 23% de los pacientes con babesiosis están coinfectados con B. burgdorferi , el agente causante de la enfermedad de Lyme, y aproximadamente del 2 al 19% de los pacientes con enfermedad de Lyme están infectados con B. microti , aunque existe una marcada variación en la incidencia de estas coinfecciones, dependiendo de varios factores, incluidas las tasas locales de enfermedad de Lyme y babesiosis y los métodos de diagnóstico. 9 Por lo tanto, las pruebas para la enfermedad de Lyme generalmente se recomiendan en pacientes con babesiosis, al igual que un examen cuidadoso de la piel para detectar eritema migratorio. En los pacientes que no responden al tratamiento de la babesiosis, los médicos también pueden considerar la evaluación de A. phagocytophilum mediante pruebas de PCR porque esa bacteria también es transportada por I. escapular ; sin embargo, la anaplasmosis es una coinfección menos común que la enfermedad de Lyme . 9

 

El régimen de tratamiento inicial preferido para la babesiosis, independientemente de la gravedad de la enfermedad, es la atovacuona y la azitromicina durante 7 a 10 días, y los cursos de tratamiento más prolongados se reservan para los pacientes con un alto grado de inmunodepresión o con enfermedad resistente al tratamiento. 10 La clindamicina y el sulfato de quinina es un régimen de tratamiento alternativo; en un ensayo aleatorizado no cegado en el que participaron 58 pacientes inmunocompetentes con babesiosis, este régimen mostró una eficacia similar a la de la atovacuona y la azitromicina, pero resultó en una mayor incidencia de efectos adversos. 11 La exanguinotransfusión se reserva para pacientes con más del 10 % de parasitemia, anemia hemolítica grave, coagulación intravascular diseminada o insuficiencia respiratoria, renal o hepática. 10La respuesta al tratamiento puede monitorearse mediante la evaluación de frotis de sangre periférica en serie en pacientes inmunocomprometidos, pero no es necesario confirmar la resolución de la parasitemia en pacientes inmunocompetentes cuyos síntomas se han resuelto; La repetición de la prueba de PCR debe reservarse para pacientes con síntomas persistentes cuyos frotis de sangre ya no muestren B. microti . 10 A diferencia de la mayoría de los parásitos transmitidos por garrapatas, B. microti no es susceptible a la doxiciclina, y el uso de doxiciclina como profilaxis después de una picadura de garrapata no previene la babesiosis. Los médicos de atención primaria que ejercen en áreas en las que la babesiosis es endémica deben brindar a los pacientes una guía anticipada sobre la prevención de las picaduras de garrapatas, como recomendar el uso de ropa protectora y repelentes de insectos y la realización de controles periódicos de la piel después de la actividad al aire libre.

 

El equipo clínico se centró inicialmente en identificar las causas cardiovasculares y pulmonares comunes y potencialmente mortales de disnea, dada la edad del paciente y los antecedentes de hiperlipidemia y cáncer. A pesar de la presencia de anemia, trombocitopenia y esplenomegalia en el momento de la presentación, la sospecha de babesiosis se planteó solo después de la identificación de hemólisis y niveles elevados de aminotransferasa en el día 4 de hospitalización, después de descartar la enfermedad arterial coronaria limitante del flujo. Sin embargo, cuando el caso se reformula como un caso de verano de un golfista de Nueva Inglaterra con anemia, trombocitopenia y esplenomegalia nuevos, el diagnóstico de babesiosis se vuelve mucho menos desafiante.

 

La identificación del diagnóstico correcto requirió superar múltiples sesgos cognitivos. 12 El hallazgo incidental de evidencia radiológica de fibrosis hepática brindó una explicación plausible para los hallazgos de anemia y trombocitopenia, en los que se ancló inicialmente el equipo clínico. Este es un ejemplo de "búsqueda satisfactoria" (es decir, dejar de buscar explicaciones alternativas una vez que se encuentra la primera solución plausible). 13 Además, la consideración de una causa infecciosa de anemia requería mirar más allá de la heurística de representatividad: la tendencia a buscar presentaciones clásicas de la enfermedad en lugar de variaciones atípicas. La fiebre está presente en el 89% de los casos documentados de babesiosis, 5pero puede estar ausente en huéspedes infectados con disfunción inmunitaria, como este paciente con cirrosis. 14 Estos sesgos se pueden superar con un "tiempo de espera de diagnóstico", un proceso durante el cual un equipo clínico identifica consistencias e inconsistencias entre los datos conocidos y un diagnóstico de trabajo, identifica diagnósticos alternativos y lagunas en los datos, y reconoce y actúa sobre la incertidumbre del diagnóstico. 15

 

La combinación de las pruebas de laboratorio altamente sugestivas de este paciente y el reconocimiento de enfermedades locales transmitidas por garrapatas condujo finalmente a la identificación de la babesiosis como una causa poco común de una condición común, la disnea.

