martes, 20 de septiembre de 2022

Eritema nodoso en mujer con gesta de 16 semanas.

 Paciente femenina de 29 años de edad, procedente de Otalavo, Ecuador,  que cursa su segunda gesta de 16.3 semanas. La primera gesta fue hace 1 año y medio sin ninguna complicación. APP y APQx  ninguno de relevancia. APF Madre anémica y Padre con HTA, DM, EPOC y fallece hace 5 años por un Ca Pulmonar con metástasis.

La paciente refiere que presenta un cuadro respiratorio y que por su embarazo no toma ningún antibiótico, solo Paracetamol de 1g para calmar la cefalea que tuvo 1 día. Se realiza la prueba de antígeno para COVID -19 al tercer con resultado negativo. Al cuarto día del inicio de los sintomas presenta conjuntivitis y herpes labial. Al quinto día presenta pápulas en la cara anterior de las piernas las cuales no generaban mayor molestia y no les prestó atención (adjunto la primera imagen). Al séptimo día las pápulas se convierten en nódulos de más de 5cm, eritematoso, calientes, duros y dolorosos por lo que acude a valoración médica (adjunto segunda imagen).



 


 

Análisis

Las lesiones son consistentes con eritema nodoso, tanto por la forma de presentación, localización, signos y síntomas. Lo interesante sería poder establecer una ligazón entre sus síntomas precedentes y el cuadro actual, para poder inferir una etiología del eritema nodoso, partiendo de que el propio embarazo es un factor desencadenante o disparador de EN. Por otro lado, hay que decir que el pico de incidencia de EN es visto en mujeres de entre 18 y 34 años.  No he encontrado asociación entre infección por HSV y EN. No se menciona fiebre inicial en el cuadro respiratorio, porque a veces las neumopatías febriles (sobre todo neumocócicas),   cursan con reactivación de herpes labial. Lamentablemente en este caso no podemos solicitar Rx de tórax ya que está cursando una gesta de 16 semanas. La Rx de tórax podría aportar mucha información, como por ejemplo la presencia de infiltrados pulmonares o bien la presencia de adenopatías hiliares que en el contexto de EN debieran hacer sospechar sarcoidosis, pero también tuberculosis, coccidioidomicosis, histoplasmosis, infección por Chlamydophila, yerisniosis, blastomicosis etc. Solicitaría un laboratorio básico, con hemograma completo, hepatograma, urea y creatinina, antiestreptolisinas-O, y una PPD.

Si la paciente está afebril, y con buen estado general, solo la trataría con analgésicos como el que está tomando (paracetamol), si fuese necesario ya que el EN es un proceso autolimitado. Si existiese mucho dolor en las lesiones, se podría indicar ioduro de potasio o bien un curso corto de corticosteroides (sobre todo si se descarta tuberculosis antes), que producen una mejoría rápida del cuadro

 


Presentó:

Dra Diani Elizabeth Ormaza Buitrón, Médica.

Otavalo Ecuador

 

 

ERITEMA NODOSO

El eritema nodoso (EN) es una erupción aguda, nodular eritematosa, usualmente limitada a la cara anterior de las piernas. El EN crónico o recurrente es raro pero suele ocurrir.

El EN es presumiblemente una reacción de hipersensibilidad y puede ocurrir asociado a diversas enfermedades sistémicas o terapia con drogas, o bien puede ser idiopático. La reacción inflamatoria ocurre en el panículo.

 

Fisiopatología: El EN es probablemente una reacción de hipersensibilidad a una variedad de antígenos; no se han demostrado inmunocomplejos circulantes en las formas idiopáticas o no complicadas, pero pueden ser demostrados en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. (1)

 

Frecuencia: Existe un pico de incidencia entre los 18 y los 34 años. La edad y la distribución por sexos varían de acuerdo a la etiología y la localización geográfica.

La incidencia de EN es de 1 a 5/100.000 habitantes/año. En Inglaterra la incidencia es de 2,4/10.000/año

 

Morbi/mortalidad: la mayoría de los cuadros de EN se resuelve sin reacciones adversas.

Sexo: las mujeres se afectan más a menudo que los hombres, en una de 4:1.

 

Edad: el EN puede ocurrir en niños y en pacientes de más de 70 años, pero es más común en adultos jóvenes de 18 a 34 años.

 

Clínica: la fase eruptiva del EN comienza con síndrome gripal, fiebre, y dolorimiento generalizado. Las artralgias pueden preceder a la aparición de la erupción o ser simultáneas con ellas. La mayoría de las lesiones de EN inducidas por infección curan dentro de las 7 semanas, pero la enfermedad activa puede durar hasta 18 semanas. En contraste, 30% de EN idiopáticos pueden durar más de 6 meses. La enfermedad febril con hallazgos dermatológicos se caracteriza por un inicio abrupto de la enfermedad con fiebre inicial, seguido por rash doloroso dentro de 1-2 días.

 

Examen físico: las alteraciones en el examen físico se circunscriben al compromiso cutáneo y articular.

 

Lesiones cutáneas primarias:

Las lesiones comienzan como nódulos rojos dolorosos. Los bordes de las lesiones no son bien definidos, y el tamaño de las lesiones varían entre 2 y 6 cm. Durante la primera semana, las lesiones se ponen tensas, duras, y dolorosas; durante la segunda semana pueden hacerse fluctuantes, como abscesos, pero no supuran, ni se ulceran. Las lesiones individuales duran aproximadamente 2 semanas, pero ocasionalmente continúan apareciendo lesiones nuevas hasta 3 a 6 semanas. El dolor en las piernas y la inflamación de los tobillos pueden persistir varias semanas.

 

Distribución de las lesiones de piel:

Característicamente, las lesiones aparecen en la cara anterior de las piernas; sin embargo, pueden aparecer en diversos sitios.

 

Color de las lesiones de piel:

Las lesiones cambian de color en la segunda semana desde un color rojo brillante hasta un color azulado pálido. A medida que se reabsorben las lesiones el color varían a un tono amarillento, asemejándose a la evolución de un hematoma traumático. Desaparecen en 1 a 2 semanas con descamación de la piel que recubre las lesiones.

 

Adenopatías hiliares:

La aparición de adenopatías hiliares puede desarrollar como parte de la reacción de hipersensibilidad en el EN. La adenopatía hiliar bilateral está asociada con sarcoidosis, mientras que cuando son unilaterales pueden ocurrir en infecciones o neoplasias.

 

Articulaciones:

Las artralgias ocurren en más de 50% de los pacientes y comienzan durante la fase eruptiva o precede a la erupción en 2 a 4 semanas. Eritema, inflamación y dolor ocurren en la articulación, a veces con derrame articular. La rigidez articular matinal es común. Puede afectarse cualquier articulación, pero los tobillos, rodillas y muñecas son los más comúnmente afectados. La sinovitis se resuelve en pocas semanas, pero el dolor articular y la rigidez pueden durar más de 6 meses. No hay cambios articulares destructivos. El líquido articular es acelular, y el factor reumatoideo es negativo

 

Etiología:

La mayoría de los pacientes con EN tienen evidencias de infección estreptocócica; en tal caso, el único tratamiento es el sintomático para aliviar el dolor. Sin embargo, entre un 15% a un 40% de los casos, el EN representa un signo temprano de una variedad de infecciones, enfermedades del tejido conectivo, y otros trastornos inflamatorios (ver más abajo) (1,3,6). La frecuencia con que diferentes enfermedades han estado asociadas a EN varían de acuerdo a la población estudiada, por lo tanto, una cuidadosa historia clínica constituye el aspecto más importante del manejo de un paciente con EN.

 

Anatomía patológica: histológicamente el EN es una paniculitis que compromete los septos de la grasa subcutánea sin vasculitis asociada, aunque a veces hay cambios inflamatorios en los pequeños vasos. La inflamación septal típica, con respeto por los lóbulos se muestran en la figura.


Infiltrado inflamatorio en el septo de esta biopsia del TCS (paniculitis), con respeto de la grasa. 

