martes, 19 de marzo de 2013

Varón de 27 Años con Disnea Progresiva.



Un varón de 27 años consultó a neumonología por disnea progresiva y disminución de la capacidad para el ejercicio.
Aproximadamente 2 años antes el paciente notó leve disminución de la tolerancia al ejercicio. Pero como aun así era capaz de hacer ejercicios regularmente no consultó en ese momento. Seis meses antes de la consulta actual la disnea de esfuerzo empeoró y al mes tuvo un episodio de hemoptisis.  Comenzó a presentar broncoespasmo asociado a tos crónica productiva de esputo verde claro. En ese momento consultó a un médico.
La temperatura en ese momento era normal, la presión arterial era de 90/60 mm Hg, el pulso 116 por minuto, la frecuencia respiratoria de 36 por minuto, y la saturación de oxígeno de 76% mientras respiraba aire ambiente, aumentando a 98% con oxígeno suplementario (2 litros) por cánula nasal. Existía hipoventilación generalizada. Un test cutáneo para tuberculosis fue negativo. Una Rx y una TC de tórax mostraron cambios bronquiectásicos difusos, especialmente en los lóbulos pulmonares superiores, con difuminación de los bordes vasculares consistentes con un proceso intersticial. Se le prescribió albuterol 90 ug uno a dos pufs inhalados cada 4/6 horas y fluticasona 110 ug dos pufs dos veces por día, y se le indicó oxígenoterapia domiciliaria.
Tres meses antes de la consulta actual el paciente vio a un especialista quien encontró roncus en el examen de ambos pulmones e hipocratismo en manos y pies. La saturación de oxígeno era de 91% mientras el paciente respiraba aire ambiente. Los resultados de laboratorio incluyendo nivel sérico de alfa-1-antitripsina e inmunoglobulinas estaban normales; los resultados de  estudios realizados por el especialista se muestran en la tabla 1. Un test de cloro en el sudor fue negativo. Su medicación fue continuada



Tabla 1.Resultados de la espirometría y los tests de función pulmonar. 



Durante los siguientes 2 meses la disnea empeoró y el paciente era capaz de caminar sólo 5 a 6 metros antes de requerir reposo de 5 a 6 minutos. Tres semanas antes de la evaluación actual volvió al especialista. Le refirió cefaleas ocasionales y aumento de 4,5 kg de peso durante los últimos 6 meses. En el examen la saturación de oxígeno era de 91% mientras respiraba aire ambiente; con el esfuerzo esta disminuía a 86%. El examen físico no mostraba cambios. Fue derivado a consultorios externos de un hospital.
No refería fiebre, escalofríos, rash cutáneo ni síntomas articulares ni gastrointestinales. Tenía antecedentes de albinismo púrpura cutánea por traumatismos mínimos y miopía.  Él había tenido dificultad respiratoria desde hacía muchos años y dijo que su madre podría haber tenido fibrosis quística. No había antecedentes de trauma, asma estacional alérgico, o eczema.  Era alérgico a los mariscos. No era alérgico a medicamentos pero evitaba la aspirina por su problema de sangrado fácil. Su medicación consistía en albuterol  y fluticasona inhalados. Había nacido en Nueva Inglaterra, pero sus ancestros eran de Puerto Rico y vivía con una compañera y su hijo. Había dejado la escuela por su enfermedad y estaba desocupado. Tomaba alcohol ocasionalmente y era fumador de 10 paquetes por año de cigarrillos pero había dejado 9 meses antes. Muchos miembros de la familia tenían asma; dos hermanas tenían albinismo y problemas respiratorios leves.
La altura del paciente era de 165,1 cm y su peso 69,9 kg. La presión arterial era de 105/70 mm Hg, el pulso de 104 por minuto, la frecuencia respiratoria de 22 por minuto, y la saturació de oxígeno 91% mientras respiraba aire ambiente. La piel estaba pálida y  los iris pigmentados. Había nistagmo horizontal. Los sonidos respiratorios estaban disminuidos bilateralmente sin rales ni sibilancias. La percusión del tórax era normal. Había hipocratismo digital y el resto del examen era normal. El hematocrito era de 54,7% (normal de 41,0 a 53,00), y el recuento de glóbulos rojos era de 6.570.000 por mm3 (normal 4.500.000 a 5.900.000). El resto del recuento de glóbulos era normal, así como el análisis de orina, el nivel de electrolitos, glucosa, calcio, aminotransferasas, lípidos, homocisteína, amilasa, tirotrofina, testosterona, hormona paratiroidea, y 5-hidroxivitsmina D; y los resultados de los tests de coagulación (incluyendo tiempo de protrombina, tiempo de tromboplastina parcial, y niveles de proteína C y proteína S), función renal y osmolalidad eran todos normales. Tests para anticoagulante lúpico y para la mutación del factor V de Leiden eran negativos. Había evidencias de infección previa por virus del herpes simplex tipo 1, toxoplasma, varicela, citomegalovirus, y virus de Epstein-Barr, y no había evidencias de sífilis, herpes simplex virus tipo 2, hepatitis B o C, o infección por virus de la inmunodeficiencia humana. Un electrocardiograma reveló ritmo sinusal normal con pobre progresión de la onda R y cambios inespecíficos del segmento-ST y de la onda-T en las derivaciones desde V1 a V3.
Un ecocardiograma mostró una fracción de eyección de 76%, insuficiencia pulmonar y tricuspídea leves, y una presión ventricular derecha estimada de 56 mm Hg. El tronco y la rama derecha de la pulmonar estaban dilatados, midiendo  25 mm y 17 mm respectivamente.  El ventrículo derecho estaba dilatado y levemente hipoquinético sin hiperrofia. Las válvulas mitral y aórtica y la aurícula y  ventrículo izquierdo eran normales. Una Rx de tórax reveló  groseras opacidades reticulares y nodulares bilaterales y volúmenes pulmonares disminuidos consistentes con fibrosis pulmonar y bronquiectasias, sin evidencias de derrame pleural. La TC de tórax mostró pequeños volúmenes pulmonares opacificación en vidrio esmerilado difusas, bronquiectasias y alteración arquitectural de los lóbulos superiores, con panalización difusa predominantemente de localización subpleural, todos hallazgos consistentes con fibrosis pulmonar. Los resultados de los tests de función pulmonar se muestran en la Tabla 1.

