miércoles, 23 de mayo de 2018

MUJER DE 28 AÑOS CON CEFALEA, FIEBRE Y RASH




Una mujer de 28 años de edad, fue vista en el servicio de urgencias debido a dolor de cabeza, fiebre y erupción.
La paciente había estado bien hasta la mañana del día del ingreso, cuando se despertó con un dolor de cabeza severo generalizado. El dolor de cabeza empeoraba con el movimiento, no aliviaba con paracetamol o ibuprofeno, y se acompañaba de náuseas, habiendo presentado un episodio de vómitos biliosos. La paciente se volvió a dormir y se despertó de nuevo varias horas más tarde con mialgias difusas; su temperatura era de 37,7 ° C. En ese momento,  también notó una erupción en el abdomen, el pecho y el brazo derecho; las lesiones eran pequeñas, de color rojo, planas, no pruriginosas, y no dolorosas. Describió estos síntomas a su padre, un médico, quien le aconsejó que fuera al servicio de urgencias.
A la llegada al servicio de urgencias, la paciente dijo que las náuseas se habían resuelto y que ahora presentaba rigidez en el cuello.
Como antecedente, había padecido meningitis bacteriana a los 9 años de edad, con síntomas similares a los de la enfermedad actual. No tenía antecedentes de otitis media, sinusitis, neumonía o infecciones de la piel. Refería un antecedente  remoto de hospitalización después de un accidente automovilístico. Diez meses antes de la enfermedad actual, había tenido un episodio de litiasis renal con eliminación espontánea de un cálculo. Ella también tenía antecedentes de ansiedad. Tomaba citalopram y un anticonceptivo oral combinado con estrógeno y progesterona. Su plan de vacunación estaba al día incluyendo vacunación contra Neisseria meningitidis. Ella no tenía alergias conocidas. Vivía sola, trabajaba como abogada, y no había viajado recientemente fuera de Nueva Inglaterra o tenido contacto con personas enfermas. Ella tenía un novio reciente, pero no era sexualmente activa. No fumaba ni usaba drogas ilícitas, y rara vez consumía alcohol. Sus padres vivían cerca; ella había tenido contacto con sus dos perros, pero no había tenido ninguna picaduras reciente de garrapata, picaduras de mosquitos, o exposición a otros animales. No había antecedentes familiares de inmunodeficiencia o de enfermedad autoinmune.





Figura 1. Fotografías del abdomen y el hombro.
Al ingreso había petequias en el abdomen de la paciente (A), tórax y muslos. Una lesión ligeramente dolorosa purpúrica estaba presente en el hombro derecho (B).

En el examen, la paciente estaba alerta y orientada en persona, lugar y tiempo. La temperatura era de 37,3 ° C, el pulso de 92 latidos por minuto, la presión arterial 122/68 mm Hg, la frecuencia respiratoria de 18 por minuto, y la saturación de oxígeno de 100% mientras respiraba aire ambiente. Tenía petequias dispersas en el tórax, el abdomen y los muslos y una lesión purpúrica en el hombro derecho que era dolorosa a la palpación sin crepitación (Figura 1). El resto del examen era normal. El hematocrito, concentración de hemoglobina, los índices de glóbulos rojos, tiempo de protrombina, RIN, el nivel de ácido láctico, y los resultados de las pruebas de función renal fueron normales, al igual que los niveles sanguíneos de calcio, proteínas totales, albúmina, globulina, la alanina aminotransferasa, aspartato aminotransferasa, fosfatasa alcalina, y  lipasa; otros resultados del ensayo se muestran en la Tabla 1. Los tests para virus de la gripe y el virus sincitial respiratorio fueron negativos. El análisis de orina reveló orina amarilla, ligeramente turbia, con trazas de cetonas y 1+ bilirrubina, sangre oculta, albúmina y urobilinógeno; había 3 a 5 glóbulos blancos y de 5 a 10 glóbulos rojos por campo de gran aumento, con 1+ bacterias, células de transición, células tubulares renales, células escamosas, cristales amorfos y mucina. Muestras de sangre y orina se obtuvieron para culltivo. Se le administró lorazepam y se realizó una punción lumbar, después de lo cual se administró ceftriaxona, vancomicina, aciclovir, y dexametasona por vía intravenosa. Resultados del líquido cefalorraquídeo análisis se muestran en la Tabla 1.




Tabla 1. Datos de Laboratorio.


Dentro de los 90 minutos después de la llegada del paciente al servicio de urgencias, la temperatura se elevó a 39,0 ° C y el pulso se incrementó a 122 latidos por minuto. Durante las siguientes 3 horas, se observaron nuevas petequias en tronco, brazos y piernas. Se administraron líquidos intravenosos, acetaminofeno, ibuprofeno, metoclopramida, cloruro de potasio, fosfato de potasio y fosfato de sodio. Se realizaron nuevas pruebas de laboratorio; el tiempo y los niveles de fibrinógeno, haptoglobina, y lactato deshidrogenasa-parcial de tromboplastina activada eran normales, y el nivel de dímero D fue de 785 ng por mililitro (rango de referencia, <500 el="" en="" fue="" hospital.="" internada="" la="" o:p="" paciente="">
Durante el primer día de internación, el paciente continuó presentando cefalea y se observó a tener rigidez de nuca leve, pero la fiebre y la taquicardia resolvieron y las mialgias disminuyeron; el resto del examen no presentaba cambios. Se realizaron nuevas pruebas de laboratorio cuyos resultados se muestran en la Tabla 1. Ceftriaxona, vancomicina, aciclovir, y dexametasona se continuaron. En el segundo día de hospital, se recibió un resultado de la prueba de diagnóstico y se realizaron pruebas de diagnóstico adicionales.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Esta  mujer de 28 años  previamente sana se presentó con dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos, mialgias y hallazgos en la piel. La presencia de una erupción petequial evolucinó con nuevas lesiones en un período de sólo unas pocas horas, lo que sugirió una enfermedad rápidamente progresiva que requirió el reconocimiento y el tratamiento inmediato. Una línea de tiempo de la presentación de este paciente destaca las características principales de este caso (Figura 2) ; estos hallazgos  se identificaron únicamente a través de la historia clínica y el examen físico, lo que subraya el papel crucial de las capacidades médicas y destrezas diagnósticas al lado de la cama del paciente para detectar potenciales  emergencias médicas.1,2




Figura 2 Síntomas y signos en menos de 24 horas.
El inicio de los síntomas y signos en menos de 24 horas en el primer día de enfermedad primero en su casa y después den el departamento de emergencias muestra la rápida evolución de los hallazgos clínicos demandando un rápido reconocimiento y manejo en el departamento de emergencias por potencial emergencia médica.

