jueves, 29 de marzo de 2018

Mujer de 55 años con shock cardiogénico y presión arterial lábil


Una mujer de 55 años  es internada para evaluación y tratamiento del shock cardiogénico. Aproximadamente 4 meses antes de la presentación, la paciente ingresó en un hospital en  por presentar “latidos intensos” en su pecho, náuseas y diaforesis que persistieron durante 40 minutos después de trotar una distancia que repetía diariamente como rutina.  La frecuencia cardíaca fue de 65 latidos por minuto, y la presión arterial 138/72 mm Hg; el resto del examen era normal Se le realizaron  cuatro electrocardiogramas en serie los cuales fueron normales, pero el nivel de troponina estaba estaba levemente  elevada, a 0.055 ng por mililitro, y 11 horas después, aumentó a 0.415 ng por mililitro (rango normal, 0 a 0.045). El ecocardiograma transtorácico reveló  función biventricular normal. La angiografía coronaria realizada en ese momento no mostró evidencias de enfermedad coronaria obstructiva; la presión diastólica final del ventrículo izquierdo era de 5 mm Hg. Después del alta (4 días después), una resonancia magnética cardíaca mostró  una función y tamaño biventriculares normales, sin evidencia de edema o fibrosis de miocardio. Se indicó aspirina y un bloqueador beta por supuesta taquicardia supraventricular relacionada con el ejercicio.
Los síntomas no reaparecieron, y la paciente volvió a trotar y dejó de tomar los betabloqueantes.
El día anterior a la internación actual en un viaje de esquí alpino en Vermont. Por la mañana, ella se sintió fatigada.  Por la tarde, presentó  palpitaciones,  disnea y debilidad  mientras estaba en la parte superior de una montaña; la patrulla de esquí la llevó a la base de la montaña y los síntomas desaparecieron. Por la noche, mientras cenaba, sintió náuseas y vómitos agudos seguido de dolor en el pecho y disnea. La llevaron a un departamento de emergencias local. La frecuencia cardíaca en ese momento  fue de 111 latidos por minuto, la presión arterial 115/81 mm Hg, la frecuencia respiratoria 28 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno 84% mientras ella estaba respirando aire ambiente. La auscultación reveló crepitantes difusos en los pulmones. El nivel de troponina I fue de 11,000 ng por mililitro (rango normal, 0 a 0,045), el nivel de péptido natriurético tipo B N-terminal (NT-proBNP) fue de 15,159 pg por mili litro (rango normal, 0 a 125), el nivel de lactato 4.6 mmol por litro (41.0 mg por decilitro) ; (normal 0.5 a 2.0 mmol por litro [4.5 a 18.0 mg por decilitro]), el pH de sangre venosa 7.22 (normal  7.38 a 7.46), y el recuento de glóbulos blancos 36,100 por milímetro cúbico (rango normal, 4500 a 11,000). Un ecocardiograma “bedside”  mostró disfunción ventricular izquierda severa con dilatación de la punta. Se comenzó con  Infusiones intravenosas de heparina y furosemida fueron administrados, y la paciente fue trasladada en helicóptero a un cercano centro de atención terciaria para el tratamiento de personas sospechosas de shock cardiogénico.
A la llegada a este centro de atención terciaria, la temperatura era de 37.2 ° C, la frecuencia cardíaca era de 143 latidos por minuto, la presión arterial 96/72 mm Hg, la frecuencia respiratoria de 26 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno 84%  respirando aire ambiente y 88 a 94% mientras recibía oxígeno a través de una mascara facial. En el examen físico, impresionaba cansada y tenía ingurgitación venosa yugular, crepitantes difusos en los pulmones y brazos y piernas fríos. El nivel de troponina I era 4.790 ng por mililitro (rango normal, menos de 0.034), el recuento de glóbulos blancos 30,240 por milímetro cúbico, el pH de sangre arterial 7.08 (rango normal, 7.35 a 7.45), el nivel de lactato 5,9 mmol por litro (53 mg por decilitro); ( normal menos de 2.0 mmol por litro [menos de 18 mg por decilitro]), el nivel de NT-proBNP es de 24.900 pg por mililitro (rango normal, menos de 300) y la creatinina 1,41 mg por decilitro litro.
La radiografía de tórax reveló edema pulmonar difuso. El  electrocardiograma mostró taquicardia sinusal e inversiones de onda T en las derivaciones V4 a  V6. La tráquea fue intubada se inició asistencia  respiratoria mecánica.
Un ecocardiograma transtorácico mostró una fracción de eyección del ventrículo izquierdo de 15% y acinesia apical del ventrículo izquierdo, así como grave disfunción apical del ventrículo derecho.
Se comenzó a administrar  norepinefrina, dobutamina, epinefrina, amiodarona, propofol, midazolam, fentanilo y bicarbonato de sodio. Se administró empíricamente metilprednisolona  por presunta miocarditis. Una angiografía coronaria mostró arterias coronarias normales; la presión diastólica final ventricular izquierda  fue de 38 mm Hg. Se colocó  un dispositivo de asistencia ventricular izquierdo transaórtico percutáneo después de lo cual la dosis dosis de norepinefrina, dobutamina y epinefrina fueron descendidas y posteriormente suspendidas. La paciente desarrolló hematuria y disminución del gasto urinario. La presión sanguínea era lábil, variando de 60/40 a 140/110 mm Hg, y una infusión de nitroprusiato de sodio se administró para control de la presión arterial elevada. La paciente fue trasladada en helicóptero a un segundo  hospital de mayor complejidad.
A la llegada del paciente a este hospital de alta complejidad, se obtuvieron datos clínicos adicionales aportados por su esposo .La paciente tenía antecedentes de  cáncer de tiroides (subtipo patológico desconocido) que habían sido tratados con tiroidectomía y ablación con yodo radiactivo. Los medicamentos actuales  incluían levotiroxina y suplementos de calcio. El uso de cefadroxilo en el pasado había causado un Síndrome de Stevens-Johnson. Ella no fumaba no bebía alcohol ni usaba drogas ilícitas. Ella era empleado en el cuidado de la salud, estaba casada, y tenía una hija sana.  Su abuelo materno había muerto de infarto de miocardio a los 60 años de edad, su padre había tenido un reemplazo de válvula aórtica, y su madre tuvo cáncer de pulmón.
En el examen, la temperatura fue de 36.9 ° C, la frecuencia cardíaca de 132 latidos por minuto, la sangre presión arterial 105/72 mm Hg, y la saturación de oxígeno  96% mientras la paciente recibía oxígeno  a través de un ventilador mecánico (con presión positiva al final de la inspiración); el  volumen corriente, 400 ml; fracción de oxígeno inspirado, 1.0; la frecuencia respiratoria, 16 respiraciones por minuto). Las pupilas  eran reactivas a la luz de forma simétrica pero de manera un poco lenta. La  paciente podía seguir órdenes simples.  No tenía masas en el cuello o exoftalmos Las venas yugulares estaban  distendidas. La auscultación del tórax mostraba el zumbido del dispositivo de asistencia ventricular, ruidos cardíacos alejados taquicárdicos y crepitantes dispersos en los pulmones.  . El dispositivo de asistencia ventricular había sido colocado por la ingle izquierda.
Tenía un edema de miembros inferiores bilateralmente  sin erupción ni linfadenopatía. UHabía en la bolsa colectora una pequeña cantidad de orina marrón rojiza
Los niveles de tirotropina, bilirrubina y fosfatasa alcalina eran  normales; otros resultados de laboratorio eran:
Hb 8,6 (g/dl). Hematocrito 24.8. Glóbulos blancos 21390/mm3.Plaquetas 138.000/mm3. Na 138.K 4,2. Cl 102. PCO2 20mmHg.Urea 30mg/dl. Creatinina 1,84 mg/dl. Glucas 148 mg/dl. Saturación de O2 en sangre venosa central 73,2%. Fósforo 3,6 mg/dl. Calcio 9,3 mg/dl. Magnesio 2,7 mg/dl.
Proteínas totales 4,9 g/dl. Albúmina 3,5 g/dl. Globulinas 1,4 g/dl.  Ácido láctico  1,5 mmol/l (0,5-2,2).LDH 519 U/L (110-210).TGO 64 U/L (9-32) TGP 14 U/L (7-33).
Troponina T 0,67 ng/ml (normal menos de 0,03).CPK 333 U/L ( 40-150).
VSG 13 mm/hora. Tiempo de protrombina 14,8 seg (11,5-15,4).RIN 1,2 (0,9-1,1).TTP 40,8 seg (22-35). Fibrinógeno 463 mg/dl (150-400)
El análisis de orina mostraba  3+ sangre. El hisopado nasofaríngeo para lainvestigación de ácidos nucleicos  de influenza A y B,  virus  sincitial respiratorio y antígenos de metapneumovirusfueron negativos, al igual que las pruebas danticuerpos contra el virus de la inmunodeficiencia humana tipos 1 y 2 y antígeno p24.
El electrocardiografía mostró taquicardia sinusal, progresión pobre de la onda R, inversión de onda T de V3 a V6 y en las inferiores, bajo voltaje QRS, y un intervalo QT corregido prolongado (figura 1)