Un test de ejercicio llevado a cabo mientras el paciente respiraba 8 litros de oxígeno reveló una saturación de oxígeno de 94% en reposo y 77% con el ejercicio y revelaron mala tolerancia al ejercicio limitado por la función vascular pulmonar;. El ventrículo derecho estaba hipoquinético con el ejercicio y tenía lento llenado diastólico en reposo; el índice de reserva inspiratoria, definido como la relación de la ventilación minuto en el pico del ejercicio y la ventilación voluntaria máxima, era de 0,77, lo cual es indicativo de limitación mecánica pulmonar al ejercicio. Los estudios de agregación plaquetaria mostraban alteración de la función plaquetaria significativa; la respuesta de agregación primaria a varios agonistas estaba presente, pero la agregación plaquetaria secundaria estaba completamente ausente. La ultrasonografía de abdomen revelaba una arquitectura hepática moderadamente ecogénica con infiltración grasa. 
Tres meses más tarde el paciente fue internado. La temperatura era de 36,4°C, la presión arterial de 116/62 mm Hg, el pulso de 77 por minuto, y la frecuencia respiratoria de 24 por minuto, con una saturación de oxígeno de 98% mientras el paciente respiraba oxígeno suplementario (6 litros por cánula nasal). Se auscultaban rales difusos más pronunciados en las bases y había disminución de la expansión de la caja torácica. El resto del examen no se había modificado. Los análisis de gases en sangre arterial mientras el paciente respiraba 6 litros de oxígeno por cánula nasal revelaron un pH  de 7,41, una presión parcial de dióxido de carbono de 44 mm Hg, y una presión parcial de oxígeno de 205 mm Hg. La radiografía de tórax no mostraba cambios.
Se llevó a cabo un procedimiento diagnóstico.

Diagnóstico diferencial.
Imágenes.
La radiografía de tórax al ingreso (Figura 1 A) muesta volúmenes pulmonares reducidos y desviación de la tráquea a la derecha. Hay opacidades pulmonares difusas, bronquiectasias por tracción en las zonas superiores, y adenopatías hiliares bilaterales. Un TC con contraste de tórax (Figuras 1B hasta 1E) muestra linfadenopatías hiliares, prevasculares, paratraqueales, y subcarinales. El tronco de la arteria pulmonar está agrandado lo cual sugiere hipertensión pulmonar. Hay opacidad en vidrio esmerilado difusas pulmonares con pérdida de volumen en los vértices. Distorsión arquitectural, bronquiectasias por tracción, y enfisema cicatrizal periférico son evidentes en las zonas superiores. Además, imágenes de panalización están presentes bilateralmente en los vértices en zonas periféricas. En las bases pulmonares, bronquiectasias por tracción y distorsión arquitectural son vistas con un fondo de opacidad en vidrio esmerilado. Los cambios quísticos están presentes en forma parcheada, peribroncovascular en lugar de estar confinados al espacio subpleural.




Figura 1. Imágenes.
Una Rx de tórax (Panel A) muestra volúmenes pulmonares reducidos,  opacidades en ambos pulmones, y bronquiectasias en las zonas superiores. Una TC de pulmón a nivel de los vértices (Panel B), tronco de la pulmonar (Panel C), venas pulmonares inferiores (Panel D), y ventrículos (Panel E),muestran opacidades en vidrio esmerilado en ambos campos pulmonares.  La distorsión  y las bronquiectasias por tracción, son más marcadas en las zonas superiores. Los cambios quísticos están presentes en el espacio subpleural en los vértices. La distribución de los quistes en las zonas inferiores es más parcheada. 
Cuál es el diagnóstico?