SÍNDROME DE RESPUESTA INFLAMATORIA SISTÉMICA
En esta paciente parecen confluir tres procesos  que expresan: una enfermedad sistémica con manifestaciones que involucran la piel y el sistema nervioso central. En el momento de la presentación al servicio de urgencias, el ritmo cardíaco de la paciente fue superior a 90 latidos por minuto y su recuento de glóbulos blancos era mayor que 12.000 por milímetro cúbico. Con la presencia de esos dos elementos, la paciente tenía  criterios para  síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) .3 Aunque existía trombocitopenia, no había evidencias manifiestas de coagulación intravascular diseminada; el nivel de dímero D estaba sólo ligeramente elevado y el nivel de fibrinógeno, el tiempo de protrombina, y  el KPTT estaban normales. La hipopotasemia, hipomagnesemia, hipofosfatemia y la hiponatremia, así como la presencia de albúmina, glóbulos rojos y células tubulares renales en la orina también plantean la posibilidad de sepsis.5-8

VASCULOPATÍA
El segundo proceso  evidente de enfermedad  en este paciente gira en torno a sus hallazgos de piel,   petequias y una lesión purpúrica; estos hallazgos sugieren una vasculopatía. Es quizás igualmente importante tener en cuenta la ausencia de bullas, cambios gangrenosos, y crepitación, hallazgos que sugerirían  necrosis tisular o infarto junto a la ausencia de púrpura generalizada, hallazgo que podría ser indicativo de  púrpura fulminante.9 La vasculopatía en presencia de sepsis, o vasculopatía séptica, a menudo resulta en lesiones purpúricas y pueden ser causadas por una variedad de organismos, incluyendo N. meningitidis que da cuenta de aproximadamente la mitad de los casos entre pacientes no inmunosuprimidos.   10 La vasculopatía séptica puede ocurrir dentro de las 24 horas después del inicio de la enfermedad como se observó en esta paciente, y la biopsia de una lesión revela característicamente trombos de fibrina intravascular  en los vasos superficiales y profundos de la piel, algunos con necrosis fibrinoide.  10 Esos hallazgos pueden estar asociados con endotoxemia bacteriana.

MENINGITIS
Además de SIRS y vasculopatía, esta paciente tenía meningitis aguda, como lo indica la aparición brusca de dolor de cabeza y pleocitosis neutrofílica en el LCR. Los siguientes hallazgos clínicos que se asocian a menudo con meningitis bacterianas estuvieron ausentes en este caso:  cambios en el estado mental, un recuento de neutrófilos en LCR  de más de 1.000 células por milímetro cúbico, organismos visibles en la tinción de Gram, hipoglucorraquia (un bajo nivel de glucosa en LCR) y una proteinorraquia elevada.  Sin embargo, es importante reconocer que uno o más signos o síntomas clínicos o de laboratorio que son típicos de la meningitis tales como fiebre, rigidez de nuca, alteración del estado mental, y un recuento de células de mayor de 1000 por milímetro cúbico en LCR pueden estar ausentes en un número considerable de pacientes con este diagnóstico,  y la glucosa en el LCR y los niveles de proteína pueden ser normales.13,14 Del mismo modo, los adultos con meningitis meningocócica, la alteración de la conciencia puede estar ausente en 49% y la tinción de Gram en el LCR puede ser negativa para los organismos en el 11% .15 Las anomalías del LCR relativamente leves en esta paciente también pueden indicar que se presentó muy temprano en el curso de la meningitis.16 Dada la amplia gama de presentaciones clínicas y de laboratorio de los pacientes con meningitis bacteriana y la probabilidad de vasculopatía séptica en este paciente, una causa de meningitis bacteriana sigue siendo el diagnóstico más probable.