 

 

Traducción de:

A Breathtaking Discovery

Jonathan Coraor Fried, M.D., John J. Ross, M.D., Zoe F. Weiss, M.D., Bruce D. Levy, M.D., and Joseph Loscalzo, M.D., Ph.D.

 

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcps2209057

 

References

1. Centers for Disease Control and Pre[1]vention. National Notifiable Diseases Sur[1]veillance System (NNDSS): notifiable in[1]fectious disease data tables. 2021 (https://

www.cdc.gov/nndss/data-statistics/

infectious-tables/index.html).

2. Gray EB, Herwaldt BL. Babesiosis sur[1]veillance — United States, 2011–2015.

MMWR Surveill Summ 2019;68:1-11.

3. Wilson CH, Gasmi S, Bourgeois A-C,

et al. Surveillance for Ixodes scapularis and

Ixodes pacificus ticks and their associated

pathogens in Canada, 2019. Can Com[1]mun Dis Rep 2022;48:208-18.

4. Diuk-Wasser MA, VanAcker MC, Fer[1]nandez MP. Impact of land use changes

and habitat fragmentation on the eco[1]epidemiology of tick-borne diseases. J Med

Entomol 2021;58:1546-64.

5. Vannier EG, Diuk-Wasser MA, Ben

Mamoun C, Krause PJ. Babesiosis. Infect

Dis Clin North Am 2015;29:357-70.

6. Krause PJ, Spielman A, Telford SR III,

et al. Persistent parasitemia after acute

babesiosis. N Engl J Med 1998;339:160-5.

7. Krause PJ, Telford S III, Spielman A,

et al. Comparison of PCR with blood

smear and inoculation of small animals

for diagnosis of Babesia microti parasit[1]emia. J Clin Microbiol 1996;34:2791-4.

8. Wang G, Villafuerte P, Zhuge J, Visin[1]tainer P, Wormser GP. Comparison of a

quantitative PCR assay with peripheral

blood smear examination for detection

and quantitation of Babesia microti infec[1]tion in humans. Diagn Microbiol Infect

Dis 2015;82:109-13.

9. Diuk-Wasser MA, Vannier E, Krause

PJ. Coinfection by ixodes tick-borne patho[1]gens: ecological, epidemiological, and

clinical consequences. Trends Parasitol

2016;32:30-42.

10. Krause PJ, Auwaerter PG, Bannuru

RR, et al. Clinical practice guidelines by

the Infectious Diseases Society of Ameri[1]ca (IDSA): 2020 guideline on diagnosis

and management of babesiosis. Clin In[1]fect Dis 2021;72(2):e49-e64.

11. Krause PJ, Lepore T, Sikand VK, et al.

Atovaquone and azithromycin for the

treatment of babesiosis. N Engl J Med

2000;343:1454-8.

12. Croskerry P, Singhal G, Mamede S.

Cognitive debiasing 1: origins of bias and

theory of debiasing. BMJ Qual Saf 2013;

22:Suppl 2:ii58-ii64.

13. Croskerry P. Achieving quality in clin[1]ical decision making: cognitive strategies

and detection of bias. Acad Emerg Med

2002;9:1184-204.

14. Haidar G, Singh N. The evolving chal[1]lenge of infections in cirrhosis. N Engl J

Med 2021;385:1150-1.

15. Patient Safety Learning Lab. Improv[1]ing the safety of diagnosis and therapy in

the inpatient setting. Boston: Brigham

and Women’s Hospital, 2019 (https://psll

.bwh.harvard.edu/psll-2-0).

jueves, 2 de febrero de 2023

Un hallazgo inesperado...