Importantes hallazgos del caso.
Este joven paciente tiene severo compromiso respiratorio marcado por fisiología restrictiva y distorsión arquitectural, bronquiectasias por tracción, y panalización, cambios todos sugestivos de enfermedad pulmonar fibrosante.  Sin embargo, extensas opacidades en vidrio esmerilado están también presentes, como también existe hipertensión pulmonar. 
Pensando en diagnósticos diferenciales habría primero que contestar la pregunta de si el paciente tiene compromiso pulmonar como resultado de una enfermedad o varias enfermedades concurrentes. El aspecto en vidrio esmerilado sobreimpuesto sobre alteraciones fibróticas de base, pueden ser indicativos de un nuevo proceso de enfermedad tal como hemorragia pulmonar, edema o infección, o de una exacerbación de su enfermedad de base. El desarrollo de neumonía por pneumocystis en un paciente que está siendo sometido a terapia inmunosupresora por enfermedad fibrosante pulmonar, o el desarrollo de una exacerbación aguda de una fibrosis pulmonar idiopática son ejemplos de tales escenarios. El inicio de un proceso nuevo en esos casos, es generalmente acompañado por deterioro agudo o subagudo en el status clínico de los pacientes, lo cual no está descripto en este caso. Por lo tanto en este caso, las extensas zonas en vidrio esmerilado impresionan en principio como exacerbación aguda del mismo proceso fibrosante de base.
La hipertensión pulmonar puede haber desarrollado como consecuencia de  de la fibrosis pulmonar. La hipertensión pulmonar puede complicar muchas enfermedades parenquimatosas pulmonares como consecuencia de la alteración u obliteración de la membrana alvéolo-capilar, de vasoconstricción hipóxica, o directamente por los mediadores bioquímicos comprometidos en la patogénesis de la fibrosis pulmonar. (21) Este caso impresiona como un solo diagnóstico de base que llevó a fibrosis pulmonar, a zonas agragadas actuales de vidrio esmerilado, y secundariamente a hipertensión pulmonar.
Las enfermedades parenquimatosas pulmonares son un grupo heterogéneo de trastornos que afectan las estructuras pulmonares distales a la vía aérea de conducción, que incluye bronquiolos respiratorios y terminales, conductos y sacos alveolares, y los septos alveolares e interlobulares. Muchas enfermedades pueden evolucionar a fibrosis pulmonar.

Neumonías Intersticiales Idiopáticas, y otras Enfermedades Idiopáticas.
Hay siete entidades clínico-patológicas dentro de la categoría general de neumonías intersticiales idiopáticas que son lo suficientemente diferentes una de otras como para ser designadas como entidades o enfermedades separadas. Ellas son:  fibrosis pulmonar idiopática, neumonía intersticial inespecífica, neumonía organizativa criptogenética, neumonía intersticial aguda, bronquiolitis respiratoria asociada a enfermedad pulmonar intersticial, neumonía intersticial descamativa, y neumonía intersticial linfoide. (3) Estas enfermedades, de causa desconocida, se caracterizan por infiltración variable de intersticio, alvéolos, y bronquiolos con matriz extracelular, células inflamatorias, o ambas. Algunos hallazgos de este caso son sugestivos de fibrosis pulmonar idiopática, neumonía intersticial inespecífica, o neumonía intersticial descamativa.  La distorsión arquitectural, bronquiectasias por tracción, y panalización (imagen en “panal de abejas”) vistas en la TC son hallazgos característicos  de la fibrosis pulmonar idiopática. (4)  Las opacidades en “vidrio esmerilado” pueden estar presentes en esta entidad, pero su prominencia en este caso, hacen que la fibrosis pulmonar idiopática sea muy improbable. La edad promedio de presentación de pacientes con fibrosis pulmonar idiopática es 66 años (5), y por lo tanto, este paciente de 27 años sería una forma muy atípica. (6) De los pacientes con neumonía intersticial inespecífica, 44% tienen opacidades en vidrio esmerilado y 5% tienen panalización. (7) Las opacidades en vidrio esmerilado son comunes en la neumonía intersticial descamativa (83% de los pacientes). (8) Sin embargo, la mayoría de los pacientes con neumonía intersticial descamativa, tienen  un antecedentes de tabaquismo severo a diferencia de este paciente que es un ex tabaquista leve.
Otras enfermedades pulmonares idiopáticas tales como sarcoidosis pueden estar asociadas a fibrosis pulmonar difusa. Este paciente tiene adenopatías hiliares y mediastinales que son características de los estadios tempranos de la sarcoidosis pulmonar. (9) La sarcoidosis típicamente afecta adultos jóvenes y el compromiso pulmonar tiende a predominar en los lóbulos superiores como se ve en este caso.