CAUSAS BACTERIANAS DE LA MENINGITIS
Streptococcus pneumoniae debe ser una consideración seria en esta paciente, ya que es la causa más común de meningitis bacteriana en adultos aunque es poco probable que se asocie con vasculopatía.  Haemophilus influenzae  es una causa muy poco frecuente de meningitis bacteriana y  vasculopatía en adultos.10,18 Staphylococcus aureus puede estar asociados con  bacteriemia y  vasculopatía, pero  meningitis y  púrpura adquiridas en la comunidad rara vez son causados por este microorganismo.19 La bacteriemia por N. gonorrhoeae  puede estar asociada con vasculopatía, pero sería inusual para este organismo que causara meningitis20; Asimismo, dada la supuesta falta de actividad sexual en este paciente, es poco probable este diagnóstico.  Capnocytophaga Canimorsus es un bacilo gram-negativo asociado a la exposición a  perros. La infección por C. canimorsus puede manifestarse por sepsis, vasculopatía, y meningitis, pero a menudo se produce en presencia de asplenia asociada a mordedura de perros 21; nada de esto eran un factores de riesgo evidentes en esta paciente. Aunque Streptococcus pyogenes se ha asociado con  meningitis y  vasculopatía, la meningitis estreptocócica por estreptococos del grupo A usualmente ocurre en presencia de otitis media o sinusitis.  Rickettsia rickettsii, el agente de la Fiebre de las Montañas Rocosas, puede causar vasculopatía grave y en ocasiones meningitis; Sin embargo, una erupción desarrollada dentro de las primeras 24 horas después de la aparición de la enfermedad en una paciente que no tenía exposición reportada a picaduras de  garrapatas hacen que una infección causada por este organismo sea poco probable. Ántrax debe estar en el diagnóstico diferencial de cualquier enfermedad con inicio abrupto caracterizada por sepsis y  vasculopatía, pero la ausencia de un curso de la enfermedad fulminante asociada a shock y meningitis hemorrágica hace este diagnóstico muy improbable.24 La bacteriemia por Kingella kingae, un bacilo gram-negativo, puede estar asociada con signos y síntomas similares a los observados en esta paciente; Sin embargo, la infección por K. kingae  ocurre principalmente en niños y rara vez se complica por meningitis.25 Otros bacilos gramnegativos, como Pseudomonas aeruginosa, están también en el diagnóstico diferencial; es raro que P. aeruginosa  cause meningitis adquirida en la comunidad, y cuando lo hace, por lo general afecta a pacientes con enfermedades  médicas crónicas de base. 
N. meningitidis se asocia con una enfermedad rápidamente progresiva, a veces fulminante caracterizada por sepsis, petequias, púrpura, y meningitis.27,28 Este organismo es la segunda causa más común de meningitis bacteriana en los adultos, y la mayoría de los casos ocurren esporádicamente.17 De los adultos con meningitis bacteriana y  erupción simultánea, en las dos terceras partes se concluye en un diagnóstico de enfermedad meningocócica y la mayoría tienen rash petequial.  De los adultos con meningitis meningocócica, 49% busca atención médica antes de 24 horas después de la aparición de los síntomas y el 64% tienen erupción, de los cuales la mayoría tienen petequias y un cuarto de los casos tienen púrpura, equimosis o ambas cosas 15; estas características son consistentes con la presentación clínica de esta paciente. Aunque esta paciente había recibido la vacuna contra N. meningitidis serogrupos A, C, Y y W-135, es posible que estuviese infectada con otro serogrupo, como el serogrupo B, que representa el 50% de la enfermedad meningocócica en los países desarrollados. 31
Muchos factores de riesgo comúnmente citados para la enfermedad meningocócica  como hipogammaglobulinemia, lupus eritematoso sistémico, hipoesplenia funcional, y asplenia  parecen poco probables en esta paciente porque ella no tiene antecedentes de otras infecciones recurrentes piogénicas, condiciones médicas crónicas, o esplenectomía. Sin embargo, otros factores de riesgo, incluyendo el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la deficiencia del complemento, se deben descartar.32

OTRAS CAUSAS DE MENINGITIS
Aunque la enfermedad de esta paciente es más consistente con un proceso bacteriano, otras causas de meningitis deben considerarse en el diagnóstico diferencial. Infección por enterovirus puede estar asociada con meningitis, a menudo con pleocitosis neutrofílica en el LCR durante la fase temprana de la enfermedad, pero una erupción hemorrágica simultánea en un adulto sería una forma muy inusual de presentación de enfermedad viral.  La enfermedad del virus del Ébola, es poco probable, ya que la paciente no había viajado recientemente a un área donde estas enfermedades son endémicas. Infecciones por virus de Epstein-Barr y citomegalovirus agudos son también poco probables dada la ausencia de niveles elevados de enzimas hepáticas y linfocitosis atípica. Una  infección aguda  por parvovirus con meningitis asociada sería muy inusual en ausencia de artropatía en una mujer adulta.35 La    infección por el virus de la influenza en ocasiones puede estar asociada con vasculopatía, pero  raramente se asocia a meningitis.36 La ausencia de síntomas respiratorios y la prueba rápida de diagnóstico negativo para la influenza en este paciente hacen a este diagnóstico improbable.
Entre las causas no infecciosas, lupus eritematoso sistémico y las meningitis provocadas por  drogas deben ser considerados. El lupus eritematoso sistémico puede estar asociada con  meningitis aséptica, pero la meningitis rara vez es una manifestación inicial de LES. 37 Aunque el ibuprofeno es una causa común de meningitis inducida por fármacos y con frecuencia se asocia con pleocitosis neutrofílica en el LCR, pero fue tomado por esta paciente después de la aparición de los síntomas y sólo rara vez se asocia con petequias.

MENINGITIS RECURRENTE
¿Por qué esta paciente tiene un episodio de meningitis cuando era niña y otra vez de adulto? Una deficiencia de la fracción terminal del complemento implican los componentes C5, C6, C7, C8, C9  podrían explicar no sólo su mayor susceptibilidad a la enfermedad meningocócica, sino también la naturaleza relativamente leve de la enfermedad (caracterizada por la ausencia de coagulación intravascular diseminada y púrpura fulminante ) y su rápida recuperación.39,40 Además, una deficiencia en uno de los componentes terminales del complemento, con la excepción de C9, se ha asociado con meningitis meningocócicas recurrentes.  Aunque la  anterior meningitis bacteriana de esta paciente, que ocurrió a los 9 años de edad, no se especifica en la historia clínica, los síntomas parecen haber sido  similares a los de la enfermedad actual. Otras causas de la meningitis bacteriana recurrente, como defectos anatómicos con  fuga de LCR asociado, parecen poco probables, ya que la paciente no tenía antecedentes reportados de otorrea o rhinorrhea.41 Del mismo modo, su buen estado de salud reportado durante los 19 años después de su primer episodio de bacterias meningitis hacen que la otitis media y las sinusitis crónica sean causas improbables de su meningitis bacteriana recurrente.
Sobre la base de la presentación clínica y de laboratorio de esta paciente y la epidemiología de cada causa posible, meningococcemia con meningitis asociada es el diagnóstico más probable. Creo que el resultado de la prueba diagnóstica fue un hemocultivo positivo para N. meningitidis. Por otra parte, dado el carácter relativamente leve y recurrente de la meningitis bacteriana del paciente, sospecho que ella tiene una deficiencia hereditaria de la fracción terminal del complemento  que afecta a C5, C6, C7, C8. Recomiendo la prueba de anticuerpos para VIH. Pruebas diagnósticas adicionales, que deben realizarse después de que el paciente se recupere de su enfermedad, deben incluir un ensayo para la actividad total del complemento hemolítico (por ejemplo, CH50) y, si ese resultado es bajo, entonces las pruebas de componentes terminales del complemento individuales por separado. Si se confirma el diagnóstico de deficiencia del complemento, la prueba también se debe ofrecer a los familiares inmediatos del paciente. Finalmente, una vacuna contra N. meningitidis serogrupo B ha sido recientemente aprobada   y debe ser administrada a este paciente para ayudar a minimizar su riesgo de enfermedad meningocócica futuro.