Figura 1
Un ECG obtenido el día de la admisión que muestra taquicardia sinusal,pobre progresión de onda R, e inversión de onda T de V3 a V6 y en cara inferior con un intervalo QTc prolongado.


La radiografía de tórax mostró  infiltrados intersticiales difusos, pequeños derrames pleurales y el dispositivo de asistencia mecánica proyectado sobre el  ventrículo izquierdo.
Un ecocardiografía transtorácico mostró disfunción sistólica severa del ventrículo izquierdo, con una fracción de eyección estimada del 20% y grave hipocinesia medio a apical, así como disfunción de la pared libre ventricular derecha y disfunción apical, sin evidencias clínicas de enfermedad valvular significativa, y un pequeño derrame pericárdico. 
Poco después de la llegada de la paciente a este segundo  hospital, desarrolló nuevamente  hipotensión por lo que se comenzó con infusiones de milrinona, epinefrina y norepinefrina. Un soporte venoarterial femoral  extracorpóreo se inició para facilitar suficiente gasto cardíaco, ya que el dispositivo de asistencia ventricular izquierdo   había proporcionado soporte insuficiente y causaba  hemólisis creciente. Se inició hemofiltración venovenosa continua por anuria,  sobrecarga de líquido y  acidosis en el contexto de una injuria renal aguda. Metilprednisolona fue administrada por vía intravenosa.
Durante los primeros 3 días de hospital, la  presión arterial permaneció lábil, con una presión sistólica que oscilaba entre 65 y 205 mm Hg, a pesar de niveles estables de sedación y soporte vital extracorpóre. La  paciente recibió intermitentemente una infusión de nitroprusiato para la hipertensión  e infusiones recibidas de norepinefrina y vasopresina durante episodios de hipotensión.
En el tercer día de hospital, un ecocardiograma transesofágico reveló una ligera mejoría en la función ventricular global. Elsoporte vital extracoróreo fue suspendido  extracorpórea y la terapia con milrinona fue continuada. Mientras la paciente estaba en la sala de operaciones para decanular el soiporte vital extracorpóreo y extracción del dispositivo de asistencia ventricular se realizó una biopsia endomiocárdica . La muestra  de biopsia fue evaluada con las tinciones de rutina, y tinciones inmunohistoquímicas especiales.2 El examen de la muestra  reveló injuria miocárdica aguda injertada sobre injuria cicatrizada (Fig. 2). Había miocitos  necróticos focales, que fueron C4d + en la inmunohisto química. Había infiltrado un inflamatorio reparador  que estaba compuesto principalmente de macrófagos CD68 +, con linfocitos T CD3 + raros. Había fibrosis focal, lo que sugirió que el trastorno había estado presente durante al menos 4 semanas.





Figura 2. Biopsia endomiocárdica
El tercer día de internación se llevó a cabo una biopsia endomiocárdica.La tinción con hematoxilina eosina mostró injuria miocárdica con leve infiltrado inflamatorio  ( A, flecha). Inmunohistoquímica muestra células CD4 necróticas  ( B, flechas);  Las células en el infiltrado inflamatorio son principalmente macrófagos CD 68+ (C flechas),con escasos linfocitos T CD3+ (D flechas).La tinción con tricrómico muestra cicatrización (fibrosis), (E, flechas)



Los cardiomiocitos mostraron hipertrofia, un fenómeno inespecífico que es consistente con una respuesta de lesión.3,4 No había características histológicas de miocarditis activa o características de un trastorno de almacenamiento o depósitos. Los diagnóstico diferenciales para la lesión vista en el miocardio incluye isquemia, toxicidad miocárdica, estrés mecánico y miocarditis tratada(3,5)
Al día siguiente, la paciente desarrolló hipertensión marcada por lo que debió ser medicada con  hidralazina intravenosa. La presión sanguínea permaneció muy lábil durante los siguientes 4 días; por lo tanto, se le indicó infusiones intermitentes de nitroprusiato de sodio y terapia con carvedilol, hidralazina oral y clonidina. La  paciente continuó recibiendo  terapia de reemplazo renal, pero espontáneamente recuperó la diuresis. Análisis de sangre para anticuerpos  antinucleares  y anticuerpos contra adenovirus, coxsackievirus y parvovirus fueron negativos, como fue una prueba para ADN de adenovirus. Un proteinograma electroforético mostró  bajos niveles de IgG e IgA. Los cultivos de sangre y orina fueron estériles.
En el séptimo día de hospital, la presión arterial se estabilizó y se pudo realizar una resonancia magnética cardíaca.
La RMN cardíaca, realizada sin la administración de gadolinio, reveló una leve reducción de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo de 49% e hipocinesia medio-apical del ventrículo izquierdo, con respeto relativo de la base.  La función ventricular derecha era normal. Las imágenes ponderadas en T2 no revelaron ninguna evidencia clara de edema miocárdico clínicamente significativo. Dado que no se administró  gadolinio, patrones sugestivos de miocarditis o una cicatriz de miocardio podría no ser detectada