 

Diagnóstico: el diagnóstico de este trastorno es más a menudo clínico, y la biopsia solo es requerida en casos atípicos (por ejemplo, pacientes sin lesiones en las piernas, persistencia más de 6 a 8 semanas, o desarrollo de ulceración). En áreas donde la tuberculosis es endémica, la biopsia puede ser requerida, ya que el organismo puede ser identificado en el material de biopsia (13,15). Cuando la biopsia es obtenida, es crucial obtener una muestra incisional profunda; el punch, a menudo produce muestras insuficientes e inadecuadas para el diagnóstico (11,16)

Los siguientes tests diagnósticos son recomendados para ayudar a establecer la causa probable o la presencia de una enfermedad asociada (5,17).

1) Hemograma completo

2) Enzimas hepáticas (aminotransferasa, FAL), bilirrubina, albúmina.

3) Urea y creatinina.

4) Antiestreptolisinas-O, repetida 2 a 4 semanas después para medir si hay cambio de títulos.

5) Rx de tórax, buscando adenopatías hiliares u otra evidencia de sarcoidosis o infección fúngica.

6) PPD.

 

Diagnóstico diferencial: el EN puede ser confundido con otras formas de paniculitis, especialmente vasculitis nodulares (también llamado eritema indurado), la enfermedad de Weber-Christian, las infecciones subcutáneas debidas a bacterias u hongos, la tromboflebitis superficial, y las vasculitis cutáneas. (12,18,22).

 

Eritema indurado: también llamado paniculitis nodular, enfermedad de Bazín, y vasculitis nodular, es el primer diagnóstico diferencial que debe hacerse frente a un paciente con nódulos inflamatorios de menos de 8 semanas de duración que comprometen las piernas. Algunas series de casos reportan diferencias clínicas entre vasculitis nodular (eritema indurado). Se describe que el eritema indurado de Bazín afecta más comúnmente la parte posterior de las piernas, y tiene más tendencia a la ulceración y a la recurrencia (9,23,24). Otras series, sin embargo, han mostrado considerable superposición entre ambas entidades (25). La tuberculosis es la causa más frecuente de vasculitis nodular (eritema indurado).

 

Paniculitis de Weber-Christian: la paniculitis de Weber-Christian (paniculitis recidivante febril no supurada) es una enfermedad inflamatoria infiltrativa de la grasa que habitualmente ocurre en mujeres jóvenes. Se caracteriza por nódulos dolorosos de la piel que a menudo se asocian con síntomas constitucionales u otros síntomas tales como fiebre, artralgias y mialgias(26)

Se describe que la mayoría de los pacientes finalmente han terminado de reclasificarse como otra entidad, como EN, otras formas de paniculitis, y tromboflebitis superficial (27). Así, el epónimo de esta condición puede desaparecer rápidamente como una entidad clinico-patológica definida.

Paniculitis de Weber-Christian

 

Otras: las restantes entidades que se plantea diagnóstico diferencial con EN incluyen:

1) Tromboflebitis superficial.

2) Vasculitis cutánea.

3) Infección subcutánea con bacterias típicas tales como staphylococos, y menos comúnmente agentes infecciosos que producen linfangitis nodular (Sporothrix schenckii, Nocardia brasiliensis, Mycobacterium marinum, Leishmania braziliensis, and Francisella tularensis) [20,28].

4) Granuloma anular subcutáneo.

 

La confusión clínica entre todas estas entidades ocurre solo en una minoría de casos. Así, en áreas donde la tuberculosis no es endémica, la biopsia puede reservarse para los casos atípicos mencionados antes (por ejemplo pacientes sin lesiones en las piernas, persistencia más allá de 6 a 8 semanas, o desarrollo de ulceración). (21)

 

Causas de EN:

La bibliografía representativa en cuanto a etiología del EN en los últimos 50 años se muestra en las siguientes referencias(1,3,5,6,10,29,30). Otros estudios fueron omitidos por antiguos (8,31) por no claros (32,33), o por protocolos diagnósticos no especificados o por estar demasiado enfocados a descartar una entidad determinada (4,7)

Como se mencionó antes, la infección estreptocócica es la más prevalente en todas las series. En Europa y en Norteamérica, la sarcoidosis constituye una causa frecuente de EN, mientras que la tuberculosis permanece siendo una causa importante en otras regiones del mundo. Por lo tanto, los estudios que pueden ser útiles para excluir estas entidades son los títulos de antiestreptolisinas (ASTO), PPD, y Rx de tórax (17) El embarazo y los anticonceptivos orales explican una minoría de casos, mientras que la enfermedad inflamatoria intestinal, el linfoma de Hodgkin, y la enfermedad de Behcet, aparecen esporádicamente en alguna serie de casos.

 

Causas dominantes de EN: faringitis estreptocócica: la faringitis estreptocócica probablemente represente la causa más frecuente de EN a lo largo del mundo; sin embargo, como lo sugiere un estudio (5) utilizando criterios diagnósticos estrictos para infección estreptocócica, pueden revelar que otras causas de infecciones de las vías aéreas superiores han estado presentes y no la infección estreptocócica.

En las series de casos, los casos atribuidos a faringitis estreptocócica incluyen una mezcla de casos “definidos” (cultivos positivos o cambios del título de ASTO) y casos “probables”. Los casos definidos dan cuenta de poco más de la mitad de los casos. Muchos de estos pacientes de las series de casos exhiben evidencias serológicas de reciente infección estreptocócica en ausencia de síntomas de faringitis. Así, la evaluación de todo paciente con EN debe incluir un hisopado faríngeo con cultivo y un título de ASTO.

 

Idiopático

Los casos idiopáticos representan el 16% al 72% de los casos de EN según las series. EN idiopático es un diagnóstico de exclusión; la mayoría de otos diagnósticos asociados con EN deben ser descartados con una detallada historia clínica, examen físico, Rx de tórax, hisopado faríngeo con cultivo, titulación de ASTO, así como biopsia de piel en casos atípicos. Sin embargo, el seguimiento clínico debe continuar en el tiempo, para descartar la aparición tardía de condiciones tales como enfermedad inflamatoria intestinal, tuberculosis primaria, linfoma enfermedad de Behcet; El EN puede preceder a estas entidades en meses a años.

La mayoría de otras condiciones asociadas a EN pueden ser considerados en términos de dos patrones diagnósticos:

1) EN asociado con adenopatía hiliar.

2) EN acompañado por sintomatología gastrointestinal.

 

Eritema nodoso con adenopatía hiliar: un número de trastornos se pueden presentar con EN y adenopatía hiliar. La sarcoidosis es el trastorno clásico de esta categoría, pero también la tuberculosis, coccidioidomicosis, histoplasmosis, blastomicosis, yersiniosis y las infecciones por chlamidophyla pneumoniae

 

Sarcoidosis: la prevalencia de sarcoidosis entre pacientes con EN varía geográficamente. Entre pacientes descendientes del norte de Europa, el EN ocurre comúnmente como presentación de la enfermedad y representa en estos casos un buen pronóstico (34,35) En contraste, el EN es un hallazgo menos común de sarcoidosis en pacientes de otros background étnicos y no implica un pronóstico favorable (34,36-41) Las series de Tailandia y Singapur no reportaron sarcoidosis en su casuística, y la serie Israelí incluye solo un caso atribuible a sarcoidosis.

El síndrome de Lofgren es definido como la tríada de adenopatías hiliares, poliartritis aguda y EN. Los pacientes con EN tienden a ser mujeres, y poseen el alelo HLA-DR3 , y tienen compromiso multiarticular. (42) El síndrome de Lofgren es usualmente autolimitado; el EN típicamente desaparece en semanas hasta 2 meses. (43)

La presencia de artritis en un paciente con EN y adenopatías hiliares no asegura el diagnóstico de sarcoidosis. Como se discute más abajo, la histoplasmosis, coccidioidomicosis, yersiniosis, y Chlamydophila (antiguamente llamada Chlamydia) pneumoniae pueden producir esta constelación de hallazgos. El diagnóstico diferencial en tales casos debe ser estrechado en base a tests de laboratorio de acuerdo a la zona geográfica. La presencia de artritis de tobillo bilateral (44,45) o uveítis (46,47) sugiere fuertemente el diagnóstico de sarcoidosis en pacientes con EN y adenopatías hiliares bilaterales.

 

Tuberculosis: la tuberculosis, antiguamente era la causa más prevalente como causa de EN (8,31,48). Actualmente, la prevalencia de tuberculosis entre pacientes que presentan con EN ha disminuido marcadamente; sin embargo, series de casos más recientes como la de Israel (2), Tailandia (10), Francia (3), Grecia (29), España (5), y Singapur (30), reportaron al menos 1 caso.