El  diagnóstico principal fue  meningitis bacteriana. Dado la erupción de la paciente y su historia de un episodio previo de la meningitis, es que sospechábamos N. meningitidis recurrente. La administración de vancomicina intravenosa, ceftriaxona y aciclovir ya se había iniciado y que le habían dado una dosis de dexametasona mientras ella estaba en el servicio de urgencias, por lo que se recomendó que este régimen se continuara como la evaluación procedió. A través de la discusión con el departamento de salud del estado, nos enteramos de que el episodio de meningitis que se había producido en el paciente a los 9 años de edad había sido debido a N. meningitidis del serogrupo B. Se sospechó fuertemente un trastorno relacionado con el complemento y recomendamos la consulta con un especialista en inmunología para ayudar a guiar la evaluación de la presencia de la inmunodeficiencia. Debido a la sospecha de infección por N. meningitidis, también recomendamos que los contactos cercanos del paciente recibieran profilaxis con rifampicina oral.


DIAGNOSTICO CLÍNICO
MENINGITIS MENINGOCÓCICA RECURRENTE EN UNA PACIENTE CON DEFICIENCIA DE COMPLEMENTO.


DISCUSIÓN PATOLÓGICA
Se realizaron cultivos de dos muestras de sangre obtenidas en el departamento de emergencia antes de la administración de agentes antibióticos. Después de aproximadamente 24 horas de incubación en un instrumento automático de hemocultivo, se detectó crecimiento en ambas botellas aeróbicas. La tinción de Gram reveló diplococos gramnegativos con una forma de granos de café intracelular y extracelular (Figura 3 ). El caldo de hemocultivo se subcultivó en medios sólidos; después del crecimiento de colonias bacterianas, el microorganismo fue identificado como N. meningitidis. En las pruebas in vitro revelaron la susceptibilidad del microorganismo tanto a penicilina y ceftriaxona. El laboratorio de microbiología clínica también recibió una muestra de LCR; Tinción de Gram reveló numerosos neutrófilos, pero no se observaron microorganismos y los cultivos fueron negativos.







FIGURA 3 Estudio microbiológico.
Tinción de Gram en hemocultivos que muestran diplococos gramnegativos intracelulares con forma de granos de café (flechas), hallazgo característico de Neisseria meningitidis.



Dado que este fue el segundo episodio de la enfermedad meningocócica invasiva del paciente, se realizó la evaluación de laboratorio de la inmunodeficiencia. Se midieron los títulos de anticuerpos IgG contra antígeno polisacárido neumocócico capsular y  toxoide tetánico y no sugirieron  anormalidades de la función de células B o bien de células T-independiente. Los niveles de anticuerpos IgG, IgA, e IgM fueron normales, así como el patrón de electroforesis de proteínas séricas. Sin embargo, los ensayos tanto de la actividad total del complemento hemolítico (CH50) y la actividad de la vía alternativa del complemento (AH50) tuvieron resultados anormalmente bajos; el nivel de CH50 fue de menos de 3 U por mililitro (rango de referencia, 63-145), y el nivel AH50 era 12% de lo normal (intervalo de referencia, el 75 a 170). Los niveles de C3, C4, y el factor B fueron normales. Las tres vías del sistema del complemento (es decir, la vía clásica, la vía de la lectina de unión a manano, y la vía alternativa) convergen en la activación de C3 de sus respectivas convertasas C3, y por lo tanto la observación de un nivel de CH50 baja en un paciente con un nivel de C3 normal indica que la deficiencia se localiza aguas abajo de este punto de convergencia. El nivel AH50 bajo, junto con el bajo nivel de CH50 y los niveles normales de C3, C4, y el factor B, sugiere una deficiencia en uno de los componentes terminales del complemento (C5, C6, C7, C8, C9) . La evaluación de los componentes terminales del complemento individualmente reveló una deficiencia en C8 (nivel C8, 13 U por mililitro; intervalo de referencia, de 33 a 58).
La deficiencia de C8 confiere un riesgo sustancialmente elevado de infección invasiva por  N. meningitidis.44 Aunque una bacteriemia meningocócica transitoria de bajo grado se puede superar mediante la opsonización y  fagocitosis posterior, las bacteriemias  más importantes o persistentes requieren del sistema del complemento para la erradicación. La vacunación se realiza en un intento de aumentar la respuesta temprana opsoninofagocítica.45 Finalmente sin embargo, una respuesta suficiente e intacta de los componentes terminales del complemento son cruciales en los mecanismos de defensa contra los microorganismos de abrumador crecimiento y en la protección contra la enfermedad invasiva.

Una vez que supimos que los hemocultivos fueron positivos para N. meningitidis, se recomendó un tratamiento de 7 días con ceftriaxona intravenosa. Durante este tiempo, la paciente resolvió el cuadro completamente.
Posteriormente se le administró la vacuna tetravalente conjugada antimeningocócica, la vacuna neumocócica conjugada 13-valente y la vacuna de H. influenzae tipo B. También se le recetó un antibiótico oral para uso de emergencia en caso de que ella tuviese síntomas  recurrentes  de meningitis en un momento en que ella tenga acceso limitado a la atención médica.
La  paciente fue vista de nuevo 5 meses más tarde y recibió una segunda dosis de la vacuna antimeningocócica conjugada tetravalente. En ese momento, ella  sabe que tienen una deficiencia de C8 aislado. El riesgo de infección por N. meningitidis entre las personas con una deficiencia del complemento terminal es de 7000 a 10.000 veces mayor que el riesgo entre las personas sin tal deficiencia; Además, aproximadamente el 50% de las personas con una deficiencia de la fracción terminal del complemento  que han tenido infección N. meningitidis tienen infecciones recurrentes. Sin embargo, la infección por N. meningitidis infección suele ser más leve y se asocia con una menor mortalidad entre las personas con una deficiencia terminal del complemento que entre las personas sin la deficiencia.40  Pensamos que esta paciente se beneficiaría con la inmunización con la vacuna contra N. meningitidis del serogrupo B. Se estaba disponible en los Estados Unidos en el momento, pero el paciente perseguido con éxito la vacunación en Canadá. Por último, sus familiares inmediatos se ofrecieron para realizarse pruebas para deficiencia del complemento, y su hermana también fue identificado como padeciendo una deficiencia C8.