Se estableció un diagnóstico



DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Esta mujer de 55 años se presentó  con edema pulmonar, severa disfunción ventrícular izquierda y balonamiento apical que desarrolló durante un viaje de esquí. El hallazgo de balonamiento  apical ventricular en ausencia de enfermedad coronaria aterotrombótica tiene una lista muy corta de diagnósticos diferenciales  que incluyen el síndrome de  balonamiento apical recurrente (quizás debida a hipertensión inducida por ejercicio), la miocardiopatía de Takotsubo, las miocarditis agudas, el vasoespasmo coronario, la vasoconstricción coronaria inducida por cocaína y la trombosis con fibrinólisis endógena espontánea antes de la angiografía. 
El síndrome de balonamiento  apical recurrente y la miocardiopatía takotsubo reflejan una fisiopatología similar que es causada por disfunción ventricular inducida por catecolaminas.   El síndrome de balonamiento apical  recurrente se ha asociado con un respuesta transitoria hipertensiva durante el ejercicio, lo que sugiere un mecanismo hipersimpático (6,7). Dado que la fisiopatología de estos trastornos es similar (si no idéntica) y la cardiomiopatía de takotsubo puede ser recurrente, la diferencia entre estas dos condiciones pueden ser solo nominales.
Dado que la miocardiopatía takotsubo fue inicialmente descrita, se ha reconocido cada vez más como una causa de cardiomiopatía aguda no isquémica (8).   En una revisión de casos en los que los pacientes fueron admitidos con síndromes de dolor de pecho (9), la miocardiopatía de takotsubo fue diagnosticada sobre la base de hallazgos de balonamiento apical y arterias coronarias normales en el 7.5% de los pacientes. Entre esos pacientes, los desencadenantes asociados a catecolaminas fueron trauma emocional (en 72.5%), estrés quirúrgico (en 12.5%), intoxicación adrenérgica (en 7.5%) y tumor productor de catecolaminas (en 7.5%); 20% se  presentaron en shock cardiogénico.
El otro diagnóstico importante a considerar en esta paciente  en este caso es miocarditis aguda Tanto los pacientes con miocardiopatía de takotsubo como aquellos con miocarditis aguda pueden presentarse con colapso cardiovascular, pero los pacientes con miocarditis aguda generalmente tienen las siguientes características: signos o síntomas de infección, elevación o depresión del segmento ST,  niveles muy elevados sustancialmente de troponina, alteraciones localizadas o difusas  de la motilidad del  ventrículo   izquierdo, la presencia de  muchas células inflamatorias y edema  intersticial en el examen de la biopsia endomiocárdica, evidencias de una infección viral en  pruebas de laboratorio y un realce con  gadolinio en el patrón de la resonancia magnética cardíaca que no es isquémica en su distribución, que comúnmente afecta la región del epicardio, y ocurre mucho después de la aparición de la enfermedad.
Esta paciente no tenía muchas de estas características. En cambio, ella tenía una condición asociada con un factor estresante o desencadenante que era presumiblemente el relacionado con el ejercicio, inversiones de onda T con un intervalo QTc prolongado, un nivel de  troponina elevada que era discordante con la medida de la disfunción ventricular y balonamiento apical con afectación ventricular derecha. Por lo tanto, es más probable que la paciente tenga miocardiopatía de takotsubo que  miocarditis aguda, aunque la presencia de un infiltrado  inflamatorio focal rico en macrófagos es algo inesperado (10).
Otra característica de la presentación de esta paciente que no se observa comúnmente en pacientes con miocardiopatía de takotsubo es el bajo voltaje del QRS en electrocardiograma, aunque la atenuación del voltaje QRS ha sido descrito con la miocardiopatía takotsubo y atribuida al edema de miocardio (11,12). A pesar del bajo voltaje del QRS en la electrocardiografía, no hubo evidencia de edema intersticial en la resonancia magnética cardíaca. Esta incoherencia puede reflejar la rápida progresión de la condición clínica de la paciente; es posible que el intervalo entre los dos estudios cardíacos también fuera largo, dado que su función ventricular  cambiaba bastante dramáticamente. Esta explicación se basa en el hecho de que los electrocardiogramas  obtenido más tarde en el curso de la evolución (no mostrados), mostraron recuperación del voltaje de QRS.
Además, la presencia de macrófagos perivasculares, pero no  otras células inflamatorias es  algo inesperado. Los pacientes con miocardiopatía de  takotsubo típicamente tiene infiltrados inflamatorios (10,13),  aunque estos están presentes principalmente durante la fase aguda. La presencia de grupos extracelulares de macrófagos tanto en áreas de lesión aguda del miocardio como  en áreas sin aparente lesión aguda, que puede reflejar el aclaramiento (clearence) de miocitos necróticos y desechos celulares, que ha sido descrito con la miocardiopatía de takotsubo (13)
La miocardiopatía de takotsubo puede ser primaria o secundaria En general, los pacientes con miocardiopatía de takotsubo primaria son más propensos a presentarse con un síndrome de dolor de pecho, mientras que los pacientes con miocardiopatía de takotsubo secundaria son más propensos a presentar insuficiencia cardíaca o shock cardiogénico, con el correspondiente peor pronóstico (14).  Aunque esta paciente tuvo un breve episodio de dolor en el pecho, la característica más destacada de su presentación fue el  shock cardiogénico, lo que sugiere que ella tenía una causa subyacente de la miocardiopatía
Hay muchas causas subyacentes posibles de miocardiopatía takotsubo (15), cayendo la mayoría de ellas  en cuatro categorías: condiciones endocrinológicas (por ejemplo, tirotoxicosis, feocromocitoma, o crisis suprarrenal), afecciones neurológicas (por ej  accidente cerebrovascular o hemorragia subaracnoidea), inducción de anestesia general y uso de medicamentos (epinefrina, nortriptilina o venlafaxina) o el uso de drogas ilícitas(cocaína). Sobre la base de la historia de esta paciente y la  presentación clínica, podemos descartar condiciones neurológicas, inducción de anestesia general, y el uso de medicamentos o drogas ilícitas como la causa.
Al considerar las causas endocrinológicas de miocardiopatía takotsubo, tres hallazgos de la presentación de esta paciente requieren consideración. Estas son la relación de los episodios  sintomáticos con el  ejercicio, la extremada labilidad de su  presión arterial  y la presencia de hipertrofia de cardiomiocitos en el examen de una biopsia endomiocárdica en ausencia de una historia de hipertensión.