Las adenopatías hiliares debida a tuberculosis ocurren en el contexto de la primoinfección tuberculosa (46,47); la primoinfección es la causa de la mayoría de los EN relacionados con tuberculosis (1,6,8,31,49). Los pacientes se pueden presentar con una Rx de tórax normal, y una PPD negativa. Así, los pacientes deben ser seguidos varios meses para pesquisar cambios radiológicos o seroconversión de la PPD.

 

Coccidioidomicosis:

La coccidioidomicosis ocurre en regiones áridas de los EE UU, así como en Méjico, América Central y Sudamérica. El EN ocurre aproximadamente en 5% de todas las personas infectadas con coccidioidomicosis (50); la prevalencia aumenta a 15%-40% en pacientes con presentaciones agudas y sintomáticas (50,52) La coccidioidomicosis aguda frecuentemente causa artralgias o artritis (52) y puede aún completar la tríada del síndrome de Lofgren con, EN asociado a adenopatía hiliar bilateral y artritis (53). En forma similar a la sarcoidosis, el EN ocurre más comúnmente en pacientes de raza caucásica, y representa un pronóstico más favorable en términos de riesgo de infección crónica diseminada (52,54)

 

Histoplasmosis: durante un brote masivo de histoplasmosis en Indiana de 1978 a 1979, 18 de 435 laboratorios presentaron casos de EN (55). En dos brotes de histoplasmosis anteriores, el eritema multiforme ocurrió más frecuentemente que EN, pero las dos manifestaciones muy frecuentemente ocurrieron juntas. (56,57) El EN usualmente ocurrió en la primera o segunda semana de enfermedad, aunque las lesiones precedieron a las manifestaciones pulmonares en 1 a 2 semanas en una minoría significativa de los pacientes.(57) La histoplasmosis aguda puede mimetizar el síndrome de Lofgren cuando se presenta con la tríada de EN, adenopatías hiliares, y artritis. (58)

 

Linfoma de Hodgkin: un paciente de las serie de Escocia se presentó con adenopatía mediastinal atípica para sarcoidosis y posteriormente se diagnosticó como enfermedad de Hodgkin. Dos series de casos de habla no inglesa mencionan casos únicos de EN debido a linfoma no Hodgkin. (59,60) Otros reportes de la asociación de linfoma de hodgkin o linfoma no Hodgkin describen una historia de EN recurrente o persistente. Así, mientras el EN idiopático puede recurrir, el EN persistente o recurrente debe sugerir rápidamente linfoma de Hodgkin o no Hodgkin, y posiblemente linfoma de células-T con infiltración directa de la piel. (25,66)

 

Infección por Chlamydophila: la primera asociación entre EN y chlamidophila fue en una caso de Psitacosis, pero la literatura inglesa reporta solo algunos pocos casos (69,70) Otras infecciones por chlamidophila subsecuentemente emergieron como causa de EN, particularmente Chlamydophila pneumoniae. (71,73) Los 11 pacientes en uno de esos reportes describieron trastornos respiratorios en el momento de diagnóstico de EN. (71) Una serie más reciente, sin embargo, describe 3 de 7 pacientes consecutivos con diagnóstico presuntivo de síndrome de Lofgren (debido a sarcodosis) en quienes se demostró la presencia de C pneumoniae en base a estudios serológicos y respuesta al tratamiento (74) La serie de casos de Francia y otros dos reportes (71,75) describe casos de EN atribuibles a C trachomatis ; el linfogranuloma venéreo también ha sido reportado como causa de EN (76,77).

 

Yersiniosis: la yersiniosis fue primero descripta como causas de EN en 1970 (78). De hecho, puede ser una causa frecuente de EN en el norte de Europa (4,79) Solo 1 paciente de toda la serie de casos recibió este diagnóstico, y yersinia es probablemente una causa rara de EN en Norte América (80). Es interesante que la yersiniosis puede presentarse como adenopatía hiliar y EN en ausencia de síntomas gastrointestinales. (81)

Blastomicosis: se ha puesto atención en la blastomicosis como causa de EN después de un brote de blastomicosis en 1950 (82); casos más recientes han sido reportados (83). En todos esos pacientes, el EN desarrolló después de síntomas pulmonares.

 

Eritema nodoso acompañado por síntomas gastrointestinales: hay un número de trastornos en los que se combina la presencia de EN con síntomas gastrointestinales como: 1) enfermedad inflamatoria intestinal (EII) donde el EN ocurre en el contexto de actividad inflamatoria intestinal, 2) enfermedad ded Behcet, 3) infección por yersinia enterocolítica (puede mimetizar la EII u ocurrir sin síntomas gastrointestinales) 4) infección por salmonella, campylobacter, shigella, (siempre la diarrea está presente), 5) pancreatitis.

 

 

Enfermedad inflamatoria intestinal (EII) (84,85).

Al menos un caso de EII apareció en cuatro de la serie de casos en la tabla 1 (2,3,6,17) y en otra serie de casos (33,86) El EN ocurre más comúnmente con enfermedad de Crohn que con colitis ulcerosa. La presencia de EN puede ser indicativa de enfermadad más compleja; en una serie de casos, las complicaciones penetrantes gastrointestinales fueron más prevalentes en pacientes con EN (87).

Tres de los pacientes se presentaron con historias de EN previo, al menos un año antes de desarrollar síntomas gastrointestinales. Típicamente , sin embargo, el EN desarrolla coincidentemente con los brotes gastrointestinales de actividad inflamatoria (88), en contraste al pioderma gangrenoso, que comúnmente tiene un curso independiente de actividad gastointestinal.

El tratamiento dirigido a la EII usualmente resulta en la eliminación del EN. Los glucocorticoides sistémicos pueden ser necesarios en presencia de lesiones refractarias que, o preceden a los síntomas, o que ocurren durante la fase de remisión de la EII, pero su uso requiere un diagnóstico firmemente establecido de EN debido a EII. El ioduro de potasio ha sido reportado como efectivo para EN refractario debido a EII.

 

Enfermedad de Behcet: la enfermedad de Behcet puede causar hallazgos mucocutáneos y gastrointestinales como la enfermedad de Crohn (90,92), así como un riesgo aumentado de eventos trombóticos (93) Cuatro de las series de casos reportaron más de un paciente con enfermedad de Behcet como causa de EN (10,17,29,30) Los tres pacientes de la serie de Tailandia no tuvieron historia previa de síntomas gastrointestinales pero desarrollaron úlceras orogenitales simultáneamente con el EN.

Un estudio mostró que 5 de 18 pacientes con enfermedad de Behcet se presentaron con EN meses a años antes de que se presenten las úlceras oculares-orales y genitales (96)

La enfermedad de Behcet puede ser desencadenada por la exposición a agentes infecciosos tales como la infección estreptocócica (97). Así, es posible que los pacientes adquieran el EN debido a infección estreptocócica reciente y que después subsecuentemente desarrollen enfermedad de Behcet, tengan la misma base etiológica.

 

Gastroenteritis bacteriana: numerosos reportes documentan EN asociado a gastroenteritis, incluyendo especies de Salmonella (98-103) así como vacunación para tifoidea)(104), Campylobacter (99,105,106), y Shigella (107,108). La yersiniosis da cuenta de una sustancial proporción de casos en varias series norte Europeas (79,86,109). Los pacientes de con EN debido a yersinia pueden presentarse con o sin diarrea (78,81), pero en todos los casos, establecer el diagnóstico requiere test serológicos para anticuerpos contra yersinia (78,79,81), ya que los cultivos son negativos aún en pacientes sintomáticos. El EN debido a infección por yersinia no parece requerir terapia antibiótica (3,78,81) aún cuando se acompañe de sintomatología gastrointestinal. Los propósitos de establecer este diagnóstico (o de cualquier otra infección gastrointestinal bacteriana) descansa fundamentalmente en la preocupación de descartar una enfermedad inflamatoria intestinal (EII).