DIAGNOSTICO FINAL
INFECCIÓN POR NEISSERIA MENINGITIDIS INVASIVA Y  DEFICIENCIA PRIMARIA DE C8.



Fuente: "A 28-Year-Old Woman with Headache, Fever, and a Rash"
Farrin A. Manian, M.D., and Diana Alame, M.D.
The New England of Medicine. 

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lunes, 21 de mayo de 2018

MUJER DE 93 AÑOS CON DISNEA Y DOLOR TORÁCICO.



Una mujer de 93 años de edad, fue vista en el servicio de urgencias debido a dolor en el pecho y dificultad para respirar.
La  paciente había estado en su habitual estado de salud, con hipertensión e insuficiencia renal crónica, hasta la mañana de la internación, cuando fue despertada por un dolor punzante retroesternal irradiado a hombro izquierdo y mandíbula  asociado a falta de aire. Llamó al servicio médico de emergencia; en la evaluación (según los informes), un electrocardiograma mostró elevación del segmento ST. Se indicó ácido acetilsalicílico por vía oral, y  nitroglicerina sublingual (se le dio tres dosis) y fue llevada a la sala de urgencias del hospital, donde  llegó 3 horas después de la aparición del dolor en el pecho.
La paciente tenía dolor de una intensidad de 7 en una escala de 1 a 10 (con 10 indicando el dolor más severo). Tenía antecedentes de hipertensión, estenosis de la arteria renal (por la que un stent había sido colocado 2 años antes),  insuficiencia renal crónica, enfermedad por reflujo gastroesofágico, hipercolesterolemia, colelitiasis,  osteoporosis, artrosis, demencia y alteraciones de la memoria y de la visión. Un adenocarcinoma de colon había sido tratado cuatro años antes con una colectomía sigmoide; la recuperación se complicó con un infarto de miocardio postoperatorio. La paciente había tenido una histerectomía y cirugía de cataratas en el pasado. Los medicamentos que tomaba eran:  clopidogrel, amlodipina, atorvastatina, omeprazol, labetalol, clonidina, y ácido acetilsalicílico. Era alérgica a las sulfamidas; la hidroclorotiazida le había causado hiponatremia, y el irbesartán le había causado disfunción renal. Era viuda; Vivía con un amigo. No fumaba ni tomaba alcohol, o drogas ilegales. Su hermana tenía hipertensión, fibrilación auricular y pólipos adenomatosos de colon; otros parientes habían tenido insuficiencia cardíaca congestiva.
En el examen, el paciente parecía alerta y débil; estaba  orientada en persona pero no recordaba con exactitud la fecha o día. La temperatura era normal, la presión arterial 199/108 mmHg, el pulso de 116 latidos por minuto regular, la frecuencia respiratoria de 18 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno de 98% mientras respiraba aire ambiente. La altura era de 147,3 cm, y el peso 44,6 kg. Los ruidos cardíacos eran regulares,  sin soplos, y había edema de tobillos. El resto del examen era normal. El nivel de creatina quinasa isoenzima MB fue de 10,9 ng por mililitro (normal, 0,0-6,9), la creatina quinasa 89 U por litro (rango de referencia, de 40 a 150),el índice de creatina quinasa de 12,2% (normal, 0,0 a 3,5) y la troponina T de 0,40 ng por mililitro (normal, 0,00 a 0,09). Los resultados de otras pruebas de laboratorio fueron normales, incluyendo hemograma completo, niveles plasmáticos de electrólitos, calcio, fósforo y magnesio; y pruebas de la función renal y coagulación. Un electrocardiograma mostró taquicardia sinusal a 119 latidos por minuto, con elevaciones del segmento ST de hasta 3 mm en las derivaciones V1, V2, y V3 (más prominentes en V2) con elevación del segmento ST más sutil en las derivaciones I y aVL. Había ondas Q en las derivaciones V2 y V3. Una radiografía de tórax mostró volúmenes pulmonares bajos, con atelectasia subsegmentaria basal derecha, que estaba igual en comparación con un estudio de 11 meses antes. Se administró heparina, eptifibatide, y metoprolol por vía intravenosa dentro de los 5 minutos después de la llegada.

Se realizó un procedimiento de diagnóstico.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Esta paciente se presentó al servicio de urgencias con dolor en el pecho y dificultad para respirar. Cuando un paciente como esta, con dolor en el pecho o un equivalente anginoso llega al servicio de urgencias, el nivel de atención de acuerdo con las directrices conjuntas de la American College of Cardiology y la American Heart Association es realizar un electrocardiograma (ECG) dentro de 10 minutos. El objetivo es evaluar la evidencia de infarto de miocardio con elevación del segmento ST. El ECG de esta paciente mostró elevación del segmento ST. Sin embargo, otras condiciones que imitan el infarto de miocardio con elevación del segmento ST deben ser consideradas y se discutirán a continuación.

DISECCIÓN DE LA AORTA
Es crucial tener en cuenta el diagnóstico de disección aórtica en esta paciente que se presentó con dolor torácico y elevación del segmento ST en el ECG, ya que los tratamientos para el síndrome coronario agudo y la disección aórtica difieren. La disección aórtica puede causar infarto de miocardio con elevación del segmento ST cuando la disección se propaga a proximal e involucra  una arteria coronaria, más comúnmente la arteria coronaria derecha. El mecanismo por el cual se produce la elevación del segmento ST no se conoce bien, pero puede ser el resultado de la obstrucción del ostium de la arteria coronaria derecha por el flap de la íntima o por extensión de la disección en la arteria coronaria derecha en sí, con compresión luminal asociada  por el hematoma disecante. 2 Un estudio internacional de 464 pacientes con disección aórtica mostró que el 4,8% de los 256 pacientes con disecciones de la aorta ascendente tuvo cambios nuevos en el segmento ST u ondas Q que eran compatibles con infarto agudo de miocardio.
En este caso, la historia de la hipertensión de la paciente aumenta su riesgo de disección aórtica; Sin embargo, su presentación clínica no era típica de disección. Su dolor que había empeorado con las horas, no se acompañaba de dolor de espalda, y no fue descrito como punzante, desgarrante, o excruciante. Además, la silueta mediastinal no estaba ensanchada en las radiografías de tórax.