 Un hombre de 60 años fue visto recientemente en el departamento de emergencias luego de una caída de una escalera. No hubo fractura de costilla ni contusión pulmonar, pero la RX reveló un nódulo de 1,8 por 1,4 cm en el lóbulo inferior izquierdo. Se obtuvo una tomografía computarizada de tórax, que confirmó la presencia del nódulo dentro del parénquima pulmonar. No se observaron otros nódulos y no se encontró agrandamiento anormal de los ganglios linfáticos hiliares o mediastínicos. El nódulo tiene márgenes bien definidos sin calcificación.

El paciente fumaba cigarrillos sólo brevemente en la universidad. Creció en Arkansas (zona endémica de hongos),  hasta los 15 años y luego se mudó a Nueva Inglaterra. Trabaja como administrador de la universidad.

¿Cuál de los siguientes recomendaría como el siguiente paso en su evaluación?

  A. Obtener una tomografía por emisión de positrones (PET/TC).

  B. Ordenar una punción aspiración transtorácica con aguja.

  C. Pedir a un neumólogo que realice una broncoscopia.

  D. Revisar las RX anteriores para comparar.

  E. Solicitar resonancia magnética de tórax.

 

 

 

Respuesta correcta: D

Explicación

Se descubre por casualidad que este hombre de 60 años tiene un nódulo pulmonar solitario asintomático en la RX. Nuestra tarea es determinar si el nódulo es benigno o maligno. Las características que favorecen la benignidad son sus márgenes definidos y la falta de antecedentes significativos de tabaquismo del paciente. Su residencia anterior en Arkansas plantea la posibilidad de un nódulo pulmonar relacionado con una infección fúngica endémica, específicamente un histoplasmoma. Las características que aumentan la posibilidad de malignidad son su edad (el cáncer de pulmón es poco común antes de los 40 años, pero su incidencia aumenta con la edad) y el tamaño relativamente grande (diámetro mayor > 1 cm) del nódulo. Un nódulo pulmonar completamente calcificado o un nódulo con un patrón característico de calcificación (p. ej., lesión en “ojo de buey” con calcificación central densa, como en los granulomas, o calcificaciones en “bola de palomitas de maíz”, como en los hamartomas) confirmaría un diagnóstico benigno, pero su nódulo no está calcificado.

La decisión con respecto a un estudio adicional debe ser fácil. Si está disponible, hay que obtener imágenes de tórax anteriores para comparar. Esta búsqueda de radiografías antiguas puede requerir mucho trabajo o mucho tiempo, pero es rentable y segura. Un nódulo como este que puede demostrar que no ha crecido durante un período de 2 años o más, es benigno; y por lo tanto, no será necesaria ninguna evaluación adicional. Las raras excepciones a esta regla de que la falta de crecimiento durante 2 años indica lesiones benignas pueden ser adenocarcinomas de crecimiento muy lento del tipo de células broncoalveolares, pero su aspecto radiográfico no es la descrita aquí. Tienden a ser menos uniformemente densos y menos bien delimitados; pueden tener un patrón de vidrio esmerilado, broncogramas aéreos dentro de sus márgenes o consolidación focal persistente. En la figura 1 se muestra un ejemplo de un cáncer de células broncoalveolares indolente (adenocarcinoma in situ o adenocarcinoma mínimamente invasivo).



Figura 1. Adenocarcinoma broncoalveolar.

Si no se dispone de imágenes de tórax antiguas para la comparación, un próximo paso apropiado sería una tomografía por emisión de positrones combinada con una tomografía computarizada de tórax (exploración PET/TC) (respuesta A). Una exploración PET/TC negativa en este paciente (captación de glucosa en el nódulo no mayor que en el tejido pulmonar normal circundante) indicaría con un 95 % de certeza que el nódulo es benigno (nuevamente, las excepciones a esta regla, dando a la prueba una tasa de resultados falso - negativa de aproximadamente el 5%, son predominantemente adenocarcinomas de tipo broncoalveolar).