Manifestaciones Pulmonares de las Enfermedades del Tejido Conectivo.
Aunque las articulaciones son los sitios principalmente afectados, el compromiso pulmonar difuso es común en muchas enfermedades del tejido conectivo incluyendo la esclerosis sistémica progresiva, lupus eritematoso sistémico, enfermedad mixta del tejido conectivo, artritis reumatoidea, polimiositis-dermatomiositis, y síndrome de Sjögren. (10) La neumonía intersticial inespecífica es el patrón histológico más comúnmente hallado de compromiso pulmonar difuso en la mayoría de estas enfermedades, aunque la neumonía intersticial usual puede ser el hallazgo anatomopatológico más común en artritis reumatoidea. (10) Este paciente no tuvo compromiso articular u otros signos sugestivos de enfermedad de base del tejido conectivo, aunque el compromiso pulmonar puede ser la primera manifestación o la única en estas enfermedades. (11,12)

Exposiciones Asociadas a Compromiso Pulmonar. 
Una variedad de exposiciones a inhalación o exposiciones sistémicas se asocian con fibrosis pulmonar difusa. La neumonitis por hipersensibilidad puede ser el resultado de la inhalación repetida de agentes sensibilizantes tales como actinomicetos termófilos o antígenos aviarios. (13) La fibrosis pulmonar asociada radiográficamente a opacidades en vidrio esmerilado, infiltrados reticulares y panalización, a menudo con compromiso de lóbulos superiores es vista en pacientes con neumonitis crónica progresiva por hipersensibilidad. Aunque en este caso no se refiere exposición a agentes sensibilizantes en este caso, las exposiciones pueden ser ocultas, y exposiciones crónicas a bajas dosis pueden conducir a fibrosis pulmonares a una variedad de polvos minerales tales como asbesto o sílice (13), pero en este paciente no se pudo encontrar exposición ocupacional. La fibrosis pulmonar también puede resultar de irradiación torácica y de más de 100 medicamentos (14), pero este paciente tampoco estuvo expuesto a ninguno de ellos.

Trastornos Familiares y Genéticos Asociados a Fibrosis Pulmonar.
Dos de los hermanos del paciente está referido en la historia, que presentan albinismo y síntomas respiratorios sugestivos de que este paciente pueda tener un trastorno familiar.  La neumonía intersticial idiopática ha sido descripta en familias y en esos casos se ha clasificado como neumonía intersticial familiar. (15)
La fibrosis pulmonar también ocurre en varios trastornos genéticos que tienen manifestaciones clínicas pleiotrópicas y que incluyen la disqueratosis congénita y el síndrome de Hermansky-Pudlak (SHP). La fibrosis pulmonar está presente en el 20% de los pacientes con disqueratosis congénita. La disqueratosis congénita está también típicamente asociada a una triada de manifestaciones mucocutáneas: hiperpigmentación, leucoplaquia oral, y distrofia ungueal, ninguna de las cuales están descriptas en este paciente. (16) La forma dominante autosómica de disqueratosis congenital es el resultado de mutaciones de telomerasas, y en esos casos las manifestaciones incluyen fibrosis pulmonary y pueden presentarse tardiamente en la edad adulta en ausencia de síntomas de compromiso de piel.

Síndrome de Hermansky-Pudlak
Este paciente tiene varios elementos clínicos consistentes con el SHP: albinismo óculo-cutáneo, diátesis hemorrágica, y fibrosis pulmonar. (17) El SHP es un trastorno recesivo más comúnmente encontrado en personas de Puerto Rico. (18) La herencia de uno de los ocho genes del SHP conocidos produce uno de los ocho subtipos descriptos del SHP, SHP1 hasta el SHP8 (19) con el SHP1 a SHP4 mostrando los mayores grados de compromiso pulmonar. (17)  Las mutaciones SHP causan formaciones defectuosas del tráfico o funciones de las organelas relacionadas con los lisosomas, incluyendo los melanosomas en los melanocitos de la piel y las células del epitelio retiniano, gránulos densos en las plaquetas, y cuerpos lamelares en las células del epitelio alveolar tipo II, que contribuyen a las manifestaciones clínicas de la enfermedad. (19)

Manifestaciones clínicas del syndrome de Hermansky-Pudlak.
La disfunción de los melanosomas causa albinismo oculocutáneo. Las manifestaciones oculares incluyen hipopigmentación del iris, alteraciones de la visión, nistagmus horizontal, y estrabismo, dado que la pigmentación retiniana es necesaria para el desarrollo de la visión. Las alteraciones visuales van desde alteraciones leves hasta la ceguera visual. (20) Este paciente tenía agudeza visual disminuida y nistagmus horizontal. Las manifestaciones de albinismo cutáneo en personas con SHP son también variables. Algunos pacientes tienen piel blanca y son rubios o pelo blanco, mientras que otros carecen de signos obvios de albinismo excepto que su piel y color del pelo es  un poco más claro que las personas no afectadas de la familia, como fue aparentemente este caso. (20)
Este paciente tenía una diátesis hemorrágica  que consistía en anormalidades en los gránulos densos de las plaquetas que regulan la agregación plaquetaria. Las manifestaciones de laboratorio incluyen la prolongación del tiempo de sangría a pesar de un recuento plaquetario normal, y estudios de agregabilidad plaquetaria característicamente anormales. Como sucedió en este caso, la agregación primaria iniciada por una variedad de estímulos exógenos está preservada, pero la agregación secundaria que depende de mediadores endógenos en los gránulos densos plaquetarios está disminuida o ausente. Las manifestaciones clínicas de la diátesis hemorrágica incluye equimosis, epistaxis,  gingivorragias, menorragias, y hemorragia posparto. En una serie, episodios de sangrado mayores fueron reportados por 41% de los pacientes con SHP. (20)
Los cuerpos lamelares en los neumatocitos tipo 2 sintetizan, almacenan y liberan surfactant, y su disfunción puede causar deposición de ceroide (un complejo lipoproteico de composición desconocida), y degeneración y muerte de las células tipo 2, factores que son considerados como contribuyentes a la fibrosis pulmonar.  En una serie, los síntomas pulmonares desarrollaron en 61% de los pacientes con SHP con inicio a un promedio de edad de 35 años. (21) Los tests de función pulmonar mostraron severo deterioro funcional  con una capacidad vital forzada (CVF) de 40% del valor esperado en 11% como pasó en este caso, y deterioro moderado en el 21%.