FEOCROMOCITOMA
¿Podría un feocromocitoma ser la causa subyacente de la miocardiopatía de este paciente? La relación entre  feocromocitoma y shock inducido por  catecolaminas es conocido desde hace más de 40 años (16,17), pero el vínculo entre el balonamiento apical como el que se vio en esta paciente con miocardiopatía de takotsubo y crisis de feocromocitoma conduciendo a insuficiencia cardíaca ha sido reconocido más recientemente (18,19). Los desencadenantes  de estas graves crisis relacionadas con el feocromocitoma incluyen el uso de altas dosis de glucocorticoides (20) (que esta paciente había recibido al ingreso), hemorragia espontánea en el tumor (21) y uso de imipramina (22).
Una asociación entre  feocromocitoma y miocardiopatía takotsubo recurrente (que debe presumirse en esta paciente, debido a la ausencia de hallazgos característicos en la ecocardiografía en la primera presentación),  ha sido descrito (23). Las anomalías electrocardiográficas de bajo voltaje QRS y un intervalo QTc prolongado se han descrito en pacientes con feocromocitoma que no tienen shock cardiogénico (24,25). La hipertrofia ventricular izquierda es más comúnmente vista en pacientes con miocardiopatía takotsubo que tienen feocromocitoma que en aquellos con miocardiopatía takotsubo no asociada a feocromocitoma (24).
Aunque el feocromocitoma parece encajar bien con la presentación de esta paciente, hay que considerar también el diagnóstico previo de cáncer de tiroides  y su relación potencial con feocromocitoma. Aunque no sabemos el tipo de cáncer de tiroides, es tentador especular que ella pudo haber tenido un carcinoma medular de  tiroides como parte de neoplasia endocrina múltiple tipo 2A. Sin embargo, el cáncer de tiroides fue tratado eficazmente con resección y ablación de yodo radiactivo; por lo tanto, un carcinoma medular de  tiroides sería poco probable debido a su resistencia relativa a la terapia ablativa con  yodo radiactivo.  Además, la paciente no tenía evidencia de hiperparatiroidismo (de hecho, ella tuvo hipocalcemia transitoria). Feocromocitoma se asocia con hipocalcemia (26,27),  especialmente durante las crisis, muy probablemente como resultado del aumento de expresión de adrenomedulina (28).  La adrenomedulina no solo es un vasodilatador altamente potente sino también causa la proliferación de osteoblastos, promueve crecimiento óseo y mineralización, y puede conducir al secuestro de calcio e hipocalcemia. Pacientes con feocromocitomas que secretan epinefrina y adrenomedulina pueden presentar inestabilidad hemodinámica debido al efecto vasoconstrictor de la catecolamina asociada con el profundo efecto vasodilatador de la adrenomedulina. En esta paciente, la liberación episódica de sustancias vasoactivas endógenas muy probablemente haya complicado aún más por la administración de drogas vasoactivas para normalizar la presión arterial. Por estas razones, creemos que es más probable que la paciente tuviera un feocromocitoma aislado, y no asociado a  neoplasia endocrina múltiple tipo 2A y que su tumor muy probablemente secretara epinefrina y adrenomedulina.
Otra característica de la presentación de esta paciente que merece consideración es la participación del ventrículo derecho. Los pacientes con cardiomiopatía takotsubo que tienen afectación del ventrículo derecho tienen un peor pronóstico que aquellos que no lo hacen; la afectación del ventrículo derecho es el único predictor independiente del resultado combinado de muerte por cualquier causa, rehospitalización por insuficiencia cardíaca o miocardiopatía takotsubo recurrente  (29).
El diagnóstico de feocromocitoma en esta paciente se basaría en la observación de elevados  niveles de catecolaminas en plasma u orina y elevada metanefrina urinaria de 24 horas y niveles de catecolaminas. Es preferible obtener las muestras cuando el paciente no está recibiendo soporte vasopresor. Los estudios de  laboratorio generalmente se combinan con estudios de imágenes para identificar un tumor; una vez que se identifica un tumor, la resección quirúrgica es esencial.  El genotipado puede también ser útil para descartar neoplasia endocrina múltiple tipo 2A (debido a una mutación en el reordenado durante la transfección del proto-oncogén [RET]), aunque la probabilidad pretest de este  diagnóstico es bajo


DIAGNOSTICO CLÍNICO TENTATIVO
MIOCARDIOPATÍA TAKOTSUBO SECUNDARIA A FEOCROMOCITOMA.
MIOCARDIOPATÍA INDUCIDA POR CATECOLAMINAS.


DISCUSIÓN DEL MANEJO
El nivel de metanefrina plasmática fue 3,2 nmol por litro (rango normal, menos de 0,50), y el nivel de normetanefrina en plasma fue de 21 nmol por litro (rango normal, menos de 0.90). Se consideraron  potenciales razones por las que los elevados  niveles fraccionados  de metanefrina spudiesen ser falsos positivos, ya que la sensibilidad de estos niveles para el feocromocitoma es del 96 al 100% pero la especificidad es aproximadamente 85 a 89% .32-34 Aunque los niveles fraccionados  de metanefrina plasmática pueden ser hasta 2 veces el límite superior del rango normal en el fallo renal  (35) no estábamos seguros del grado esperado de la elevación de la insuficiencia renal combinada con cardiomiopatía, otra posible causa de resultados falsos positivos. Se recomendó verificar los niveles fraccionados de metanefrina urinaria, que son muy sensibles y específicos (98% para cada uno) ( 33,36) y, por lo tanto, las pruebas urinarias negativas serían útiles. El nivel de  metanefrina urinaria fraccionada en 24 horas  fue de 830 μg (rango normal para mujeres, 30 a 180), y el  fraccionamiento urinario de 24 horasdel nivel de normetanefrina fue de 1529 μg (rango normal para las mujeres de 50 a 59 años de edad, de 128 a 484). Sin embargo, los niveles de catecolaminas y metanefrinas  urinarias  son poco confiables en pacientes que están recibiendo diálisis (35) y esta  paciente había recibido hemofiltración venovenosa continua como el día antes de la obtención de la muestra de orina
Aunque normalmente no habría que comenzar a hacer estudios  de localización tumoral sin confirmación diagnóstica bioquímica, aquí había una alta sospecha clínica de feocromocitoma  basada en la presentación de la paciente, y además  se sabía que la confirmación de este diagnóstico cambiaría  potencialmente  su cuidado hospitalario.  Dado que la paciente  estaba recuperándose de insuficiencia renal y miocardiopatía y el grado de elevación esperada de metanefrinas  plasmáticas o urinarias  desconocidas, se recomendó proceder con estudios de imágenes para identificar la ubicación anatómica de un presunto feocromocitoma.
La resonancia magnética se realizó de acuerdo a un protocolo suprarrenal, sin la administración de material de contraste intravenoso (Fig. 3). La imagen axial potenciada en T1 mostró una masa elipsoide (3.6 cm por 3.2 cm por 3.6 cm), con intensidad de señal uniforme e intermedia, que estaba ubicada anterior al polo superior del riñón derecho. En relación  al bazo, la masa no tuvo señal de caída en fase y en las señales fuera de fase  entre en fase, un hallazgo que sugiere que la masa suprarrenal no tenía contenido lipídico. En la imagen axial ponderada en T2, la masa tenía hiperintensidad leve. La glándula suprarrenal izquierda era normal. Cualquier lesión de masa adrenal, basada en imágenes el diagnóstico diferencial incluye feocromocitoma, mIelolipoma, adenoma, carcinoma suprarrenal cortical y cáncer metastásico. El aspecto de esta lesión es más consistente con el feocromocitoma (37-39).





Figura 3 RMN de adrenales
La RMN fue llevada a cabo de acuerdo a un protocolo para suprarrenales sin administración de contraste intravenoso.
Las imágenes en T1 y T2 (A y B respectivamente),muestran una masa elipsoide (asteriscos), localizado en el polo superior del riñón derecho (flechas). La masa tiene una señal intermedia (A) y leve hiperintensidad (B). 