 

Pancreatitis: la pancreatitis es una causa poco frecuente de paniculitis (9,19) y solo raramente produce un cuadro clínico que recuerda al EN. Un paciente de una serie de casos en la tabla 1 aparentemente tuvo pancreatitis, aunque no se proveyeron detalles. La mayoría de los casos reportados en la literatura describen pacientes con lesiones EN-like al momento de la presentación con pancreatitis obvia,(110,111), o días a semanas en el curso de una pancreatitis. Un reporte, sin embargo, describe un paciente que desarrolló lesiones EN like dos semanas antes a la presentación con pancreatitis. (112)

 

Enfermedad de Whipple:

La enfermedad de Whipple fue omitida de la tabla 3, debido a su rareza, pero un reporte describe un paciente con enfermedad de Whipple probada con biopsia que se presentó con nódulos subcutáneos que recordaban al EN en el contexto de trastornos gastrointestinales crónicos (113).

 

Otras condiciones asociadas con EN: una variedad de otras condiciones puede estar asociadas con EN:

 

Embarazo y anticonceptivos orales:

El embarazo y los anticonceptivos orales están a menudo citados como causa de EN; tres de las series reportaron al menos un caso. La concentración de casos de EN entre mujeres de edad reproductiva aumenta la posibilidad de asociaciones coincidentes o casuales. Sin embargo, la asociación temporal en varios reportes, incluyen recurrencia de EN con cada embarazo o con la vuelta al consumo de anticonceptivos orales o terapia de reemplazo hormonal (114-119). Todo esto argumenta a favor de su asociación causal.

 

Medicamentos: los medicamentos son a menudo citados como causa de EN (2,10,17). Descartar la pura coincidencia es a menudo dificultoso, ya que los pacientes reciben frecuentemente antibióticos, antipiréticos en el contexto de fiebre y síndrome gripal que acompaña al EN. Las sulfas, en particular aparecen comúnmente en la lista de las causas de EN, pero el único reporte detallado de esta asociación se refiere a pacientes que reciben sulfas por lepra y que presentaron un cuadro EN-like asociado a lepra. (120) Medicaciones prescriptas comúnmente, asociadas con EN (aunque solo raramente) son omeprazol (121,122) vacuna de hepatitis B (123-127), e isotretinoina (128-130). Un paciente desarrolló EN siguiendo a la exposición a dos diferentes antagonistas del receptor de leukotrieno, zafirlukast y montelukast (131).

 

Lepra:

La lepra es una importante causa de EN en ciertas partes del mundo. Una serie de 60 pacientes con EN reportaron en un 8% ser secundarios a lepra, pero no indican si algún paciente se presentó con EN después del diagnóstico de lepra (32).

Un trastorno distinto del EN, el eritema nodoso leproso, puede ocurrir en pacientes con lepra y puede representar una reacción de hipersensibilidad o por inmunocomplejos. A diferencia del típico EN, el eritema nodoso leproso frecuentemente forma pústulas y se ulcera (ver figura) Una gran revisión de pacientes con lepra documentaron que 6% de pacientes tuvieron eritema nodoso leproso al momento del diagnóstico, además de la aparición tardíamente durante el curso de la enfermedad, aunque en estos casos relacionado probablemente con el uso de antibióticos (132).

 


Eritema nodoso leproso

 

Lupus eritematoso sistémico:

El LES aparece en muchas listas de diagnóstico diferencial de pacientes con EN, pero reportes de esta asociación son muy raros. Una serie de casos menciona dos pacientes con EN recurrentes y elevado título de autoanticuerpos quienes recibieron diagnóstico de “LES variante”, aunque no se proveen más detalles. (6) Tres grandes estudios de cohortes describen hallazgos clínicos y serológicos de LES no reportaron ocurrencia de EN (133-135). Un reporte describió dos pacientes que reunían criterios de LES después de presentarse con paniculitis; las lesiones de piel recordaban al EN en estos pacientes (136).

Otras vasculitis o enfermedades de tejido conectivo:

Ninguna de las series de casos reportadas para EN encontraron vasculitis o enfermedades del tejido conectivo además de la enfermedad de Behcet. Una serie de anatomía patológica con nódulos inflamatorios en piernas reportó 2/134 pacientes con periarteritis nodosa y 1/134 pacientes con síndrome de Churg Strauss (25). Otras enfermedades del tejido conectivo que pueden raramente causar EN incluyen la enfermedad de Takayasu (127,137), la policondritis recidivante (138,139), y la granulomatosis de Wegener (140)

 

Infección dermatofítica: la infección micótica superficial fue listada como causa de EN (1), así como en otra serie de pacientes con EN (33). Otro reporte describe cinco casos en los que el EN aparecía en el contexto de infección por Trichophyton documentada, y, en varios casos el nuevo desafío a antígenos de Trichophyton reprodujo una lesión de EN (141)

 

Infección dentaria: la infección dentaria ha sido raramente reportada en la literatura como causa de EN. La serie de casos de Egipto cita un caso de EN atribuible a infección dentaria, aunque no provee detalles del caso (32) Un reporte de Alemania describe cuatro pacientes con EN, débilmente convincentes, atribuibles a periodontitis y reciente extracción dentaria o infección dentaria franca (142)

 

Infección por HIV: ninguna serie de casos ha examinado específicamente EN en pacientes con infección por HIV, pero dos reportes describen pacientes HIV positivos con EN en el contexto de tuberculosis (143,144), y un artículo en alemán describe EN en un paciente HIV positivo en ausencia de otra causa aparente 8145).

Sífilis: la sífilis se encuentra en las antiguas listas de diagnóstico diferencial para EN (146). Sin embargo, la asociación todavía existe como una variante de la sífilis secundaria. (147,148)

Enfermedad por arañazo de gato: entre los pacientes con enfermedad por arañazo de gato, debida a infección con Bartonella henselae, EN es un evento muy infrecuente. En un estudio de 841 pacientes en Israel con antecedentes de enfermedad por arañazo de gato y evidencia serológica de infección con B henselae, la incidencia total fue de 2,7%. Sin embargo, en los pacientes que tenían compromiso articular, la incidencia fue de 20%.

 

Otras causas: una no explicada asociación entre síndrome de Sweet ha sido reportada en varios informes (150-152), y apareció en dos pacientes de la reciente serie Española (17). La serie española también reportó un caso debido a Brucella abortus, previamente reportada como causa de EN en solo un caso. Las series de Nueva York y Singapur reportaron un caso de gonorrea cada una de ellas. Otros reportes de casos refieren varias enfermedades infecciosas así como mastitis granulomatosa (153-155).

 

Tratamiento: el EN es usualmente autolimitado y se resuelve sin tratamiento, por lo tanto el tratamiento es sintomático.

El alivio del dolor asociado al EN que casi siempre se acompaña de artralgias puede incluir AINES(156), e ioduro de potasio (360 a 900 mg/día en tres dosis divididas) (89,157,-159) El ioduro de potasio como tratamiento del EN fue “redescubierto” después de reportes de éxitos terapéuticos con otras formas de paniculitis (160,161), que habían sido reportadas por los dermatólogos por años. El mecanismo de efecto del ioduro de potasio en EN no se conoce.

La evidencia de la eficacia de los tratamientos farmacológicos para EN en lugar de la simple observación se basa exclusivamente en pequeños estudios observacionales haciendo difícil recomendar terapéuticas. La elección del agente, dosis, y duración permanecen actualmente siendo basadas en el criterio médico.

Glucocorticoides:

Son usualmente innecesarios para el EN idiopático. La decisión de administrar corticoides se basa en el juicio clínico. En la decisión de usarlos influye el deseo de aliviar rápidamente las molestias del paciente, contra la posibilidad de enmascarar una condición neoplásica inflamatoria, o infecciosa (con la tuberculosis en el peor de los escenarios)

 

 

Bibliografía

 

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159) Horio, T, Danno, K, Okamoto, H, et al. Potassium iodide in erythema nodosum and other erythematous dermatoses. J Am Acad Dermatol 1983; 9:77.

160) Aguade, JP, Pinol, J, Vilanova, X. [Subacute migrating nodular hypodermitis.]. Ann Dermatol Syphiligr (Paris) 1956; 83:369.

161) Perry, HO, Winkelmann, RK. Subacute nodular migratory panniculitis. Arch Dermatol 1964; 89:170.

 

FUENTE: UPTODATE 2022

lunes, 19 de septiembre de 2022

Paciente varón de 35 años con exantema intertriginoso y flexural simétrico relacionado a fármacos (SDRIFE) (Symmetrical drug-related intertriginous and flexural exantema).