Un aspirado transtorácico con aguja (respuesta B) es tentador en un esfuerzo por establecer un diagnóstico definitivo sin cirugía, y en algunos centros con experiencia especial este procedimiento se intentaría de manera rutinaria. Sin embargo, en la mayoría de las instituciones, la tasa de falsos negativos para los aspirados con aguja informados como "no diagnósticos, sin células malignas vistas" es inaceptablemente alta, del orden del 20%. El procedimiento conlleva un riesgo de neumotórax iatrogénico del 7% al 10%. La precisión de la broncoscopia de fibra óptica (respuesta C) en la evaluación de los nódulos pulmonares periféricos es incluso menor que la de los aspirados transtorácicos con aguja. Las etiologías benignas específicas (como el histoplasmoma) rara vez se establecen (<5 %) y el riesgo de resultados falsos negativos (no se identifican células malignas en un paciente con un nódulo pulmonar maligno) es alto (muy superior al 20 %). Las técnicas broncoscópicas diseñadas para mejorar el rendimiento del muestreo de lesiones pulmonares periféricas (broncoscopia de navegación electromagnética combinada con reconstrucciones tridimensionales del pulmón a partir de imágenes de tomografía computarizada del tórax) están comenzando a introducirse en algunos centros. La resonancia magnética torácica (respuesta E) no tiene ningún papel en la evaluación de nódulos pulmonares o anomalías pulmonares parenquimatosas en general.

 

 

 

FUENTE:

The  Brigham  Intensive  Review of  Internal  Medicine. (2022)

Ajay K. Singh, MBBS, FRCP, MBA

Joseph Loscalzo, MD, PhD

miércoles, 1 de febrero de 2023

Una respuesta razonada...

 

A continuación se proporcionan cinco diagnósticos potenciales.

Qué diagnóstico es mejor con el siguiente conjunto de gases en sangre arterial obtenidos con el paciente respirando aire:

Po2 40 mm Hg, Pco2 80 mm Hg y pH 7,10?

  A. Síndrome de dificultad respiratoria del adulto

  B. Ataque severo de asma

  C. Neumonía bacteriana bilateral grave

  D. Exacerbación aguda de enfermedad pulmonar obstructiva crónica grave

  E. Sobredosis de drogas sedantes

 

 La respuesta correcta: es E. 

Por qué?

Explicación razonada

Esta pregunta es estrictamente un ejercicio de interpretación de gases en sangre arterial. No implica la toma de decisiones clínicas porque no se nos proporciona ninguna otra información del paciente, como síntomas, historial médico anterior, examen físico u otros datos de laboratorio. Algunos médicos pueden simplemente mirar estos resultados de gases en sangre arterial e intuir la respuesta correcta. Así es como se llegó a esta conclusión.

El paciente con estos gases en sangre arterial tiene hipoxemia profunda, hipercapnia y acidemia. La acidemia es de etiología respiratoria, consecuencia de la profunda retención de dióxido de carbono (CO2). Aunque los cinco estados de enfermedad ofrecidos como posibles respuestas pueden causar hipoxemia profunda, el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) (respuesta A) y la neumonía bacteriana bilateral grave (respuesta C) tienen muchas menos probabilidades que los demás de causar hipercapnia. La hiperventilación alveolar con hipocapnia sería la norma en SDRA y neumonía grave, excepto quizás en pacientes con enfermedad muy avanzada o con otra enfermedad cardiorrespiratoria subyacente.

De las opciones restantes, se esperaría que un ataque asmático agudo (respuesta B) y una sobredosis de sedantes (respuesta E) causaran una acidosis respiratoria aguda, mientras que una exacerbación aguda de la EPOC grave (respuesta D) probablemente estaría asociada con hipercapnia crónica o tal vez un empeoramiento agudo de la hipercapnia crónica (acidosis respiratoria aguda sobre crónica). Es útil, entonces, determinar si este conjunto de gases en sangre arterial sugiere una acidosis respiratoria aguda o aguda sobre crónica. Un método para calcular la distinción es el siguiente:

Acidosis respiratoria aguda: descenso previsto del pH por debajo de 7,40 = aumento de la Pco2 por encima de 40 mm Hg × 0,008

Acidosis respiratoria crónica: descenso previsto del pH por debajo de 7,40 = aumento de la Pco2 por encima de 40 mm Hg × 0,003

Acidosis respiratoria aguda sobre crónica: descenso previsto del pH por debajo de 7,40 = aumento de la Pco2 por encima de 40 mm Hg × 0,005