Resumen. Este paciente con ancestros de Puerto Rico se presentó con la triada clínica  característica del SHP. Este diagnóstico debe ser confirmado por genotipación de muestras de DNA, el examen de las plaquetas por microscopía electrónica, o por la demostración de acumulación de ceroide en las muestras anatomopatológicas. (20,22,23)
El transplante pulmonar es una potencial terapéutica capaz de prolongar la vida en pacientes con severa fibrosis pulmonar, y se ha utilizado con éxito en pacientes con SHP. (24) La eficacia  del agente antifibrótico pirfenidona que está siendo evaluado para la fibrosis pulmonar idiopática se ha investigado también en pacientes con fibrosis pulmonar secundaria  a SPHP, con resultados promisorios. (25) Las consideraciones sobre trasplante deben tener en cuenta la diátesis hemorrágica del síndrome. La desmopresina no ha demostrado efectividad  en estos pacientes con SHP, (26) y por lo tanto, la transfusión de plaquetas sigue siendo el tratamiento de elección para episodios de moderada a severa cuantía o antes de procedimientos quirúrgicos.
Este paciente se derivó para considerar la posibilidad de trasplante.

Anatomía patológica.
El pulmón derecho pesaba 400 gramos que es un peso ligeramente superior a lo normal. La fibrosis pulmonar comprometía 95% del pulmón que incluía los tres lóbulos; había áreas de fibrosis con panalización y bronquiectasias en los lóbulos superiores (Figura 2A).  En el examen histopatológico (Figura 2B) , se veía fibrosis grosera afectando todo el intersticio incluyendo el peribronquial, paredes alveolares, septos y áreas pleurales. La fibrosis consistía tanto en colágeno como en hiperplasia del músculo liso. Un infiltrado linfocitario intersticial difuso estaba presente en todo el pulmón. Había algunos eosinófilos en el infiltrado.





Figura 2.   Anatomía patológica del pulmón resecado de otro paciente (Panel A) muestra extensa fibrosis pulmonar con bronquiectasias focales, encogimiento del pulmón y panalización. El examen microscópico (Panel B, hematoxilina-eosina) muestra extensa fibrosis intersticial que compromete la pared alveolar y los septos. Neumatocitos vacuolados prominentes (Panel C hematoxilina eosina), tapizan los alveolos. Histiocitos finamente pigmentados (Panel D hematoxilina eosina) están presentes dentro de las zonas de fibrosis con tinción pigmentaria con PAS (inserto).


Inusualmente grandes histiocitos vacuolados y neumatocitos conteniendo finos y gruesos pigmentos marrones que se tiñen con PAS fueron vistos en la fibrosis intersticial en muchas regiones tanto aisladamente como en grupos (Figuras 2 C y 2D). A diferencia de los finamente dispersos pigmentos negro carbón, que se concentran típicamente alrededor de los bronquios, estos pigmentos marrones están presentes también en los septos. En la microscopía electrónica se observan degeneración de cuerpos lamelares gigantes que representan vesículas de lisosomas anormales, en el citoplasma de neumatocitos vacuolados e histiocitos; esta observación es compatible con SHP.
Los hallazgos histopatológicos pulmonares en el SHP han sido infrecuentemente reportados. (27,28,29,30) La fibrosis es característicamente desigual en su distribución como en este caso, sin la localización vista en la neumonitis intersticial usual (fibrosis en panal de abejas subpleural) y otras enfermedades fibrosantes tales como las bronquiectasias primarias (fibrosis peribronquial). Los focos fibroblásticos vistos en la neumonitis intersticial usual  están también generalmente ausentes en el SHP. (29)

Este paciente fue sometido a trasplante pulmonar. El posoperatorio cursó sin eventos. Su hipertensión pulmonar se resolvió rápidamente. Volvió a su trabajo. Su CVF actual es de 60 a 65% del valor esperado, y no requiere oxígeno. Ya lleva en la actualidad tres años desde el trasplante y el paciente está bien.

Diagnóstico final:
Síndrome de Hermansky-Pudlak con fibrosis pulmonar intersticial e insuficiencia respiratoria. 