Paciente varón de 35 años que venía siendo tratado con desde hacía 4 días con ceftriaxona y clindamicina por un cuadro de dolor abdominal interpretado como diverticulitis. Desde 48 horas comienza con un rash cutáneo mostrado en las imágenes que se interpreta como exantema intertriginoso y flexural simétrico relacionado a fármacos.










Se suspende la medicación por buena evolución del cuadro abdominal, con lo cual comienzan a desaparecer las lesiones dermatológicas.

El exantema intertriginoso y flexural simétrico relacionado a fármacos (Symmetrical drug-related intertriginous and flexural exantema) (SDRIFE), anteriormente llamado "síndrome de babuino", es una forma poco común de erupción por fármacos, con mayor frecuencia inducida por antibióticos ( imagen 8) [ 1,2 ]. En raras ocasiones, SDRIFE puede ser la manifestación de una dermatitis alérgica provocada sistémicamente debido a la exposición sistémica al níquel o al mercurio. Sin embargo, solo datos limitados respaldan este concepto [ 3,4 ].

 


Imagen 8 exantema intertriginoso y flexural simétrico relacionado a fármacos

Eritema bien delimitado en el área glútea/perianal en un paciente con SDRIFE. Obsérvese la afectación de los pliegues poplíteos.

 

SDRIFE ocurre de unas horas a unos días después de la administración del fármaco causante ( imagen 9 ). La erupción se presenta como un eritema en forma de V bien delimitado en el área glútea/perianal o inguinal/perigenital, a menudo con afectación de al menos otra región flexural de la piel, como las axilas, las fosas antecubitales o las fosas poplíteas de la rodilla. imagen 8)

 


Imagen 9. Cronología de las erupciones por drogas.

Inicio y evolución aproximados de exantemas no complicados inducidos por fármacos con probable fisiopatología mediada por células T en individuos previamente sensibilizados. La altura de las líneas refleja la agudeza, sus extremos la duración aproximada. En individuos recién sensibilizados, típicamente se desarrollan exantemas entre el día 8 y 12 (línea discontinua roja).

 



SDRIFE debe diferenciarse del llamado "intertrigo maligno", una forma intertriginosa de eritema acral (también llamado síndrome mano-pie) causado por agentes de quimioterapia convencionales.

 Fuente: UPTODATE SETIEMBRE 2022

Referencias

 

1)    Symmetric drug-related intertriginous and flexural exanthema: Clinicopathologic study of 19 cases and review of literature. Schuler AM, Smith EH, Chaudet KM, Bresler SC, Gudjonsson JE, Kroshinsky D, Nazarian RM, Chan MP . J Cutan Pathol. 2021;48(12):1471. Epub 2021 Jul 8.

2)    Systemically induced allergic exanthem from mercury. Lerch M, Bircher AJ . Contact Dermatitis. 2004;50(6):349.

3)    Baboon syndrome from mercury showing leukocytoclastic vasculitis on biopsy. Tan MG, Pratt MD, Burns BF, Glassman SJ. Contact Dermatitis. 2020;83(5):415. Epub 2020 Jul 2.

 

domingo, 18 de septiembre de 2022

Varón de 59 años con cefalea y disfunción neurológica progresiva.

 Un hombre de 59 años fue evaluado en la clínica de reumatología de este hospital debido a dolor de cabeza y disfunción neurológica progresiva.

 

Diez meses antes de esta evaluación, desarrolló fiebre diaria con temperatura de hasta 38,9°C, escalofríos, mialgias, sudoración nocturna profusa, presión y dolor en ambas mejillas y oídos. El paciente fue evaluado por su médico de atención primaria. Informó rinorrea y fatiga, pero no dolor de cabeza, faringitis o disnea, y no tenía contactos enfermos. En el examen, la temperatura era de 37,8°C, la frecuencia cardíaca de 100 latidos por minuto, la presión arterial de 112/64 mm Hg y la saturación de oxígeno del 98% mientras respiraba aire ambiente. Tenía mal aspecto y los senos maxilares estaban sensibles a la palpación; El resto del examen era normal. Los niveles sanguíneos de electrolitos, calcio, proteína total, albúmina y globulina eran normales, al igual que los resultados de las pruebas de función renal. El recuento de plaquetas fue de 463.000 por microlitro (rango de referencia, 140.000 a 400, 000); el resto del conteo sanguíneo completo y el conteo diferencial fueron normales. Se prescribió amoxicilina-clavulanato.

 

Durante las siguientes 2 semanas, continuaron la fiebre, los sudores nocturnos y el dolor facial y de los senos paranasales. Desarrolló dolor de cabeza difuso, junto con dolor en la mandíbula, sensibilidad en el cuero cabelludo y rigidez en la cadera y los hombros. El paciente fue evaluado nuevamente por su médico de atención primaria. Refirió pérdida de peso de 2 kg, visión doble episódica y dolor en la cadera que le provocaba dificultad para ponerse de pie y subir escaleras. El examen físico no se modificó. El análisis de orina fue normal. Una prueba de anticuerpos heterófilos y un ensayo de liberación de interferón-γ para Mycobacterium tuberculosis fueron negativos, al igual que las pruebas de detección del virus de la inmunodeficiencia humana y la enfermedad de Lyme. La radiografía de tórax y la tomografía computarizada de senos paranasales fueron normales. El paciente fue derivado a un reumatólogo en otro hospital.

 

En la evaluación, el paciente refirió fiebre persistente y cefalea frontal, temporal y maxilar. Había pulsos palpables de la arteria temporal sin sensibilidad; el resto de la exploración fue normal, incluida la ausencia de soplos a la auscultación de grandes vasos. La velocidad de sedimentación de eritrocitos fue de 108 mm por hora (rango de referencia, 0 a 20), el nivel en sangre de proteína C reactiva mayor a 100 mg por litro (valor de referencia, <8,0), el nivel en sangre de factor reumatoideo 24 UI por mililitro (valor de referencia, <14), y el nivel en sangre de aldolasa 8,4 UI por mililitro (valor de referencia, <8,1). Se realizó biopsia de arteria temporal derecha. Según los informes, el examen histológico de la muestra de biopsia no mostró granulomas.

 

Se realizó el diagnóstico de arteritis de células gigantes y se inició tratamiento con prednisona. A los pocos días del inicio del tratamiento, el dolor de cabeza, la fiebre, el dolor de mandíbula y la rigidez de las articulaciones disminuyeron. Al mes siguiente, un intento de reducir la dosis de prednisona resultó en un dolor de cabeza severo recurrente con sensibilidad en el cuero cabelludo, dolor en la mandíbula y rigidez en la cadera. La velocidad de sedimentación globular fue de 55 mm por hora y el nivel de proteína C reactiva de 84 mg por litro. Se inició tratamiento con administración subcutánea semanal de tocilizumab.

 

Durante las siguientes 6 semanas, se hizo otro intento de disminuir la dosis de prednisona. Después de 1 semana de tratamiento con una dosis más baja de prednisona y 5 meses después del desarrollo de los síntomas iniciales (5 meses antes de la evaluación actual), el paciente informó dolor de cabeza que describió como “el peor dolor de cabeza de mi vida”, con dolor de mandíbula asociado y diplopía. El dolor era peor en las áreas frontal y maxilar derechas, pero estaba afectado todo el lado derecho de la cara, incluido el cuero cabelludo y el cuello. El paciente regresó al otro hospital para su evaluación. Se encontró que tenía parálisis de los nervios craneales tercero y sexto en el lado derecho. El paciente ingresó en el servicio de neurología del otro hospital. La prueba de anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos (ANCA) reveló un nivel de anticuerpos mieloperoxidasa ligeramente elevado, a 1,9 U (valor de referencia, < 1.0), pero no se detectaron anticuerpos contra la proteinasa 3. Los niveles en sangre de las subclases de IgG eran normales. Se obtuvieron estudios de imagen.