Una vez que la ubicación de la presunto feocromocitoma fue identificado, el plan era proceder con adrenalectomía laparoscópica en 1 mes, para asegurar el bloqueo  alfa-adrenérgico  y dar tiempo a la recuperación tanto de la  miocardiopatía inducida por catecolaminas  como la lesión renal.  La terapia de reemplazo renal se suspendió el día 9. La hipertensión de la paciente fue tratado con fenoxibenzamina para el control inicial de la  presión arterial  seguido por carvedilol para el bloqueo beta-adrenérgico. La  paciente fue re internada antes de la cirugía y una ecocardiografía preoperatoria reveló una fracción de eyección del ventrículo izquierdo del 54% y solo leve hipocinesia apical   residual del ventrículo izquierdo.


DISCUSIÓN PATOLÓGICA
Un tumor suprarrenal (de 5,5 cm en la mayor dimensión) fue resecado laparoscópicamente.El tumor estaba compuesto de nidos de células poligonales con una cantidad moderada de citoplasma eosinófilo. La tinción inmunohistoquímica mostró que las células tumorales eran fuertemente reactivas para el marcador neuroendocrino cromogranina A (Fig. 4).





Figura 4 Adrenal resecada.
En la tinción con hematoxilina eosina se ven células poligonales con citoplasma eosinofílico. En la tinción inmunohistoquímica las células tumorales muestran fuerte tinción para el marcador neuroendocrino cromogranina A (inserto).Estos hallazgos son indicativos de feocromocitoma.




Estas características patológicas son indicativas de feocromocitoma.  El feocromocitoma familiar debido a una mutación en un gen que codifica una subunidad de succinato deshidrogenasa típicamente muestra pérdida de tinción inmunohistoquímica para la subunidad B.40
En este caso,la tinción para la subunidad B de la succinato deshidrogenasa estaba conservada (no se muestra), lo que sugiere que el paciente no tenía una mutación en el gen de la succinato deshidrogenasa.
Los cambios que se vieron en el examen de la muestra de biopsia endomiocárdica son consistentes con la presencia de exceso de catecolaminas, que puede lesionar el miocardio, inducir vasoespasmo e isquemia o causar efectos citotóxicos directos (41-45)


EVOLUCIÓN:
Después de que la paciente se sometió a adrenalectomía laparoscópica , tuvo un curso perioperatorio sin complicaciones. Ella fue dada de alta en el día 3 de postoperatorio  recibiendo una dosis baja de carvedilol, que se suspendió 2 semanas después de la operación.
En su visita de seguimiento 1 mes después, ella no informó ningún síntoma de insuficiencia cardíaca.
En definitiva, la adrenalectomía laparoscópica condujo a una recuperación  completa de su fracción de  eyección del  ventrículo izquierdo.


DIAGNÓSTICO ANATÓMICO
CARDIOTOXICIDAD INDUCIDA POR CATECOLAMINAS DEBIDO A FEOCROMOCITOMA.




Fuente: 
Case 8-2018: "A 55-Year-Old Woman with Shock and Labile Blood Pressure"

Joseph Loscalzo, M.D., Ph.D., Nathalie Roy, M.D., Ravi V. Shah, M.D.,
Joy N. Tsai, M.D., Alexis M. Cahalane, M.D., Johannes Steiner, M.D.,

and James R. Stone, M.D., Ph.D.

The New England Journal of Medicine.

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sábado, 17 de marzo de 2018

Paciente varón de 25 años con convulsiones de reciente comienzo.


Un hombre de 25 años  se internó por convulsiones de nueva aparición. El paciente había estado en su estado de salud habitual hasta 2 días antes, cuando ocurrieron episodios de contracción de la cabeza y el cuello. El primer episodio ocurrió después de despertarse por la mañana, y el segundo ocurrió 2 horas después; cada uno de estos episodios duró aproximadamente 1 minuto. Un tercer episodio ocurrió 4 horas después de despertar, duró 2 minutos y estuvo acompañado por rigidez del brazo y pierna  izquierdas; el paciente estaba consciente de las contracciones y la rigidez pero no recordaba los eventos subsecuentes. Los testigos de los episodios informaron que todo el cuerpo del paciente se estremeció y que posteriormente perdió el conocimiento y cayó, golpeándose la cara. El paciente dejó de presentar sacudidas involuntarias  después de unos pocos minutos y recuperó la conciencia, pero estaba confundido y fue llevado por un servicio de emergencias a un hospital para evaluación. En el hospital, ocurrió otro episodio autolimitado con temblores corporales y pérdida de consciencia por lo que se le administró levetiracetam.  Se realizaron estudios de imágenes. Una TC de la cabeza, cuello y columna sin la administración de material de contraste intravenoso, reveló fracturas mínimamente desplazadas de los huesos nasales bilateralmente (Fig. 1A),  pero no había ningún proceso intracraneal agudo o fracturas de la columna cervical. La  Resonancia magnetica, realizada sin la administración de material de contraste, mostró restricción de la difusión en la corteza  del giro frontal superior derecho (Fig. 1B y 1C). En FLAIR y  T2 se vio  hiperintensidad marcada en la corteza y sustancia blanca adyacente del lóbulo frontal derecho (Fig. 1D),  hallazgo compatible con edema vasogénico. Una  venografía por resonancia magnética bidimensional en “time-of-flight” mostró evidencias de  trombosis o flujo lento en la porción anterior del seno sagital superior (Fig. 1E). Las imágenes ponderadas por susceptibilidad de cerebro mostraron prominente hipointensidad lineal y evidencias de trombosis  venosa cortical (Fig. 1F).






Figura 1
TC y RMN
En (A) se muestra fractura mínimamente desplazada de los huesos  nasales bilateralmente
En (B) una imagen de difusión con el correspondiente mapa de coeficiente de difusión aparente (C) se muestra restricción de la difusión en el giro superior frontal derecho.
En (D) un FLAIR en T2 se muestra marcada hiperintensidad en la sustancia blanca y corteza adyacente y subcortical, hallazgo consistente con edema vasogénico
En (E) una venografía bidimensionalpor RMN  muestra ausencia de señal de flujo en el tercio superior del seno sagital superior (flechas),hallazgo consistente con trombosis.
En (F) una imagen de susceptibilidad muestra hipointensidad a lo largo de la vena cortical de la convexidad frontal (flecha),hallazgo consistente con trombosis venosa.