PERICARDITIS AGUDA
Pericarditis aguda deben considerarse en el diagnóstico diferencial de este paciente, porque los tratamientos de anticoagulación estándar para el síndrome coronario agudo pueden causar derrame pericárdico hemorrágico y taponamiento cardíaco en pacientes con pericarditis aguda. Los hallazgos clásicos ECG tempranos en el curso de la pericarditis aguda son la elevación del segmento ST en todas las derivaciones excepto aVR y V1, en las cuales hay depresión recíproca del segmento ST.  La depresión del segmento PR normalmente acompaña a la elevación del segmento ST en el ECG en este estadio temprano (estadio I). A medida que la enfermedad progresa, los segmentos ST y PR normalizan (etapa II), seguido por inversión de la onda T (etapa III) y, a continuación se produce normalización de la T ondas (etapa IV).
A diferencia de los hallazgos de esta paciente, en el síndrome coronario agudo, la elevación del segmento ST es focal y corresponde a la arteria coronaria ocluida, mientras que la elevación del segmento ST en la pericarditis aguda es difusa porque todo el pericardio está involucrado. La inflamación pericárdica focal es poco común, pero, cuando está presente, se traduce en la elevación del segmento ST en derivaciones aisladas que pueden confundir el diagnóstico. Otro factor distintivo en la pericarditis aguda es las características morfológicas de los segmentos ST; en el síndrome coronario agudo, los segmentos ST son típicamente convexos (forma de cúpula), mientras que en la pericarditis aguda son típicamente cóncavos hacia arriba (en forma de copa). En este paciente, ni la presentación clínica ni el ECG eran típico de la pericarditis aguda.

EMBOLIA PULMONAR
¿Podría esta paciente tener una embolia pulmonar? Los hallazgos electrocardiográficos más frecuentes en los pacientes con embolia pulmonar aguda son  taquicardia sinusal, bloqueo completo o incompleto de rama derecha,  depresión del segmento ST o inversión de la onda T en las derivaciones precordiales, y el patrón S1Q3T3 (prominencia de la onda S en la derivación I y una onda Q e inversión de la onda T en la derivación III). Sin embargo, hay informes de casos de embolia pulmonar masiva que presentan elevación del segmento ST en derivaciones precordiales. 4 Aunque esta paciente no tenía factores de riesgo conocidos para  embolia pulmonar, tenía dolor en el pecho y dificultad para respirar, taquicardia a la llegada al servicio de urgencias, y elevación del segmento ST en las derivaciones precordiales en el ECG. Por lo tanto, la embolia pulmonar aguda sigue siendo una consideración.

MIOCARDITIS
La presentación clínica de la miocarditis varían de fatiga subclínica a muerte súbita e inexplicable. El dolor en el pecho puede ser el síntoma de presentación, y los síntomas de  insuficiencia cardíaca son comunes. Una enfermedad viral precedente es clásico, pero no universal. Los pacientes con miocarditis aguda pueden tener resultados normales de ECG o pueden tener una amplia gama de anormalidades, incluyendo elevación del segmento ST que imita el síndrome coronario agudo. En un estudio de 45 pacientes con síndrome coronario agudo presunto pero con resultados normales en la angiografía coronaria, un diagnóstico de la miocarditis se realizó en 35 (78%). 5 Esta paciente no reportó una enfermedad viral anterior y no tenía tiene signos de insuficiencia cardíaca, pero la variabilidad en la presentación de la miocarditis requiere mantener esta condición en el diagnóstico diferencial.

ANEURISMA VENTRICULAR IZQUIERDO
Esta paciente había tenido un infarto de miocardio 4 años antes. Un aneurisma ventricular izquierdo ocurre con mayor frecuencia después de un gran infarto de miocardio de la cara anterior, a pesar de que puede ser consecuencia de un infarto de miocardio de la cara inferior. Aproximadamente el 50% de los aneurismas ventriculares izquierdos a desarrollan dentro de 2 días después de un infarto agudo de miocardio, y el otro 50% dentro de 2 semanas después del infarto.6 El aumento del diámetro de la cavidad ventricular izquierda causada por un aneurisma ventricular izquierda conduce a un aumento del estrés parietal  y aumento de la  demanda de oxígeno, 7 con los hallazgos en el ECG de elevación persistente del segmento ST y ondas Q en las derivaciones precordiales. Estos hallazgos se observaron en el ECG que presenta este paciente, pero no en su ECG basal a partir de 8 meses antes. Por lo tanto, es poco probable que se trate de un aneurisma ventricular izquierdo.

REPOLARIZACIÓN PRECOZ
Repolarización precoz es una causa común de elevación del segmento ST y debe considerarse en todos pacientes que acuden al servicio de urgencias con dolor torácico y elevación del segmento ST en el ECG. Repolarización temprana se ve en el ECG en 1 a 5% de la población general y en hasta el 48% de los pacientes que acuden al servicio de urgencias con dolor de pecho.9  Un estudio de 93 pacientes tratados con agentes trombolíticos por presunto infarto agudo de miocardio mostró que 10 (11%) de los pacientes en realidad no tenían  infarto; 3 de estos 10 pacientes tenían hallazgos ECG de repolarization temprana.  Los casos de repolarización temprana incluyen elevación difusa del segmento ST (con mayor frecuencia en las derivaciones precordiales), ascenso cóncavo de la parte inicial de los segmentos ST, muescas del punto J, y ondas T que son simétricas y concordantes y de una gran amplitud.9
La repolarización precoz es más común en los hombres, los pacientes tienen menos de 40 años de edad, se ve más en los negros, y en los pacientes que son físicamente activos, todos los cuales no corresponden al perfil de esta paciente. 11


ANGINA DE PRINZMETAL
La angina de Prinzmetal, también conocida como angina variante, resulta de vasoespasmo coronario transitorio. La presencia de elevación del segmento ST que se resuelve cuando los síntomas disminuyen establece el diagnóstico. Los pacientes con angina de Prinzmetal típicamente son menores que esta paciente y no tienen los factores de riesgo clásicos (que no sean el consumo de cigarrillos) para el síndrome coronario agudo.