 

La resonancia magnética (RM) de la cabeza ( Figura 1A y 1B ), realizada después de la administración de contraste intravenoso, reveló una expansión anormal y realce del seno cavernoso derecho que se extendía hacia la fisura orbitaria superior derecha y la fosa pterigopalatina derecha, así como engrosamiento paquimeníngeo anormal y realce de la fosa craneal media derecha adyacente. Resonancia magnética de la columna cervical ( Figura 1C y 1D) mostró engrosamiento y realce paquimeníngeo similar a una masa en el canal espinal cervical superior en C2-C4 con predominio anterior, así como más circunferencialmente en la unión cervicotorácica (C6-T3) con predominio posterior, con estrechamiento del canal resultante y compresión leve de la médula en C7 –T2. No había edema de la médula espinal.

 


Figura 1. Resonancia magnética de cabeza y columna obtenida 5 meses antes de la evaluación actual.

Las mágenes axiales y coronales potenciadas en T1 con contraste de la cabeza (Paneles A y B, respectivamente) muestran realce del seno cavernoso derecho que se extiende hacia la fisura orbitaria superior derecha y el tercio medio derecho adyacente de la fosa craneal (flechas). Imágenes sagitales y axiales potenciadas en T1 con contraste de la columna cervical con supresión grasa (Paneles C y D, respectivamente) muestran realce paquimeníngeo anormal y engrosamiento anterior en el canal espinal cervical superior en C2-C4, así como más circunferencialmente con un predominio posterior en la unión cervicotorácica, con estenosis del canal variable resultante y compresión leve de la médula (flechas).

 

Se realizó una punción lumbar; no se registró una presión de apertura. El nivel de glucosa en líquido cefalorraquídeo (LCR) fue de 65 mg por decilitro ( rango de referencia, 50 a 80 mg por decilitro), y el nivel de proteína fue de 126 mg por decilitro (rango de referencia , 15 a 45), con 2 glóbulos rojos por microlitro y 8 glóbulos blancos por microlitro (de los cuales el 79% eran linfocitos). La tinción de Gram y los cultivos de LCR fueron negativos. Las pruebas de proteína básica de mielina del LCR, enzima convertidora de angiotensina, antígeno criptocócico, cisticercosis IgG, ADN de micobacterias, ADN del virus de Epstein-Barr y ADN de borrelia fueron negativas, al igual que una prueba del Laboratorio de Investigación de Enfermedades Venéreas. El análisis citológico del LCR mostró una población mixta de células mononucleares con células plasmáticas raras.

 

En el octavo día de hospitalización se realizó una biopsia meníngea. Se inició tratamiento con prednisona a altas dosis, y el paciente fue dado de alta a su domicilio. Durante las siguientes 2 semanas, el paciente continuó tomando la prednisona, pero el dolor facial y de cabeza empeoró. Fue reingresado en el otro hospital para recibir 3 días de tratamiento con metilprednisolona parenteral en dosis pulsadas.

 

El examen anatomopatológico de la muestra de biopsia meníngea reveló una duramadre densamente fibrótica e inflamada crónicamente con un gran número de macrófagos CD68+ y linfocitos T CD3+ y con colecciones focales de linfocitos B CD20+. Había un gran número de células plasmáticas policlonales con más de 100 células plasmáticas IgG4+ por campo de gran aumento. Había fibrosis estoriforme y la tinción de elastina reveló venulitis obliterante. Algunos de los focos inflamatorios eran angiocéntricos, pero no había vasculitis. Había focos raros de necrosis fibrinoide y algunos neutrófilos, con células gigantes raras pero sin granulomas. Se realizó un diagnóstico de enfermedad relacionada con IgG4 y se administró rituximab. Dos días después de la primera dosis de rituximab, se diagnosticó una embolia pulmonar y se inició tratamiento con apixabán. Dos semanas después, se repitieron las imágenes para evaluar la respuesta al tratamiento.

 

La repetición de la resonancia magnética de la cabeza ( Figura 2A y 2B ), realizada después de la administración de  contraste intravenoso, reveló un mayor realce anormal en el seno cavernoso derecho y la fosa craneal media derecha y un realce anormal nuevo en el seno cavernoso izquierdo y la fosa craneal media izquierda adyacente. La resonancia magnética de la columna cervical ( Figura 2C y 2D ) también mostró progresión en la extensión y grosor del engrosamiento y realce paquimeníngeo ventral y dorsal. También hubo progresión de la estenosis del canal, que se había vuelto severa, y compresión del cordón a nivel de C7. No había anormalidad en la señal de la médula.

 


Figura 2. Resonancia magnética de cabeza y columna obtenida 4 meses antes de la evaluación actual.

Se obtuvo una nueva resonancia magnética de la cabeza y la columna 2 semanas después de que se iniciara el tratamiento con rituximab. Las imágenes axiales y coronales potenciadas en T1 con contraste de la cabeza (Paneles A y B, respectivamente) muestran un aumento anormal del realce en el lado derecho (flechas) y un realce anormal en el seno cavernoso izquierdo y fosa craneal media nuevos (puntas de flecha). Imágenes sagitales y axiales potenciadas en T1 con contraste de la columna cervical con  supresión grasa (Paneles C y D, respectivamente) muestran la progresión del realce paquimeníngeo anormal con empeoramiento de la estenosis del canal y compresión progresiva de la médula, pero sin anomalías en la señal de la médula (flechas).

 

 

El paciente recibió una segunda infusión de rituximab, así como tratamiento con dexametasona oral. Tres semanas más tarde, y 7 meses después del desarrollo de los síntomas iniciales (3 meses antes de la evaluación actual), el paciente ingresó en el otro hospital debido al empeoramiento de la cefalea, las náuseas y los vómitos. A la exploración destacaba hipoacusia neurosensorial de nueva aparición en el oído derecho y desviación de la lengua hacia la izquierda. Se colocó una derivación ventriculoperitoneal. Se continuó el tratamiento con dexametasona y el paciente fue dado de alta a su domicilio. Tres semanas después de la colocación de la derivación ventriculoperitoneal, el paciente fue ingresado nuevamente en el otro hospital por infección estreptocócica. Dos meses después del alta y 10 meses después del desarrollo de los síntomas iniciales,

 

El paciente tenía antecedentes de migrañas, hipertensión y una mutación heterocigota del factor V de Leiden. Los medicamentos incluyeron apixabán, baclofeno, dexametasona, furosemida, gabapentina, lisinopril y metoprolol. Era un empresario jubilado y vivía con su esposa. Bebía una copa de vino a la semana y había dejado de fumar más de 40 años antes de la evaluación actual. Su abuelo materno había muerto de un aneurisma aórtico roto.

 

La temperatura era de 36,5°C, la frecuencia cardíaca de 88 latidos por minuto, la presión arterial de 118/79 mm Hg y la saturación de oxígeno del 97% mientras el paciente respiraba aire ambiente. El índice de masa corporal era de 25,8. El pelo del cuero cabelludo era fino. Tenía facies cushingoide; acné en la cara, la espalda y el pecho; estrías en los flancos; y debilidad muscular proximal de brazos y piernas. No había sensibilidad en cuero cabelludo ni en la región temporal. No tenía lesiones en la lengua ni úlceras orales, y el examen nasal no mostró costras. Los movimientos extraoculares estaban intactos. No había artritis. Los exámenes torácico, abdominal y neurológico fueron normales. El conteo sanguíneo completo y el conteo diferencial fueron normales, al igual que un análisis de orina. La velocidad de sedimentación globular fue de 52 mm por hora y el nivel de proteína C reactiva de 5 mg por litro. La electroforesis de proteínas séricas reveló un nivel de IgM de 22 mg por decilitro (rango de referencia, 53 a 334) y niveles normales de IgG e IgA. La prueba de ANCA fue negativa.

 

Se realizó un diagnóstico y decisiones de manejo.

 

Diagnóstico diferencial

La enfermedad de este hombre de 59 años comenzó con fiebre, sudores, rinorrea y dolor maxilar, y presumiblemente fue tratado por sinusitis. El desarrollo de dolor de cabeza, dolor de mandíbula, sensibilidad en el cuero cabelludo, polimialgia, diplopía y aumentos marcados en la velocidad de sedimentación de eritrocitos y el nivel de proteína C reactiva llevaron a una biopsia de la arteria temporal que condujo a un diagnóstico de arteritis de células gigantes y tratamiento con prednisona. Después de una respuesta inicial, los síntomas regresaron cuando la prednisona se redujo gradualmente a una dosis más baja. A pesar de la adición del tratamiento con tocilizumab, el dolor de cabeza persistió cuando se redujo gradualmente la prednisona. Se desarrollaron parálisis de los nervios craneales tercero y sexto, y se observó que el paciente tenía un título positivo bajo en las pruebas de ANCA, dirigidas contra la mieloperoxidasa. Se observó evidencia de paquimeningitis en la resonancia magnética, y una biopsia meníngea reveló muchas células plasmáticas IgG4+; estos hallazgos provocaron un cambio en el diagnóstico a enfermedad relacionada con IgG4.