En nuestro ejemplo, la Pco2 del paciente de 80 mm Hg representa un aumento de la Pco2 por encima de 40 mm Hg de 40. El pH de 7,1 está 0,3 unidades por debajo de 7,4. La mejor aproximación para este valor es 40 × 0,008 (= 0,32), compatible con una acidosis respiratoria aguda. Según estos cálculos, se esperaría que un paciente con una Pco2 de 80 mm Hg causada por retención crónica de CO2 con compensación renal adecuada tuviera un pH de aproximadamente 7,28 (40 × 0,003 = 0,12 unidades por debajo de 7,4); y se esperaría que un paciente con una Pco2 de 80 mm Hg derivada de una hipercapnia aguda sobre crónica tenga un pH de aproximadamente 7,2 (40 × 0,005 = 0,2 unidades por debajo de 7,4). La acidemia profunda de nuestro paciente refleja la agudeza de este proceso pulmonar, sin tiempo para la retención renal compensatoria de bicarbonato.

Todavía tenemos que elegir entre las respuestas B (ataque asmático agudo) y E (sobredosis de sedantes). El primero se asocia con enfermedad de las vías respiratorias e hipoxemia que, al menos en parte, se debe a la falta de coincidencia en la distribución de la ventilación y la perfusión. Además de la hipoventilación, las zonas pulmonares con baja ventilación para la cantidad de perfusión que están recibiendo contribuyen a la hipoxemia. El último (sobredosis de sedantes) puede no tener enfermedad pulmonar intrínseca; la hipoxemia puede deberse por completo a la depresión del impulso respiratorio con hipoventilación central. Podemos usar la ecuación del gas alveolar para distinguir entre estas dos posibilidades. La ecuación del gas alveolar nos permite calcular una presión parcial de oxígeno alveolar predicha (Pao2). Luego podemos comparar nuestra Pao2 predicha con el oxígeno en sangre arterial medido (Pao2) para derivar una diferencia (o gradiente) alveolar-arterial para el oxígeno (A-aDo2). En ausencia de enfermedad pulmonar intrínseca con desajuste de ventilación/perfusión (V/˙ Q˙ ), la A-aDo2 será normal (≤25 mm Hg); en presencia de desajuste o derivación V/˙ Q˙, la A-aDo2 aumentará.

Una versión abreviada de la ecuación del gas alveolar es la siguiente: PAO2 (mm Hg) = [(PB − 47) × FiO2] − PCO2/R donde PB es la presión barométrica ambiental, Fio2 es la fracción de oxígeno en el gas inspirado y R es la relación de intercambio respiratorio, en la mayoría de los casos se supone que es 0,8. Para pacientes que respiran aire al nivel del mar, esta ecuación se simplifica a: PAO2 (mm Hg) = [(760 − 47) × 0,21] − PCO2/0,8= 150 − PCO2/0,8

Para nuestro paciente, la Po2 alveolar calculada es la siguiente: PAO2 = 150 − 80/0,8= 50 mm Hg

La Po2 arterial medida en este ejemplo es de 40 mm Hg, lo que da una A-aDo2 (es decir, Pao2–Pao2) de 10 mm Hg, un valor normal. La ausencia de un gradiente A-a ampliado para el oxígeno es mejor con la respuesta E, una sobredosis de fármacos sedantes con hipoventilación alveolar pura como causa de la hipoxemia.

 

 

 

FUENTE:

The  Brigham  Intensive  Review of  Internal  Medicine. (2022)

Ajay K. Singh, MBBS, FRCP, MBA

Joseph Loscalzo, MD, PhD

 

 

 

martes, 31 de enero de 2023

Varón de 30 años con rash generalizado de 2 meses de evolución.

Buenos días Dr desde Colombia, le escribo para presentarle cuadro clinico le agradeciria orientación.





Paciente masculino de 30 años de edad sin antecedentes de importancia consulta por cuadro de 2 meses de evolución consistente en lesiones maculares sobreelevadas de coloración violácea  bien definidas de diferentes tamaños, lesiones que estan generalizadas en tronco y extremidades solo respetan palmas y rostro. Refiere prurito, y que  solo venia tomando Centrum que es un multivitamínico de venta libre.

Signos vitales normales

TA : 110-70   FC : 78 FR: 18 TEMP: 36ªC.

Se indican paraclínicos los cuales están pendientes, le envío fotografía de las lesiones

De antemano muchas gracias

 

 




Dra Carolina Castaño Ramirez.

Chinú Colombia.