En resumen, esta paciente se presentó con dolor torácico agudo y elevación del segmento ST en las derivaciones precordiales que no fue visto en su ECG basal. El  diagnóstico clínico fue de infarto de miocardio con elevación del segmento ST.
El paciente fue enviado al laboratorio de cateterismo cardíaco.



DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO:  INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO CON ELEVACIÓN DE ST.


PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
La  paciente fue recibida por los miembros del equipo de cardiología intervencionista, que había sido notificado de su inminente llegada, mientras que ella estaba en tránsito hacia el hospital. La evidencia muestra que la restauración temprana de flujo sanguíneo miocárdico conduce a una reducción drástica de la mortalidad entre los pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST.12,13 Como resultado de ello, la rápida reperfusión mecánica mediante angioplastia con balón y colocación de stents se ha convertido en el tratamiento estándar de estos pacientes.14 15 Por lo tanto, las frases "tiempo es músculo" y "tiempo puerta-balón" (el intervalo entre la llegada del paciente al servicio de urgencias y la restauración del flujo) se han convertido en parte de nuestra lengua vernácula diaria.
El efecto beneficioso de la reperfusión precoz ha llevado a un cambio en los sistemas de prestación de atención que exige una estrecha coordinación entre el servicio de urgencias y el laboratorio de cateterismo. Este caso es representativo del enfoque actual de los pacientes con síndromes coronarios agudos sospechosos - cuando este paciente llegó con dolor en el pecho, era esperada por el personal del departamento de emergencia para obtener e interpretar el ECG en 10 y determinar si ella estaba teniendo un infarto de miocardio con elevación del ST.

ANGIOGRAFÍA CORONARIA Y CATETERISMO IZQUIERDO DEL CORAZÓN
Se llevó a cabo el procedimiento:

La coronariografía izquierda reveló un tronco de la coronaria izquierda normal que daba origen a una arteria descendente anterior izquierda larga (con varias ramas diagonales) y una pequeña arteria circunfleja izquierda no dominante,. El diámetro de la porción media de la arteria descendente anterior izquierda  en el nivel de la bifurcación con la tercera rama diagonal mostró estenosis mínima. El resto de la arteria descendente anterior, las ramas diagonales, y la arteria circunfleja izquierda no tenían estenosis sustancial (Figura 1A).
La angiografía coronaria derecha reveló una arteria coronaria derecha dominante de la que se originaba la arteria descendente posterior y dos ramas posterolaterales. La arteria coronaria derecha y sus ramas estaban libres de enfermedad clínicamente significativa (Figura 1B).







Figura 1. Cateterismo cardíaco.
Una angiografía coronaria izquierda en la proyección anteroposterior craneal (Panel A) muestra que la arteria coronaria principal izquierda es normal y se divide en una larga arteria descendente anterior izquierda y una a la izquierda de la arteria coronaria circunfleja no dominante pequeña. El diámetro de la porción media de la arteria descendente anterior izquierda se estrecha a nivel de la bifurcación con la tercera rama diagonal y muestra estenosis mínima. Una angiografía de la coronaria derecha en la proyección oblicua anterior izquierda (Panel B) muestra que la arteria coronaria derecha y sus ramas están libres de enfermedad clínicamente significativa. La diástole  (Panel C)  y la sístole (Panel D) fueron evaluados en una ventriculografía izquierda que mostró la presencia de hipocinesia de los segmentos  media, distal, y  apical, junto con hipercinesia compensatoria en la base del ventrículo izquierdo, confiriéndole la apariencia de cuello de botella característico del síndrome de balonamiento apical.

La presión diastólica final del ventrículo izquierdo fue de 12 mm Hg. No hubo gradiente sistólico medido a través del tracto de salida del ventrículo izquierdo o de la válvula aórtica. La fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI) se calculó en 45%.



ECOCARDIOGRAFÍA
Un ecocardiograma transtorácico también se obtuvo el cual mostró severa  disfunción ventricular izquierda segmentaria que implicaba el tabique, territorio anteroseptal, y la punta (Figura 2 ). La función sistólica global del ventrículo izquierdo estaba ligeramente alterada. La FEVI estimada fue del 48%. Había regurgitación mitral leve.




Figura 2. ecocardiograma Transtorácico.
Una vista modificada paraesternal de eje largo (Grupo A) y una de cuatro cámaras apical (Grupo B) del corazón muestran los segmentos septal y apical delVI severamente hipocinéticos.(flechas).