 

PAQUIMENINGITIS

La paquimeningitis describe una enfermedad que se caracteriza por el engrosamiento de la duramadre intracraneal, que en la resonancia magnética puede mostrar realce de gadolinio causado por la inflamación. La paquimeningitis es una característica central de la presentación de este paciente; explica el dolor de cabeza, las neuropatías craneales y la estenosis espinal, y progresó a pesar de la inmunosupresión sustancial con rituximab y terapia con glucocorticoides. El diagnóstico diferencial de la paquimeningitis incluye síndromes de vasculitis primaria, enfermedad inflamatoria crónica no vasculítica, infección y cáncer. La evaluación de las características extracraneales de la enfermedad de un paciente y el examen histológico de una muestra de biopsia meníngea son necesarios para determinar el diagnóstico responsable del síndrome. 1,2

 

La infección y el cáncer se han descartado en este paciente sobre la base de estudios microbiológicos e histológicos apropiados, y no hay características clínicas o histológicas que respalden la histiocitosis. El diagnóstico de la enfermedad inflamatoria crónica incluye la integración de las características clínicas y radiológicas con las pruebas serológicas y el examen anatomopatológico de muestras de biopsia de tejido, así como una observación cuidadosa a lo largo del tiempo con respecto a la respuesta al tratamiento. Muchas enfermedades inflamatorias no tienen criterios de diagnóstico, pero las definiciones de consenso y los sistemas de clasificación pueden ayudar en el diagnóstico. 3,4 Este paciente había recibido diagnósticos de dos enfermedades inflamatorias diferentes: arteritis de células gigantes y enfermedad relacionada con IgG4. Comenzaré considerando cada uno de estos con más detalle.

 

ARTERITIS DE CÉLULAS GIGANTES

El dolor de cabeza de este paciente, la sensibilidad en el cuero cabelludo, el dolor en la mandíbula, la polimialgia y la velocidad de sedimentación globular y el nivel de proteína C reactiva elevados son consistentes con el diagnóstico de arteritis de células gigantes. Según los informes, la biopsia de la arteria temporal reveló evidencia de inflamación crónica, lo que apoyó aún más el diagnóstico, pero no lo confirmó. Aunque este paciente cumple con los criterios de clasificación del American College of Rheumatology de 1990 para la arteritis de células gigantes, no creo que la arteritis de células gigantes sea el diagnóstico correcto. El curso recurrente a pesar del tratamiento con tocilizumab y prednisona sería inusual para la arteritis de células gigantes. Además, los hallazgos de la biopsia de la arteria temporal incluyeron arteritis necrotizante de un pequeño vaso sanguíneo adyacente, y la necrosis no es una característica típica de la arteritis de células gigantes.

 

ENFERMEDAD RELACIONADA CON IGG4

La enfermedad relacionada con IgG4 tiene una amplia gama de presentaciones clínicas, y las características histológicas incluyen fibrosis estoriforme densa con células plasmáticas IgG4+ y venulitis obliterante. 6 Los niveles circulantes de IgG4 a menudo están elevados. Los niveles de subclases de IgG fueron normales en este paciente, aunque se midieron después de meses de tratamiento con terapia con glucocorticoides, lo que puede haber afectado los resultados. La paquimeningitis es una característica conocida de la enfermedad relacionada con IgG4. 2 Sin embargo, la gravedad de la presentación inflamatoria de este paciente, que se caracterizó por fiebre y sudores nocturnos, sería muy inusual para la enfermedad relacionada con IgG4, al igual que la mala respuesta del paciente a los glucocorticoides orales e intravenosos.Los pacientes con enfermedad relacionada con IgG4 suelen tener una buena respuesta a la prednisona.

 

Los resultados de las biopsias meníngeas y de la arteria temporal de este paciente también son útiles cuando se considera el diagnóstico de enfermedad relacionada con IgG4. Se habría esperado la presencia de células plasmáticas IgG4+ en la muestra de biopsia de la arteria temporal si la enfermedad relacionada con IgG4 estuviera afectando la arteria temporal, pero estas células no se observaron en la muestra de este paciente. 7La biopsia meníngea reveló fibrosis estoriforme, venulitis obliterante y células plasmáticas IgG4+, pero estos hallazgos no son diagnósticos de enfermedad relacionada con IgG4. De hecho, los hallazgos de necrosis fibrinoide en la biopsia de la arteria temporal y la infiltración de neutrófilos, células gigantes y necrosis en la biopsia meníngea argumentan fuertemente en contra de la enfermedad relacionada con IgG4. Cada una de estas características histológicas es parte de los criterios de exclusión para la enfermedad relacionada con IgG4 descrita en los criterios de clasificación del American College of Rheumatology y la European League Against Rheumatism de 2019. 8,9

 

En cambio, estos hallazgos sugieren la posibilidad de granulomatosis con poliangeitis (GPA), un tipo de vasculitis asociada a ANCA. Muchos informes de casos han sugerido una superposición diagnóstica entre la vasculitis asociada a ANCA y la enfermedad relacionada con IgG4, pero los estudios observacionales sistemáticos han podido diferenciar entre las enfermedades. 10 Cuando las características de ambas enfermedades ocurren simultáneamente, es más probable que el verdadero diagnóstico sea uno u otro, en lugar de la presencia de ambas enfermedades en el mismo paciente.

 

GRANULOMATOSIS CON POLIANGEÍTIS

La GPA se ha definido como una inflamación granulomatosa necrotizante de los vasos sanguíneos de pequeño y mediano tamaño de las vías respiratorias que, a menudo, también afecta a los riñones. 11 Las características inflamatorias observadas en este paciente son consistentes con este diagnóstico, y tanto el dolor facial como la sensibilidad maxilar también son comunes con la GPA. La ausencia de hallazgos en los pulmones y los riñones haría de este un caso inusual de GPA, pero tales casos ocurren. Las presentaciones que se limitan a la cabeza y el cuello, incluida la paquimeningitis hipertrófica, están bien descritas en pacientes con GPA.

 

El GPA está estrechamente relacionado con uno de los dos autoanticuerpos dirigidos contra los antígenos citoplásmicos de los neutrófilos: la proteinasa 3 o la mieloperoxidasa. Este paciente tuvo una prueba positiva de anticuerpos contra la mieloperoxidasa, aunque a un nivel relativamente bajo. Los ensayos de ANCA siguen estando poco estandarizados y su rendimiento diagnóstico depende tanto de la probabilidad de enfermedad previa a la prueba como de la experiencia del laboratorio. 12 Además, el título en este paciente puede haberse reducido en las 6 semanas anteriores de tratamiento con prednisona.

 

La inflamación necrosante de la pequeña arteria que se observó en la biopsia de la arteria temporal y la presencia de células gigantes con áreas de necrosis en la biopsia meníngea son compatibles con GPA. Además, a menudo se detectan infiltraciones de células plasmáticas IgG4+ en esta enfermedad. 13 GPA inicialmente responde a los glucocorticoides, pero la remisión requiere tratamiento con el fármaco citotóxico ciclofosfamida o el anticuerpo que agota las células B, rituximab. El rituximab tarda en hacer efecto y aún no habría sido efectivo dentro de las 2 semanas posteriores al tratamiento, cuando los hallazgos radiológicos de este paciente habían progresado y se había producido un deterioro clínico.

 

Diagnóstico presuntivo

Granulomatosis con poliangeítis.

 

Discusión patológica

Se revisaron las muestras de las biopsias meníngeas y de la arteria temporal que se realizaron en el otro hospital. La muestra de biopsia de la arteria temporal ( Figura 3 ) mostró vasculitis necrosante que afectaba a una rama de la arteria. La arteria temporal principal no estaba involucrada. Había tanto necrosis fibrinoide como trombosis luminal de la rama arterial. También se observó afectación focal de pequeñas venas, lo que indica una vasculitis de pequeños vasos. La tinción inmunohistoquímica mostró que el infiltrado inflamatorio estaba compuesto principalmente por linfocitos T CD3+, células plasmáticas CD138+ y macrófagos CD68+.