Conclusiones del caso.
Más allá de la rareza del síndrome de Hermansky-Pudlak (SHP), este caso es una oportunidad para hacer un breve repaso de la clínica y de la etiología de las enfermedades del intersticio pulmonar.  Este numeroso  grupo de enfermedades son agrupadas en una gran clasificación habida cuenta que presentan algunas características clínicas, radiológicas, fisiológicas y anatomopatológicas similares. El término enfermedades intersticiales del pulmón es algo incorrecto ya que si bien la mayoría de las veces el impacto inicial es en ese sector del pulmón, el proceso en su evolución involucra también a los alvéolos y a la vía aérea distorsionando la arquitectura del pulmón todo. En este caso, este joven de 27 años se presentó tardíamente a la consulta, cuando notó alteración severa de su capacidad respiratoria y cuando ya el trastorno alteraba significativamente su calidad de vida, evolucionando rápidamente  a la necesidad de oxígenoterapia domiciliaria y finalmente de un trasplante pulmonar. En ese contexto, la presencia de albinismo personal y familiar, púrpura cutánea ante traumas mínimos,  así como su origen puertorriqueño (país donde este trastorno es prevalente), pusieron rápidamente sobre la pista de este cuadro genético autosómico recesivo.
Hay varias maneras de clasificar a las  enfermedades intersticiales del pulmón (EIP). Una lógica manera de hacerlo es entre aquellas que tienen una causa conocida y las idiopáticas. Las causas más comúnmente identificables de EIP son las exposiciones ambientales,  especialmente a polvos orgánicos e inorgánicos, algunas infecciones (coccidioidomicosis, criptococosis, pneumocistosis, neumonías atípicas y virales), colagenopatías, radioterapia del cáncer de pulmón, linfoma o mama etc. Y entre las causas idiopáticas se encuentran la sarcoidosis, las neumonías organizativas criptogenéticas y las neumonías intersticiales idiopáticas (fibrosis pulmonar idiopática o neumonía intersticial usual, neumonía intersticial descamativa, bronquiolitis respiratoria  con enfermedad pulmonar intersticial, la neumonía intersticial aguda o síndrome de Hamman-Rich, y la neumonía intersticial inespecífica).
Los pacientes con EIP suelen presentarse a la consulta clínica de diferentes formas:

Síntomas de dificultad respiratoria progresiva (disnea de esfuerzo, tos no productiva) tal como sucedió en este caso.

■ A veces consultan por el antecedente de haber estado expuestos a asbesto, sílice y otras sustancias.

■ Una radiografía de tórax anormal.

■ Alteraciones en una espirometría, especialmente un patrón restrictivo (reducción de la capacidad pulmonar total y la capacidad vital forzada).

El trabajo del clínico frente a un paciente con sospecha de EIP es arduo ya que debe tratar de establecer un diagnóstico en lo posible etiológico, cuantificarse o estadificar el estadio del proceso y tratar de individualizar aquellos cuadros que pueden beneficiarse de un tratamiento específico. A tal fin, debe hacerse hincapié en un profundo interrogatorio dirigido donde se jerarquizará la edad, el sexo, antecedentes patológicos, personales y familiares, ocupación, exposición a sustancias, consumo de medicamentos (pulmón de amiodarona), exposición a personas enfermas, la condición de HIV del paciente, la existencia de signos o síntomas de enfermedades sistémicas (sarcoidosis), adenomas sebáceos o hamartomas sugestivos de esclerosis tuberosa (linfangioleiomiomatosis), Raynaud o criterios de colagenopatías (esclerodermia LES, dermatomiositis, enfermedad mixta etc), artritis erosiva (pulmón de AR), eosinofilia (neumonía eosinofílica, granulomatosis alérgica de Churg-Sttrauss), antecedentes de tabaquismo (histiocitosis de células de Langerhans, neumonía intersticial descamativa, bronquiolitis respiratoria, fibrosis pulmonar idiopática), agregación familiar (enfermedad de Niemenn-Pick, enfermedad de Gaucher y enfermedad de Hermansky-Pudlak), irradiación pulmonar (injuria pulmonar por radiación).
En el caso que nos ocupa en esta oportunidad el diagnóstico pudo sospecharse en base a las características que mencionamos antes surgidas del interrogatorio y de la observación del paciente, y de los estudios específicos que ayudaron a establecer el diagnóstico definitivo. Aun así no pudo evitarse la mala evolución del cuadro y el paciente fue sometido a trasplante pulmonar con buena respuesta.





Fuente
From the Pulmonary and Critical Care Unit and the Center for Immunology and Inflammatory Diseases, Department of Medicine (A.M.T.), and the Departments of Radiology (A.S.) and Pathology (E.J.M.), Massachusetts General Hospital; and the Departments of Medicine (A.M.T.), Radiology (A.S.), and Pathology (E.J.M.), Harvard Medical School.

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lunes, 18 de marzo de 2013

TROMBOSIS VENOSA Y SÍNDROME NEFRÓTICO.





Figura. Mecanismos del estado trombofílico asociado a síndrome nefrótico. Se muestra un glomérulo y se aprecian varios mecanismos que promueven la trombosis en el paciente con síndrome nefrótico y que hoy han sido identificados. Esos mecanismos incluyen un aumento en la concentración urinaria de proteínas que previenen la  trombosis (entre ellos antitrombina III y posiblemente proteína C y proteína S), así como una síntesis aumentada de factores promotores de trombosis (entre ellos factor V, factor VIII, factor de Von Willebrand, alfa 2 inhibidor de la plasmina, inhibidor del activador del plasminógeno 1 (PAI-1), y fibrinógeno). 