MIOCARDIOPATÍA DE TAKOTSUBO
Esta mujer añosa e hipertensa tuvo  aparición repentina de dolor en el pecho y hallazgos electrocardiográficos que eran compatibles con un infarto de miocardio con elevación del segmento ST. Ella no tenía obstrucciones ateroscleróticas coronarias clínicamente significativas. La ventriculografía izquierda y el ecocardiograma mostró acinesia anterior con hipocinesia inferior apical y distal. Los resultados de laboratorio desde el servicio de urgencias mostraron un nivel de troponina de 0,4 ng por mililitro, lo que indica un aumento mínimo, y un nivel normal de creatina quinasa. Estos son los hallazgos clásicos de miocardiopatía takotsubo, también conocido como el síndrome de balonamiento apical, cardiomiopatía por estrés, o el síndrome de corazón roto (broken heart syndrome).16 El nombre proviene de las palabras japonesas tako (pulpo) y tsubo (olla), que se refieren a una olla con un cuello estrecho que se utiliza como una trampa para pulpos.
Los hallazgos típicos en la angiografía son la disfunción sistólica ventricular con dilatación de la punta, en conjunto con la contracción normal o aumento de la misma en el área basal; Esta combinación crea una apariencia de cuello de botella. Al igual que en esta paciente, las obstrucciones coronarias , o bien no están presentes o no se correlacionan con el área de la disfunción ventricular izquierda. Las características de la presentación clínica incluyen aparición repentina de dolor torácico, disnea, shock, y ocasionalmente síncope. Al igual que en esta paciente, el ECG inicial  muestra elevación del segmento ST, que por lo general evoluciona a inversión de la onda T en horas. Las nuevas ondas Q patológicas, pueden estar presentes pero son con frecuencia transitorias. Hay elevación generalmente leve en los biomarcadores de necrosis miocárdica pero mucho menos de lo esperado teniendo en cuenta el grado de disfunción ventricular izquierda. 17
La cardiomiopatía Takotsubo ocurre predominantemente en  mujeres posmenopáusicas, como este paciente, y está clásicamente precipitado por un evento emocional o fisiológico altamente estresante. También se ha descrito en pacientes que tienen episodios acumulativos de estrés psicológico, lo que podría haber sido el caso en esta paciente, en vista de su demencia y episodios repetidos de agitación. En aproximadamente un tercio de los casos, el desencadenante no es fácilmente identificable.
Esta paciente no tenía un gradiente de presión a través del tracto de salida del ventrículo izquierdo; Sin embargo, las anormalidades de la motilidad ventricular izquierda distintas en ocasiones puede conducir a obstrucción intracavitaria, hipotensión, y fallo cardíaco congestivo, y es así como la insuficiencia cardíaca refractaria se ve en alrededor de 20 a 45% de los pacientes con cardiomiopatía Takotsubo, pero el shock y la  muerte por causas cardiovasculares son raras (menos del 1% de los pacientes). Aunque son poco frecuentes, las arritmias malignas, como la taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular se han descrito en asociación con el síndrome.17 Esta paciente no tuvo ninguna de estas complicaciones.
Se ha estimado que aproximadamente 1 a 2% de los pacientes con síndromes coronarios agudos tienen cardiomiopatía takotsubo19; Sin embargo, lo más probable es que no sea reconocida. La incidencia ha ido aumentando desde la primera descripción hace12 años.   Esto es más probable debido a una combinación de aumento de reconocimiento y un posible aumento de la incidencia de este trastorno.

MANEJO DE LA MIOCARDIOPATÍA DE TAKOTSUBO
El pronóstico de la miocardiopatía takotsubo es favorable, y más del 90% de los pacientes se recuperará por completo; por lo tanto, el manejo del síndrome es conservador. Para este paciente, el tratamiento implicaba la suspensión de la heparina y eptifibatide, así como la administración de bloqueadores beta para reducir cualquier efecto de catecolaminas. Se rotó la nitroglicerina por vía intravenosa a un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina. Los inhibidores de la ECA son los agentes preferidos para el manejo de la disfunción sistólica y la hipertensión. A causa de la hipertensión persistente, se le agregó un bloqueador del canal del calcio dihidropiridínico. El paciente tenía un poco de delirio nocturno y requirió terapia para la ansiedad. La anticoagulación a corto plazo se utiliza ocasionalmente para prevenir la formación de trombos en el ventrículo izquierdo, pero no se administró a esta paciente. Fue dada de alta el día 6 a un hospital de rehabilitación de agudos, aunque ella no estuvo de acuerdo y quiso regresar a su hogar.
Poco después del alta, la paciente se volvió disneica y fue trasladada de nuevo al hospital. Refirió  dolor en el pecho recurrente y se encontró que estaba hipertensa. El ECG mostró elevación persistente del segmento ST. El nivel de troponina se mantuvo ligeramente elevado, pero en menor medida que en su ingreso anterior. Sus síntomas se resolvieron en un período de 2 días, con el control de su presión arterial y, más importante, de su agitación. Ella fue dada de alta a su hogar. Este segundo episodio podría haber representado una cardiomiopatía Takotsubo recurrente. Más o menos 10% de los pacientes tienen una recurrencia, y no hay una estrategia conocida para prevenir una recurrencia.
Dos años más tarde, la paciente tiene ya 95 años de edad; por desgracia, su demencia ha empeorado. Ella todavía está recibiendo beta-bloqueantes e inhibidores de la ECA. No ha habido recurrencia del dolor en el pecho u otros síntomas cardiacos. Un electrocardiograma obtenido 21 meses después de la presentación mostró una resolución completa de los cambios del segmento ST y la restauración de las ondas R en las derivaciones V1, V2, y V3.
En general el manejo de estos pacientes es difícil porque no todos los médicos de urgencia tienen disponibilidad de un equipo de hemodinamia que maneje los síndromes coronarios agudos con supradesnivel del ST, y por lo tanto debe decidir si derivar al paciente para estudio hemodinámico a riesgo de perder tiempo hasta la trombolisis o iniciar trombolisis inmediatamente. El problema es que la mayoría de los pacientes con miocardiopatía takotsubo cumplen con los criterios para el infarto de miocardio con elevación del segmento ST y deben ser tratados de esta manera, asumiendo  los riesgos y beneficios de la terapia trombolítica o la transferencia de la intervención percutánea primaria (ICP). De acuerdo con las guías publicadas, si la angioplastia primaria  no estará disponible dentro de 90 a 120 minutos después del primer contacto médico, se debe administrar  tratamiento trombolítico.  La cardiomiopatía Takotsubo es mucho menos común que el infarto de miocardio con elevación del segmento ST.

DIAGNÓSTICO ANATÓMICO
SÍNDROME DE DISCINESIA APICAL (MIOCARDIOPATÍA TAKOTSUBO).


Fuente: Case 36-2011: A 93-Year-Old Woman with Shortness of Breath and Chest Pain
Emily L. Senecal, M.D., Kenneth Rosenfield, M.D.,
Angel E. Caldera, M.D., and Jonathan J. Passeri, M.D.

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