 


Figura 3. Muestra de biopsia de arteria temporal.

La tinción con hematoxilina y eosina (Panel A) muestra inflamación (flechas) con necrosis fibrinoide (punta de flecha) y trombosis luminal (asterisco) que afecta a una rama de la arteria; la arteria temporal principal a la izquierda no está afectada. A mayor aumento (Panel B), se puede ver la afectación focal de una vena pequeña, lo que indica una vasculitis de vasos pequeños (flecha). Cortes seriados a mayor aumento (Paneles C a F) muestran vasculitis necrotizante de una arteria pequeña en la tinción de hematoxilina y eosina (Panel C, punta de flecha), con las células inflamatorias compuestas de linfocitos T, resaltado por una tinción inmunohistoquímica para CD3 (Panel D, en marrón); células plasmáticas, destacada por un inmunotinción histoquímica para CD138 (Panel E, en marrón); y macrófagos, resaltados por una tinción inmunohistoquímica para CD68 (Panel F, en marrón).

 

 

Aunque la biopsia de la arteria temporal mostró vasculitis, y la arteritis de células gigantes es, con mucho, la forma más común de vasculitis que afecta este sitio, hasta en el 6% de las biopsias de la arteria temporal que confirman la presencia de vasculitis, la vasculitis se debe a una forma distinta de la arteritis de células gigantes. 14-16Debe evitarse el uso del término “arteritis temporal” para describir las biopsias de la arteria temporal con evidencia de vasculitis porque esta construcción inadvertidamente implica arteritis de células gigantes. Varias características histológicas de la muestra de biopsia de la arteria temporal de este paciente eran inusuales para la arteritis de células gigantes: el hallazgo de arteritis confinada principalmente a una rama de la arteria, la presencia de necrosis fibrinoide y trombosis luminal, y el grado de infiltración de células plasmáticas. Además, la afectación venosa implica una vasculitis de vasos pequeños (p. ej., una vasculitis relacionada con ANCA o una vasculitis mediada por inmunocomplejos). 17 Aunque la enfermedad relacionada con IgG4 puede estar asociada con vasculitis tanto en vasos pequeños como grandes, la vasculitis necrosante de vasos pequeños no es una característica de la enfermedad relacionada con IgG4.7,18 Tomados en conjunto, los hallazgos de la biopsia de la arteria temporal no fueron consistentes con arteritis de células gigantes ni con enfermedad relacionada con IgG4.

 

La muestra de biopsia meníngea mostró un infiltrado inflamatorio difuso similar al observado en la muestra de biopsia de arteria temporal; el infiltrado estaba compuesto principalmente por linfocitos T CD3+, células plasmáticas CD138+ y macrófagos CD68+ ( Figura 4). Relativamente pocos linfocitos B CD20+ estaban presentes, y las células plasmáticas mostraron una expresión politípica para las cadenas ligeras de inmunoglobina kappa y lambda (no mostrado). Había células gigantes multinucleadas ocasionales, que indicaban inflamación granulomatosa, así como áreas con neutrófilos y necrosis (a menudo denominadas microabscesos). No se identificaron la fibrosis estoriforme y la venulitis obliterante, que se informaron en el otro hospital y se pueden ver en algunos casos de enfermedad relacionada con IgG4. La tinción para microorganismos fue negativa. Había más de 100 células plasmáticas IgG4+ por campo de alta potencia; El 49% de las células plasmáticas IgG+ mostraron expresión de IgG4. La naturaleza difusa del infiltrado meníngeo no era compatible con una vasculitis focalizada como la arteritis de células gigantes. El grado de infiltración de células plasmáticas IgG4+ cumpliría los criterios de enfermedad relacionada con IgG4 en el contexto apropiado; sin embargo, las células gigantes y los microabscesos neutrofílicos no son características de la enfermedad relacionada con IgG4. 18 La inflamación difusa con células gigantes y microabscesos neutrofílicos son características de la GPA. 19 Las muestras de biopsia de pacientes con GPA también pueden mostrar un alto grado de infiltración tisular por células plasmáticas IgG4+. 20 En conjunto, este caso de vasculitis que afecta tanto a la arteria temporal como a las meninges es más consistente con el diagnóstico de GPA.

 


Figura 4. Muestra de biopsia meníngea.

La tinción con hematoxilina y eosina (Panel A) muestra inflamación (flechas). Las células inflamatorias están compuestas de linfocitos T, resaltado por inmunohistoquímica para CD3 (Panel B, en marrón); las células plasmáticas resaltadas por una tinción inmunohistoquímica para CD138 (Panel C, en marrón); y macrófagos, destacados por una tinción inmunohistoquímica para CD68 (Panel D, en marrón). A mayor aumento en inmunohistoquimica, las células plasmáticas muestran una fuerte expresión de IgG (Panel E, en marrón), con 49% del plasma IgG+ células que muestran expresión de IgG4 (Panel F, en marrón). A mayor aumento en la tinción de hematoxilina y eosina, células gigantes raras (Panel G, flecha) y se ven microabscesos neutrofílicos (Panel H, flecha).

 

DIAGNÓSTICO PATOLÓGICO

ARTERITIS QUE AFECTA A LA ARTERIA TEMPORAL Y PAQUIMENINGITIS ASOCIADA A GRANULOMATOSIS CON POLIANGITIS.

 

Discusión de manejo

El tratamiento de la GPA generalmente requiere al menos dos terapias farmacológicas, no solo glucocorticoides, para inducir la remisión. 11 Este paciente había recibido una segunda dosis de rituximab solo 3 meses antes de ser atendido en la consulta de reumatología de este hospital. Durante el tiempo intermedio, se le había colocado una derivación ventriculoperitoneal que se complicó con una infección estreptocócica. Aunque su estado parecía estable en la clínica de reumatología el día que nos conocimos, la velocidad de su deterioro neurológico anterior sugirió que el control de la enfermedad era tenue y que se justificaba la terapia de consolidación. El examen físico destacó los efectos de muchos meses de terapia con glucocorticoides, 21incluyendo facies cushingoide, cabello fino, múltiples signos cutáneos de efectos tóxicos y miopatía inducida por glucocorticoides. Éramos reacios a mantener o intensificar su nivel actual de tratamiento con glucocorticoides o a agregar otro medicamento como la ciclofosfamida en vista de la infección reciente del paciente.

 

Optamos por aumentar el agotamiento de las células B en este paciente como un enfoque para consolidar el control de la enfermedad. Las células B circulantes representan solo del 3 al 5% de la reserva total de linfocitos B de una persona. Aunque las células B circulantes ya no se detectan incluso después de una sola dosis de 1000 mg de rituximab en la mayoría de los casos, estos pacientes no están realmente "agotados de células B". La capacidad para medir la profundidad del agotamiento de las células B con el uso de citometría de flujo convencional es deficiente, y los ensayos que están disponibles actualmente para fines clínicos de rutina no brindan una indicación precisa de la medida en que se ha visto afectada la reserva de linfocitos B. Las decisiones sobre cuándo volver a administrar agentes que agotan las células B son en gran medida empíricas. Para este paciente con enfermedad particularmente refractaria a la inducción de remisión, administramos una tercera dosis de rituximab, seguida de una cuarta dosis 4 meses después. Con este régimen se logró un excelente control de la enfermedad. Los glucocorticoides se redujeron después de varios meses y permanece en remisión completa bajo estrecha vigilancia. Sin embargo, más de 1 año después de que se logró la remisión y se suspendieron por completo los glucocorticoides, el paciente comenzó a tener necrosis avascular de ambas caderas y el hombro izquierdo, complicaciones a largo plazo de la terapia intensiva con glucocorticoides utilizada al principio de su curso clínico.

 

DIAGNOSTICO FINAL

GRANULOMATOSIS CON POLIANGEÍTIS.

 

 

Traducción de:

Case 28-2022: A 59-Year-Old Man with Headache and Progressive Neurologic Dysfunction

David Jayne, M.D., John H. Stone, M.D., M.P.H., Otto Rapalino, M.D., and James R. Stone, M.D., Ph.D.

 

 

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcpc2100271

 

 

 

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