Se comenzó a administrar heparina no fraccionada intravenosa y  fue transferido al servicio de neurología donde se constató que el paciente  no se quejaba de dolor de cabeza, visión borrosa, náuseas, vómitos o mareo. No tenía antecedentes de sangrado o trastornos de coagulación.  Tres años antes de la admisión, él había estado involucrado en un accidente automovilístico al quedarse dormido mientras conducía. Una TC de cráneo obtenida en ese momento fue supuestamente normal, y  no se prescribieron medicamentos antiepilépticos. El paciente tenía una alta estatura y brazos largos; 10 años antes de la admisión,había sido sometido  a una evaluación cardíaca después de que un miembro de la familia que era médico le sugirió que podría padecer el síndrome de Marfan.  En esa oportunidad se realizó un ecocardiograma transtorácico que según los informes, mostró tamaño y función normales  de los ventrículos derecho e izquierdo, sin importancia clínica, no había enfermedad valvular clínicamente significativa y una raíz aórtica y aorta ascendente normales.
El paciente tenía antecedentes de miopía y tenía que utilizar lentes correctivos desde que tenía 15 años de edad. Tres años antes de la admisión, durante una evaluación oftalmológica para una cirugía de trastorno refractivo con láser, había recibido un diagnóstico de ectopia lentis con dislocación de lente hacia abajo en ambos ojos. El oftalmólogo recomendó repetir evaluación cardíaca para el síndrome de Marfan, y un ecocardiograma transtorácico obtenido en ese momento  fue nuevamente normal. Cuatro años antes de la internación actual el paciente había sido sometido a colecistectomía.
Tenía antecedentes  de un trastorno de déficit de atención-hiperactividad; su madre informó que había tenido retrasos en alcanzar los hitos del desarrollo cuando niño y había seguido un plan de  educación individualizada por un trastorno de aprendizaje. Él no tomó medicamentos. Su madre tenía hipercolesterolemia, su abuela materna tenía demencia y convulsiones, y su abuelo paterno murió después de un stroke cuando tenía 70 años de edad. No había antecedentes familiares de trastornos de la coagulación, enfermedad cardíaca congénita o muerte súbita de causa cardíaca. El paciente era un estudiante universitario, y él no fumaba tabaco ni usaba drogas ilícitas.
En el examen, la temperatura era de 36.9 ° C, la presión arterial 112/80 mg Hg, el pulso 55 latidos por minuto, la frecuencia respiratoria 18 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno 98% mientras el paciente respiraba aire ambiente. La altura era 189 cm, el peso 76 kg, el índice de masa corporal de 21, y la envergadura (distancia con los brazos abiertos) era de 192.5 cm. La distancia desde la parte superior de la sínfisis púbica al piso era de 105 cm mientras  estaba en posición de pie.
El paciente estaba completamente alerta y orientado. Él tenía fluidez completa, sin errores parafásicos o disartria Su concentración y atención estaban intactos Su memoria era limitada, con registro intacto  pero pobre recuperación. Los campos visuales estaban normales. Las pupilas eran iguales y reactivas a la luz. No había ptosis y los  movimientos extraoculares estaban intactos sin nistagmo o movimientos sacádicos. En la cara, la sensibilidad superficial y a la temperatura eran normales No había asimetría facial. La lengua y el paladar estaban en  la línea media, y la audición era normal. El paciente podía encoger sus  hombros y girar la cabeza. Su volumen y tono muscular eran normales.   Él no tenía rigidez en rueda dentada, bradicinesia, fasciculaciones, mioclono, o temblor. En todo el cuerpo, la fuerza era normal. La propiocepción y lasensibilidad superficial la temperatura, el pinchazo y la vibración estaban intactas. Los reflejos tendinosos profundos eran normales. Resultados de las pruebas dedo-nariz-dedo y talón-rodilla eran  normales. Excoriaciones y equimosis estaban presentes en el puente nasal y la frente. El paciente tenía un paladar alto arqueado y leve  pectus excavatum, y había estrías  en su espalda. Cuando envolvía una mano alrededor de la muñeca contralateral, la parte superior del pulgar cubría toda la  uña del quinto dedo. El resto del examen físico fue normal.
Los niveles sanguíneos de electrolitos y glucosa eran normales, como también  los resultados de los análisis de orina, un screening toxicológico en orina y las pruebas de función hepáticas y renales eran normales.
El resto del laboratorio: GR: 4.170.000 Hb 13,2. Hto 38,6%. GB 6700 (Neut: 40,9%. Linfoc 46,6%. Monoc 10,3%. Eos 1,3%. Basof 0,6%).Plaquetas 112.000/mm3. VCM 92,6 u3. HCM 31,7 pg.Nivel de HCM 34,2 G/dl. RDW 13,8. Reticulocitos 2,1%.ESD 36 mm/h.Tiempo de protrombina 17,6 seg (normal 11 a 14).RIN 1,4 (normal 0,9 a 1,1). KPTT 40,9 seg (22 a 35).Dímero D 441 (ng/ml) (normal menos de 500)

Se continuó con heparina intravenosa  y se indicó una angiografía por TC   que mostró  un defecto de llenado  no oclusivo en la región  anterior del seno sagital superior, un defecto de llenado en la vena cortical del lóbulo frontal derecho, un defecto de llenado punteado  en la vena yugular interna izquierda, y un área de hipodensidad leve e hinchazón en la parte medial del giro frontal superior derecho, sin hemorragia asociada.
Se realizó una prueba de diagnóstica.






DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Este hombre de 25 años se presentó con convulsiones motoras focales de nueva aparición en el lado izquierdo y convulsiones motoras generalizadas. Las convulsiones se complicaron por una caída, que resultó en trauma facial. Las convulsiones fueron síntomas probables de un proceso del sistema nervioso central   que involucra el hemisferio derecho.

TROMBOSIS DEL SENO VENOSO CEREBRAL
En este paciente, los hallazgos más notables de neuroimágenes fueron una lesión isquémica,  y edema vasogénico  en la corteza del lóbulo frontal derecho  debido a trombosis de la vena cortical y seno sagital superior. Los coágulos en el sistema venoso cerebral se desarrolla insidiosamente, lo que lleva a congestión progresiva y edema cerebral focal en el territorio venoso correspondiente. Sin tratamiento la trombosis delos senos venosos cerebrales pueden evolucionar a infartos cerebrales venosos y hemorragias, como se vieron en este caso. La trombosis de los senos venosos cerebrales es rara, representando 0.5 a 1% de todos los accidentes cerebrovasculares (1),  y con mayor frecuencia afecta mujeres menores de 50 años que  toman anticonceptivos orales o recientemente han dado a luz (2).  El síntoma de presentación más común de la trombosis de los senos venosos cerebrales es el dolor de cabeza persistente . Sin embargo, los pacientes afectados pueden presentarse con convulsiones(1,2). La anticoagulación es la primera línea tratamiento para la trombosis del seno venoso cerebral; la duración de la anticoagulación depende de la causa subyacente de la trombosis.
¿Por qué   este paciente desarrolló  trombosis del seno venoso cerebral?
La mayoría de los pacientes con esta condición tiene una causa identificable, y 44% tienen múltiples causas (2).

TRAUMA
El trauma craneal es una posible causa de trombosis del seno venoso cerebral  en este paciente, ya que cayó y golpeó su cabeza, lo que resultó en fracturas de huesos nasales. Sin embargo, no sería de esperar que una fractura a nivel de los huesos nasales  se asociara con lesión del seno sagital superior, ni esperaría trombosis venosa que desarrolle   infarto a inmediatamente después de un trauma craneal menor.