 

 

Opinión:

Se trata de una erupción máculo papular difusa, con lesiones que van desde pocos milímetros hasta poco más de 1 cm de diámetro algunas de ellas, de aspecto poligonal, color violáceo, y ligeramente descamativas. Se podría describir esta erupción como de aspecto liquenoide. Algunas lesiones del dorso, presentan costras en su superficie las que pueden ser producto del rascado.  Mi primera consideración diagnóstica es liquen plano. Habría que realizar un examen físico completo en la búsqueda de compromiso mucoso, uñas, cuero cabelludo, genitales etcétera. Es muy importante el interrogatorio sobre consumo de fármacos, ya que hay una larga lista de drogas, algunas de venta libre como analgésicos, AINES etcétera, que son capaces de producir erupciones liquenoides muy similares a la que presenta esta paciente a las que algunos llaman liquen plano inducido por fármacos. También es importante descartar la infección por el virus de la hepatitis C, dado la aceptada asociación entre esas dos entidades. Otros diagnósticos diferenciales podrían ser la psoriasis guttata que a veces adopta este tipo de aspecto, y, mucho menos probable, xantomatosis eruptiva, y pitiriasis rosada de Gibert.

Creo que sería importante una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico. Si el diagnóstico fuese finalmente liquen plano cutáneo, hay que tener en cuenta que esta entidad suele remitir espontáneamente en el término de un año. El compromiso de mucosas (liquen plano oral), genital, uñas y cuero cabelludo, suele ser más persistente. Mientras tanto, el tratamiento de primera línea son los corticoides tópicos en las formas localizadas. Sin embargo, en formas generalizadas como la de esta paciente, los corticoides tópicos no son prácticos y se puede recurrir a la terapia sistémica, a la menor dosis posible que mantenga al paciente asintomático u oligosintomático. A veces se puede utilizar la fototerapia ultravioleta, retinoides orales etcétera. 

 

 

 

Se puede dejar opinión sobre el caso, abajo, en Publicar Comentario.

lunes, 30 de enero de 2023

Varón de 27 años con acropaquia.

 

Un colega de otro foro, envía esta imagen con el siguiente texto:




Paciente masculino de 27 años, sin antecedentes médicos conocidos, que presenta hipocratismo progresivo de las uñas. Se notó por primera vez hace 3 años, pero se está volviendo más prominente.

 

También c/o lumbalgia intermitente del trabajo y tos intermitente sin disnea

 

Antecedentes personales: No consumo de alcohol, tabaco o drogas. Trabaja como obrero de la construcción. Sin conductas sexuales de alto riesgo

 

Antecedentes médicos Sin antecedentes pulmonares o cardiovasculares conocidos. No se conoce enfermedad hepática No se conoce enfermedad renal

 

Sin antecedentes familiares si va de hipocratismo digital.

 

Evaluación: examen normal. Relleno capilar <3 segundos, sin soplos, sin ictericia, sin hepatoesplenomegalia, la fuerza de las extremidades superiores es normal, sin banderas rojas neurológicas

 

Plan: La espirometría resultó normal Radiografía de tórax, se ordenaron radiografías de manos bilaterales

 

Laboratorios solicitados pendientes: CBC, CMP, Esr, CRP, ANA con reflejo en cascada, folato, b12, estudios de hierro, A1C, panel de lípidos, VIH, Anticuerpo Hep C, RPR, Antígeno de superficie de hepatitis B

 

¿Alguna idea sobre el diagnóstico diferencial? ¿Laboratorios adicionales?

 

 

Opinión:

Para ubicarnos, y plantear diagnósticos diferenciales, causas probables, y cómo estudiar a estos pacientes, digamos que se trata de un cuadro de hipocratismo digital, también llamado acropaquia, o dedos en palillo de tambor, de causa adquirida, ya que aproximadamente a los 24 años comenzó a presentar el trastorno, y es además, bilateral. Con los elementos brindados en la imagen y la historia, ya estamos descartando el hipocratismo digital hereditario, porque no lo presenta desde los primeros años de la vida ni existen antecedentes de familiares con este mismo trastorno. Aun así, la lista de diagnósticos diferenciales es amplia. El trastorno puede verse asociado con mayor frecuencia a enfermedades pulmonares, o cardiovasculares como cáncer de pulmón, fibrosis pulmonar intersticial, absceso pulmonar, tuberculosis pulmonar, linfoma pulmonar, insuficiencia cardíaca congestiva, endocarditis infecciosa y cardiopatía congénita cianótica. Digamos que en el caso de hipocratismo asociado a algunos tipos de cáncer, como el de pulmón, la causa puede ser la osteoartropatía hipertrófica que se asocia a la llamada periostitis envainante. Existen a su vez, causas extratorácicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la cirrosis hepática, la tirotoxicosis asociada a la enfermedad de Graves y las neoplasias gastrointestinales. Por lo tanto, yo esperaría tener el resultado de los estudios solicitados, y basado en sus resultados seguir estudiando al paciente.