Los eventos trombóticos complican al síndrome nefrótico en aproximadamente 25% de los pacientes. (1) Esta asociación fue reconocida en el siglo XIX por W. Howship Dickinson, quien señaló:  “when the kidneys themselves are the seat of chronic disease, involving the loss of albumin, . . . the blood in their vessels, as elsewhere, is rendered morbidly coagulable by the drain.”(2) Esta observación fue vuelta a refrendar en 1933 por Derow y colegas, identificando específicamente al síndrome nefrótico como casual de trombosis venosa. (3)
Más allá del amplio debate que existe sobre el tema hoy día acerca de cuál es el motivo que genera este efecto protrombótico, HOY SE SABE Y SE ACEPTA QUE EL SÍNDROME NEFRÓTICO ES UN ESTADO TROMBOFÍLICO O ESTADO HIPERCOAGULABLE. (4) Esta conclusión se basa en la demostración de niveles elevados de fibrinógeno y otros factores de coagulación en plasma, aumento de la generación de tromboplastina, y trombocitosis. Posteriormente al conocimiento de estos datos Kauffman y colegas sugirieron que el estado trombofílico asociado al síndrome nefrótico es una consecuencia de la pérdida del anticoagulante endógeno antitrombina III en la orina como resultado del aumento de la permeabilidad selectiva de la membrana basal glomerular a esta sustancia. El concepto de permeabilidad selectiva de la membrana basal glomerular por tamaño fue primero propuesta en 1967 con el uso de modelos animales de síndrome nefrótico inmuno-mediado. (6) Después de este estudio inicial varios estudios agregaron al componente de tamaño, aspectos relacionados con la carga eléctrica y su modificación en la nefrosis (7,8), incluyendo en la enfermedad de cambios mínimos. (9)
Desde estas primeras observaciones, se han identificado varios mecanismos que promueven la trombosis en pacientes con síndrome nefrótico. En general, esos mecanismos caen en dos categorías: PÉRDIDA URINARIA DE PROTEÍNAS QUE PREVIENEN LA TROMBOSIS, Y AUMENTO DE LA SÍNTESIS DE FACTORES QUE PROMUEVEN LA TROMBOSIS (Figura).  Se encontró que 40 a 80% de los pacientes con síndrome nefrótico tienen niveles circulantes reducidos de antitrombina III (10) debido a pérdida urinaria de este anticoagulante. (11) Los niveles de proteína C y proteína S también parecen reducidos en pacientes con síndrome nefrótico (12), aunque estos hallazgos no han sido encontrados tan consistentemente. (13)
Las alteraciones de los factores que promueven la trombosis se han mostrado tanto entre las proteínas procoagulantes como entre las proteínas fibrinolíticas.  La activación de la coagulación en pacientes con síndrome nefrótico se acompaña de niveles aumentados de factores V y VIII, factor de Von Willebrand, fibrinógeno, y alfa-2 macroglobulina, probablemente debida a aumento de su síntesis. (13) Se cree que el aumento de estas proteínas de alto peso molecular son el reflejo de la síntesis aumentada de los reactantes de fase aguda. (13) La hiperfibrinogenemia en particular es producida por aumento de síntesis  hepática como respuesta  a la hipoalbuminemia de la nefrosis. Este aumento en el fibrinógeno promueve la agregación plaquetaria proveyendo el sustrato para la formación de fibrina, aumenta la viscosidad de la sangre y promueve la agregación eritrocitaria.  
La leve trombocitosis y la hiperreactividad plaquetaria también acompañan al síndrome nefrótico. La hiperreactividad plaquetaria que se ve en 70% de estos pacientes (13) es multifactorial y se atribuye a niveles aumentados de factor de Von Willebrand, hiperfibrinogenemia, hipercolesterolemia e hipoalbuminemia. (15) La hipoalbuminemia produce un aumento de la biodisponibilidad del ácido araquidónico liberado por las plaquetas, lo que aumenta el reclutamiento de otras plaquetas a un trombo en formación y crecimiento con el resultado de un menor umbral para la agregación. (16) La hipercolesterolemia aumenta la sensibilidad de las plaquetas a sus agonistas, promoviendo su activación (17), y la terapia con estatinas reduce la agregación plaquetaria (18) y disminuye el riesgo de trombosis venosa (19) en pacientes con síndrome nefrótico.
Respecto de la fibrinólisis, el síndrome nefrótico se asocia con una disminución de los niveles de plasminógeno circulante. (20) Esta disminución del plasminógeno se acompaña de un aumento de los niveles de inhibidor del activador del plasminógeno-1 (PAI-1) (21), y del inhibidor de la alfa-2  de la plasmina, todos los cuales conspiran para empeorar el clearence de fibrina y promover la persistencia del trombo.
Es importante señalar que esos cambios en los factores que contibuyen a los estados trombofílicos en el síndrome nefrótico son GLOMERULOCÉNTRICOS en su origen. Los cambios en la permeabilidad selectiva de la membrana basal glomerular lleva a pérdida de proteínas de bajo peso molecular que regulan la hemostasia y la trombosis, y los cambios en el microambiente glomerular como consecuencia del proceso intrínseco de la enfermedad  que produce el síndrome nefrótico promueve la trombosis. Por ejemplo, la respuesta inflamatoria acompañante de la injuria inmune dentro del glomérulo puede generar procoagulantes e inducir expresión de moléculas que empeoran la fibrinólisis. (23)
La observación clínica básica que mostró una asociación entre trombosis y síndrome nefrótico ha evolucionado considerablemente desde el siglo pasado. Antes considerada como causa de síndrome nefrótico a través de una injuria inducida por presión, la trombosis es considerada actualmente  como una manifestación de un estado trombofílico que es multifactorial, pero que depende de la pérdida urinaria de factores antitrombóticos endógenos. La evolución en la comprensión de esos mecanismos trombóticos básicos evolucionó paralelamente con el aumento de los conocimientos  de los mecanismos selectivos  de pérdida glomerular de proteínas en el síndrome nefrótico el cual conduce a un complejo mecanismo por el cual se altera la función hemostática normal.