ESTADO HIPERCOAGULABLE
Este paciente tenía trombosis del seno venoso cerebral que al mismo tiempo comprometió  diferentes territorios venosos, incluido el territorio de la vena yugular interna izquierda, lo que aumenta la posibilidad de un trastorno hipercoagulable subyacente. La combinación de trombocitopenia y un tiempo de tromboplastina parcial prolongado, puede der expresión de síndrome antifosfolipídico (SAF).  Sin embargo, cuando se realizaron estas pruebas de laboratorio, el paciente estaba ya tratado con heparina intravenosa no fraccionada, y tal tratamiento es la explicación más probable para estas alteraciones en este caso.  Para descartar definitivamente  un trastorno de hipercoagulabilidad, son necesarias más pruebas.

INFLAMACIÓN
Las infecciones y las  enfermedades inflamatorias sistémicas puede causar trombosis de seno venoso cerebral. Sin embargo, este paciente no tenía fiebre, ni tenía una causa obvia de infección en el examen físico.La velocidad de sedimentación globular levemente acelerada de 36 mm en la primera hora no se condice con inflamación ni infección significativa capaz de causar trombosis de seno venoso (3). Al revés, una trombosis de seno venoso cerebral por sí misma puede justificar un aumento leve de  la VSG y probablemente esa sea la explicación en este caso.

SÍNDROME DE MARFAN
El hábito marfanoide es una característica distintiva de este paciente. El síndrome de Marfan es un desorden  hereditario y sistémico del tejido conectivo   que a menudo es causado por mutaciones del gen que codifica la fibrilina 1 (FBN1), en el cromosoma 15. Los pacientes con síndrome de Marfan puede tener alteraciones  oculares, cardiovasculares, esqueléticas y pulmonares, como así como  cambios de la piel y a nivel de la duramadre lumbosacra. Estatura alta, dolicostenomelia (miembros exageradamente largos), aracnodactilia con un signo positivo de Walker-Murdoch (superposición de las falanges distales del pulgar y el quinto dedo cuando una mano está envolviendo la muñeca contralateral), pectus excavatum, miopía, ectopia lentis en ambos ojos, un arco alto del paladar y  estrías atróficas son todas características del síndrome de Marfan que se vieron en este paciente.
No sabemos si tuvo una mutación de FBN1, pero sí sabemos  que no tenía antecedentes  familiares de síndrome de Marfan ni tenía aneurisma ni dilatación de la raíz aórtica  diagnóstico de raíz aórtica. La ausencia de estos factores hace poco probable el diagnóstico del síndrome de Marfan (4,5).  Además, los pacientes con síndrome de Marfan usualmente tienen un desarrollo cognitivo normal, y este  paciente tuvo retrasos en llegar a los hitos del desarrollo cuando  niño y había requerido un plan de aprendizaje individualizado en la escuela. Finalmente, el síndrome de Marfan no se asocia con trombosis de  senos venosos cerebrales.
 ¿Hay alguna condición que puede explicar el hábito  marfanoide, retraso cognitivo, y la trombosis del seno venoso cerebral en este paciente?

SÍNDROMES SIMILARES AL SÍNDROME DE MARFAN (Síndromes "Marfan-like")
Existe un amplio espectro de trastornos que tienen superposición  con hallazgos del síndrome de Marfan. Estos trastornos se deben principalmente a mutaciones de la FBN1 o de los genes que codifican para los receptores de crecimiento beta tipos 1 y 2  (TGFBR1 y TGFBR2)  (4,6,7)  Estos trastornos, pueden asociarse con anomalías del esqueleto y con  participación del sistema vascular, principalmente en forma tortuosidades arteriales, disección arterial o aneurismas del seno de Valsalva, de la aorta o de las arterias  intracraneales. Los  pacientes con el síndrome de Loeys-Dietz y aquellos con el síndrome Shprintzen-Goldberg pueden tener retraso en el desarrollo  cognitivo, y  afectación de la válvula mitral, aorta, piel y esqueleto. Estos hallazgos son conocidos como fenotipo MASS (mitral , aorta, skin, and skeleton). y aquellos con ectopia lentis familiar puede tener anomalías oculares prominentes.
Sin embargo, el único síndrome similar al síndrome de Marfan que está asociado con manifestaciones esqueléticas , retraso del desarrollo, manifestaciones  oculares  y trombosis vascular es la homocistinuria (4).

HIPERHOMOCISTEINEMIA Y HOMOCISTINURIA
La hiperhomocisteinemia es una elevación patológica del nivel de homocisteína sérica o plasmática total que puede deberse a varias causas. La homocisteína es un aminoácido que se produce a través de la transmetilación de metionina. Es metabolizado a cisteína por la cistationina β-sintasa vitamina B6-dependiente.  La remetilación de la homocisteína se produce por  una vía catalizada por metionina sintasa dependiente de vitamina B12 e involucra a la  metilentetrahidrofolato  reductasa dependiente de  folato. La disfunción de una  de estas enzimas o una deficiencia de vitamina B6, folato o vitamina B12 pueden provocar hiperhomocisteinemia (Fig. 2) (8) La hiperhomocisteinemia puede estar involucrada  en la lesión vascular tanto en el sistema de circulación arterial como venoso, y está fuertemente asociado con trombosis venosa, incluida la trombosis de senos venosos cerebrales (8-10).



Figura 2.Vía metabólica de la homocisteína.
La homocisteína es un aminoácido que se produce a través de la transmetilación de la metionina. Es metabolizada a cisteína  por la cistationina Beta sintasa vitamin B6 dependiente. La remetilación de la homocisteína a metionina ocurre por una vía catalizada por la metionina sintasa vitamina B12 dependiente y que involucra la metiltetrahidrofolato dependiente de folato. La disfunción de una de estas enzimas o la deficiencia de vitamina B6 o vitamina B12 puede resultar en una hiperhocisteinemia. El tratamiento con betaína promueve la remetilación de la homocisteína por una vía alternativa catalizada por la homocisteína-betaína metiltransferasa. 





La homocistinuria es un trastorno hereditario del metabolismo  en el que la deficiencia de cistationina β-sintasa conduce a una acumulación excesiva de homocisteína, metionina o ambas en sangre y orina (11-13).  La homocistinuria clásica es una rara enfermedad autosómica recesiva que es causada por mutaciones del gen que codifica para la cistationina β-sintasa (CBS), en el cromosoma 21 (14).  Los pacientes afectados  pueden tener anomalías esqueléticas marfanoides y osteoporosis prematura. El retraso  en el desarrollo  es una característica común de la homocistinuria y eso ayuda a distinguirlo del síndrome de Marfan (15). La miopía a menudo se manifiesta en pacientes de tan corta edad como de 1 año  y la ectopia lentis entre 3 años y 10 años de edad. La dislocación hacia abajo de la lente ocurre en el 90% de los pacientes con homocistinuria (como en este paciente), mientras que la luxación de la lente hacia arriba es común en pacientes con el síndrome de Marfan. La enfermedad tromboembólica se desarrolla en el 25% de los pacientes con homocistinuria, a menudo cuando tienen entre 8 y 12 años de edad; el tromboembolismo sistémico o cerebrovascular es la causa de muerte en el 71% de los pacientes con homocistinuria. Las convulsiones ocurren en aproximadamente 20% de pacientes. Este paciente se presentó con trombosis de senos venosos cerebrales  y tenía varias características sugerentes de  homocistinuria, incluido el hábito  marfanoide,  el retraso en el desarrollo, miopía temprana y dislocación de la lente hacia abajo. ¿Tenía este paciente alguna otra característica  de su presentación consistente con homocistinuria?
El paciente tenía enfermedad de la vesícula biliar prematura, que se ha informado tanto en hiperhomocisteinemia como en  homocistinuria (16,17). Además, la hiperhomocisteinemia se ha asociado con el desarrollo de  enfermedad de Alzheimer y  demencia (18) Es plausible que la abuela del paciente hubiese sido un portador asintomático de una mutación del gen CBS y hubiese tenido hiperhomocisteinemia subclínica a lo largo de su vida y que la llevara a la demencia. Sospechamos que la anticoagulación comenzó en este paciente para evitar la progresión de la trombosis del seno venoso cerebral. También sospechamos que los niveles de homocisteína y metionina en sangre y orina  se obtuvieron y un análisis de secuencia del gen CBS se realizó para determinar la causa de la homocistinuria.