 


Se puede dejar opinión sobre el caso abajo en: Publicar comentario.

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 29 de enero de 2023

Paciente masculino de 4 años con procidencia de región anterior de tórax.

Buenas noches Dr. Juan Macaluso, le envío una imagen para el grupo. 



Paciente ♂️ de 4 años de edad es traído por proceso respiratorio, al examen físico me llamó la atención la  leve convexidad  en tórax,  se envía radiografía, comenta la madre del paciente que es la primera vez que le comentan dicha deformidad. La pregunta es estaríamos hablando de un Pectus Carinatum ?

 

 



 

 

Dr. Fabian Vivar.

Cuenca. Ecuador.

 





Opinión

Efectivamente, a primera mirada es que existe un aumento del diámetro anteroposterior torácico. Hay que decir que una de las causas más frecuentes de este hallazgo es la hiperinsuflación pulmonar, sobre todo en pacientes asmáticos. En este caso se observa un aumento del aire precardíaco/retroesternal como se ve en en pacientes con atrapamiento aéreo. Sin embargo, hay algo que no convence para hiperinsuflación pulmonar y son las bases pulmonares que no están aplanadas sino que guardan su convexidad normal. Por lo tanto creo que está bien plantear el pectus carinatum como causa posible. En este caso está asociado a lo que impresiona una procidencia anterior de la parte baja del esternón.  Creo que sería interesante calcular el índice de Haller, el cual se define como el ancho del tórax (necesitaríamos ver la Rx anteroposterior), dividido por la distancia entre el esternón y la columna vertebral. El valor normal es 2,54. En pacientes con pectus carinatum, un índice más bajo indica una deformidad más severa (a diferencia de los pacientes con pectus excavatum, en los que un índice más alto indica una deformidad más severa). En un estudio de un grupo de 260 sujetos con pectus carinatum, el índice medio fue de 1,81 (rango de 1,19 a 2,10).

Existen dos formas de pectus carinatum, de acuerdo a la localización de la prominencia esternal, cuando ésta es baja se la denomina prominencia condrogladiolar y da cuenta del 95% de los casos, y es el llamado “pecho en quilla” o “pecho de pollo” o “tórax de paloma”, y cuando la prominencia esternal es alta se la llama condromanubrial que se ve en el 5% de los casos y es llamada “pecho de paloma buchona”.

El pectus carinatum se diagnostica en más deel 90% de los casos después de los 11 años, y suele empeorar rápidamente durante la adolescencia. Este niño de 4 años, asintomático no es candidato a tomar ninguna conducta creo, más que la observación periódica ya que su tórax puede cambiar mucho durante el crecimiento, sobre todo porque el trastorno no tratado no se asocia a mortalidad ni morbilidad. Pero también hay que decir que no se registran mejorías espontáneas en pacientes con pectus carinatum una vez que el diagnóstico es firme.

Frente a un pectus carinatumuno tiene que saber si está frente a un trastorno aislado, o bien se asocia a anomalías asociadas como por ejemplo escoliosis, o principalmente si el pectus carinatum puede ser parte de un síndrome de Marfan, síndrome de Noonan, síndrome de Poland, osteogénesis imperfecta, síndromes de Morquio, Coffin-Lowry etc.

En ocasiones, el trastorno requiere corrección quirúrgica, y en tales casos, independientemente de la gravedad del trastorno, la capacidad de corregir el defecto, al menos parcialmente, con presión manual tiene un impacto en las opciones de corrección. Las fotografías son útiles para la documentación objetiva y la comparación con exámenes anteriores. Son especialmente útiles en pacientes jóvenes con deformidades en evolución, así como en pacientes que se someten a cirugía o se colocan aparatos ortopédicos para medir los resultados después del tratamiento.