Citas bibliográficas


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domingo, 17 de marzo de 2013

IMPORTANCIA DE LA RADIOGRAFÍA DE ¾ DE PERFIL EN EL DIAGNÓSTICO DE EROSIONES EN LA AR



























En la rx de frente se puede ver pinzamiento del espacio articular de 3era MCF  y dudosas erosiones a nivel de la base de 1era falange.
 En la articulación 2º MCF en cambio se observan pequeñas erosiones yuxtaarticulares también en base de 1era falange.
 En cambio en rx de 3/4 perfil se realzan erosiones en metacarpianos  2 y 3 mal observadas en el frente.
 También se observan erosiones en carpo.
 Todas estas lesiones visibles en las rx evidencian una AR tardía. Nuestro desafío es evitar llegar a dichas lesiones.
 Para AR temprana es más útil la ecografía con power doppler y la RMI aunque, sobre todo esta última, aumenta considerablemente el costo.







Gentileza:
Dr. Gustavo Rabazzano.
Médico Especialista en Reumatología

sábado, 16 de marzo de 2013

Imágenes de la Sala. Dos Tipos de Melanoniquia.




Melanoniquia Longitudinal. 
La melanoniquia es una pigmentación amarronada o negra del plato ungueal causada por la presencia de melanina. Presentamos dos casos de melanoniquia. El primero de ellos una forma de melanoniquia longitudinal de reciente aparición (adquirida) limitada a un solo dedo (pulgar) y causada muy probablemente por un nevus de la matriz ungueal. Es una banda marrón de menos de 3 mm y con signo de Hutchinson negativo (ver más abajo).
El segundo caso son múltiples bandas de melanoniquia longitudinal que afectan la totalidad de los dedos de manos y pies en un paciente de piel oscura (melanoniquia étnica), pero que además por su condición de HIV positivo está recibiendo lamivudina como parte del tratamiento antirretroviral (droga que está descripta en la presentación de melanoniquia longitudinal adquirida. 


Hospital "Ángel Pintos" de Azul.
Melanoniquia longitudinal por nevus en matriz ungueal.
Generalmente afecta un solo dedo, habitualmente el pulgar. 
Melanoniquia longitudinal.


Fina banda de melanina longitudinal ocasionada por nevus en la matriz ungueal. 




Melanoniquia Étnica. 
Una forma de melanoniquia universal, múltiples líneas de melanoniquia longitudinal que se ve en pacientes de piel oscura. Este paciente además está siendo medicado con lamivudina como parte de esquema antirretroviral. 


Múltiples bandas de melanoniquia en todos los dedos de manos y pies. Melanoniquia étnica. 


La melanoniquia es una pigmentación amarronada o negra de la placa  ungueal causada por la presencia de melanina
Melanoniquia longitudinal.
La melanoniquia longitudinal es una banda de pigmentación marrón a negra de la uña, debido a la presencia de melanina en la placa ungueal. La melanoniquia longitudinal puede aparecer como una banda única, afectando una uña  o presentarse como múltiples bandas  que afectan varias uñas. La última forma se ve más comúnmente en individuos de piel oscura. 





Melanoniquia étnica
La melanoniquia étnica es vista comúnmente en individuos de piel oscura.
Múltiples bandas de melanoniquia longitudinal vista en individuos de piel oscura.
El signo de Hutchinson es la diseminación periungueal del pigmento en los pliegues proximal o laterales (eponiquio, paroniquio). Este dato es muy importante porque aumenta la probabilidad de que la causa de la melanoniquia se deba a melanoma subungueal.
El signo de Hutchinson puede verse en alrededor de un tercio de los casos de lentigo o nevos y otras condiciones benignas como el síndrome de Laugier-Hunziker (pigmentación mucosa). En estos casos se lo denomina signo de pseudo-Hutchinson.
En el examen histológico la melanoniquia puede ser el resultado de la activación o de la hiperplasia de los melanocitos de la matriz.








Melanoniquia universal constitucional (étnica) además de la ingesta de lamivudina.
Se observa en el dedo gordo onicomicosis.