DIAGNÓSTICOPRESUNTIVO:
HOMOCISTINURIA.

DISCUSIÓN PATOLÓGICA
La prueba  diagnóstica fue una prueba del nivel de homocisteína en plasma, que estuvo notablemente elevado a 365 μmol por litro (rango de referencia, 0 a 14). Las causas de una elevación moderada en la homocisteína plasmática incluyen enfermedad renal y enfermedad hepática; también,  una muestra obtenida cuando el paciente no está totalmente en ayunas  puede resultar en un nivel elevado (19,20).
Este paciente presentó una creatinina normal y las pruebas de funcionamiento hepático eran normales lo que hacen poco probable la enfermedad renal y hepática como causa de hiperhomocistinemia.
La mayoría de las causas no genéticas de un aumento del nivel de homocisteína se asocian con una deficiencia de vitamina B12 o folato. Aunque los niveles de  vitamina B12 y folato no se midieron inicialmente en este paciente, las deficiencias de estas vitaminas se pensaba que era poco probable, porque él no tenía anemia macrocítica u otros signos o síntomas de deficiencia de  vitamina B12 o  de folato. Drogas que interfieren con el metabolismo de la vitamina B12 y el folato, tales como medicamentos antiepilépticos y meto- trexate (19),  puede causar una elevación en el nivel de homocisteína,  pero este paciente no tomaba esas drogas. La impresionante elevación  en el nivel de homocisteína plasmática que se vio en este paciente ( más de 25 veces el límite superior del rango normal) es útil para reducir el diagnóstico diferencial a las causas genéticas de la homocistinuria, incluyendo deficiencia de cistationina β-sintasa, defectuosa
síntesis de metilcobalamina, o metilentetrahidrofolato reductasa (Fig. 2). Un nivel de  homocisteína de más de 100 μ mol por litro es típicamente considerado como específico para una  causa genética de  homocistinuria.

DISCUSIÓN DEL MANEJO
Este paciente fue remitido al departamento de genética y metabolismo para una evaluación y tratamiento. Pruebas adicionales revelaron folato y vitamina B12 en plasma normales. La prueba de aminoácidos reveló un nivel plasmático alto de metionina (570 nmol por mililitro; rango de referencia, 4 a 44), un hallazgo consistente con un diagnóstico de homocistinuria debido a una deficiencia de cistationina β-sintasa
En el tratamiento de adultos jóvenes con homocistinuria, el objetivo de la terapia es mantener el nivel de  homocisteína total inferior a 120 μmol por litro para prevenir los eventos tromboembólicos que son comúnmente visto en formas tardías de homocistinuria.
La vitamina B6 es un cofactor de la cistationina β-sintasa, y algunos pacientes con homocistinuria tienen disminuciones en el nivel de homocisteína cuando son tratados con vitamina B6. Por lo tanto, el paso inicial en el tratamiento de este paciente fue establecer si el nivel de homocisteína era sensible a la administración de altas dosis de vitamina B6. El paciente también fue tratado con vitamina B12 y folato para facilitar la conversión de homocisteína a metionina por la  metionina sintasa Una dieta baja en metionina, que requiere bajo consumo de proteína natural, fue recomendado (21).  El nivel de homocisteína del paciente se mantuvo alto, a 245 μmol por litro, y el nivel no disminuyó a pesar de nuevos aumentos en la ingesta diaria de vitamina B6. Sospechamos que  la persistente elevación en el nivel de homocisteína estaba relacionada, al menos en parte, a la falta de adherencia a la dieta baja en metionina, que puede ser difícil de seguir  para los pacientes También realizamos un análisis de secuenciación  de CBS, que reveló que el paciente tenía una composición heterocigota  compuesto para dos mutaciones conocidas que causan enfermedad: c.1152G → C (p.Lys384Asn) y c.919G → A (p.Gly307Ser). Este hallazgo confirma genéticamente el diagnóstico de homocistinuria debido a una deficiencia de la cistationina β-sintasa El Gly307Ser la mutación es conocida por causar homocistinuria que no responde a la vitamina B6, lo que explica por qué el paciente no se beneficiaba de altas dosis de vitamina B6 (22).  Por lo tanto, se inición el tratamiento con betaína  para proporcionar una vía de remetilación alternativa para convertir el exceso de homocisteína en metionina (Fig. 2). El tratamiento con betaína está generalmente asociado con un perfil de efectos secundarios aceptable, pero en casos raros, el aumento de la metionina pueden ser causa de edema cerebral cuando el nivel  alcanzado es extremo ( más de  1000 nmol por mililitro). En este paciente, los niveles plasmáticos de  homocisteína total, de metionina, de vitamina B12 y de  folato fueron monitoreados de cerca, y 4 semanas después de la inicio de la terapia con betaína, el nivel de  homocisteína finalmente bajó a 129 μmol por litro. Una vez que el nivel total deseado de homocisteína fue alcanzado, la ingesta diaria de vitamina B6 se redujo para evitar el desarrollo de neuropatía periférica. El paciente recibió instrucciones de tener exámenes oculares regulares debido al riesgo de dislocación de la lente, para someterse a la densitometría ósea regular debido al riesgo de osteoporosis temprana, buscar intervención nutricional para mantener una dieta baja en metionina, y tener una evaluación neuropsiquiátrica periódica. Una evaluación para otros factores de riesgo cardiovascular se realizó para prevenir más eventos tromboembólicos. Finalmente, se realizó una planificación de contingencia para enfermedades agudas y para  cirugías para evitar complicaciones trombóticas causadas ​​por una elevación en el nivel total de homocisteína durante los períodos de estrés.
El paciente continuó recibiendo tratamiento con anticoagulación Tenía una duración planificada de terapia de al menos 6 meses, pero su cuidado fue transferido a otra instalación durante ese tiempo.

DIAGNÓSTICO ANATÓMICO
HOMOCISTINURIA DEBIDO A MUTACIONES GENÉTICAS DE LA GEN QUE CODIFICA LA CISTATIONINA Β-SINTASA (CBS).

Traducción de : Case 7-2018: A 25-Year-Old Man with New-Onset Seizures
Erica C. Camargo, M.D., Susie Y. Huang, M.D., Ph.D., Amel Karaa, M.D., and Matthew W. Rosenbaum, M.D.
The New England Journal of Medicine

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